22 de febrero de 2009

Cada pensamiento, en última instancia, se basa en la fe

Cada pensamiento - en última instancia - se basa en la fe

Este argumento está emparentado con el anterior. Sin embargo esta argumentación es más rica en trucos, en general funciona asÍ:

Nuestro pensar se basa, entre otras cosas, el la lógica. Pero el pensamiento no se puede justificar a si mismo, entonces sería circular. Tampoco existen evidencias, que estas leyes del pensamiento sean ciertas. Por lo tanto aceptamos las leyes básicas del pensamiento, por el sólo hecho de creer. Luego es la fe, la base de todo pensamiento. Por esto la fe tiene supremacía frente a la cognición.

La última frase es un non seqitur. Incluso si se aceptaríamos las leyes del pensamiento en la base de una creencia (lo que yo niego) no se concluye, que en todas las situaciones de la vida que la fe tienen preponderancia frente al conocimiento. Pero comenzamos en forma sistemática.

(P1) Las bases del pensamiento no se pueden evidenciar
(P2) Luego todo pensamiento se basa en que nosotros creemos en las bases
(S) Por esta razón todo pensamiento comienza con la fe.


En este argumento se explota nuevamente la ambigüedad del significado de la palabra “creencia, fe”. Si traducimos creer con suponer y limitamos la fe religiosa como creencia metafísica, entonces llegamos al siguiente argumento:

(P1a) Las bases del pensamiento no se pueden evidenciar
(P2b) Por lo tanto todo pensamiento se basa, en que suponemos que las bases son correctas
(Sa) ¿En base a esto todo pensamiento comienza con la creencia metafísica?

Esto es un non seqitur clásico. Nosotros suponemos, que las bases del pensamiento son correctas, porque se han acreditado, por 3,5 mil millones de años, por un proceso, que llamamos vida. Tenemos, entonces una suposición bien fundamentada. Es una suposición como todo el conocimiento. La creencia metafísica, sin embargo no se ha acreditado, es sólo una especulación, incluso se ha sustraído de toda forma de acreditación. En última instancia, el creyente puede alegar, la creencia metafísica es una cosa diferente que una suposición, entonces la respuesta es totalmente absurda. O él reconoce, que también la creencia metafísica se basa en puras suposiciones, o sea, que no es más que eso. Entonces la diferencia determinante es, que las suposiciones, en las cuales se basan nuestros conocimientos, las podemos justificar racionalmente. Si el creyente también puede hacer esto con sus suposiciones, entonces son tan buenas como sus razonamientos. Si no lo puede, son peores.

Cuan a menudo se basa la argumentación teísta en cambiar, en medio de la argumentación, el significado de las palabras. Este truco es tan popular, porque en discusiones verbales es muy difícil de detectarlos. Pero también en discusiones actúa en forma convincente este truco. Muchos teístas “creen” en este argumento, cuando lo usan, no para engañar, si ni porque ellos mismos fueron engañados (con este y otros trucos similares). En especial hay que tener mucho cuidado con los teólogos, porque palabras del diario vivir las usan de forma totalmente distinta, a como nosotros estamos acostumbrados (Ejemplo son conceptos como clemencia, regalo, libertad, creencia, padre, salvación, sanidad, eternidad, humildad, certeza) Los juristas también lo hacen, pero por lo menos no cambian sui sentido durante una discusión

Fuente
Volker Dittmar: Ateismo-INFO, Einführung in den Ateismus
(Introducción al ateismo)
Ver también: http://www.dittmar-online.net/
http://www.atheismus-online.de/
http://www.volker-dittmar.info/

Nota.- Copyright (c) 2002 - 2005 Volker Dittmar. Permission is granted to copy, distribute and/or modify this document under the terms of the GNU Free Documentation License, Version 1.2 or any later version published by the Free Software Foundation; with no Invariant Sections, with no Front-Cover Texts and with no Back-Cover Texts. A copy of the license is included in the section entitled "GNU Free Documentation License

7 comentarios:

Alexánder dijo...

¿A qué se debe que muchas personas no tengan fe?

La fe es un fruto del espíritu de Dios, y Dios se complace en dar su espíritu a los que lo buscan (Gál. 5:22; Luc. 11:13). Así, las personas que no tienen fe no están buscando ese espíritu, o lo buscan con el propósito incorrecto o luchan contra el funcionamiento de éste en su vida. Hay muchas cosas que influyen al respecto:

El no tener conocimiento bíblico: La Biblia es resultado del espíritu de Dios, pues fue inspirada por Dios (2 Tim. 3:16, 17; 2 Sam. 23:2). El no estudiar la Biblia impide el desarrollo de la fe verdadera. Aunque los miembros de diversas religiones tal vez tengan la Biblia, si se les han enseñado ideas de hombres en vez de lo que dice la Palabra de Dios no tendrán verdadera fe en Dios ni en Su propósito. Para resolver los problemas de la vida, tenderán a apoyarse en sus propias ideas y en las de otros seres humanos. (Compárese con Mateo 15:3-9.)

Desilusión con la religión: Muchas personas se han desilusionado debido a la hipocresía de las iglesias de la cristiandad, las cuales afirman que enseñan lo que la Palabra de Dios dice, pero no viven en armonía con lo que la Biblia enseña. Otras seguían alguna religión no cristiana, pero vieron el fruto malo de sus prácticas o descubrieron que sus creencias realmente no las ayudaban a encararse a los problemas de la vida. Al no tener conocimiento exacto del Dios verdadero, dichas personas se apartaron de todo lo relacionado con la religión. (Compárese con Romanos 3:3, 4; Mateo 7:21-23.)

El no entender por qué Dios ha permitido la iniquidad: La mayoría de la gente no entiende por qué Dios permite la iniquidad, y por eso lo culpan de todas las cosas malas que ocurren. No comprenden que la inclinación del hombre hacia la iniquidad no se debe a la voluntad de Dios, sino que se debe al pecado de Adán (Rom. 5:12). Tal vez no estén al tanto de la existencia de Satanás el Diablo ni de su influencia en los asuntos del mundo; por eso culpan a Dios de las cosas viles perpetradas por Satanás (1 Juan 5:19; Rev. 12:12). Si hasta cierto grado estas personas están informadas de estas cosas, tal vez opinen que Dios es lento respecto a tomar acción, porque no ven claramente la cuestión de la soberanía universal y no comprenden que el que Dios haya sido paciente hasta este día les ha dado la oportunidad inmerecida de alcanzar la salvación (Rom. 2:4; 2 Ped. 3:9). Además, no entienden cabalmente que Dios ha señalado un tiempo para destruir para siempre a toda persona que practica la iniquidad. (Rev. 22:10-12; 11:18; Hab. 2:3.)

Los deseos y puntos de vista carnales dominan su vida:
Generalmente, las personas cuya fe no es verdaderamente firme se han dedicado a ir tras otros intereses. Algunas tal vez digan que creen en la Biblia, pero quizás nunca la hayan estudiado detenidamente ni hayan meditado con aprecio sobre lo que han leído, sobre las razones por las cuales la Biblia dice algo y sobre cómo aplicaría esta información en la vida diaria. (Compárese con 1 Crónicas 28:9.) En algunos casos, no han alimentado la fe que han tenido, sino que, en vez de eso, han permitido que el deseo de las cosas injustas domine la inclinación de su corazón, de modo que se han apartado de Dios y de Sus caminos. (Heb. 3:12.)

Albrecht Gundelach dijo...

Fe es una excusa para justificar la creencia en cosas irreales.
(Yo)

Alexánder dijo...

La Biblia define la fe como “la expectativa segura de las cosas que se esperan, la demostración evidente de realidades aunque no se contemplen”. (Heb 11:1.) La expresión “expectativa segura” traduce la palabra griega hy·pó·sta·sis. Este término, común en los antiguos documentos comerciales en papiro, transmite la idea de algo tangible que garantiza una posesión futura. En vista de esto, Moulton y Milligan, en su Vocabulary of the Greek Testament (1963, pág. 660), dan al mencionado pasaje la siguiente traducción: “Fe es la escritura de propiedad de las cosas que se esperan”. La palabra griega é·leg·kjos, que se traduce “demostración evidente”, comunica la idea de presentar pruebas que demuestren algo, particularmente algo contrario a lo que parece a simple vista. La prueba presentada aclara lo que no se había discernido antes y descarta lo que parecía a simple vista. La “demostración evidente”, o la prueba convincente, es tan clara y determinante que se dice que es la misma fe.

Roberto De la Cruz dijo...

Sí, preciosa las referencias a la Fe que encontramos en la Biblia. Pienso que es la base que sostiene toda la estructura religiosa. Estuve 8 años en una congregación cristiana (desde mis 16 años de edad hasta los 24). Mi conclusión sobre la Fe fue esta: Fe es un instrumento ideal donde cabe todo lo que queramos meter. Si por tu Fe necesitas creer que un avión es una casa, lo vas a creer. El problema surge cuando estás de vuelta a la realidad. Te das cuenta de que el problema de la "ilimitación" de fronteras de la Fe te hace vivir una realidad inexistente. Para existir adecuadamente necesitas la razón, no la famosa fe. La fe te hace creer en cosas que en lo real no vemos nunca. En la vida, aquellas personas que se apoyan más en la razón que en la fe están destinadas a menos desatinos que las personas de fe. Es más, personalmente me adhiero más a las personas de razón que a las personas de fe. He tenido traumáticas experiencias lidiando con personas de fe.

Desde que entendí que necesito más la razón que la fe para vivir adecuadamente, mi vida cambió radicalmente. No me siento como un extraterrestre, creyendo que los asnos hablan y que los bueyes salen volando. No necesito que ningún ente egoísta controle mi vida ni que me aterren diciendo que arderé en el infierno si no hago tal o cual cosa. Mi razón es lo suficientemente buena como para arrojarme luz sobre donde debo y no debo ir sin necesidad de creer en potencias sobre naturales que solo son buenas si le temes y adoras. No, la vida no es eso. Pienso que lo correcto es dejar la famosa fe donde está, y no convertirnos en unos segundos Quijotes, que veía monstruos solo donde había molinos de vientos.

Me gusta esa definición: Fe es una excusa para justificar la creencia en cosas irreales.

Albrecht Gundelach dijo...

Excelente comentario, Roberto

Alexánder dijo...

La Biblia dice, por ejemplo, que para que el servicio de alguien sea “acepto a Dios”, tiene que ser “un servicio sagrado con su facultad de raciocinio”. Dicho de otro modo, una adoración que debemos “rendir en cuanto criaturas racionales” (Romanos 12:1, Biblia Traducción Interconfesional, nota). Así que la fe mencionada en la Biblia no es algo ciego e irracional, lo que algunos llaman un salto de fe. Y tampoco es credulidad. Al contrario, es el resultado de una profunda reflexión que lleva a confiar en Dios y en su Palabra basándose firmemente en la razón.
Por supuesto, para razonar de forma adecuada hace falta contar con información exacta. Hasta los programas más potentes de computadora, diseñados según los principios sólidos de la lógica, arrojan resultados muy extraños si se les proporcionan datos inexactos. De igual modo, la calidad de nuestra fe dependerá en gran manera de lo que escuchemos o de lo confiable que sea la información que proporcionemos a la mente. Por ello, la Biblia dice con acierto que “la fe sigue a lo oído” (Romanos 10:17).
Un requisito fundamental para tener fe es contar con “un conocimiento exacto de la verdad” (1 Timoteo 2:4). La Biblia dice que solo “la verdad [nos] libertará” de creencias erróneas, ya sean científicas o religiosas (Juan 8:32). Además, nos advierte que no pongamos fe “en toda palabra” (Proverbios 14:15). Nos aconseja en cambio que nos “aseg[uremos] de todas las cosas”, es decir, que comprobemos lo que oímos antes de creerlo (1 Tesalonicenses 5:21). ¿Por qué debería uno investigar y comprobar sus creencias? Porque basar la fe en falsedades es vivir engañado. En la antigüedad, algunas personas sinceras de la ciudad de Berea fueron un buen ejemplo de cómo adquirir auténtica fe. A pesar de que deseaban de verdad creer lo que los misioneros cristianos les estaban enseñando, “examinaban con cuidado las Escrituras diariamente en cuanto a si estas cosas eran así” (Hechos 17:11).

Albrecht Gundelach dijo...

Dios y en su Palabra basándose firmemente en la razón.
R: No se puede basarse razonablemente en algo que cuya existencia no está científicamente comprobado

la Biblia dice con acierto que “la fe sigue a lo oído”
R: Tener fe en algo oído, es decir basarse en algo que alguien o un haya oído es una actitud tremendamente insegura. Es como caminar sobre la cuerda floja a oscuras y con los ojos vendados.

. La Biblia dice que solo “la verdad [nos] libertará” de creencias erróneas, ya sean científicas o religiosas
R: ¿Cómo se puede caracterizar una creencia errónea? En otras palabras ¿Cuáles son los criterios que se pueden usar cómo argumento, para determinar que una creencia es falsa? Para usar la Biblia como base para argumentar que las aseveraciones que allí aparecen son verdades, la Biblia debe ser reconocida universalmente, que sus premisas son verdaderas, pero esto no es el caso. Por ejemplo, la gravitación es un hecho universalmente reconocido como un hecho cierto, porque conocemos sus leyes, pero con la Biblia esto no sucede.