Revuelo
por el homo habilis
Un
descubrimiento de un fósil de hace 50 años y sus consecuencias
Hace
50 años, en abril de 1964 la revista “Nature”, presentó una sensación: Un fósil
encontrado en África oriental, que agotó al árbol genealógico del ser humano.
Pies el homo habilis no cabía dentro del cuadro ordenado de nuestra historia.
Hasta hoy él y sus parientes causan ciertos enigmas.
Homo
habilis - ¿Fue nuestro ancestro? Aquí su
reconstrucción y un cráneo fósil
© Cicero Moraqes / CC-by-sa 3.0, dominio público
Hace
aproximadamente unos dos millones de años hubo una fase decisiva en nuestra
prehistoria. Ya que a la sazón nuestros antepasados dieron el paso, que los
convirtió del, pre-homínido al género homo – el hombre real. Cuál homínido dio
este paso u cerró con esto la brecha, aun no estaba claro.
En
1964 un descubrimiento sensacional de Louis y Mary Leakey parecía dar la respuesta
– el Homo habilis. Proyectó una nueva luz sobre los acontecimientos, que acunaban
esta fase de nuestra historia y a la vez causó complicaciones con nuestro árbol
genealógico. Hasta hoy el homo habilis y sus “hermanos” causan confusión…
Cuando todo parecía
ser tan simple
El
árbol genealógico del humano antes del descubrimiento del homo habilis
Escribimos
el año 1960. A esta fecha la historia de nuestro a ancestros parecía ser
clara. Casi no había callejones sin salida o ramales, la evolución en el correr
de los últimos dos millones de años parece haberse desarrollado en forma determinante.
Un “missin link”
entre el simio y el hombre
Moldura
del australopiteco africano, el fósil del “niño de Taung”
© Didier descouens / CC-by-sa 3.0
En
la base del árbol genealógico, se encontraba a la sazón, el pre-homínida australopiteco
– el “simio sureño de África”. De su existencia existen fósiles, que ya fueron descubiertos
en África del sur en los años 20. El más famoso es el “niño de Taung” - El
inusualmente bien conservado cráneo de un niño humano de más de dos millones de
años.
Cuando
Raymoind Dart, anatomista de la Universirty Witwatersrand de Johannesburgo, investigaba
el cráneo del “niño de Taung”, reconoció de inmediato, que de hecho el fósil
tenía una cara parecida a un simio, pero que su cerebro u su dentadura eran similares
a las de un humano. También su cerebro con apenas 405 centímetros, se desviaba
en su forma notoria al de un antropoide. Para Dart era claro: Debía tratarse de
un ancestro del ser humano – presumiblemente el tan buscado eslabón perdido
entre el simio y el ser humano. En todo caso, el niño de Taung, fue el primer descubrimiento
evidente de una pre-homínido de África y el más antiguo ce los pre-homínidos.
Out
of Asia?
Sigue
el árbol genealógico de los años 60 con un gran salto: Ya que en este punto,
los representantes del siguiente escalón en el desarrollo del ser humano, es
el Homo erectus. Sólo conocido en Asia.
Ya en el año 1891 Eugene Dubois encontró en Java un fragmento de un cráneo y un
fémur de esta especie. En los años de 1920, se encontraron otros esqueletos en
la cercanía de Pekín, eran relictos de un ser humano primitivo fabricante de
herramientas de piedra, que vivió hace aproximadamente un millón de años.
Dibujo
de los huesos del “Hombre de Java” (Homo erectus), descubierto por Eugene Dubois en 1891.
El
problema: Hasta ahora el homo erectus sólo es conocido en Asia. En África
pareciera, que después del australopiteco no existen otros antecesores del homo
sapiens. Esta vacío simplemente se llena cohibiendo el paso decisivo del
pre-humano al humano: Según los conceptos de esa época, el homo erectus se
desarrolló de sus antepasados simiescos en Asia. Luego se desplazó hacia europea,
dónde continuó desenvolviéndose hasta el Neanderthaler. Y de este finalmente surgió
el hombre moderno.
En
su afán, de llenar la brecha entre el australopiteco y homo erectus, los paleontólogos
y antropólogos se concentraron principalmente
en Asia. Allí, donde esperaban, debería encontrarse los relictos del eslabón
perdido. Pero estaban equivocados. El descubrimiento decisivo sucedió
justamente allí donde a la sazón, nadie lo esperaba.
La cuna de la humanidad
Los
primeros descubrimientos en el desfiladero de Olduvai
Vista
del desfiladero de Olduvai en el norte de Tanzania
© mwanasimba/ CC-by-sa 2.0
1960,
el desfiladero de Olduvai en el norte de Tanzania. Desde casi 30 años los paleontólogos
británicos Louis Leaky y su esposa Mary, investigan el cañón del río Olduivai,
Ya que aquí la naturaleza ha abierto una ventana única hacia el pasado. La erosión
despejó capas rocosas, que tienen más de dos millones de años – y con ello también
los bienes de estos seres, que vivían allí en aquellas épocas.
La búsqueda del
fabricante de herramientas
Junto
a los huesos de muchos animales de tiempos remotos, entre ellos gigantescos
antecesores de los cerdos y ovejas, los Leakey vuelven a encontrar constantemente
primitivas herramientas de piedras, cómo bifaces de más de dos millones de años,
deben haber sido confeccionados, por anteriores ancestros del ser humano, cómo
piensan los dos investigadores Pero hasta el momento falta toda huella de los
autores de estas herramientas. Sin embargo, los Leakey encuentran fragmentos de
cráneos de seres parecios a los simios, pero estos son notoriamente más
antiguos.

En
1959 Mary Leakey hizo un descubrimiento esperanzador: ella se topó con los vestigios
de un ser altamente extraño. El cráneo de más 1,8 millones de años, no se
parece a ninguno de los simios conocidos o fósiles humanos. Una pequeña caja
craneana con una cara enorme con pómulos anchos y mandíbulas muy fuertes. Las muelas
tienen casi el tamaño de un pulgar, una marcada cresta craniana evidencia en el
cual se fijan fuertes músculos masticadores. A primeras instancias, los Leakey a
modo de chanza, lo llamaron el “hombre cascanueces”.
El
cráneo del “hombre cascanueces” – parathropus boisei - descubierto por Mary Leakey en 1959
© Durova / CC-by-sa 3.0
¿Un
“cascanueces” cómo primer humano?
Los
dos investigadores, por el momento están seguros. Este debe ser el fabricante
de herramientas, que durante tanto tiempo han estado buscando. Louis Leakey, lo
describe en su diario como casi humano, en una edición algo posterior de “Narture”,
lo bautiza Zinjanthropus boisei – Zinj es una antiguo nombre árabe de África
oriental y anthropus significa “humano” en griego.
La
publicación de Leakey provoca un gran revuelo – muchos pomnen en duda si
realmente se trata de un humano antiguo. Hoy se sabe, que se trata de una forma
especial del australopiteco – y con esto de un pre-homínido. Sin embargo los
Leakeys, debido a este descubrimiento, animados
siguen buscando en esta zona. Y su constancia valdrás la pena.
El
hombre hábil
El descubrimiento del homo habilis
Otoño
1960. En la búsqueda por otros fósiles del “hombre cascanueces”, el hijo mayor
de los Leakey, Jonathan, se topa con otro fósil: la mandíbula inferior y la mitad
del cráneo superior, de otro ser similar al humano. Poco tiempo después, los
investigadores encuentran los correspondientes huesos de la mano y de la muñeca.
Investigaciones más detalladas muestran, que se trata de algo totalmente
distinta al “hombre cascanueces”
Representación
del “Johnny’s Child” – La primera parte de un cráneo del homo habilis
encontrado en África
Un nuevo cráneo
El fósil
con una edad de 1,75 millones de años, por un lado tiene un cerebro mucho más grande,
el colega de los Leakeys, Philip Tobias, determinó un volumen de 674 centímetros
cúbicos. Con esto el tamaño del cerebro está bastante por encima de los
australipitecinos, pero por debajo del homo erectus. Vaciados de la cápsula craneana
muestran además, que el cerebro en su
forma, se parece más a la anatomía del cerero nuestro actual.
Ante
todo se descubren por primera vez pliegues en el área frontal y temporal.
También los huesos de las manos y los dientes son bastante más humanos que en
todos los demás pre humanos encontrados en África, cómo lo determinó John Napier,
un especialista para fósiles de manos.
¿… y una nueva
especie de humano? 
Para
Leakey, esto sólo permite una conclusión: en la zona del desfiladero Olduvai,
hace unos 1,8 millones de años, deben haber vividos dos primates parecidos al
hombre. Y uno de los dos, representado por los esqueletos del “Johnny Kind”, según
el paleontólogo ya habría sido un pre humano.
Louis Leakey analiza fósiles del desfiladero Olduvai
© US Bureau of Land Mangment
En
abril de 1964, tres años después de los análisis y elucubraciones, Leakey,
Tobias y Napier publican su descubrimiento en la revista científica “Nature”. Ahí
se refieren a él como “Homo habilis” – el humano hábil – y lu clasifican dentro
de la clase homo. Según la opinión de ellos , descubrieron nada más que al
humano auténtico más antiguo – y el antecesor más antiguo en nuestra ascendencia,
quién fabrica y usa regularmente herramientas.
La controversia comienza
¿Es ya
el homo habilis un humano?
Con
su presentación del homo habilis, los Leakey desatan un verdadero revuelo en la
sociedad científica. Ya que este descubrimientos – y mucho más aún su interpretación
– contradice todo lo que se creía saber sobre la historia del ser humano. Si
esto se realmente se confirmas, entonces el hombre no procede del homo erectus
de Asia, sino en vez de esto, en África. “Esto fue un verdadero punto crucial
en la paleoantropología”
comenta hoy el antropólogo Bernard Wood de la George Washington University. “ E
inició una controversia, que dura hasta hoy”.
El andar erguido y el bifaz
A favor de
la interpretación de Leakey habla, que el homo habilis, por lo menos cumple con
tres y medio de los cuatro criterios, que a la sazón eran determinantes para
todo el género homo: Tenía una posición erguida, caminaba en dos piernas y tenía
la habilidad y la inteligencia para confeccionar herramientas. El caminar
erguido lo evidencian los restos de los pies y piernas del homo habilis, que
los Leakey y colaboradores, encontraron poco después del “Johnnys Kind”
Guijarros
con lados despuntados: Estas herramientas con una edad de más 1,7 millones de
años, se consideran como ejemplos típicos de las primeras herramientas de
nuestros antepasados.
© Didier Descouens / CC – by – 3.0
Las herramientas
encontradas en los mismos lugares de los hallazgos, atestiguan, que el homo
habilis fabricaba distintas herramientas en forma planificada, cómo por ejemplo
cuchillos, cinceles y raspadores. Él es el primer homínido, para el cual, esto
puede ser comprobado. Pues el australopiteco presumiblemente ya usaba medios auxiliares simples, pero no
los fabricaba en esta cantidad.
Cerebro
marginal
Los investigadores en relación al cerebro hicieron
una pequeña trampa: En realidad el valor límite inferior, para el género homo
es de 700-900 centímetros cúbicos. El biólogo evolucionista Ernst Mayr
describió esto como el “Rubicón cerebral” – recién a partir de este momento, se
creía, La inteligencia de un homínido estaba lo suficientemente desarrollada,
para poder clasificarlo como humano.
Cómo esta reproducción pudo haberse visto
el homo habilis.
© Lillyundfreya /CC-cy-sa 3.0
Para poder clasificar a su homo
habilis en este género. Los Leakey y sus colaboradores definieron el límite
inferior en 600 centímetros cúbicos. De acuerdo al punto de vista de ellos,
esto aún es lo suficientemente notorio para diferéncialo del australopiteco,
quién alcanzaba un volumen máximo de 400 a 550 centímetros cúbicos.
¿Sólo
un deseo?
La introducción de la nueva especie de
humano,. Desató una fuerte discusión y mucha crítica. La mayoría sólo consideraban
a los fósiles como otra especie de australopiteco, la asignación de Leakey y Co
era simplemente una ilusión.
Otros sospechaban, que los hallazgos estaban mal armados. En realidad se trataría
de piezas del australopiteco africanus, entremezclado con el homo erectus.
Sólo
la
minoría estaba dispuesto, considerar al hallazgo del desfiladero del
Olduvai
como el representante más antiguo de los homínidos. Esto recién cambizó
con otros escubrimientos en 1970 – que, sin embargo, enredaron más aún
el árbol
genealógico del ser humano.
¿Otro
antepasado?
Koobi Fora – aquí fue descubierto el
homo rudolfensis.
© Maina Kiarie, museo Enzi / CC-by-sa 3.0
¿Homo rudolfensis - especie autentica o sólo
una variación?
Agosto 1972, costa oriental del lago
Turkana en Kenia. Richard Laekey, el hijo del descubridor del homo habilis,
está firmemente decidido de seguir las huellas de su padre. También él busca
restos de nuestros antecesores, y tiene la esperanza de hacer hallazgos
revolucionarios cómo su padre. Para este fin convenció a la National Geographic
Society en Washington para financiar una
expedición hasta aquí – desde su punto de vista una región prometedora en
África oriental parecida al desfiladero Olduvai.
Al contrario de su padre, Richard Leakey,
organiza una expedición en gran estilo. 25 a 70, personas es el equipo
compuesto por investigadores, excavadores, y coleccionistas de fósiles locales.
Y tiene péxito: Koobi Fora resulta ser un rico yacimiento de restos de pre-homínidos.
El equipo de Leakey, desentierra varios fósiles del australopiteco, y entre
ellos también varios representantes del “hombre cascanueces”, paranthropus boisei
.Algunos restos, muestran además un parecido con el homo habilis descubierto por
su padre.
Una calavera con la
cara plana
En
un búsquedas de sus, el coleccionista de fósiles Bernard Ngeneo encentro otro
cráneo. El descubrimiento catalogado como KNM-ER 1470 como KNM-ER 1470, está
bastante degastado, le faltan dientes. A pesar de ello, muy pronto se aclara de
qué se trata de algo especial. Pues Calavera con una edad de unos 1.8i millones
de años, con claramente no pertenece a los australipitecinos. Con un volumen de
750 centímetros cúbicos, su celebre es demasiado grande para ser uno de ellos.
Pero
también con el homo habilis existen diferencias significativas: la cara de
KNM-ER 1470, es más larga y las protuberancias óseas sobre sus ojos apenas
están desarrolladas. La mandíbula superior no está redondeada cómo en el caso
del homo habilis, sino más bien anguloso con un paladar corto. Poco tiempo después
los investigadores encuentran una mandíbula inferior, que, al parecer
pertenecería a la misma especie. Este con firma, lo que ya indicaba la primera impresión.
El cráneo 1470 tiene una cara mucho más plana que el homo habilis, que falta
dónde este último con su típica parta bucal sobresaliente.
El
cráneo KNM-ER 1470 – ejemplar típico de homo rudolfensis.
© LoKiLeCh / CC-by-sa 3.0
¿Un homo- pero cual?
¿Pero
de que se trata? Richard Leakey prefiere dejar abierto este asunto. Él y su
equipo publican a este hallazgo como “género de homo no especificado” sin
clasificarlo dentro de una especie. Esto desata una fuerte controversia, al
igual que en el caso de su padre con el homo habilis ¿Se trata de un nuevo espécimen
hasta ahora desconocido antecesor humano? ¿O es sólo una forma del homo habilis
o del australopiteco? Est5a pregunta hasta ahora no está aclarada. Una razón
para ello: Faltan fósiles, en los cuales están conservados cráneos y otras
partes del esqueleto. Esto dificulta considerablemente su clasificación.
Entre
otras cosas, esta rama controversial del
árbol genealógica del hombre, recién mucho después de su descubrimiento recibe
su nombre: Recién en 1986 el paleoantropólogo ruso
propone el nombre homo rudolfensis, después de haber analizado otros fósiles de
Koobi Fora y haberlo catalogado dentro de esta especie. Si fue el primer
representante de este género de homo sigue siendo dudoso. Ya que por lo menos
algunos fusiles del homo rudolfensis parecieran ser más antiguos que este. Y tampoco
esta aclarada su parentesco.
Este
fósil de una mandíbula inferior, del homo rudolfensis de Malawi con 2,4 millones
de años es más antiguo que los restos de un homo.
© Gerbil / CC-by-sa 3.0
Hacinamiento en el árbol
genealógico
Con
el homo erectus, homo habilis y el homo rudolfensis se amontonan en nuestra galería de ancestros
varias especies de pre-humanos, que prácticamente vivían en la misma época y en
el mismo lugar. Si realmente fueron especies proponías y a cuáles de ellos le
correspondía el honor ser nuestra antepasado directo sigue abierto. Entre los paleoantropólogos,
las opiniones están divididas.
Cara de un homo
En
el otoño de 2013, el hallazgo de un nuevo cráneo produjo revuelo. Furente excavaciones
en la planicie Dmassi al sur de Georgia, paleontólogos encontraron un cráneo
completo de unos 1.8m millones de años de un pre-humano adulto. “Este es el
primer ejemplar que documenta, cómo se veía la faz de un homo adulto y cómo se alinea respecto a
la caja craneana”, explican los investigadores.
Descubrimientos
hasta este momento en Dmassi9 fueron
catalogados al género homo porqué tenía mucho parecido con el homo y habilis
como también con el homo erectus. Pero debido a que los esqueletos y los cráneos
estaban incompletos, seguía siendo controversial, de que tiooi de pre-humano
podría tratarse
El
cráneo de 1,8 millones de años de un pre-humano encontrado en Dmassi.
© Museo nacional de Georgia
Cerebro pequeño, cuerpo
moderno
El
nuevo cráneo rebeló una sorpresa – y podría causar un nuevo gran embrollo en
el árbol genealógico del hombre. Opuesto
que el cerebro de este pre-humano fue inusualmente pequeño: con un volumen de 546 centímetros cúbicos,
estaba por debajo del homo habilis y el homo rudolfensis y casi en el ámbito de
los australipitecinos. Esto sin embargo refuta la hasta ahora suposición, que
los primeros humanos salieron de África cuando su cerebro se hizo notoriamente
más grande.
A
pesar de su, más bien pequeño cerebro, el hombre de Dmanissi, ya disponía de
una estructura corporal relativamente avanzado y una marcada fisonomía, casi aparecida
a la del “hombre cascanueces”. Esto es sorprendente, porque con esto se diferencia
notoriamente de los hallazgos anteriores
en Dmanissi. En conjunto muestran, cómo por primera vez, cuán amplia es la
variación de nuestros antepasados incluso dentro de una misma población asados.
Gran
variación: Crpáneos de los cinco pre-humanos encontrados den Dmanissi.
© M. ponce de León, Ch, Zollikofer / universidad de Zürich
¿Todos
de una misma especie?
Pero
este es el punto: si los descubrimientos de Dmanissi se hubiesen encontrado en
diferentes lugares, se los habría catalogado como especies diferentes. Sin
embargo estos pre-humanos vivían todos en el mismo lugar y al mismo tiempo. ¿Pero
la variación de hace 1.8 millones de años realmente era tan amplia? Entonces, todo
este desglose del árbol genealógico humano en diferentes especies de homo, podría
ser falso. Ya que también el homo habilis, el homo rudolfensis y el homo
erectus entre si no son tan diferentes cómo los homo Dmanissi.
“Las
diferencias morfológicas de los fósiles africanos de 1,8 millones de años, reflejan
entonces una única línea de homo erectus en desarrollo”, constató David Lordkipanidze
y sus colegas, del museo nacional de Georgia, en su artículo “Science”… Con
esto0 nuevamente se podría cerrar el círculo a un árbol genealógico más simple de
los años 1960. O, sin embargo, la evolución de nuestros antepasados podría
resultar mucho más compleja y ser más rica en rodeos de lo que nos agradaría.
Árbol
genealógico con signos de interrogación: Cuál de estos de nuestros ancestros
pertenecía y cual realmente formaba una especie propia, aún no esta claro.
© De dominio público
En
todo caso algo queda claro: El persistente embrollo y debate sobre las raíces
de nuestro género se lo debemos en gran parte a un hallazgo – “Johnnys Kind”,
el primer per-humano descubierto en el desaf8ilader del Olduvai. Su presenjtación
como homo habilis hace 50 años gatilló el desarrollo, que no ha concluido hasta
hoy.
(Nadja
Podbregar, 25.04.2014)
Fuente:
http://www.scinexx.de
Traducido
del alemán por A. Gundelach mayo 2014
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