3 de junio de 2014

La teoría de la creación en la crítica científica




La teoría de la creación en la crítica científica
Bases científicas y epistemológicas



Todas las teorías creacionistas tienen en común la afirmación, que en la formación del universo y el origen de la vida intervienen seres sobrenaturales. La tesis creacionista según los anti evolucionistas no es “menos científica” que la hipótesis de descendencia de DARWIN, al mismo tiempo se le niega la condición de científica  la idea de la descendencia. Por esto es necesario de ventilar, en el ejemplo de las teorías creacionistas, que criterios deben satisfacer las teorías e hipótesis científicas.

Las teorías creacionistas no son científicas 


La razón por la cual una teoría de la creación no puede ser científica –

En la literatura se discuten numerosos criterios sobre la limitación de ciencia y no-ciencia, sin embargo pareciera que es imposible describir apropiadamente lo que es ciencia en base  a principios individuales científico-filosóficos. Por esto BUNGE propones un amplio canon valórico, para la caracterización de ciencia, y a mano de esto, MAHNER muestra que creacionismo no es ciencia (BUNGE, 1984; MAHNER, 1986, pág. 26-38).


VOLLMER, en 1995 estableció seis características esenciales de las teorías y las hipótesis científicas empíricas, de las cuales las cuatro más importantes serán nombradas aquí: La exigencia mínima es la tal llamada “no contradicción interna” (consistencia interna). Esto significa, que las teorías no pueden contener expresiones lógicas que se contradicen o que llevan a confusiones lógicas si se investigan más. Además es importante  el criterio de la verificabilidad: Declaraciones científicas (-sistemas) deben ser comprobables o más limitado: por principio o lógicamente refutables (falsables). la falsación esencial es una necesaria condición para una siguiente característica, a ser  el poder explicativo de hipótesis y teorías. Deben estar en condición de poder explicar un  hecho. Y finalmente estas formas explicativas, también deben estar Libres de contradicciones exteriores (“consistencia externa”). Esto significa, que se inserten en la red de las teorías de las ciencias naturales ventajosamente, que sean compatibles con la mayoría de nuestros conocimientos previos y que fertilicen las teorías de las áreas vecinas heurísticamente. (VOLLMER, 19i95, pág. 101).  

En lo siguiente analizaremos de forma más profundo los últimos tres criterios mencionados. Ha de demostrarse que las teorías creacionistas no son falsables, que no tienen un poder explicativo y fallan en la característica de la consistencia externa.


1.1       1.1   Principio de la falsabilidad y la explicación científica


El por qué las teorías creacionistas no explican nada 


La estrategia usual para otorgar a las teorías creacionistas un estatus científico, se basa en la constatación, que observaciones, que se usan para la confirmación de la teoría de la evolución, también pueden ser interpretados a la luz de la tesis creacionista. Con esto se remonta al conocido hecho, que los científicos sólo pueden partir de suposiciones, que en forma estrictamente lógica no pueden ser demostrados. Así por ejemplo, KUHN enfatiza:


“Similitudes también pueden basarse en una plan y (…) morfólogos  cómo L:ouis Agassiz, uno de los más grandes morfólogos de todos los tiempos, atribuye la similitud de formas de organismos a un plan  creativo y no a la descendencia”.


(O. Kuhn, citado según LÖNNIG, 1998)



¿Qué cosas entonces hablan contra el carácter científico de una teoría creacionista? Para aclarar esta pregunta dilucidaremos el siguiente escenario (apoyándonos parcialmente en MAHNER, 20092 a): 


Imagínese, que no existe una similitud  de formas escalonada entre las especies – cada especie, hasta el ámbito molecular fuese totalmente diferente a todas las demás. O los fósiles se encontrarían azarosamente en los estratos geológicos; todos los grupos orgánicos se habrían formado al mismo tiempo o que nosotros viviríamos en un a Tierra de no más de unos pocos miles de años, cada constatación refutaría en forma lógica a la teoría de la evolución, de cierto en un mundo cómo este presumiblemente no habría existido una evolución. Puesto que aquí se trata de fenómenos, que refutarían  las consecuencias  - (que están empotradas en una teoría de la evolución mecánica) – de la hipótesis de la descendencia de DARWIN: Si se heredan “similitudes estructurales”, si al mismo tiempo existen variaciones, cómo también, un cambio gradual de las especies y si la hipótesis de la descendencia es cierta, entonces debería ser posible constatar similitudes graduales en las especies; las formas de los organismos del registro fósil ordenados es forma sucesiva, etc.

 El método de la prueba de la teoría cómo la lógica de la explicación  (la tal mamada nomología deductiva) resumidamente consiste en, que de las declaraciones de leyes de una teoría T (cómo también de una serie de condiciones marginales) se concluye un explicativo  hecho A (HEMPEL y OPPOENHEIM, 1948). Si la conclusión no se confirma la teoria por principio  esta refutada (de T concluye A; No A, entonces no T) y debe ser modificada o en el peor de los casos, abandonada.

Sin embargo, este principio metodológico  no es aplicable a la hipótesis de la creación:

Naturalmente a se puede interpretar la similitud entre las especies como el resultado del plan creativo. Empero el creador tiene absoluta libertad, de manera que el escenario de especies totalmente diferentes también puedieron haber surgido de su inescrutable juicio (MAHNER, 2002 a) *) Correspondientemente también podríamos poner en concordancia el cambio sistemático, como también el no sistemático con la creación. Naturalmente la falta de formas intermedias de fósiles también se puede acomodar, sin problema alguno, en los modelas de la creación, cómo laña acreditación de cualquier eslabón (Ya que todos los imaginables fósiles pueden ser interpretados cómo creaciones discretas de especies. Naturalmente también so puede poner en combinación con la hipótesis de la creación una Tierra antigua como también con una Tierra muy joven, y también la generación simultánea de todas las formas orgánicas no sería un problema para ella.

 CHALMERS deja en claro, que una teoría o una hipótesis, que permite llegar a conclusiones con la misma facilidad, para todo tipo de casos de observación, no puede ser científica. Él comenta al respecto: 


“(…) sólo con la exclusión de un conjunto de enunciados observacionales lógicamente posibles, una ley o una teoría tiene poder declaratorio (… por otro lado) declaraciones (…) no nos dicen nada referente a la realidad (…). Justamente porque la ley hace declaraciones definitivas (…) posee un contenido informativo y es falsable”  

(CHALMERS 2001 pág. 54)


Aquí perfectamente se podría objetar, que existía una serie de teorías creacionistas totalmente distintas, que  contienen afirmaciones definitivas sobre el “diseñador inteligente”, en otras palabras, sobre el modo de la creación y que por esto, no están en concordancia con todo tipo de observaciones. Así por ejemplo, mediante el modelo de la creación (en consecuencia del cual el mundo y todos los “tipos básicos” fueron creados simultáneamente hace 6000 años) no se podría compatibilizar con la determinación radiométrica de la Tierra, cómo también con la formación  escalonada de formas orgánicas cada vez más complejas. Cómo hemos visto, esto no tiene validez para la hipótesis creacionista (la idea de la “creación en sí”) ; ella  en oposición a la hipótesis de dependencia de DARWIN (la idea de la “evolución en sí”) – ni siquiera puede fracasar en el principio de la observación.


LÖNNING, 1991 contradice esta afirmación y da cómo criterio para la falsabilidad la constatación, “que la vida y la información para estructuras complejas y órganos se forman sólo en base a leyes fisicoquímicos (abiogénesis)”. Incluso entonces si la “macro evolución” fuese comprobada experimentalmente, la existencia de un creador no necesariamente  estaría lógicamente refutada. Nadie podría falsar esta hipótesis, que el creador no haya intervenido o interviene arbitrariamente en la evolución. O que la evolución vista históricamente,realmente haya sucedido así, cómo se ha mostrado en nuestro escenario (JUKER y SCHERER, 1998, pág 17). La (científicamente inaceptable) orientación en el empirismo (ver capitulo lb.2) siempre le abrirá una puerta trasera al creador, independiente de cómo se ven los datos.


Con todo MAHNER constata:


“Seres sobrenaturales, cómo dioses, espíritus o demonios y sus actividades en principio  (…) se pueden usar para explicar todas las cosas a todos. ¿Por qué la caída de la manzana del árbol o la iluminación del Sol no se puede explicar con la ayuda de la intervención divina (…) ¡Una causa sobrenatural lo explicas todo!”

(MAHNER, 2002 b, pág. 689)


Una tesis sin embargo, que – cómo la hipótesis de la creación – lo explica todo, al final no explica nada, porque no aclara por qué el mundo (animado) es así y no de otra manera, tal cómo lo encontramos (SOBER, 1993). ¿Por qué, uno podría preguntarse, el creador sólo creó especies parecidas? El “diseñador inteligente” pudo haber resuelto problemas constructivos similares, también de manera totalmente distintas (cómo muchas veces ha sucedido en la técnica). ¿O por qué el inventario de fósiles muestra un cambio sistemático de las formas; un genio universal pudo haber creado una secuencia totalmente irregular de “tipos de organismos”? ¿Por qué el constructor además ha provisto a sus seres vivientes con construcciones “engorrosas” (por ejemplo ballenas con pulmones en vez de agallas)? ¿Se puede obtener de la tesis creacionista una cualquier concreta conclusión? No. Sólo se puede argumentar  con “sistemas modulares”, que (¿quién sabe porqué?) ha usado el creador.




Ya J: HUXLEY ha dejado en claro, que una estructura de teorías, que  atribuye la dinámica de la formación de las especies a mecanismos misteriosos y sobrenaturales, cómo por ejemplo un “élan vital” o “élan intelligent”, tiene el mismo valor explicativo, cómo una teoría que atribuye los procesos dinámicos, que se desarrollan en una locomotora, a un misterioso “élan locomotif. Donde LOVEJOY leemos: 


"Before the fairly recent development of a synthetic theory of organic evolution, it was often held that organisms existed because of an élan vital Huxley once commented that this explanation was about as effective as the invocation of an élan locomotif to account for the motion of a train (...) Nothing that we know of the evolutionary process or of the factors that led to the appearance of man justify an élan intelligent or the existence of intellogenesis. If we wish to make estimates of the probability of intelligent life on suitable planets, then we must clearly identify the events and processes by which it appeared on this planet. This is the only method available short of pure fantasy."


 (LOVEJOY, 1981, pág. 318)


El reproche que la hipótesis creacionista lo explica todo, los anti evolucionistas están más que dispuestos de remitirlo a los biólogos evolucionistas. JUNKER objeta, que la enseñanza de la evolución no puede proporcionar expectativas exacta a las “características de los patrones” de las especies y que por encima de esto, muestra una plasticidad tan grande, que con ella, al igual cómo con la teoría creacionista, se puede explicar casi “todo o nada”. Él escribe:

“Por un lado las características de los patrones de las especies contradicen muchas veces las originales expectativas evolutivas. Por esto no pocas veces, las relaciones entre los integrantes de determinados grupos de anímales y plantas, se pueden representar mejor como un esquema de red que una forma de árbol. Se puede intentar, de cambiar tanto la teoría de la evolución, que a estas constataciones se la puede tomar en cuenta [por ejemplo, asumiendo convergencias] (…) pero con esto uno se acerca a la situación, que también todos los patrones posibles son interpretables en principio por evolución”.


(JUNKER, 2003, pág. 3)


De hecho, aquí JUNKER tocó un problema de la biología de la evolución. Donde , con lo cual se insinúan implícitamente también límites explicativos de la teoría clásica (y en sentido estricto de todas las teorías científicas). Es correcto, que con la teoría sintética de la evolución largamente no lo puede explicar todo, la que hay que explicar – ella es (como también muchos biólogos evolucionistas resaltan) es sólo un “fragmento” bien confirmado, pero no un marco científico vinculante, que sólo hay que llenarlo con detalles  (RIEDEL y KRALL, 1994, pág. 254).


Pero justamente el hecho, que se contra dicen los patrones de las características de la especies muchas veces a las expectativas de la teoría de la evolución, deja en claro que las teorías evolucionistas no son unas estructuras estadísticas, porque no pueden resistir a cualquier observación  arbitraria. Si no existiera ningún “patrón de similitud” escalonado, estaría refutada la hipótesis descendista de DARWIN, de manera que también fracasarían las posibles teorías evolucionistas que contemplan esto. Las teorías científicas se destacan justamente, que siempre explican sólo determinadas escenarios (posibles de pensar), en cada estadio de la historia de la ciencia, casi siempre existen más o menos numerosas observaciones que están en contradicción con las teorías existentes. Por esto, en la ciencia siempre uno se topará con límites y hay que preguntarse, mediante que medidas adicionales se pueden complementar o revisar las teorías.


Tales modificaciones y revisiones de teorías “forzadas” por falsaciones, conducen sobre toda al avance científico (LAKATOS, 1974), pero que en cambio no se puede constatar dentro del paradigma creacionista. También JUNKER (en el lugar especificado) no ha podido superar la objeción del omnipotente-poder explicativo de las teorías creacionistas, ya que realmente con la hipótesis creacionista tanto como “perfectamente congruentes” se puede explicar por convergencias perturbadas cómo la total falta de “patrones de similitud”. Esta irreversibilidad  está en abierta contradicción  al estatus metodológico de los programas de investigación científica y tiene como consecuencia, que se estanca la base de conocimientos de la doctrina de la creación.


Esta objeción tiene tanto más peso, mientras más ostensiblemente el creacionismo (en el sentido más estrecho) se atiene a detalles refutables y refutados (!) de su concepción creacionista, de lo cual claramente se desprende, que el conocimiento sólo se compone de  “verdades reveladas” las cuales son dogmáticamente sostenidas.


Ciertamente, dentro de ciertos límites ciertos hallazgos empíricos se pueden ingresar dentro  del “marco explicativo” del creacionismo; la hermenéutica (o sea, la nueva interpretación de los textos bíblicos) le proporciona a los postuladores intrínsecos (el tal llamado “núcleo duro”) del creacionismo un margen interpretativo, de modo que en cierto sentido “(…) por la sistemática puerta trasera entra indirectamente una cierta posibilidad de revisión” (KANITSCHEIDER, 1999, pág. 81).

JUNKER logró mostrar esto en un tratado científico teórico a mano de ejemplos concretos (ver JUNKER (no se indica el año) : 'Harter Kern und Hilfshypothesen von Forschungsprogrammen in der Schöpfungsforschung.' (Núcleo duro y e hipótesis auxiliares de programas investigativos en la investigación creacionista (Creation Research)). URL:http://www.wort-und-wissen.de/fachgruppen/wt/wt006.html#tp322). Allí, por ejemplo se discute, cómo se verifica el “modelo de los tipos básicos” del creacionismo (según el cual los seres vivientes desde el comienzo de su existencia, han existido como unidades discretas de la creación y que fueron creados simultáneamente hace aprox. 6-10000 años)  y en caso de un fracaso empírico, podría ser modificado mediante hipótesis de apoyo. De esta manera ha de ponerse en marcha un “programa investigativo científico creacionista”, donde en apoyo a la metodología de LAKATOS, en el lugar especificado, todas las falsificaciones se han de desviar a las hipótesis de apoyo mejoradas en su contenido, pero el “núcleo duro” (el modelo del tipo básico en sí) no debe ser afectado.



Sin embargo, sigue siendo cuestionable, si de esta manera ocurren modificaciones que mejoran el contenido, que hacen que las ciencias avanzan, ya que como se destaca las modificaciones teóricas nunca sobrepasan a la exégesis de la Biblia. esto significa, siempre entonces, cuando los conocimientos científicos son compatibles con el creacionismo, son usados para la confirmación del paradigma creacionista – si están en oposición a los textos bíblicos, es la ciencia que se equivoca y no el creacionismo. Con esto una real investigación creacionista “concluyentemente transparente” no es posible, los postulados básicos del creacionismo ni son provisorios ni están disponibles.



Para no minar dogmáticamente, desde un principio el momento revolucionario de avance científico, se enfatiza muchas veces en la teoría científica, que la metodología  de LAKATOS (Ver capítulo  Ib. 1. no disponible en español) que en todo caso, sólo se puede usar con mucha “cautela”. CHALMERS DESTACA, que prácticamente no existen ejemplos científicos históricos, que pudiesen mostrar, que existe una consecuente adhesión en “núcleos duros” y lo aclara con el ejemplo de los revolucionarios cambios en la física (CHALMERS, 2001). FEYERABEND frente a la consecuente estrategia de inmunización, es más crítico aún y afirma:


“Ninguno de los métodos, que Carnap, Hempel, Popper quisieran traer a la palestra para racionalizar cambios científica, pueden ser aplicados, y el único método, que resta, la refutación, es fuertemente debilitada.” 


(FEYERABEND, 1983, pág. 369.

Por esto HEMMINGER constata, que las posiciones básicas del creacionismo en todo caso son “(…) requisitos de contenido, que dentro de la ciencia tradicional” deben “estar sometidos a la crítica empírica” (HEMMINGER, 1988, Pág. 8). KANITSCHEIDER, en el lugar indicado, continúa:


“De hecho, oficialmente aun tiene validez el principio de la infalibilidad. La escritura no puede errar (…) Y nadie tiene el derecho de poner en duda la relación entre  el poder sobrenatural y aquello, que han escrito los textos sagrados – una situación que en las ciencias no existe (…) Cada frase, cada conjunto de observaciones, en la ciencia, puede ser reconocido como falsa. Esto no existe en las religiones. Aquí vale el principio de las revelaciones”


1.2  Consistencia externa


Fuera a los criterios metodológicos de la continuada falsabilidad lógica de las hipótesis y teorías, existe otra exigencia que hay que exigirles a las retorías científicas, la tal llamada consistencia externa (BUNGE, 1983, VOLLMER, 1988; MAHNER y BUNGE 2000). Las teorías y las hipótesis, en las ciencias, tiene como único fin explicar fenómenos incomprensibles. Si quieren cumplir con esta meta, deben tener una forma, que les permite, lo dicho en ellas, relacionar  razonablemente con las demás teorías científicas. En otras palabras, lo determinante aquí es, que las teorías sean compatibles entre ellas y que se apoyen entre si, complementarse y que  se aclaren epistemológicamente.


De esta manera, las declaraciones de la teoría de la evolución, por ejemplo, es apoyada por los conocimientos de la geología, biogeografía, la biología del desarrollo, la hipótesis del desplazamiento de las placas continentales, , cómo también a la inversa, la biologia de la abolición apoya a la tectónica de las placas, a los conocimientos de la biogeografía, la biología del desarrollo, etc. También la química proporciona a los científicos en relación a la pregunta sobre el origen de la vida, valiosa información. Las teorías de las ciencias, entre ellas se encuentran en una relación de retroalimentación mutua y una fertilización heurística, que gráficamente se puede expresar  gráficamente mediante una red de líneas confusas (ver figura).


La integración en la red de teorías científicas, está totalmente ausente en el caso de las teorías creacionistas.Así por ejemplo, para las teorías creacionistas les es totalmente imposible reconstruir la historia de la vida y luego fundamentar paleontológicamente o biogeográficamente, cómo por ejemplo lo logran constantemente los biólogos de la evolución, que trabajan en el campo de la sistemática (molecular). ¡Todos los esfuerzos, para mostrar un acoplamiento heurístico entra las ciencias naturales y las “ciencias creacionistas” han fracasado hasta ahora!


En el caso del creacionismo (en el sentido más estrecho) se dificulta más aun, que la mayoría de las hipótesis no sólo no se avienen con la teoría de la evolución, sino que además colisionen  con muchas otras bien constituidas teorías científicas. MAHNER al respecto escribe:


“Si los creacionistas tuvieran la razón, entonces no sólo sería falsa la teoría de la evolución, sino nosotros tendríamos que  separarnos de una gran parte de nuestros conocimientos y disciplinas científicas, y en especial de aquellas que apoyan directa o indirectamente nuestras declaraciones. A la primera que le tocaría sería la geología y junto a ella la paleontología. Debido a que la geología, en su datación de rocas se basa en la desintegración radioactiva, entonces también tendrían que ser falsas las teorías químicas y físicas que tienen esto como contenido (MAHNER, 1989, pág. 34)







El cuadro:


Detalle esquemático del entretejido consistente del sistema teórico de la ciencia. Las flechas muestran, que teorías o campos científicos  recurren a las declaraciones de otras teorías y campos investigativos, esto quiere decir, que se encuentran en una relación de reciprocidad  de aclaración. En base a un re-acople heurístico, la eliminación o sustitución de una teoría o disciplina por la teoría creacionista, tendría como consecuencia la disolución de la mayor parte del enrejado de las teorías. Teorías creacionistas no se encuentran con ninguna otra teoría en una relación de un re-acoplamiento fructífero; son extremadamente inconsistentes y no pueden aportar nada al avance de los conocimientos científicos.

 

De hecho en el libro de JUNKER y SCHERER, no se encuentra ninguna referencia sobre el significado de la consistencia externa para la ciencia, pero si referencias, que indican, que la datación radiométrico de fósiles y de sedimentos son defectuosos, porque naturalmente los datos no concuerdan con el concepto de una historia creacionista de 6000 años. En consecuencia no sólo la teoría de la evolución debería ser totalmente reescrita, sino también toda la historia de la Tierra, lo que incluso ellos suponían pero en forma encubierta.  (JUNKER y SCHERER, 1998, pág. 207).


MAHNER muestra consecuentemente, que deberíamos despedirnos de otras teorías, así por ejemplo la teoría de la tectónica continental, de la biogeografía y en especial de las teorías de la cosmología y de la astrofísica. Elucubraciones correspondientes también se podrían hacer para la Teoría general de la relatividad y la teoría estándar de las partículas elementales, ya que mediante el vínculo entre ellas, se puede derivar un modelo del Big-bang, que fundamenta la expansión del universo en forma natural. Lógicamente también la mayoría de las demisiones de las distancia en el espacio estarían erróneamente determinadas, ya que según el concepto creacionista el cosmos no puede tener una edad de  más de 6000 años. y todos los modelos físicos que nos dan distancias de miles de millones de años, deberían ser falsos. Lo mismo vale también para la físisca nuclear que nos da datos sobre la edad de las estrellas (referidos a estrellas de la masa del Sol), de unos 10 mil millones de años, y de hecho hay innumerables estrellas, que en la acrtualidad están por finalizar su existencia.


Vemos entonces, que con la teoría de la evolución, que es una parte de la red científica entrelazada en forma consistente, la mayoría de las teorías  y conocimientos científicos simplemente serían erróneas, si los creacionistas tuvieran la razón. Los que con sus modelos creacionista que colisionan con las teorías científicas, hace que los anti evolucionistas se quedan detrás de sus dogmáticos preceptos de fe, nosotros recibiríamos – según el modelo creacionista – una ciencia diluida hasta lo irreconocible.

NOTA

*) Esta constatación es negada por algunos anti evolucionistas. JUMNKER por ejemplo, cree que el creador no pudo haber creado especies totalmente diferentes, porque la funcionalidad y ciertas limitaciones internas hachan necesario una similitud de las formas (JUNKER, 2002). Sin embargo, en la tecnología también existen construcciones totalmente diferenciadas que cumplen las mimas funciones. Además JUNKER debería mostrar en forma lógica, que un creador que no está sujeto a las leyes naturales (que fueron creadas por él), tuvo que someterse a una exigencia de las leyes de la naturaleza.


 Copyright by Martin Neukamm, 30.08.2000    


Traducido del alemán por A. Gundelach con la gentil autorizacipon del Dr. Martin Neukamm







 





















No hay comentarios.: