15 de enero de 2011

Carta a (san) Pablo

Carta a Pablo

Querido Pablo, querido Saulo (Shaul),

Ya con el tratamiento tengo la primera pregunta para ti. ¿He de dirigirme a ti con tu nombre romanos o por tu nombre hebreo? Te llamas Pablo, porque eres ciudadano romano, que habla griego, Shaúl porque eres judío y tu lengua materna es el hebreo, el refrán alemán que alguien se transforma de “Saulo a Pablo” si cambia su vida, es falso, tu siempre seguiste siendo un Pablo y un Saulo, al igual que tu “colega” Pedro, que siempre siguió siendo Cefas, aún cuando todos solamente lo llamaban Pedro (Y elijo como muchas veces lo hago) el compromiso: Te nombraré con los dos nombres. Entonces todo de nuevo, pero en forma inversa:

Querido Saulo, querido Pablo:


Me presento, ya que no puedo partir de la base que tú me conoces. Tengo 67 años, soy varón, soy casado, mi esposa y yo tenemos tres hijos ya adultos. Yo estudié teología católica, trabajé durante 5 años como capellán en la iglesia, pero tuve que abandonar mi profesión, ya que seguí a tu consejo es mejor casarse que quemarse. Después de estudiar una segunda carrera fui profesor durante 32 años, junto a geografía, política y latín, hice principalmente clases en religión, y mis experiencias en la docencia son el motivo, por el cual ahora te escribo una carta. En la escuela traté lo más que pude, hablar sobre ti a mis alumnos (No me entiendas mal: En el nuevo testamento griego, los cristianos son llamados “estudiantes”, en la regla esto se traduce como “apóstoles”. Mis alumnos, la mayoría de ellos fueron bautizados, pero era muy poco lo que sabían sobre el cristianismo. Por lo tanto no debes entender a mis alumnos como apóstales convencidos). En las clases de religión no hablé mucho sobre ti, por la simple razón, porque no entiendo tus cartas. Me llenan mucho más los hermosos cuentos, parábolas y relatos de los evangelios son claros y memorables ¡Pero tus cartas! ¿Realmente crees, que los gálatas en Asia menor – tu mismo los llamas insensatos – hayan entendido tu carta? ¿Cuántos romanos, estaban en condiciones de leer los escritos en griego, y mucho menos de entender tu propósito, que allí lo presentas en 16 capítulos? Tu mismo dices, que los caminos de Dios son incomprensibles, y ya en la segunda carta de Pedro se dice de ti, que en tus cartas muchas cosas son de difícil entendimiento. Por esto te quiero dirigir algunas preguntas, ya que temo, que durante las festividades del año paulino, que fue abierto el 28 de junio por el sucesor número 265 de tu colega Pedro, no será el tiempo para hacer estas preguntas.

Nunca entendí, por qué te interesaste tan poco por la vida del Jesús de Nazaret histórico. Del rabino de Nazaret, sus milagros y sus dichos, el sermón de la montaña, sus parábolas, su trato con los publicanos y prostitutas, sus discusiones con los fariseos y escribas, sobre su pasión, no escribes nada. Tu eres algo menor que ese hijo de carpintero de Nazaret – algunos creen que naciste en el año 8 d. C., por esta razón, ahora 2000 años después se convocó al año paulino -, pero tu como joven estudiaste en Jerusalén, cuando Jesús llamó la atención en Galilea y Judea. Puede ser que no supiste nada de aquello, pero incluso en retrospectiva, evidentemente no lo consideraste como necesario, escribir sobre esto en tus cartas. Ese “Cristo que conocimos según la carne” como lo nombras tan despectivamente, ya no lo quieres. Pero tus procesos de pensamientos teológicos, n o sólo lo pudieron entender mis alumnos, si no también yo incluso después de varios años de estudios de teología, sólo lo podía comprender con dificultades. La parábola del misericordioso padre y sus dos hijos se lo he contado repetidas veces a mis alumnos. Ellos la comprendieron, aún cuando a continuación no siempre se transformaron en apóstoles. ¿Entiendes ahora porqué la gente joven hoy no encuentra acceso hacia ti?

Querido Shaúl:


Ahora me dirijo a ti conscientemente con tu nombre hebreo, ya que fuiste orgulloso, de ser descendiente del pueblo de Israel, de la tribu de Benjamín, un hebreo de hebreos; por esto no entiendo, que tú en una carta a los tesalonicenses, pudiste escribir las siguientes frases: “Los judíos
no agradan a Dios, y se oponen a todos los hombres, impidiéndonos hablar a los gentiles para que éstos se salven; así colman ellos siempre la medida de sus pecados, pues vino sobre ellos la ira hasta el extremo.” Tú no pudiste saber, que consecuencias tuvieron estas frases, para los judíos, en los últimos 2000 años. No te quiero responsabilizar por las cámaras de gases en Auschwitz. ¿Pero qué pensaste cuando dijiste, que lo judíos son los enemigos de toda la humanidad? Como ex profesor de latín, se que los romanos han mantenido este prejuicio. Uno de sus historiadores, lo cita casi literalmente, cuando en el año 115 d.C. se ocupó, en su libro “Historias”, con la guerra judía. Los romanos habían tenido malas experiencias con el pueblo judío. Ya que se negaban integrarse en el imperio romano. Tres emperadores posteriores tuvieron que preocuparse para aniquilar la rebelión judía, que imperó desde 66 – 72 d.C. en palestina y en el cual Jerusalén fue arrasada hasta los cimientos. Tú, sin embargo, supuestamente escribiste estas frases antes, en los años cincuenta. ¿Y que querías decir, cuando afirmas, toda la ira de Dios ya vino sobre ellos? En la Biblia hebrea el autor se refirió a la destrucción de Jerusalén por los babilónicos en el año 587 a.C., cuando escribió una frase similar: “Hasta que la ira de Jehová estalló contra su pueblo, y ya no hubo remedio.” (2da de Crónicas 36,16). Nuestros sabios hasta hoy no logran clasificar correctamente tus frases de la carta a los tesalonicenses, especialmente cuando tú, en una carta a los romanos, afirmas todo lo contrario. “Digo pues: ¿Ha desechado Dios á su pueblo? En ninguna manera. No ha desechado Dios á su pueblo, al cual antes conoció.” Créeme, no me gustan los juegos de palabras, pero de frases como estas dependió el destino de tu pueblo, y yo realmente quisiera saber, que es lo que querías decir.

Mi siguiente pregunta se desprende de la anterior: Me intriga, que tú, en ninguna de tus cartas, te refieres al templo en Jerusalén. No tengo que explicarte, la importancia que tenía este templo para los judíos: Construido por el rey Salomón, fue durante 1000 años el centro de la comunidad religiosa, el apoya del pueblo en los días buenos y malos. Tú conoces mejor que yo los muchos salmos, en los cuales se canta sobre, cuán cerca estaba el dios de Israel a su pueblo en el templo. Anualmente pagaba un judío sus impuestos del templo a la ciudad, y los más religiosos entre ellos, peregrinaban por lo menos una vez en su vida hacia allá o se dejaban enterrar en la cercanía del templo. En los años 50 del primer siglo finalmente se completaron las renovaciones por el rey Herodes, y esta construcción también fue admirada por no judíos. Tu seguramente no sabes, que en el proceso contra Jesús frente a Pilatos, sus dichos sobre el templo tuvieron un rol importante. En relación a esto, en tus cartas no se encuentra ni una sola sílaba. Tú analizas allí todos los temas importantes de la fe judía: La circuncisión, Tora/ley, justificación, la elección de Israel, etc. pero no pierdes ni una sola palabra sobre el santuario central en Jerusalén. Esto sería parecido como si yo escribiría un libro sobre la iglesia católica, sin siquiera mencionar al papa y al Vaticano. Incluso si tu no pudiste prever el desarrollo de la jerarquía de la iglesia católica, tu de seguro sabías de la importancia del templo. Yo leo en los hechos de los apóstoles, que allí te tomaron prisionero, porque llevaste a griegos a la zona interior del espacio sagrado. Donde se produjo un gran alboroto, donde la turba casi te mata (Hechos 21, 27-28). Esto te llevó a la cárcel durante varios años y a un posterior traslado a Roma. Yo sé, los Hechos de los Apóstoles, fueron escritos a más de 30 años después de tu muerte. Y hoy existen historiadores, que ponen en duda varios de sus relatos. Pero una razón habrá tenido tu detención. Lo que me extraña, que durante tu prisión no pierdes ni una sola palabra sobre este templo. Tu afirmación, que nosotros somos todos el templo del espíritu Santo, se refiere a la presunción de los paganos, que en sus templos en todo el mundo vive su Dios, tú con esto no piensas en forma especial en el templo de Jerusalén. En el año 70 d.C., este templo perdió su importancia, fue totalmente destruido y nunca más reconstruido, pero tu escribiste tus cartas, según la opinión de nuestros expertos, 20años antes, cuando aún estaba en pleno apogeo. Una carta a los hebreos, en la cual tu expones tu posición al respecto, hubiese sido algo muy razonable. (Yo no me refiero a la carta que nos fue transmitida, esa no es de tu autoría). Hoy 2000 años más tarde, tres grandes religiones mundiales se disputen este lugar, y hubiese sido bueno saber, que has pensado sobre esto.

Querido Pablo:

Ahora me dirijo a ti con tu nombre griego, pues para entender mi próxima pregunta, hay que apreciar, como tú, el idioma, la cultura y filosofía de los griegos. Una de las partes más conocidas de tus cartas es el llamado Himno a Cristo, que se encuentra en la carta a los filipenses (2, 6-11). Con mucha frecuencia es leído en los servicios divinos. También fue muchas veces musicalizado, para que también sea cantado, muchos lo saben de memoria. El mundo no puede entender estos libros, que fueron escritos sobre él. Nuestros expertos, concuerdan, que tu no lo redactaste: Historia no es tu fuerte, tú prefieres otro estilo, allí aparecen palabras, que no las usas en ninguna otra parte, también el contenido te es ajeno. De un ser divino, que desciende a la Tierra y que luego regresa donde Dios, no hablas nunca. Por esta razón todos los versados llegaron a la conclusión. Que tomaste el poema de otro y lo introdujiste en tu carta. Mi pregunta es: ¿Quién te dio ese poema? Un judío no lo pudo haber escrito, se contradice demasiado con la creencia judía, de modo que todas las comunidades judías cristianas, que ya existían antes que tú, quedan descartadas. Las diferentes comunidades que tu fundaste, tampoco entran en consideración, Esto primeramente debieron haber sido convertidos por ti, antes de que pudiesen comenzar a poetizar. Algunos exégetas proponen Antioquía, allí existieron cristianos de origen pagano, también ya antes que tu, y tu estuviste varias veces en ese sitio. Ahora sí, es inverosímil, que en Antioquía, donde se les llamó a los apóstoles (estudiantes) por primera vez cristianos, que se creó una obra tan asombroso, pero imposible no es, si fuese correcto el marco temporal. Si tú has hallado este himno en los años cincuenta del siglo 1, debió haber sido escrito en los años cuarenta. Entonces esta sección sería el texto más antiguo del Nuevo Testamento. Pero de acuerdo a todo los que conocemos hoy día, los pensamientos ahí expresados no concuerdan en nada con los conceptos de los primeros cristianos. Cabrían bien dentro del final del siglo, cuando también comenzó a divulgarse fuertemente la filosofía del gnosticismo en el ámbito del mediterráneo occidental. De esta época no puede provenir este poema, ya que no hubieras podido escribir treinta años antes el poema a los filipenses ¿O estaba actuando un segundo Pablo?

Llego al final de mi carta. No porque no tengo más preguntas, si no, yo pienso que es suficiente por el momento. De tus cartas aprendí, que al final siempre hay exhortaciones, buenos deseos y saludos. Deseo que tú o tus alumnos y alumnas me ayuden, encontrar respuestas a estas preguntas. Para esto doy mi correo electrónico. Hoy ya no es necesario viajar por el mundo como lo hiciste tú, para intercambiar ideas, s no, el mundo llega hoy a la casa de uno. Distinto como tú, pongo mi dirección exacta y también la época, cuando y donde escribí esta carta. Si tú supieras cuánto dolor de cabeza la causas a nuestros exégetas hasta hoy, seguramente habrías tenido compasión con ellos y habrás indicado la fecha y el lugar de la redacción de las cartas. Esta carta fue escrita con un computador, por esto hoy ya no es necesaria una firma. Esto antes era diferente. Si pienso en la 2da carta a los tesalonicenses, claramente allí dice: “La salutación es de mi propia mano, de Pablo, que es el signo en toda carta mía; así escribo”. Sin embargo no conozco a ningún experto que aún hoy considera como auténtica esta carta. Se trata de una falsificación deliberada. Un desconocido varió levemente la 1ra carta a los tesalonicenses, pero repitiendo nuevamente tus palabras, un párrafo sobre la venida del anticristo destacada especialmente, no hay que dejarse engañar por otra carta, que aparentemente es mía, y dar como auténtica esta segunda carta como la primera. Y al final aún es tan osado falsificando tu firma. Debes haberte sentido muy enojado como te están tratando aquí. Pienso que estamos de acuerdo, que una deliberada falsificación no debe ser parte del Nuevo Testamento, sin considerar cuánto daño ha causado en el mundo esta idea del anticristo.

Te saluda: Helmut el helenista, para él no es lo mismo, si se lee algo en hebreo o si si es traducido a otro idioma. Norbert y Peter, también han peleado la buena batalla de la diáspora, y conservaron su fe. Ahora es para ello la corona de la justicia,. Con la petición, que el señor nos guíe hacia la lejanía, ter saluda el 28.06. 2008.

Traducido del alemán por A. Gundelach, con la gentil autorización de Heinrich Munk, Noviembre 2010
Fuente:
www.hartenuss.de

2 comentarios:

Alexánder dijo...

Muchos judíos creyeron a Cristo algunos por su parte no lo hicieron:
Hechos 13: 44 El sábado siguiente casi toda la ciudad se reunió para oír la palabra de Jehová. 45 Cuando los judíos alcanzaron a ver las muchedumbres, se llenaron de celos, y se pusieron a contradecir con blasfemias las cosas que Pablo hablaba. 46 De modo que, hablando con denuedo, Pablo y Bernabé dijeron: “Era necesario que la palabra de Dios se les hablara primero a ustedes. Puesto que la están echando de ustedes y no se juzgan dignos de vida eterna, ¡miren!, nos volvemos a las naciones. 47 De hecho, Jehová nos ha impuesto el mandamiento con estas palabras: ‘Te he nombrado como luz de naciones, para que seas una salvación hasta la extremidad de la tierra’”.

48 Al oír esto los de las naciones, empezaron a regocijarse y a glorificar la palabra de Jehová, y todos los que estaban correctamente dispuestos para vida eterna se hicieron creyentes. 49 Además, la palabra de Jehová siguió llevándose por todo el país. 50 Pero los judíos alborotaron a las mujeres estimables que adoraban [a Dios], y a los hombres prominentes de la ciudad, y levantaron una persecución contra Pablo y Bernabé, y los echaron fuera de sus límites. 51 Estos sacudieron el polvo de los pies contra ellos y se fueron a Iconio. 52 Y los discípulos continuaron llenos de gozo y de espíritu santo.

Alexánder dijo...

Cuando el apóstol Pablo escribió con respecto al equivocado orgullo de los judíos de ser descendencia carnal “judía” y su confianza en las obras de la Ley para conseguir el favor divino, dijo: “Porque no es judío el que lo es por fuera, ni es la circuncisión la que está afuera en la carne. Más bien, es judío el que lo es por dentro, y su circuncisión es la del corazón por espíritu, y no por un código escrito. La alabanza de ese viene, no de los hombres, sino de Dios”. (Ro 2:28, 29.) Aquí Pablo juega con el significado del nombre “judío” a fin de mostrar que la verdadera base para recibir alabanza de Dios es ser un siervo suyo desde el corazón, por espíritu. Este argumento es comparable a su razonamiento del capítulo 4 de Romanos, donde dice que la verdadera descendencia de Abrahán son aquellos que tienen la fe de Abrahán. También señala que en la congregación cristiana la nacionalidad no tiene ninguna importancia, pues “no hay ni judío ni griego [gentil]”. (Gál 3:28.) El resucitado Jesucristo consoló a la congregación de Esmirna debido a la persecución que estaba sufriendo, principalmente a manos de los judíos, diciéndoles: “Conozco [...] la blasfemia por parte de los que dicen que ellos mismos son judíos, y sin embargo no lo son, sino que son una sinagoga de Satanás”. (Apoc 2:9.)