La primera contradicción que yo veo en tu ateísmo es tu propia negación.
R: Muchos de nosotros somos ateos, porque la creencia en seres sobrenaturales es irracional
De todas formas, tú eres ateo. Y la primera contradicción que yo veo en tu ateísmo es tu propia negación. Cuando dices que Dios no existe ya estás pensando en un Ser concreto.
Es decir, que en tu mente ya tienes definido al Dios que niegas.
R: Falso, conocemos el concepto Dios, pero eso no indica que realmente exista alguna divinidad. El concepto “Dios” existe. Pero “Dios” propiamente tal no.
R: Escribieron contra la idea dios, en otras, palabras, critican el concepto reinante sobre un dios.
R: No se combate contra algo que no existe, pero si se cuestiona el concepto que se tiene sobre esta idea de un dios, y lo que rodea este concepto, las religiones.
R: A ver, se puede creer que dios no existe, se puede no creer en dios y también negar la existencia de él. Pero el concepto sigue existiendo. Dios como una idea genérica, es un concepto abstracto, y lo abstracto ni tiene consistencia propia, por lo tanto no existe, es sólo una idea o concepto al igual que la eternidad, el infinito y la nada son percepciones, pero no son reales.
R. Absurdo es poner énfasis en una fe en algo que no tiene evidencias de su existencia.
Por supuesto, yo no pienso demostrarte aquí la existencia de Dios. A Dios no se le demuestra, se le siente, eso es todo, se le vive.
R: Este argumento nos lleva directamente al dogmatismo. Una manera de inmunizarse contra cualquier crítica.
R: ¿Porque justamente el siete y no el uno o el tres? ¿En que se basar uno para afirmar que el siete es un número perfecto? Esto es bastante pueril.
R: Las famosas demostraciones de Aquino, ya hace mucho tiempo, que están totalmente refutadas.
La primera prueba es la del sentido común. La Bruyere decía: “Siento que hay un Dios, y jamás siento lo contrario; esto me basta para deducir de aquí que Dios existe”.
R: ¿Y esto constituye una evidencia?
R: Un recurso muy usual de los teístas es referirse a un determinado personaje, ya sea de la ciencia, literatura, filósofo, etc. que se declara creyente, entonces “dios” debe existir. Clásica falacia ad verecundiam.
Si estudias despacio el tema llegarás a la conclusión que te pone ante los ojos Van Steenberghen cuando habla de “Dios oculto”. Los hombres no se rebelan contra Dios, porque eso va contra toda razón, sino contra el abuso que se ha hecho del nombre de Dios.
R: Esto es una apreciación pueda que tenga validez para algunos. Pero sería un argumento muy débil. En cambio la mayoría de los ateos intelectuales niegan la existencia de todo tipo de seres sobre naturales, porque es irracional. Si existiera un dios universalmente reconocible, entonces todo el mundo sabría que ese dios existe y ya no sería necesario creer en él. Pero en la actualidad los humanos creen en cientos de dioses diferentes.
R: El autor hace una tremenda mezcolanza de creyentes con ateos y panteístas. Y con esto comete de nuevo la falacia ad verecundiam.
La segunda prueba que te ofrezco es la que se deduce por la jerarquía de las causas, que ya la expuso Aristóteles. El razonamiento es sencillo: No hay efecto sin causa. La silla en la que estoy sentado la hizo un carpintero, usando la madera que sacó de un árbol. Esta tesis se considera un tanto anticuada, pero la verdad es que su argumentación es contundente. Si hay causas creadas que producen efectos, forzosamente tuvo que haber una Causa increada que diera origen a todas las demás causas y estas a los efectos.
R: Es evidente que el autor de esta carta, se refiere al origen del universo.
Según la física clásica la premisa, que todo efecto tienen una causa es cierta. El universo surgió de un estado cuántico, y aquí las leyes de la física como las conocemos fracasan totalmente. No podemos afirmas a buenas y a primeras que el universo debió haber tenido una causa. No lo sabemos
Mi tercera prueba es también aristotélica. En el mundo hay cambio, hay movimiento, y este movimiento nos conduce indefectiblemente a una primera Causa no movida, a un Primer Motor. Las ciencias físicas nos dicen que la materia es inerte. Luego si la materia es inerte y el mundo material se mueve continuamente, es que hay un Principio fuera de la materia que da vida al movimiento.
R: Para que haya movimiento debe haber calor; y en la primera fracción de tiempo después del Big-bang (a los 10ˆ-43 segundos) la temperatura era de varios millones de K. en un espacio extremadamente reducido, donde las partículas subatómicas se movían a grandes velocidades, - la temperatura es causada por el movimiento, a cero grados K (= cero absoluto) no hay movimiento - que se expandió exponencialmente. Si no hay actividad atómica, o sea movimiento, nada puede existir. El motor que impulsó todo desde un comienzo fue el Big-bang.
R: Lo que descubrió Newton fue la gravedad. No las leyes de la atracción. Los polos opuestos de un imán también se atraen, pero esto no es gravitación, es magnetismo, y que es algo totalmente diferente a la gravitación.
R: Newton descubrió las leyes de la gravedad, pero Einstein con su teoría de la relatividad, descubrió y describió un concepto totalmente nuevo de la gravedad. La gravitación no es movimiento, pero lo causa. Y no un imaginario dios.
R: El señor Monroy da por asentado la existencia de un dios, el dios en el cual cree, en forma dogmática. Simplemente afirmó que ese dios de su imaginación existe, pero no lo puede demostrar ni describir
Otra prueba de la existencia de Dios es la idea que tenemos de lo infinito.
R: No nos podemos imaginar el infinito. Infinito es un concepto abstracto, lo abstracto no tiene consistencia propia, no existe; el infinito no existe
R: Los ateos creemos en muchas cosas. Pero la idea de seres sobrenaturales no es un tema para nosotros. Tenemos claro el concepto “dios”. Y nos preocupa cuando fundamentalistas y fanáticos religiosos quieren imponer sus falsas y pseudociencias, tergiversando y falseando los conocimientos científicos, mediante mentiras y falacias.
R: Típico falacia non sequitur. Cuando yo digo que soy un ser finito, en ningún momento estoy afirmando, que debe haber un ser infinito.
Una prueba más de que Dios existe la veo yo en la realidad espiritual del hombre.
R: El ser humano como naturaleza es materia y energía; lo espiritual trascendería esto. Pero aquí ya entramos en materia de la metafísica, y con esto llegamos a lo sobrenatural, delo cual no tenemos evidencia alguna de que exista. Por lo tanto una supuesta realidad espiritual humana, no es un argumento para demostrar la existencia de un dios.
Lee este razonamiento de Cicerón: “El espíritu humano debe remontarnos a otra inteligencia superior que sea divina. ¿De dónde hubiera sacado el hombre el entendimiento de que está dotado?, dice Sócrates. Sabemos que a un poco de tierra, de fuego, de agua y de aire debemos las partes sólidas de nuestro cuerpo, el calor y la humedad que en él se hallan y el mismo soplo que nos anima;
R: Todo lo aparentemente superior a la materia, cómo la capacidad de juicio, el pensar, las emociones, etc., son causado por nuestro cerebro. Cuando una persona fallece todo esto también desaparece con él.
R: Mi cuerpo es controlado por mi cerebro. Algunas funciones son automáticas.
R: Esa “vida espiritual” me la hago yo mismo
Si quieres otra prueba de que Dios existe fíjate en la armonía del Universo.
R: En el espacio no existe un movimiento uniforme, todo lo contrario el caos es casi total y va en aumento.
Hasta el demoledor Voltaire, abrumado por la evidencia en contra de lo que pretendía negar, dice en NOTES SUR LES CABALES: “Si un reloj presupone un relojero, si un palacio indica un arquitecto, ¿por qué el Universo no ha de demostrar una inteligencia suprema? ¿Cuál es la planta, el animal, el elemento o el astro que no lleve grabado el sello de Aquél a quien Platón llamaba el eterno geómetra?”.
R: Voltaire más que ateo fue deísta, pero principalmente un crítico a la iglesia católica, la que lo calificó como ateo. Por lo tanto no es tan extravagante que haya dicho esto. Pero esto es sólo una apreciación de Volitare y no una evidencia de la existencia de “Dios”
En una encuesta “Gallup” celebrada en los Estados Unidos para determinar la religiosidad del pueblo americano, el 98 por ciento contestó que creía en Dios, y la primera razón que dieron los encuestados para justificar su creencia fue el orden y la armonía del Universo. “Estas obras visibles –dice San Pablo- revelan al invisible Dios” (Romanos 1:20).
R: ¿Y que demuestra esto? Típica falacia ad populum
Todavía me queda una prueba más a favor de la existencia de Dios. Naturalmente, podría aducir cincuenta, cien más, pero no caben en esta carta. Me resta espacio sólo para una, y luego he de terminar. Es la que se ha llamado prueba de la finalidad o por la finalidad y se ilustra preferentemente con el ejemplo de la flecha. Tú disparas una flecha y ésta se dirige invariablemente al blanco que tú le has propuesto.La flecha es un objeto desprovisto de conocimiento, pero cumple su cometido porque tras ella hay un ser inteligente, en este caso el arquero que la ha lanzado.
R: Cuando un arquero dispara una flecha es para que esta, cumpla con un objetivo, matar una presa, dar en el blanco en una competencia, etc. En cambio el universo no cumple un objetivo - me pregunto: ¿Cuál serpia este objetivo? - nada en la naturaleza lo hace. Los seres humanos nos podemos fijar nuestros propios objetivos, si se cumplen a no es otra cosa.
En este mundo en el cual tú y yo vivimos hay objetos y seres desprovistos de inteligencia, pero tienden, cosa curiosa, a la realización de un fin concreto.
R: Francamente esta apreciación la encuentro ridículo. ¿Cuál sería, por ejemplo el fin concreto de una avalancha de nieve, matar a esquiadores, destruir viviendas o qué?
R: Estas preguntas las haría un niño de 5 años.
Parece que el señor Monroy nos quiere tomar el pelo. O es un enfermo mental
He comentado contigo siete pruebas que, a mi juicio, demuestran la existencia de Dios. Te habrás dado cuenta que no he usado la Biblia para nada. He querido hablarte con sabiduría de este mundo.
La Biblia tampoco es una evidencia de la existencia de un dios. No puedes demostrar la veracidad de la Biblia ¿Cómo lo harías, sin caer en un círculo lógico?
R: Decir que la Biblia tiene una respuesta par todas nuestras inquietudes es una aseveración realmente descabellada. Yo hasta ahora ni he encontrado ni una sola respuesta para mis inquietudes
R: Veamos, ya que mediante la Biblia no se puede demostrar nada
Nuestra prueba primera tenía que ver con el sentido común. Es inútil decir que Dios no existe, porque Su presencia nos desborda. “¿A dónde me iré de tu espíritu? –se pregunta el salmista-. ¿Y a dónde huiré de tu presencia? Si subiere a los cielos, allí estás tú; y si en abismo hiciere mi estrado, he aquí allí tú estás. Si tomare las alas del alba, y habitare en el extremo de la mar, aún allí me guiará tu mano y me asirá tu diestra” (Salmo 139:7-10).
La cuarta prueba, sobre una conciencia de lo infinito, está admirablemente contenida en esta exclamación de Salomón con motivo de la dedicación del templo: “¿Es verdad que Dios haya de morar sobre la tierra? He aquí que los cielos, los cielos de los cielos no te pueden contener; cuanto menos esta casa que yo he edificado?” (1ª de Reyes 8:27).
R: Irrelevante
Sobre la realidad espiritual del ser humano, que es el tema de la quinta prueba , lee este pasaje del patriarca Job, donde afirma con profunda convicción la supervivencia de un ser espiritual: “Yo sé que mi Redentor vive, y al fin se levantará sobre el polvo. Y después de deshecha esta mi piel, aún he de ver en mi carne a Dios; al cual yo tengo de ver por mí, y mis ojos lo verán, y no otro, aunque mis riñones se consuman dentro de mi” (Job 19:25-27).
R: Lo única realidad de hombre es que estamos hechos de los elementos que se formaron por las explosiones de supernovas. Somos polvo de las estrellas.
Para la sexta prueba, sobre la armonía del Universo, la Biblia está llena de respuestas, de interrogaciones y de exclamaciones, como esta del salmista, que, extasiado ante la belleza de la Creación, dice: “Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos, la luna y las estrellas que tú formaste, digo: ¿Qué es el hombre para que tengas de él memoria?” (Salmo 8:3-4).
R: El salmista en su imaginación debido al nulo conocimiento sobre ciencias que existía en aquella remota época, como muchas otras personas más, atribuir el origen del universo – que para esta gente eran los aproximadamente 3000 estrellas que se pueden observar en el firmamento – a la obra de un ser sobrenatural, un dios. Para aquella época esto era la única explicación racional que existía. Hoy, con los conocimientos que tenemos es absurdo seguir creyendo en estas antiquísimas fábulas y considerar las como un hecho.
Y la última prueba , la que demuestra la existencia de Dios por la finalidad de los seres y las cosas sin conocimiento, fue propuesta por Salomón hace más de tres mil años. Lee este pasaje antiquísimo, que parece escrito por uno de nuestros más famosos científicos de hoy, y luego medita su contenido: “Generación va y generación viene –dice el autor bíblico-, mas la tierra siempre permanece. Y sale el sol, y pónese el sol, y con deseo vuelve a su lugar, donde torna a nacer. El viento tira hacia el mediodía y rodea el norte; va girando de continuo, y a sus giros torna el viento de nuevo. Los ríos van a la mar, y la mar no se hinche; al lugar de donde los ríos vinieron, allí tornan para correr de nuevo” (Eclesiastés 1:4-7).
Nada más por hoy, pásalo bien.
*Autores: Juan Antonio Monroy
©Protestante Digital 2012
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