4 de febrero de 2012

La guerra de la iglesia contra la verdad

La guerra de la iglesia contra la verdad

La guerra de la iglesia contra la verdad - Giordano Bruno quemado vivo en la hoguera el 17.02.1600. ¿Qué pensaba Giordano Bruno?- Él enseñaba la infinitud del cosmos. En su obra De l'Infinito, Universo e Mondi, el filósofo naturalista explicaba, que las estrellas son como el Sol, que existe un número sin fin de mundos y que estos estaban poblados con una cantidad innumerable de seres inteligentes. Con esto rechazaba la enseñanza de la Tierra como centro del cosmos y la posición especial del ser humano y al papa como “conductor del mundo”. La concepción de la iglesia está en oposición a la unidad de la naturaleza, y en el siglo 21 y como consecuencia lleva más y más a la ruina de todo el planeta Tierra.

Bruno también rechazaba el culto mariano y la veneración de los santos, y debido a diversas tesis en Alemania fue primeramente excomulgado por la iglesia luterana y los reformados, los calvinistas. Él ensañaba la libre voluntad, que es rechazada por los luteranos. Giordano Bruno tampoco concordaba con la idea evangélica y católica de Dios-hijo de Cristo en el marco de la trinidad y con las enseñanzas del juicio final. Constantemente tuvo que huir de muchos pa+ises europeos (Suiza, Francia, Inglaterra, República Checa) ya que en todas partes entraba en conflicto con el poder de la iglesia. Durante su estadía en Venecia fue arrestado y encerrado en 1593 en el castillo de Sant’Angelo en el Vaticano. A la sentencia de muerte respondió con las siguientes palabras: “Tal vez tenéis más temor vosotros al pronunciar mi sentencia, que yo al recibirla”.

“Físicamente quebrantado después de ocho años de encarcelamiento, Giordano Bruno a los 52 años, fue ejecutado en la hoguera el 17 de febrero de 1600 en el campo de’ Fiori en Roma. Antes de su ejecución a Giordano Bruno le fue supuestamente atado la lengua para que no pudiese dirigirse al público presente” (Wikipedia: 3.2.2012). Desde entonces sus libros estaban constantemente en el +índice de los libros prohibidos de la iglesia católica romana (que existió hasta 1966). La estatua de Giordano Bruno fue erigido en el Campo de’ Fiori en Roma, a pesar de la protesta del papa Leo XII.

Recién 400 años después, en el año 2000, el consejo cultural del papado dijo que no fue correcto que Bruno haya sido asesinado (esto ya lo dijeron todos hace mucho tiempo), pero debido a su panteísmo no fue rehabilitado. Ya que Bruno enseñaba que “Dios era inherente en todos” (tal como enseñaba Jesús “El reino de Dios está en ustedes”). Todo el cosmos es espiritual, lo que nuevamente provoca una feroz oposición de la iglesia. Giordano Bruno se adelanto en mucho a varios entendimientos científicos de las moderna física cuántica.

Fuente: Revista virtual “Der Theologe” , www.theologe.de

Traducido del alemán por A. Gundelach, Febrero 2012




4 comentarios:

Clari dijo...

vi la estatua en el campo dei fiori pero no sabía su verdadera historia. es bueno haberla aprendido y la próxima vez que visite Roma voy a verla con otros ojos

Anónimo dijo...

a veces pienso que condenar a toda una comunidad de 2000 años de antiguedad por lo que hicieron unos pocos hace mucho es un poco juzgador e intolerante, pero bueno cado uno es libre de pensar lo que mejor le parezca... ahora si jesus entre 12 apostoles tuvo uno que lo traiciono que queda en una comunidad historica de 1000 millones de personas, porsupuesto que habra quien haga mal pero es un poco corto juzgarnos a todos nosotros y atoda una doctrina por eso...

Alexánder dijo...

¿Sobre qué descansa la Tierra? ¿Qué sostiene a la Luna, al Sol y a las estrellas? Estas preguntas han intrigado al ser humano durante miles de años. Respecto a la Tierra, la Biblia tiene una respuesta sencilla, pues en Job 26:7 se dice que Dios está “colgando la tierra sobre nada”. En el hebreo original, la palabra que se utiliza aquí para “nada” (beli·máhʼ) significa literalmente “ninguna cosa”, y este es el único lugar en la Biblia donde aparece dicho término. Los doctos en la materia reconocen que la descripción de una Tierra rodeada de espacio vacío refleja una “visión extraordinaria”, en especial para su tiempo.

No era así ni mucho menos como la gente se imaginaba el cosmos en aquellos días. En la antigüedad, una opinión era que la Tierra estaba sostenida por unos elefantes que, a su vez, estaban sobre una tortuga gigantesca.
Aristóteles, famoso filósofo y científico griego del siglo IV a. E.C., enseñó que la Tierra jamás podría colgar en el vacío. Por el contrario, dijo que cada uno de los cuerpos celestes estaba sujeto a la superficie de esferas sólidas y transparentes. Las esferas estaban unas dentro de otras, de modo que la Tierra se hallaba en la interior y las estrellas en la exterior. A medida que estas cúpulas giraban una dentro de la otra, los objetos que había sobre ellas —el Sol, la Luna y los planetas— se desplazaban en el cielo.

La declaración bíblica de que la Tierra ‘cuelga sobre nada’ se hizo más de mil cien años antes de Aristóteles. Sin embargo, a Aristóteles se le consideró el mayor pensador de su día y sus opiniones siguieron enseñándose como un hecho hasta casi dos mil años después de su muerte. A este respecto, The New Encyclopædia Britannica menciona que en los siglos XVI y XVII las enseñanzas de Aristóteles “habían adquirido la categoría de dogma religioso” a los ojos de la Iglesia.

Giordano Bruno, filósofo del siglo XVI, se atrevió a desafiar el concepto de que las estrellas “están como incrustadas en una sola cúpula”. Escribió que eso era “una noción ridícula, propia de niños, quienes quizás se imaginan que si [las estrellas] no estuviesen sujetas a la superficie celeste con un buen pegamento, o con clavos muy resistentes, caerían sobre nosotros como granizo”. Y como en aquellos días discrepar de Aristóteles era peligroso, la Iglesia hizo quemar a Bruno en la hoguera por diseminar sus ideas poco ortodoxas sobre el universo.

Albrecht Gundelach dijo...

Efectivamente Alexánder, así fue el caso de Giordano Bruno, murió por sus convicciones científicas que no concordaban con las opiniones oficiales de la iglesia católica. En esa época exponer algo que iba contra la doctrina católica era muy peligroso.
Me da pena que incluso hoy en el siglo veintiuno, con todos los avances y conocimientos científicos, que un hoy existen personas que no quieren aceptar estos nuevos conocimientos, como por ejemplo, la teoría de la evolución biológica y la teoría del Big-bang, a pesar de las muchas pruebas que avalan estas dos teorías, y que además, hasta ahora no han sido refutadas mediante otras teorías científicas