Por Gerd Lüdemann
7 de febrero de 2013
Carta a Jesús
Carta a Jesús
Por Gerd Lüdemann
Querido señor Jesús, así me dirigí a Ti en mi
infancia y lo dije durante años en mi rezo en la mesa (“¡Ven, señor Jesús, sea
nuestro huésped y bendice nos y aquello y los que nos has dado por gracia!).
Otro rtezo (“¡Señor Jesús, hijo del Dios viviente, ten piedad de mi!”) lo he
repetido constantemente en las noches, cómo una fórmula mágica, a pesar de que
ya no sabía de lo que estaba haciendo. Pero justamente por esto mi tratamiento
hacia ti como “Señor Jesús” se me impregnó tanto. Esta adoración a ti, como el
señor Jesús, por razones de acostumbramiento, indolencia y miedo, la he
continuado también en tiempos posteriores, a pesar de que ya sabía que Tú eras
totalmente distinto a aquello que me han inculcado mis padres. Mis profesores y
mi pastor. Tú como persona, a la cual me puedo dirigir, te transformaste en
algo totalmente extraño. Pues la mayoría de las cosas que has dicho y hecho
según la Biblia, nunca lo dijiste y lo hiciste. Además Tú ni siquiera eres
aquel que representa la Biblia y la tradición. Tú no estabas libre de pecado y
tampoco eres el hijo de Dios. Ni siquiera querías morir por los pecados del mundo.
Y lo que más me dolió fue: La comunión, que realicé
todos los domingos durante años en Tu memoria, no la estableciste. El pan que
comía, no era Tu cuerpo, y el vino que bebía, no era Tu sangre. Era sólo mi ansiedad,
la que esperaba todo esto. Se fió totalmente en los servidores de Tu iglesia. Pero
en vez de tomar en serio mis dudas, si yo , casi como un caníbal, he de comer Tu carne y he de beber
Tu sangre – como judío te estaba estrictamente
prohibido consumir sangre - me refirieron a la explicación de Martín Lutero: La santa cena “es el
verdadero cuerpo y la verdadera sangre de nuestro Señor Jesucristo, establecido
personalmente por Cristo”.
Pero Tu regreso no sucede,
ya que Tu resurrección nunca sucedió, sino fue
sólo un deseo piadoso. Por
tanto es seguro, porque Tu cuerpo se pudrió en la Tumba, si es que realmente
fue depositado en un sepulcro y no fue comido por los buitres o los chacales.
De cierto, Tus seguidores han usado la creencia
en la resurrección y Tu regreso, para ni
desesperarse después shock del viernes de la crucifixión, ¿pero hoy? Aún – o hoy
nuevamente -. Los cristianos se aferran en Tu resurrección, donde hace tiempo, han
dejado atrás el verdadero significado de la resurrección. Se admite que Tu cadáver
no fue revivido, y por esto se prefiere hablar de presencia con Dios. Al mismo tiempo, obispos, funcionarios
eclesiales cultos y cristianos cultos y a veces también profesores de teología,
valoran mantener firma la confesión de
fe de la resurrección, independientemente lo que esto significa. Pero este
juego de enredos intelectuales a la largo no puede tener un buen fin y exige
una aclaración sin tapujos. Ninguna auténtica religión se puede basar en
proyecciones, deseos y visiones, y tampoco, cuando se presenta en forma tan
poderosa como la iglesia cristiana que te ha elevado incluso al señor del mundo
y el juez que está por llegar. Sin embargo Tú no eres el señor del mundo al cual
te declararon tis seguidores como consecuencia de Tu resurrección, y Tú tampoco
lo quisiste ser, Tu anunciaste el futuro reino de Dios, pero lo que llegó fue la
iglesia. Te equivocaste, y Tu mensaje fue falsificado por Tus seguidores a
favor de ellos contra la verdad histórica. Tu enseñanza fue un error, pues el
imperio mesiánico no llegó.
Pero te reivindicaron injustamente. Ya que
eras totalmente diferente. Tu expulsaste demonios como un mago y viste en esto
la llegada de reino de Dios. Tuviste contacto íntimo con el diablo y lo viste
caer como un rayo del cielo. Tu esperabas en un futuro cercano el final de todo
el mundo, que le iba dar lugar el reino de Dios en forma definitiva. En el
entretanto, junto a tus seguidores, vivías una vida inquieta de vagabundo e el
servicio del reino de Dios y enseñabas un código de conducta grandioso, que interpretaba
la ley mosaica en la luz del amor y que con esto encarnaba las mejores
tradiciones de Israel. A esto también pertenecen tus máximas éticas que
incluyen el amor al enemigo, y tus audaces parábolas - auténticamente humano – muestran a héroes en
caminos torcidos.
Pero todo esto no ayuda en nada: También Tu
moriste, a ser en la mejor edad de un hombre. También Tú bebiste del cáliz de
la muerte, tuviste que beberlo – de imprevisto. A pesar de la profunda experiencia
con Tu Dios, al que llamaste confiadamente padre y del cual prácticamente lo
esperabas todo, también se desvanecieron tus esperanzas futuristas. Colisionaron
con la brutal realidad. A más tardar en la cruz tuviste que aprender, lo que
significa llegar a ser una víctima abandonada por Dios. Y si tus seguidores,
que entendiblemente estaban entusiasmados
contigo, un hubieran anunciado la creencia de tu resurrección, entonces todos
tus actos y palabras se los hubiera llevado el viento. Si posteriormente no
hubiesen predicado Tu pronto regreso
para el juicio y la eterna salvación, toda la estructura de ideas del
cristianismo se hubiera derrumbado.
¡Por favor, mira todo lo crímenes que se han
cometido en y Tu nombre desde Tu muerte!
Ya comienza en el Nuevo Testamento donde a tus compatriotas los llaman hijos
del diablo, sólo porque no creen en Ti Lo infame de esto, es que estas palabras
condenatorias las pusieron en tu boca, como si Tú los hubieras. Este antisemitismo
continúa por toda la historia de la iglesia, a ser, no como una desviación de
las enseñanzas originales de la iglesia, no: Tuvo que desarrollarse, porque
fuiste elevado al amo y señor del mundo. Y desde entonces castigas desde el
cielo y por encargo de Tu omnipotente padre a los incrédulos judíos por su no
creencia, por su desobediencia y sus maldades que habrían cometido contra Ti y
Tu comunidad. ¡No digas que todo esto fue una tergiversación y una
falsificación de Tu mensaje! Más bien es la iglesia necesariamente así, cómo se
infiere de su milenaria historia; sino no se hubiese formado, y su existencia habría
sido imposible e innecesaria. Por esto no podemos pasar a la orden del día y proclamar
Tu verdadero mensaje, como si no hubiera existido durante los últimos 2000 años.
Tengo una gran simpatía por Tus compatriotas,
que a Ti en nuestro tiempo, por los resultados de la investigación histórica, pudieron
redescubrir como un hermano propio, sin tener que adoptar la enseñanza eclesial
de Tu resurrección y Tu regreso. Pero al mismo tiempo no veo una razón convertirme
ahora al judaísmo. Aún estoy demasiado horrorizado por el celoso dios Yahvé del
antiguo Testamento, que no conoce ninguna tolerancia y del cual los cristianos
se sirvieron, para echar a los judíos de la viña del Señor. Este Yahvé no conoce
ninguna igualdad de todos los pueblos y de igual manera ningún derecho, que le
son igual a todos los humanos del mundo. Por esto estoy firmemente convencido,
que nuestra carta fundamental con sus artículos sobre la protección, de la
libertad de la dignidad humana, el derecho a la libertad, y a la igualdad
frente a las leyes, de la libertad de fe, conciencia y libre expresión de las
ideas, y protege la vida de todas las personas mejor que la Biblia de los
judíos (el Antiguo Testamento), y la Biblia de los cristianos (el Antiguo y
nuevo testamento). De hecho los actuales jerarcas eclesiásticos y teólogos enfatizan,
que justamente los nombrados derechos fundamentales son de origen bíblico, pro
yo siempre me pregunto, porqué la iglesia y la teología hasta el siglo 18 no han
concebido ningún derecho fundamental similar a la carta fundamental, que son
válidos para todos y porqué esto, junto con las ideas de la tolerancia de la ilustración
hubo que imponer en parte con un encarnizado
combate contra la iglesia.
Siento una gran simpatía por Ti, señor Jesús,
pero Tú no me puedes comprender en absoluto y nosotros tampoco a Ti, porque el
tiempo en el cual viviste y él en que vivimos es tan diferente. Quizás te hubieras
puesto pensativo si habrías sabido que el cielo no está sobre Ti, que, que la tierra
es una esfera y no el centro de todo el universo. Y probablemente te habría sorprendido
enormemente saber, que los humanos y los simios tienen un antepasado común, que
todas las especies vivientes están en pleno desarrollo, en cuyo comienzo hubo seres
primitivos unicelulares. Pero de seguro habrías entrado en pánico, que Tu Dios
aún después de 2000 años después de Ti aún traído el final de los tiempos.
Y no sólo esto: Tu Dios ni siquiera creó al
mundo, como judío creyente de tus días aceptaste. Más bien el Universo se formó
de una evolución, en cuyo inicio, hasta donde sabemos hoy, estaba el Big-bang.
Tu imagen del Dios creador y la de tus contemporáneos está formada desde la
perspectiva humana y esto en medida aumentada, vale hoy, para los servidores de
Tu iglesia, que lo deberían saber mejor, pero que a pesar de todo, todos os
domingos confiesan a tu dios como el creador del cielo y de la Tierral.
Yo preferiría decir: Lo que mantiene junto y
limita a nuestro cosmos es un gran misterio *) que
no lo lograremos ventilar, pero que vale la pena de ser investigado. Una visión
tan abierta de las cosas la sostengo incompatible con la suposición de un dios
creador bíblico que lo ha creado todo de la nada. Y ya que Tu quizás
preguntarías asustado, cómo me las arreglo con la realidad, que Tú y Tus
servidores han llamado Dios y lo siguen llamando así, entonces te quiero contar
un sueño al respecto, que me liberó de este súper-padre, para no decir: Deshecho.
Yo luché con Dios. Él tenía fuerza y me
quería arrastrar a la hondonada, donde me esperaban la parálisis, la culpa y el
miedo. Cuando vi el precipicio, me acordé de inmediato, cuan estaba determinada
mi vida por la parálisis, la culpa y el miedo. Yo me dije: Nunca más - y me hice fuerte como un oso. Con un último
esfuerzo empajé a Dios al atolladero y por fin quedé libre.
También después de este sueño he tratado de
separar la esencia de Tu mensaje, de las características, condicionadas por aquella
época, de tus anuncios. Y me aferré a Tu código de comportamiento y sus fundamentos.
Creí, que los elementos de Tu predica de la renuncia a la violencia, del amor
al enemigo y de la franqueza frente a los desclasificados seguían siendo válidos.
Pero estas máximas éticas también fueron desarrolladas por otras personas anteriores a
Ti y no son únicas. Además presuponían la esperanza de la pronta llegada del
reino de Tu Dios, y esto se ha demostrado como un error. Pero ante todo ahora
sé. En mis intentos de enlazarme contigo y entenderte como base de mi vida, he
vivido en secreto, de la Pascua, Pascua de Tu imagen, que se basa en el dogma
de la iglesia. Esto hace tiempo ya, que se derrumbó y con esto achira también
tu propia autoridad para mí.
Decididamente pongo en duda, que la
investigación de la historia incluso la de Tu anuncio para formar un código
moral que lleva hasta nuestros y que podría ser vinculante tiempos. El método histórico practicado por mí, difícilmente
da un sentido ético generalizado o una orientación para la vida práctica. Mis
creencias se basaron evidentemente en proyecciones o precondiciones no cuestionadas.
Yo ya no puedo creer en la fuerza normativa de la historia o en los hechos
históricos, sin poner en juego mis concepciones subjetivas disfrazadas como
científicas. El código de comportamiento vivido por ti está condicionado situacionalmente,
y no puede ser transferido a los tiempos actuales. Esto entonces significa: Nosotros mismos debemos desarrollas reglas de conducta, que no dependen de Ti ni
de Tu Dios o de cualquier otra divinidad.
Los profesores de teología y los obispos quieren
escapar a todo precio de estas condiciones, que resultan del colapso de la idea
de una creación de la nada, de la patraña de tu “resurrección” y de la
imposibilidad de la ética en la base de Tus anunciación. Ellos incluso creen
hacerte un favor con esto. También yo durante largos años he actuado así. Pero lo
hice por mí, para poder seguir con mi fe, para vencer mi miedo y para mantener
mi posición de poder en el ambiente en la iglesia. Mis intentos para determinar,
mediante interpretaciones de la realidad de tu “resurrección” como experiencia
de perdón, eternidad como experiencia para la vida, sin embargo tuvo que
fracasar, ya que estas experiencia también se pueden realizar , independiente
de tu persona y de Tu “resurrección” y
no dependen de aquello que Tu llamaste Dios. Desde este momento prefiero desarrollar
una religión sin tener que legitimarme en una instancia superior, que los
teólogos llaman Dios. En muchas discusiones con colegas sobre Tu “resurrección”
y su correcta interpretación me llegó dolorosamente al consciente, que estos
colegas incondicionalmente querían seguir siendo teólogos y en secreto siempre
se refirieron a otra realidad sin referirse directamente en cotejar textos,
historias y experiencias. En esta secreta condición yo no puedo estar de
acuerdo.
Entonces, señor Jesús, terminemos con todo
esto. Ya no aguanto esta confusa situación de la teología, iglesia y biblia. Quédate
dónde estás, en la Galilea del primer siglo. Entonces eres más creíble cono exorcista
carismático y profesor de rango, y nosotros podemos tener nuevamente una
relación normal contigo, como lo tenemos también con destacadas personas de la
antigüedad cómo Buda, Confucio y Sócrates. Tu elevación más allá de todas las posibilidades humanas fue demasiado y emanan de
inmensurables fantasías de la inmortalidad y ansias, que deben ser devueltos al
piso de la realidad.
En el caso que
realmente regreses del cielo en una nube, entonces me alegraría mucho conocerte
personalmente. Y también estoy convencido que si ya no rezo a Ti y ya no creo
en Ti. Poseer Tu simpatía y no ser destruido por Ti por mi descreimiento, cómo debería
suceder por lo que dice la Biblia y la confesión de fe. Pero hasta entonces
debe haber un término religiosos entre los dos por las razones que te he nombrado.
Seguiré investigando
tus anuncios y la interpretación siguiente del cristianismo – con la meta, para aclarar el real origen de
nuestra cultura occidental a nuestros contemporáneos, en un lenguaje más comprensible.
Porque la aclaración basada en la razón junto a la crítica a las reivindicaciones
de las revelaciones y privilegios de conocimientos de todo tipo sigue siendo
parte integral del mundo moderno. La
clarificación sola permite un diálogo constructivo entre los correligionarios de distintas naciones y
culturas, y ella sola estaría en la posición de posibilitar la paz entre
personas de distintas ideologías y religiones.
Traducido del alemán
por A. Gundelach, con la gentil autorización del teólogo Gerd Lüdemann; Febrero
2013
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2 comentarios:
Jehová Dios tuvo a bien hacer que su Hijo primogénito fuese la figura central o clave en el cumplimiento de todos sus propósitos (Jn 1:14-18; Col 1:18-20; 2:8, 9), la persona en la que convergería la luz de todas las profecías y desde la que se irradiaría esta luz (1Pe 1:10-12; Rev 19:10; Jn 1:3-9), la solución a todos los problemas que había ocasionado la rebelión de Satanás (Heb 2:5-9, 14, 15; 1Jn 3:8) y el fundamento sobre el que Dios edificaría todos sus preparativos futuros para el bien eterno de su familia universal en el cielo y en la Tierra. (Ef 1:8-10; 2:20; 1Pe 2:4-8.) Debido a la función vital que desempeña en el propósito de Dios, Jesús pudo decir apropiadamente y sin exageración: “Yo soy el camino y la verdad y la vida. Nadie viene al Padre sino por mí”. (Jn 14:6.)
Usar citas de la Biblia, para fundamentar argumentos, este texto debe ser universalmente reconocido y aceptado como verídico, y ser posible contrastarlo con otros textos independientes. Pero esto no sucede con la Biblia; como base argumentativa no tiene validez alguna.
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