15 de enero de 2011

Ninguna verdad por fe

Ninguna verdad por fe


A nivel mundial hay (y hubo) miles de religiones. Sin embargo sólo existe una ciencia. ¿Cuál es la razón?


La ciencia con su metódica ofrece la posibilidad diferenciar entre afirmaciones verdaderas y falsas. Las religiones, en cambio, no pueden ofrecer nada a cambio. No existe una posibilidad objetiva, para diferenciar entre una religión verdadera y una falsa. Por esto la fe es un concepto de calidad inferior.


Este problema también lo han reconocido los creyentes y tratan de encontrar explicaciones que deberían demostrar, por qué su fe y solamente la fe de ellos es la única verdadera. Solo el hecho de que aún siguen existiendo la misma cantidad de religiones, y que casi a diario aparecen nuevas sectas, demuestran que estos intentos han fracasado.


La ciencia lo tiene


La ciencia ofrece en su sistema de pensar, también los criterios como se pueden diferenciar entre una correcta o errónea y apropiada o inútil tesis. Estos criterios son iguales y claros universalmente. Un científico chino puede discutir sin problemas con un científico de Kenia, sobre una teoría y construir una metódica en conjunto. Estos criterios, se encuentran, por esto, externamente de la tesis que se investiga, sino, sería una argumentación circular. La tesis es cierta, porque la tesis fundamente que esta tesis es correcta. En el ámbito científico una argumentación así sería desechada de inmediato. Desgraciadamente en las religiones es muy usual.


A la religión le falta


Las religiones cualitativamente deberían ofrecer lo mismo como la ciencia, si quiere que la tomen en serio y ante todo si quisiera hacer declaraciones correctas. Por lo tanto se necesitan criterios externos a cada religión. Debería ser como en el caso de la ciencia, un razonamiento que podría ser aceptado por los cristianos, budistas sintoístas, musulmanes, judíos, esotéricos hinduistas, como también seguidores del mundo de los dioses de los griegos, sumerios, egipcios nórdicos y eslavos, al igual que los seguidores de religiones naturistas. Un criterio así, con el cual se podría investigar objetivamente la verdad de las religiones, no existe.


Argumentaciones usuales


A continuación una lista de los usuales argumentos con una referencia a ello y la razón por lo cual no funcionan. ´Todos tienen en común: Se basan en una argumentación circular. La razón, por la cual se establece un razonamiento, no consiste en que, visto objetivamente, sea un buen juicio, sino, consiste en que, la religión que se quiere demostrar, justamente parecieran cumplir estos juicios. Lástima, que en la mayoría de los casos se puede mostrar, que la religión a validarse, que el razonamiento explícitamente creado para ella no lo cumple o sólo en forma deficiente.


La lista de los criterios inservibles, los que son rebatidos todos en esa página, vienen con sus contenidos:


· Las profecías cumplidas demuestran, que la biblia es la palabra de Dios
Este argumento se analizará más adelante, en forma más detallada.

· Milagro


También esto se verá con mayor profundidad más abajo. Supuestos milagros suceden en todas las religiones, incluso fuera de ellas. No obstante no existen milagros científicamente comprobados, que reventarían el marco de lo estadísticamente posible


El cristianismo es único
La distribución mundial de la biblia en muchos idiomas

La singularidad del origen de la biblia

Jesús murió por ti


Profecías


A menudo se escucha como un posible argumento para el acierto de una religión, sería el cumplimiento de las profecías. Este punto ya se trató con ejemplos concretos, en "Las profecías cumplidas demuestran... " pero aquí en esta parte se examina este criterio. Ya que LA Biblia está llena de profecías, y que los cristianos ven a Jesús como cumplidor de muchas de las profecías, y por esto los cristianos muchas veces traen a tapate este argumento, tiene sentido investigar la verdad de esta tesis a mano de la Biblia y de los textos bíblicos.


Pregunta:

¿En base a las profecías que se cumplieron se puede concluir sobre la verdad de una religión o escritura o un profeta?


Respuesta:

El artículo "Las profecías cumplidas demuestran...," muestra como hay que analizar críticamente las profecías.


Precisión de la predicción


La mayoría de las veces las profecías son afirmaciones muy vagas y poco claras. No existe un suceso específico ni se identifica un momento exacto para que se produzca ese evento, tampoco las circunstancias exactas ni tampoco el lugar. Una profecía precisa, debe especificar claramente: Que sucederá cuando, como y donde. Es muy raro que esto es predicho en forma tan precisa, para que todos estén de acuerdo, cual suceso va a llegar. La mayoría de las profecías recién son interpretadas después que se cumplieron.


Predicciones correctas


Las únicas profecías, que se presentan regularmente y con gran exactitud, son las predicciones basadas en la economía, y en especial las predicciones climáticas. Ninguna profecía religiosa está dotada con tanta precisión y una cuota tan alta de aciertos, como los informes climáticos. Incluso en éste ámbito de las profecías, la ciencia sobrepasa ampliamente a la religión. Y esto no se debe, a que la ciencia tenga mejores visiones o revelaciones, sino a que la ciencia presenta un modelo correcto y con un contenido de objetivo de la realidad y de esto puede deducir predicciones correctas sobre futuros sucesos.


Creyentes enceguecidos – visión unilateral


Mientras que la ocurrencia de una profecía es granjeada como una evidencia, para la verdad de toda la visión mundial religiosa, los creyentes se niegan aceptar, que el más frecuente incumplimiento de profecías, como una refutación a sus santas escrituras, su religión, sus sacerdotes, gurúes o profetas. Una sola profecía no cumplida o falsa contradice oda una religión, mientras que aún tantas profecías cumplidas todavía no dan evidencia claras.


Un ejemplo típico es la secta Fiat Lux cuya fundadora Erika Bertschinger alias Uriella, que en un accidente de equitación se pegó en la cabeza sufriendo desde entonces sufre de epilepsia del lóbulo temporal. Ella predijo el fin del mundo ya en 1991 y en 1997 fijó la fecha para el año 1998. Llegan a ser muy concreta y predijo, por ejemplo, un impacto de un meteorito en el Mar del Norte. Nada de esto sucedió. . a pesar de todo esto Uriella siguió siendo la indiscutida líder de la secta. Las falsas afirmaciones evidentemente no produjo ningún quiebre en su autoridad, y su séquito tampoco sufrió mermas. En vez de esto la realidad, ya que no concordaba, fue adaptada correspondientemente. Esto es una táctica común de los creyentes: Si algo es comprobadamente falso en sus creencias, entonces la realidad ajustada mediante escusas flojas. Los cristianos tratan entonces de hacer concordar al malévolo, tirano, asesino y castigador Dios, quien realizo numerosos masacres, con la imagen de un dios amoroso con la humanidad. Esto allí es tan miserable y mentiroso como acá. En este caso la escusa fue, que el mundo gracias a los rezos de Fiat Lux, habría recibido otro respiro. Triste conclusión: las personas creyentes son tan enceguecidas, que ya no están en condiciones de de reconocer errores y falsas profecías, sacando de ello las condiciones convincentes necesarias.


Profecías a posteriori


Si las profecías como también el cumplimiento de ellas se encuentran en el pasado, resulta difícil afirmar claramente, si la profecía fue hecha antes o después del suceso del evento, y recién después alguien afirma, que fue predicho con mucha anterioridad. Especialmente con las profecías bíblicas, en el antiguo testamento, esto se hace a veces muy difícil.


La cantidad de las profecías


Si las profecías son formuladas lo suficientemente difusas, a posteriori es muy fácil encontrar un suceso, que podría calzar. Si ahora se anuncian muchas profecías vagas, entonces no es una casualidad que algunas de ellas pueden ser interpretadas como consumadas.


¿Una profecía o un milagro tienen validez como un juicio para la verdad?


En la biblia una profecía que se realizó no vale forzosamente como un criterio para la verdad. Los autores de la biblia, estaban consientes de que no existe un monopolio sobre los milagros o ‘profecías correctas. Por esto ellos mismos han negado el valor probatorio de lops milagros:
“Entonces, si alguno os dijere: Mirad, aquí está el Cristo, o mirad, allí está, no lo creáis. Porque se levantarán falsos Cristos, y falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios, de tal manera que engañarán, si fuere posible, aun a los escogidos.” (Mateo 24, 23-24).


Aquí el autor del texto bíblico debe admitir, que no es posible, en base a “señales y milagros” que aciertan, concluir sobre la verdad de una enunciación. ¿Y este sujeto en que transforma un criterio, para distinguir entre verdadero y falso? ¡Él mismo se pone como barra de medida! Sólo profecías, señales y milagros que concuerdan con sus propios dogmas tiene validez como señales de la verdad. Este esquema se puede ver muchas veces en las Biblia. Es típico. Pero no un argumento para la verdad, sino todo lo contrario un signo seguro de la arbitrariedad, que esta ortodoxia siempre acepta aquello que concuerda con sus dogmas rechazando todo lo que los contradice, aún cuando los argumentos, criterios o señales son cualitativamente idénticos.


Conclusión: Reconocer a una “verdadera” profecía y diferenciar esto de una casualidad, una concordancia confusamente formulada ya es muy difícil. Sorprendente sería, si el mismo círculo de personas podría hacer predicciones muy concretas constantemente y que estas sean verdadero aciertos y que esto ya no sea posible explicarse estadísticamente. Pero algo así no lo logra ninguna religión, sino sólo aquel que tenga un modelo concreto de la realidad. En primera línea entonces la ciencia.


Conclusión


Las religiones no ofrecen una posibilidad efectiva, para distinguir entre verdad y falsedad, por lo tanto son totalmente arbitrarias e inútiles desde todo punto de vista.


Traducido del alemán por A. Gundelach
Fuente: www.atheismus.ch

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