1 de noviembre de 2014
¿Hay razones para la Fe?
¿Hay razones para la
Fe?
¿Si hubiese razones
para esto – todavía lo llamarían “Fe”?
Las dos tácticas de
la convicción: Deshonesto
Ahora
muchos creyentes, pero no todos, están convencidos, que no pueden existir
razones para creer o no creer en Dios. desgraciadamente existen creyentes, que se
atienen a ambas tácticas - primero me quieren
convencer, que sólo puedo no creer en Dios cuando yo pueda demostrar su
inexistencia, a pesar de que nunca he afirmado que no existe un dios, entonces dicen,
que no pueden haber evidencias contra Dios, pero que yo debo probar, que dios
no existe, para justificar mi no creencia, aunque no afirmo que no existe Dios,
sino que no creo en él. Esto produce una gran desconfianza en mi, ahora tengo
se sensación, que algo anda mal con el concepto de fe. Y este profundo
malestar, en el cual se basa mi incredulidad – por el momento. Más adelante
veremos que este malestar está justificado, pero por el momento basta con que
yo lo tenga, y si el creyente siente,
que tiene razón, entonces yo siento, que él está equivocado, que con su
creencia »las cosas no suceden de manera normal«. Y esto me basta como razón
para mi incredulidad.
Pero
también existen creyentes, que afirman tener buenas razones, para creer en Dios.
Esto ya es más sensato. Sin embargo, según mi opinión, en muchas de estas
razones existen en algunos defectos. La primera falla es, cuando se afirma, que
hay razones, para creer en Dios (¿Si estos son tan buenos, cómo se afirma, por
qué entonces no se habla de saber?) pero que no hay razones, para no
creer en Dios.
Dicho
de otra manera, de alguna manera se puede demostrar, que Dios existe (Si Dios existe,
entonces esto sería una muy buena razón, para creer en él – pero entonces no se
hablaría de creer), pero, no habría ninguna posibilidad para demostrar, que
dios no existe.
Naturalmente también se
puede demostrar una no-existencia
Sin
embargo no conozco nada, de lo cual
se podría demostrar, que existe, pero no según los mismos métodos que sólo
entonces se necesita, si no es evidente.
Casi nadie cree que el Sol existe y la Tierra no, y sí es así, entonces esto
nos lleva a una nivel filosófico muy alzado, y entonces si se le cree al que
objeta la existencia del Sol y se aceptan sus argumentos, entonces ya nada es
seguro, fuera de quizás mi existencia. Entonces naturalmente, debo considerar
la existencia de Dios, al cual no puedo percibir tan obviamente, considerar
mucho más insegura que la existencia del Sol.
Los
creyentes en su mayoría aseveran, que no necesitan una prueba de la existencia de
Dios debido a que se sienten muy seguros. Me extraña su seguridad,
porque puedo compartir – ya que no afirmo que estoy
segura que Dios no existe, sino más bien, que estoy seguro, que ni creo en Dios.
Pero si se puede tener esta seguridad,
que es seguro, que dios existe, a pesar de que no hay evidencias ¿por qué entonces
un ateo no puede estar seguro que Dios no existe, aún cuando tampoco tiene
evidencias para esto?
No hay
evidencias = no hay Dios
Para
el creyente esto es un dilema: Si reconocen,
que no necesitan pruebas, porque están seguros, que Dios existe, entonces difícilmente
puede rebatir, que el ateo dice, que no necesita evidencias para la no existencia
de Dios. Si confiesan que se encastan pruebas para Dios, para poder creer en
él, entonces reconocen que su fe no puede ser tan segura, cómo afirman.-
Para
escapar de este dilema, muchos creyentes dicen, que ellos mismas no necesitan pruebas, para estar seguros, pero que necesitarían
estas evidencias, para convencer a los incrédulos de la existencia de Dios. Si por otra parte al
mismo tiempo siguen creyendo, que no se puede demostrar ni refutar la existencia
de Dios, entroncas algo está mal, ya que entonces también sus pruebas – cómo ellos
mismos reconocen – no son plausibles ¿por
qué entonces debería creer en sus evidencias? Si ahora un creyente afirma, que
no se puede comprobar la existencia de Dios – entonces se estaría hablando de
saber y no de fe - esto
es sin duda, que cada evidencia que el creyente me presenta, puedo desechar sin tener que mirarlos más de cerca. ¿Por
qué he de creerle, que no se puede denostar que Dios existe, pero aceptarle sus
pruebas real cual fuesen? ¡Al mismo
tiempo tendría que creerle, que se puede evidenciar que Dios es real, y tendría
que creerle, que no se puede demostrar esto! Y esto simplemente no lo puedo
hacer. Me es imposible creer algo que se contradice tan fundamentalmente. Y de alguna
manera, esto aumenta mi desconfianza contra el concepto de la fe. Tengo la sensación
que me están “tomando el pelo” si para la fe tendría, que aceptar, que no
existen evidencias no a favor ni en contra, pero que existen pruebas que los demuestran,
Y en vez de pruebas también se podrían usar »argumentos« o »buenos razones«,
sin que esto cambie en algo.
Pruebas defectuosas
para Dios, evidencias sin defectos contra Dios: No existe un empate
¿Y
si se atiene a aquellos creyentes, que dicen, existen pruebas para Dios, sí, se
le puede evidenciar, por qué entonces, hablan de fe y no de cognición? Si sus
pruebas son buenas y ellos están totalmente convencidos, entonces dirían “Yo sé
que Dios existe”. Pero no lo hacen – y por esto sus pruebas, argumentos o
razones tampoco pueden ser buenos, ni siquiera ellos están totalmente convencidos
- ¿y porque habría que creerles algo de lo cual ellos mismos no están convencido? Si
expongo razones para algo, de los cual estoy convencido, entonces también lo
digo en forma honrada y no espero, que el otro también lo encuentre convincente
– eso sería deshonesto. Pero el creyente espera que yo acepte razones, que para
él no son convincentes – y ahí nuevamente se hace presente mi desconfianza, que
algo anda mal con la fe. Para esto ni siquiera necesito haber visto las pruebas
para Dios, entro en sospecha, que el creyente cree por razones totalmente
diferentes, que no me dice. ¿Por qué no me dice nada sobre las »verdaderas
razones«? O el ,lo podría hacer, pero no lo hace – pero no veo ninguna razón para
ello – o trata de engañarme, pero no creo esto, yo creo, que el creyente está
honestamente convencido, que dios existe – o él mismo realmente no sabe por qué
cree. ¡Y esto lo encuentro interesante!
Debo llegar a la conclusión, que el creyente no sabe, por qué cree, y en su desesperación
trata darme razones por su creencia, de los cuales no está convencido. Él está
seguro que dios existe, pero su comportamiento muestra todo lo contario. ¿Podría
ser que el creyente sólo reprime sus dudas, los cohíbe, los ignora? ¿Qué otra
conclusión habría para esto? ¿No se basa toda la fe, desplazar sus dudas? Pero yo no quiero (aún no) especular
sobre las sensibilidades interiores del creyente. Por el momento simplemente lo
debo aceptar, que su comportamiento es muy contradictorio, y que esto me produce
dolor de cabeza, mi malestar en la fe aumenta – y que por esto no puedo creer.
¿Yo no quiero creer?
Si
un creyente me reconviene, que no quiero
creer, entonces tengo que asentir, si esto es cierto, pero yo no quiero, porque
no puedo. Con la mejor voluntad no puedo creer en Dios. Y por esto soy ateo.
Pero ¿qué pasa con la experiencia de Dios?
●
»La religión realmente a convencido a
personas, que existe un hombre invisible en el cielo, que monitorea cada minuto
del día todo lo que hacen. Y este hombre invisible tiene una lista especial de
diez cosas sobre los cual no quiere que hagan. Y si hacen una de estas diez
cosas tiene un lugar especial, lleno de fuego y humo y tortura y terror, don de
los envía para que sufran y se quemen y que griten y griten, por todos los
tiempos hasta el final de los tiempos. Pero … Él te ama«
Geroge Carlin
Fuente: http://www.atheismus-info.de
Traducido del alemán por A. Gundelach
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