¿Realmente
existe Dios?
Una de las preguntas más básicas
que se puede considerar es la siguiente: “¿Existe Dios?”. Durante el paso de
los siglos, muchos filósofos, científicos y teólogos han considerado esta
pregunta. De hecho, se han ofrecido muchas respuestas. Por ejemplo, el ateo
declara atrevidamente que Dios no existe; el escéptico duda que se pueda probar
la existencia de Dios; y el teísta cree que existe evidencia suficiente y
adecuada para establecer la existencia de Dios. ¿Quién está en lo correcto?
¿Existe un Ser que trasciende el Universo y que es el Creador de todas las
cosas?
R: Nosotros los ateos en general, negamos la
existencia de todo lo sobrenatural. En este mundo, universo, real en que
vivimos no sucede nada por alguna causa que no se natural. Sí ha cosas que aún
no comprendemos no quiere decir, que fue causa de un ser alienígena, o un dios.
Si usted es un cristiano, ahora
mismo puede estar pensando, “Yo sé que Dios existe”. Déjeme preguntarle, ¿cómo
lo sabe? Es decir, ¿cómo pudiera mostrar a alguien que no cree en Dios que Dios
realmente existe? Usted puede decir, “Yo he estudiado mi Biblia; y mi
Biblia dice que Dios existe. Génesis 1 me dice que Dios creó todas las cosas, y
Hebreos 11:6 me dice que para agradarle debo creer que Él existe”. Me alegra
saber que conozca su Biblia. Nosotros consideraremos estos y otros versículos
bíblicos durante este artículo. Pero si alguien no cree en Dios, ¿cómo podrá
creer en un Libro que declara ser la inspiración de un Dios en el que no cree?
Si alguien no cree en Dios, no podrá aceptar la evidencia bíblica—al menos no
la aceptará sin ninguna clase de evidencia adicional.
R: La Biblia no evidencia nada. Sí alguien pretende
demostrar la existencia del dios bíblico mediante la misma biblia, argumenta en
forma circular.
Se ha diseñado este artículo para
presentarle esa evidencia adicional con el fin de fundamentar su creencia en
Dios; esa evidencia que puede presentar a alguien que no le permite abrir las
páginas de la Biblia hasta que no sienta que la existencia de Dios es un factor
probable; esa evidencia que necesita para establecer con firmeza el enunciado:
“Dios existe”. La frase “Dios existe” es una proposición firme. Este enunciado
es verdadero o falso. No hay término medio. Dios no puede existir en un momento
y dejar de existir en el otro. Dios no puede tener una existencia parcial. Dios
tiene una existencia completa, o simplemente, Dios no existe en absoluto. ¿Cuál
es la verdad?
R: Dios o los dioses existen, pero sólo en la
imaginación de las personas que creen en él o en ellos. ¡Esta es la verdad! Los
dioses son seres imaginarios.
Actualmente
algunos rechazan creer en Dios porque no se puede probar Su existencia
empíricamente. Es decir, no se puede hacer ningún experimento físico que pruebe
directamente la existencia de Dios. Nuestros cinco sentidos no pueden discernir
la existencia de Dios. ¿Alguna vez ha visto a Dios? Incluso la Biblia dice que
“[a] Dios nadie le vio jamás” (Juan 1:18; cf. 1 Timoteo 1:17; 6:16). ¿Alguna
vez ha oído a Dios (cf. Juan 5:37)? La Biblia dice que Él nos habla por medio
de las palabras de Su Hijo en las Escrituras (Hebreos 1:1-2). ¿Alguna vez ha
olido a Dios? ¿Cómo huele? Juan 4:24 señala que “Dios es espíritu”. ¿Cómo huele
un espíritu? ¿Alguna vez ha tocado o gustado a Dios? ¿Cómo se siente? ¿Qué
sabor tiene? Es cierto que no se puede probar empíricamente la existencia de
Dios, pero es una equivocación implicar que la prueba empírica es el estándar
final o único para establecer la existencia de algo.
R: Definamos primero que es el empierismo, y pura
esto recurro a la R. A. E.
Empirismo:
1. m. Conocimiento que se origina desde la experiencia.
2. m.
Sistema filosófico basado fundamentalmente en los datos de la experiencia.
Por lo tanto, la afirmación, “la
prueba empírica es el estándar final o único para establecer la existencia de
algo”, es incorrecta.
El resto del párrafo de arriba es irrelevante.
Nadie puede negar que todos
creemos en la existencia de algunos factores que carecen de prueba empírica;
sin embargo, podemos ver sus efectos y llegar a la conclusión correcta
que esos factores existen.
R: Se puede creer en la honorabilidad, en el amor,
en la valentía pero todo esto si tiene la posibilidad de comprobarse
empíricamente.
La gravedad es uno de ellos.
Todos creemos en la existencia de la gravedad. ¿Pero alguna vez ha visto,
olido, gustado, oído o tocado a la gravedad? Entonces, ¿por qué cree en la
gravedad? Respuesta: porque puede ver sus efectos. Si suelta un lapicero, la
gravedad lo atraerá al suelo. Si alguien se sube a la azotea de un edificio de
10 pisos y da un paso fuera de la estructura, la gravedad lo atraerá al
pavimento inferior. Hasta ahora no he conocido a nadie en sus cinco sentidos
que niegue la existencia de la gravedad. Ya que podemos ver sus efectos,
podemos concluir correctamente que la gravedad sí existe.
R: ¿Cuántas veces no hemos leído o escuchado
tonterías como estas?, El aire no se ve pero existe o la electricidad no se ve
pero existe. Ahora es la gravedad, y todo el mundo “cree” que existe.
No hay necesidad de creer en la gravedad, esta existe conocemos sus leyes,
sabemos cómo actúa, sin embargo no sabemos que es.
El caso de la existencia de Dios
es muy similar a la gravedad. No podemos ver, oler, gustar, oír o tocar a Dios,
pero podemos ver Sus efectos y concluir que Él existe.
R: La diferencia es que en el caso de la gravedad
sus efectos son reales y no imaginarios, en caso de “Dios” sólo son supuestos,
sin evidencias
LA LEY DE
LA CAUSA Y EL EFECTO
Las leyes naturales pueden
ayudarnos a establecer la existencia de Dios. Hasta donde la ciencia sabe, las
leyes naturales no tienen excepciones.
R: Las leyes naturales son sucesos que bajo las
mismas condiciones siempre se repiten o actúan de la misma forma. (Ver: Ley naturtal)
Las leyes naturales trabajan día y noche en
beneficio de la humanidad.
R: ¡Qué
estupidez! Las leyes naturales no
trabajan y menos para la humanidad. Esta existen desde que apareció el universo
y van a seguir existiendo cuando la humanidad ya haya desaparecido. Las leyes
funcionan de la misma manera en todo el universo.
El hombre ha estudiado las leyes naturales; y
gracias a la consistencia de estas leyes, el hombre puede crear grandes naves
que viajan miles de kilómetros a la Luna. Gracias a estas leyes, el hombre
puede construir grandes edificios, producir fuego e incluso pronosticar el
cambio de clima.
R: ¿Y?
Una de las leyes más universales
en la naturaleza es la Ley de la Causa y el Efecto. Específicamente, esta ley
declara que “todo efecto material debe tener una causa adecuada que le
anteceda” (Thompson, 2003, p. 4). Tal vez este concepto le parezca un poco
difícil de entender teóricamente, pero es un concepto muy común.
R: ¡No lo puedo creer, que alguien diga semejante
tontería! No existen leyes más o menos universales. No existen leyes naturales
que sólo funcionan en una parte determinada del universo.

Imagine que un día usted y yo
decidimos hacer un viaje a una isla supuestamente desierta. Al llegar a la
playa, usted tropieza con un castillo de arena. ¿Qué pudiera concluir de tal
escenario? Su conclusión lógica sería que esa isla realmente no es una isla
desierta, y que nosotros no somos las únicas personas en ese lugar. ¿Sabe lo que
acaba de hacer? Acaba de aplicar la Ley de la Causa y el Efecto.
R: No, acabo de llegar a una conclusión lógica de
que hubo o hay alguien que lo haya hecho.
Usted sabe que el castillo de arena es un
efecto, i.e., no puede crearse a sí mismo.
R: ¡¿No me diga?!
Ya que el castillo de arena es un efecto,
necesita una causa. ¡Pero espere un momento! ¿Qué tal si yo le digo que su
conclusión es errónea? En el fondo, a nosotros se nos había informado que esa
isla era “desierta”. Por ende, yo concluyo que un grupo de hormigas obreras se
cansó de vivir en un pequeño agujero y decidió construir un castillo. ¿Qué
pensaría de mí? Pensaría que soy un demente. Cada efecto material necesita una
causa, pero no solamente una causa, sino una causa adecuada. Eso es lo
que la Ley de la Causa y el Efecto declara.
R: El castillo de arena no es un efecto, es el
resultado de un acto voluntarioso de una persona.
Adicionalmente, todo efecto
material tiene una causa. No se conocen efectos sin causas. David Hume, filósofo
naturalista del siglo XVIII, reconoció la imposibilidad que un efecto se
origine sin una causa: “Nunca he afirmado la proposición absurda que algo pueda
surgir sin una causa” (Hume, 1932, 1:187). Las causas tampoco ocurren después
del efecto. Cuando ve un relámpago, puede saber que pronto escuchará su trueno.
Pero usted nunca escucha el trueno y después ve el relámpago. La razón es que
la descarga eléctrica que llamamos rayo o relámpago es la causa del trueno o
sonido que oímos. El relámpago es la causa, y el trueno es su efecto. El trueno
no puede explicar su propia existencia (i.e., no tiene la capacidad de
auto-crearse), sino depende de una fuente externa para explicar su existencia.
R: Un relámpago causa el repentino calentamiento del aire que lo rodea, el aire
se expande en en forma de una onda de choque que origina el estruendo ¿Quedó
claro?
Al contemplar el Universo
alrededor nuestro, muchos se han preguntado, “¿Cuál es la causa del Universo?
¿Tiene el Universo realmente una causa? Y si la tiene, ¿cuál sería una causa adecuada para el Universo?”.
R: Aún no conocemos que fue lo que origino al universo, es posible que nunca lo
sepamos, ya que todo sucedió dentro de la que se llama la era de Planck,
también conocida como la era cuántica, que duró desde el segundo 0 hasta 10ˆ-43
segundos. Desde este momento podemos explicar cómo se desarrolló en universo
Existen solamente tres
posibilidades para explicar la existencia del Universo: (1) El Universo es
eterno, i.e., siempre ha existido y siempre existirá. (2) El Universo no es
eterno, sino se creó a sí mismo. (3) El Universo no es eterno, ni se creó a sí
mismo, sino algo (o Alguien) superior lo creó (Thompson, p. 6). Exploremos
estas tres alternativas.
R: Existe una cuarta alternativa, que aún desconocemos.
Aquí se comete una clásica falacia si no es A ni B entonces es “Dios”.
¿Es
Eterno el Universo?
No hace falta decir que la
posición más cómoda para los que no creen en Dios es sugerir que el Universo
siempre estuvo aquí y siempre estará aquí.
R: Hace mucho tiempo que esta posición está
totalmente descartada. Y no tiene nada qye ver con si se es creyente o no.
Sin embargo, los hechos
científicos contradicen rotundamente esta conclusión. Todo científico y persona
informada sabe que el Universo no es eterno. El Universo es un efecto material,
y por ende necesita una causa adecuada para explicar su existencia.
R: Una causa que aún se desconoce.
De hecho, la Segunda Ley de la
Termodinámica, que “es considerada la generalización más poderosa y más fundamental
en cuanto al universo” (Asimov, 1970, p. 6), declara que existe una entropía
creciente en el Universo. En palabras sencillas, el Universo se está
“desgastando” y haciendo más desordenado. La energía está llegando a ser menos
accesible. Usted es testigo diariamente de la acción de la Segunda Ley de la
Termodinámica. El zapato que compra hoy, no servirá en cinco años. La casa que
construye hoy, colapsará en 200 años. Todo efecto material se está desgastando.
R: Queda claro que el autor de este artículo, el
señor Moisés Pineda, no entendió lo que es la entropía. (Ver: Entropía)
Robert Jastrow, un científico
estadounidense, ha declarado:
Como resultado de los descubrimientos más recientes, podemos decir con un grado
considerable de confianza que el mundo no ha existido por siempre... El declive
persistente que los astrónomos pronostican para el final del mundo difiere de
las condiciones explosivas que han calculado para su nacimiento, pero el
impacto es el mismo; la ciencia moderna niega la existencia eterna del
Universo, bien en el pasado o en el futuro (1977, pp. 19,30, énfasis
añadido).
Ya que el Universo experimenta un
avance constante hacia un estado de desorden irreversible, entonces podemos
declarar fuera de toda duda que, en un punto en el pasado, el Universo debió
haber tenido un comienzo.
R: Nadie en la actualidad niega esto
¿Se Creó
el Universo a Sí Mismo?
Lo cierto es, como George Davis,
un físico prominente, declaró, “Ninguna cosa material puede crearse a sí misma”
(1958, p. 71). El Universo es un efecto material; y como ya habíamos visto
antes, todo efecto material necesita una causa adecuada. Un efecto no puede
generar su propia existencia, sino necesita una causa externa. El Dr. Robert
Sproul explicó:
Para que algo se cree a sí mismo
debe tener el poder de existir dentro de sí mismo. Al menos debe tener
suficiente poder causal para causar su propia existencia. Si deriva su existencia
de alguna otra fuente, entonces claramente no sería auto-existente ni
auto-creado. Sencillamente, y simplemente, sería un efecto (Sproul, 1994, pp.
179-180).
Sproul también declaró que
“[t]odo efecto debe tener una causa. Eso es cierto por definición…
Es imposible que algo se auto-cree. El concepto de auto-creación es una
contradicción de términos, un enunciado ridículo” (1992, p. 37, énfasis en
original).
Entonces, es lógico concluir que
el Universo no se pudo crear a sí mismo de la nada. La nada no tiene poder
creativo. Usted puede hacer miles de experimentos con la nada y al final
tendrá…nada. Si algo existe hoy, algo debió existir siempre. Si el Universo
existe hoy (y nadie puede negar este hecho), entonces algo, o Alguien, debió
existir siempre.
R: Referente a esto sólo existen especulaciones.
Si algo pudiese salir de la nada, entonces la nada ya sería algo. a pesar de
haberlo mencionado repetidas veces, lo hago aquí de nuevo: Nada es un concepto
abstracto y olo abstracto no tienen consistencia propia, luego la nada no
existe como tal, es sólo un concepto
¿Fue
Creado el Universo?
Podemos estar seguros de algo: el
Universo tuvo una causa ya que es un efecto. ¿Pero qué clase de causa es
adecuada para explicar la existencia del Universo? Consideremos otra vez la Ley
de la Causa y el Efecto. Esta ley declara que “todo efecto material debe tener
una causa adecuada que le anteceda”. Entonces, la causa del Universo debe ser:
(1) superior al mismo Universo; (2) anterior al mismo Universo, i.e., debe ser una
primera causa, eterna y sin causa; y (3) de una naturaleza diferente, i.e., no
debe ser material, ya que lo material no tiene la capacidad de crear y no puede
explicar su propia existencia (Thompson, 2003, p. 42).
R: La materia si se puede generar por si misma.
Cuando las partículas subatómicas pudieron moverse libremente unos 380 000 años
después del Big-bang, se formaron los primeros átomos simples, a ser, el
Hidrógeno, el Helio y trazas de Litio. Las primeras estrellas se encendieron
unos 200 a 300 millones de años después del Big-bang y sus vidas fueron cortas,
en relación a las actuales, después de otros 200 a 300 millones de años. Estas
comenzaron a explotar en forma de hipernovas y debido a las altísimas
temperaturas los átomos de Hidrógeno y Helio se fusionaron formando nuevos
elementos, en otras palabras, nueva materia (Ver Aquí).
¿Cuál es la causa del Universo?
¿Qué tipo de causa pudiera llenar los tres requisitos presentados
anteriormente? La respuesta de muchos que no creen en el concepto de Dios es el
Big Bang. Ellos creen que del espacio vacío y de la nada, algo explotó y dio
origen al Universo. ¿Pero alguna vez ha visto que la nada explote? ¿Alguna vez
ha llenado una botella de nada, la ha agitado y de repente ha explotado? En
realidad, la nada no tiene la capacidad de explotar. La aparición del Universo
de la nada crea un gran problema para los que no creen en Dios. Por eso algunos
han sugerido en cambio que “toda la materia y energía del Universo estaba
concentrada en una zona extraordinariamente pequeña del espacio, y explotó”
(“Origen y Evolución…”, 2005). Un libro de texto de ciencia declara lo
siguiente:
18 a 20 billones de años atrás
toda la materia en el universo estaba concentrada en una región muy densa y
térmica que puede haber sido mucho más pequeña que un punto en esta página. Por
alguna razón, esta región explotó. A esta explosión la llamamos el Big Bang
(Hurd, 1992, p. 61).
R: Aquí se cio meten varios errores. La nada, cómo
ya lo expliqué n o existe. Y entre los ignorantes en materias científicas, es
muy común confundir vacío con nada. Una botella puede tener un cierto grado de
vacío, ausencia de aire.
Lo que algunos científicos sugieren es, que hubo una repentina inflación
exponencial de algo que llaman
singularidad y que también existirían dentro de los hoyos negros. Esto sería un
estado cuántico.
A partir de una presión y temperatura determinada, la materia y los átomos no
pueden existir, cómo sucede con las estrellas de neutrones.
Algunos quieren solucionar el
problema naturalista de la existencia del Universo al minimizar el problema.
Ellos insisten que toda la materia y energía del Universo estaba concentrada en
una región que posiblemente era más pequeña que un punto al final de una
oración. Pero incluso si ignoráramos toda la evidencia presentada hasta este
momento y aceptáramos esta idea, todavía hubiera un problema. Los puntos al
final de las oraciones no aparecen por sí mismos. ¿Alguna vez ha escrito la
oración, “José camina en el parque”, y de pronto ha aparecido un punto al final
de esa oración sin que lo haya escrito? ¡Imposible! Si incluso aceptáramos la
noción irracional que el Universo se creó de una masa de materia tan diminuta
como un punto, todavía necesitaríamos explicar de dónde salió ese punto. La
materia no es eterna; sin importar cuán pequeña sea; necesita una causa para su
existencia. La Ley de la Causa y el Efecto también declara que la causa debe
ser adecuada. Un punto diminuto de masa no es una causa adecuada para
nuestro inmenso Universo. Una explosión no puede causar el orden y la
complejidad que vemos en el Universo. Entonces, ¿cuál es la causa real
del Universo?
R: ¡No se conoce la causa real del origen del
universo!
La Biblia presenta la Causa real
del Universo en el primer versículo de sus páginas: “En el principio creó Dios
los cielos y la tierra”. Como habíamos visto antes, la Ley de la Causa y el
Efecto requiere que la Causa del Universo sea:
1. Superior al mismo Universo. Al hablar de Dios, la Biblia anuncia:
“He aquí que los cielos, los cielos de los cielos, no te pueden contener” (1
Reyes 8:27; cf. 2 Crónicas 2:6; 6:18). Primera Crónicas 29:11 declara: “Tuya
es, oh Jehová, la magnificencia y el poder, la gloria, la victoria y el honor;
porque todas las cosas que están en los cielos y en la tierra son tuyas. Tuyo,
oh Jehová, es el reino, y tú eres excelso sobre todos”. Si se puede concebir
lógicamente un Ser que sea superior a la grandeza del mismo Universo,
ciertamente ese Ser solamente puede ser el que la Biblia describe como Dios.
2. Anterior al mismo Universo. El salmista escribió: “Antes que
naciesen los montes y formases la tierra y el mundo, desde el siglo y hasta el
siglo, tú eres Dios” (Salmos 90:2). Isaías preguntó: “¿No has sabido, no has
oído que el Dios eterno es Jehová, el cual creó los confines de la tierra? No
desfallece, ni se fatiga con cansancio, y su entendimiento no hay quien lo
alcance” (40:28). Por definición, Dios es eterno. Él existía en la eternidad
cuando el Universo todavía no había “nacido”. Él es la única Causa que tiene
una existencia anterior al Universo.
3. De una naturaleza diferente. Ya que la materia no se puede
crear a sí misma, su causa debe ser de una naturaleza diferente. Juan 4:24
declara que “Dios es espíritu”. Dios posee los atributos que la materia no
tiene. Él es omnipotente (Génesis 17:1), omnisciente (Salmos 139:1-6) y
omnipresente (Salmos 139:7-12). Ya que Dios no es un efecto material, entonces no
necesita una causa para explicar Su propia existencia. Él es la única Causa
pura, principal y absoluta. Él es la Causa de toda causa secundaria y de todo
efecto material.
R: Lo que realmente aparece en la biblia son
afirmaciones tras afirmaciones, sin base alguna y que no pueden ser
corroborados por otros escritos. Por lo tanto este texto es totalmente
irrelevante.
CONCLUSIÓN
La Ley de la Causa y el Efecto
cumple un rol principal en demostrar la existencia de Dios. “Dice el necio en
su corazón: No hay Dios” (Salmos 14:1). Por otra parte, los seres humanos
racionales pueden levantar su mirada al cielo y entender que debe existir una
Causa adecuada para este grandioso Universo. El salmista hizo esta observación
y declaró: “Los cielos cuentan la gloria de Dios, y el firmamento anuncia la
obra de sus manos” (Salmos 19:1).
Es mi oración que este artículo
le ayude a establecer su creencia en Dios, o recuperar su creencia en Dios, o
afirmar su creencia en Dios. El escritor de Hebreos fue claro cuando dijo que
para agradar a Dios es necesario creer que Él existe, y que es galardonador de
los que le buscan (11:6). Pablo dijo que cuando el Señor regrese, dará
“retribución a los que no conocieron a Dios, ni obedecen al evangelio” (2
Tesalonicenses 1:8).
R: La clásica amenaza de los cristianos contra los
distintos pensantes. Falacia ad baculum
¡Abramos nuestros corazones para
conocer a Dios y obedecer al Evangelio!
R: ¡Abramos mejor nuestras mentes a los
conocimientos científicos y dejemos de lado a las supersticiones religiosas!
Fuente: http://www.enfoquebiblico.org
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