11 de octubre de 2011

La Creación – una ironía

La Creación – una ironía

Estaba aburrido y me encontraba sólo acompañado por mi hijo que soy yo mismo, y con el espíritu santo, que también soy yo mismo. O sea, estaba en compañía de mis otros “yo mismos”. Estaba aburrido de escuchar siempre los mismos chistes. Me pregunté qué hacer para que la eternidad sea algo más entretenida. Soy omnipotente, omnisciente, todopoderoso. No soy todopoderoso ya que hay algunas cosas que no puedo hacer, por ejemplo, mentir y crear algo que después no puedo destruir. Mi omnipotencia es hasta ahí no más cierta. Pero no importa, a pesar de esto puedo hacer muchas cosas que otros no pueden hacer. Perdón, ¿dije otros? Si yo estaba sólo con mis otros dos mis mismos.

Pensé durante siglos que puedo hacer, y un buen día se me ocurrió una idea fantástica: Voy a crear a unos seres que se me parecen en algo. Pero esto no sería una tarea tan fácil, Había que planificar todo muy cuidadosamente, y me puse a diseñar.
Hasta aquí todo iba bien, pero tenía que encontrar o diseñar un lugar donde estos miserables seres podían existir ¿Dónde los ubico? ¿Aquí en el cielo? Claro que no. Aún no había creado el cielo.
Mis primeras ideas de un cielo, que los científicos después llamaron universo

Había que crear algo, y se me ocurrió, mejor dicho, los tres mis mismos se nos vino a la mente de crear un planeta, me resultó fácil, ya lo dice un libro que fue escrito posteriormente, y allí dice: “En el principio creó Dios (o sea, yo) los cielos y la tierra. “ – esto ya hace tanto tiempo, unos 10 mil años, que ya no recuerdo muy bien como lo hice, pero lo hice, eso si lo recuerdo, la prueba está ahí

Me quedó muy bonita,– había que ordenar este lugar llamado Tierra. Era un desorden total – ya lo dije no soy perfecto. Además estaba todo totalmente oscuro, era lógico que en una oscuridad total no se pueda crear algo perfecto
Faltó Luz. Me salió fácil, simplemente con decir sea la luz y fue la luz. ¡Facilito! Después unas persona que se dicen ser científicos, me criticaron como pudo haber luz si las fuentes aún o existían.
¡Que se tiene que meter estos jetones en mi creación! ¡Que hagan la suya, a ver si son capaces, hum!
Pero me dí cuenta que el lugar, que tenía dispuesto para mis criaturas, aún no estaba en condiciones para que sea habitada por ellos. Volví a mi escritorio de diseño y a mi laboratorio donde hacía realidad mis diseños




Perdón, este no es mi laboratorio es el del Dr. Frankenstein
Este es mi laboratorio

Empecé a pensar como se podía mejorar este planeta, y se nos ocurrió la idea de ponerle plantas, vegetales. pastos, arbustos,árboles, flores etc, y me gustó como quedó. Pero algo faltaba, a quién le iban a servir las plantas, unos seres que podían gozar de todo esto, y creé todo tipo de animales.


Seguí con mis diseños.
Ya habían pasado tres dias, no se si eran de 24 horas o de miles de años, aún no teníamos relojes ni calendarios. Pero esto en el fondo para mi no es muy importante. Me acorde lo que me dirán alguna vez los científicos.





Y se me iluminó la ampolleta o bombillo eléctrico














Pero en vez de poner una ampolleta. Puse una lumbrera para que iluminara el día y otra para la noche















Y otra algo mas debil para que ilumine la noche

























Y las estrellas


Los tres mis mismos, dijimos hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza. Y me puse a diseñar al hombre, para que después no digan que evolucionó del mono.


















Mi primer diseño, pero siguieron otros más











Como ya lo dije arriba yo no soy perfecto y algunos hombres salieron bastante feos

Me dicen que se llama Ratzinger y es de nacionalidad alemán, pero no estoy muy seguro.










El primer hombre me salió bastante bien, le puse como nombre Adán. Miguel Ángel lo pintó bastante bien, pero ese viejo no soy yo, más se parece al abuelo de Miguel Ángel















En realidad Adán era bastante más feo, se parecía mucho más a un simio
Y lo puse en el jardín del Edén. Pero el pobre se sentía tan solo, y le diseñé una hembra, le quité una costilla a Adán y al igual que la película “Y dios creó a la Mujer” con Brigitte Bardot, hice a Eva, y ahí las embarré. No tenía idea de cómo se comportaban las mujeres, viví una eternidad sin ellas. Tampoco mi hijo y el Espíritu Santo, mis otros dos yo, no sabían nada respecto sobre las mujeres. Al crear y diseñar el jardín del Edén, se me había ocurrido plantar en el centro el más hermoso de los árboles con las más ricas frutas, no recuerdo, pero parece que eran manzanas, hace tanto tiempo que no recuerdo bien; uno también se pon e viejo y con tatos problemas en la tierra, buen así es la vida.
Respecto a ese árbol, en mi inocencia con respecto a las mujeres, les dije a los dos que no coman, sino iban a morir. Ahí aprendí, basta con prohibir algo y el hombre se tiente hacerlo, debí haber previsto esto. Ahora es muy tarde, no para mí, para los descendientes de Adán y Eva. Pero les di una chance cuando apareció el cristianismo. Le echaron la culpa a mi hijo, o sea, a mi segundo yo, de la aparición de esta institucióin.
Aquí se metieron los humanos en el asunto, y hay algunos frescolines que dicen ser mis representantes, como este tipo. ¡Qué patudez!
Como Adán y Eva no me obedecieron, la culpable de todo este desastre fue una serpiente, no tengo idea de donde salió y como aprendió a hablar. Los voté a los tres del jardín del Edén. No los envié al infierno, aún no existía, recién los católicos lo inventaron.
Dejemos hasta aquí la historia de estos dos personajes.
Regresé a mi laboratorio y a mi estudio de planificación. Aún quedaban muchas cosas por hacer. La diversión recién estaba por comenzar. Ya había diseñado y creado a seres bastante grandes, como por ejemplo los elefantes. Me preguntaba ¿por qué no diseñar seres microscópicos. ¿Microscópicos, que significa esto?, ya sé, algo muy pequeño. Alñ crear los otros seres tuve que diseñar las células. Me dije que sucedería si diseño un ser viviente del tamaño de una célula, en realidad ya lo había hecho anteriormente. Ayer, mañana, hoy, para mi es lo mismo, ya que existo fuera del tiempo. Y comencé con el diseño. Aquí se me complicó un poco el asunto. En el macro mundo lo seres se movían con piernas, alas, aletas etc. Aquí en el micro mundo tenía que diseñar un sistema totalmente nuevo. Se me vino a la mente que podría ser algo parecido a una cola, y la mejor idea que tuve fue un flagelo, y este fue mi diseño:
Para esto tuve que construir un micro motor a base de proteínas. Fui a mi laboratorio, uy con diversos aminoácidos logré fabricar las proteínas necesarias para ese motor. Hubo que construirlo de una sola vez. Un sistema con una complejidad irreducible como diría posteriormente Michael Behe, un destacado biólogo estadounidense. Ya tiene un lugar reservado en el cielo.
Este éxito me estimuló, y comencé a diseñar bacterias, bacilos, etc. a montones, también diseñé muchos virus. Me criticaron mucho por haber cresado estos minúsculos seres, que yo no era bueno, que era un dios malévolo, hasta de energúmeno me trataron. ¿Pero qué derecho tienen estos miserables seres, para objetar mis decisiones? Y menos aún esos miserables ateos que dicen que no existo.
















Me cago en estos miserables

Abrecht Gundelach Octubre 2011

4 comentarios:

netvia dijo...

Me entretuve leyendo el articulo...está bueno
un abrazo..

Alexánder dijo...

Cielos espirituales. Las mismas palabras del lenguaje original que se utilizan para referirse a los cielos físicos se aplican también a los cielos espirituales. Como se ha visto, Jehová Dios no reside en los cielos físicos, pues es un Espíritu, pero como es “Alto y Excelso” y reside en “la altura” (Isa 57:15), es apropiado el uso de esta palabra hebrea, cuyo sentido básico es “elevado” o “encumbrado”, para designar la “excelsa morada de santidad y hermosura” de Dios. (Isa 63:15; Sl 33:13, 14; 115:3.) Como el Hacedor de los cielos físicos (Gé 14:19; Sl 33:6), Jehová es también su Dueño (Sl 115:15, 16), y puede hacer cualquier cosa en ellos, incluso actos milagrosos. (Sl 135:6.)

Por todo esto, en muchos textos la palabra “cielos” representa a Dios mismo y su posición soberana. Su trono está en los cielos, es decir, en la región de los espíritus bajo su dominio. (Sl 103:19-21; 2Cr 20:6; Mt 23:22; Hch 7:49.) Desde su posición suprema o última, Jehová ‘mira desde’ encima de los cielos y la Tierra físicos (Sl 14:2; 102:19; 113:6), y desde esa posición encumbrada también habla, satisface peticiones y pronuncia juicio. (1Re 8:49; Sl 2:4-6; 76:8; Mt 3:17.) Por consiguiente, leemos que Ezequías e Isaías “siguieron orando [...] y clamando a los cielos por socorro” ante una grave amenaza. (2Cr 32:20; compárese con 2Cr 30:27.) Jesús también usó los cielos como representación de Dios cuando preguntó a los líderes religiosos si el bautismo de Juan era “del cielo, o de los hombres” (Mt 21:25; compárese con Jn 3:27); y el hijo pródigo confesó haber pecado “contra el cielo” y contra su propio padre. (Lu 15:18, 21.) Por lo tanto, la expresión “el reino de los cielos” no significa solo que tiene su sede en los cielos espirituales y que domina desde allí, sino también que es “el reino de Dios”. (Da 2:44; Mt 4:17; 21:43; 2Ti 4:18.)
Además, fue también debido a su posición celestial por lo que tanto hombres como ángeles levantaron las manos o el rostro hacia los cielos al invocar a Dios para que actuase (Éx 9:22, 23; 10:21, 22), al prestar juramento (Da 12:7) y al orar (1Re 8:22, 23; Lam 3:41; Mt 14:19; Jn 17:1). En Deuteronomio 32:40 Jehová dice que ‘alza al cielo su mano en juramento’. El texto de Hebreos 6:13 permite deducir que esas palabras significan que Jehová jura por sí mismo. (Compárese con Isa 45:23.)

Alexánder dijo...

Al dogma de la Trinidad se le ha llamado “la doctrina central de la religión cristiana”. Si eso fuera verdad, ¿por qué no reveló Jesús esta enseñanza cuando estuvo en la Tierra? Sus discípulos, que eran israelitas, creían que Jehová era uno solo, singular. Hasta el día de hoy los judíos recitan Deuteronomio 6:4: “Escucha, oh Israel: Jehová nuestro Dios es un solo Jehová”. En ningún lugar sugieren las Escrituras Hebreas que el Ser Supremo esté dividido en tres personas. Bien pudiera uno preguntarse: ‘Si esta enseñanza fuera verdadera, ¿por qué no llegó a ser dogma esta “doctrina central” sino hasta el cuarto siglo, en medio de una enconada polémica que causó extensa confusión?’.

Algunos pudieran alegar: ‘Pero Jesús sí dijo: “Yo y el Padre somos uno”’. (Juan 10:30.) Es cierto. Pero ¿en qué sentido son uno? Jesús mismo aclaró esto después, al decir en oración: “Padre santo, vigílalos [a sus discípulos] [...] para que ellos sean uno así como nosotros somos uno”. (Juan 17:11, 22.) Por eso, la unidad del Padre y el Hijo es igual a la unidad que existe entre los verdaderos seguidores de Cristo: una armonía de propósito y cooperación.

Albrecht Gundelach dijo...

ironía s. f.
1 Modo de expresión o figura retórica que consiste en decir lo contrario de lo que se quiere dar a entender, empleando un tono, una gesticulación o unas palabras que insinúan la interpretación que debe hacerse.
2 Tono burlón que se utiliza en este modo de expresión.
3 Situación o hecho inesperado, opuesto o muy diferente al que se esperaba y que parece una broma pesada: las ironías de la vida.
Diccionario Manual de la Lengua Española Vox. © 2007 Larousse Editorial, S.L.

A mi artículo también se le podría considerar como una chanza