Cuando yo como creyente cito a una autoridad, entonces tú tienes que aceptarlo. Puesto que las autoridades, que tienen la misma opinión que yo, siempre tienen la razón. Tus autoridades son ateístas y a estos no los puedes traer al tapete. Porque a mí no me gusta, por esto.
4 de junio de 2015
Artimañas teológicas – Tercera parte
Artimañas teológicas – Tercera parte
Cuando yo como creyente cito a una autoridad, entonces tú tienes que aceptarlo. Puesto que las autoridades, que tienen la misma opinión que yo, siempre tienen la razón. Tus autoridades son ateístas y a estos no los puedes traer al tapete. Porque a mí no me gusta, por esto.
Las
diez prohibiciones, que los creyentes les imponen a los ateos en un debate.
Estos son los siguientes:
No tendrás una lógica
junta a mi lógica que demando
Puesto
si tú vienes con (tu) lógica, entonces tratas de imponerme, en una discusión,
algo que aborrezco. ¡Y esto es intolerante, fundamentalista y no se hace!
¿Por
qué? ¡Porque! ¡Yo podría perder una discusión, y me hará sentirme mal!
La
lógica es la base de un debate civilizado. La alternativa a ello es convencer a
otras personas a la fuerza, o con humor (ver prohibición 6). Naturalmente el
creyente también usa la lógica – en cuanto le sirve para sus propósitos, de otra
manera la anula, cuando le plazca.
2. No le darás un mal
uso en tus argumentos a lo que yo digo sobre Dios
Todo
lo que se diga sobre Dios no lo debes rasgar en pedazos en tus argumentos, Si
en la confesión dice fe se menciona dos veces, que Dios es omnipotente, entonces esto no vale, si yo digo que no vale.
3. Debes considerar como
sagrado, todo lo que yo considero sagrado
Puesto
que todo lo diferente es intolerante. Un creyente apenas declara algo como “sagrado”
ya aparece la crítica (o el humor) ,lo que está prohibido, con esto se puede evitar
la crítica a voluntad – a la inversa, un ateo naturalmente no tiene este
derecho, esto es lógico ¿o?
4. Has de honrar a
mis autoridades
Cuando yo como creyente cito a una autoridad, entonces tú tienes que aceptarlo. Puesto que las autoridades, que tienen la misma opinión que yo, siempre tienen la razón. Tus autoridades son ateístas y a estos no los puedes traer al tapete. Porque a mí no me gusta, por esto.
5. No destruirás mis
argumentos (contra argumentar)
Exponer
contra argumentos es una forma de intolerancia. Además quedaré como tonto, si
no puedo contestar inteligentemente, y tú no tienes el derecho de hacerme pasar
por estúpido, sin importar lo que yo diga. Porque entonces me sentiré muy
ofendido.
6. No vomitarás, usando
humo
El
humor no va. Esto es una táctica desleal. ¿Por qué? Porque no tengo nada que
oponer. Pero como creyente puedo burlarme del ateísmo todas las veces que
quiero, a penas se me ocurre algo ingeniosos una semana después.
7. No me robarás la lógica,
puesto que esta la creó Dios
Esto
es algo que a los “presuposicionalistas” usan muy a menudo. De hecho un omnisapiente
no puede crear algo nuevo, ya que conoce todo – pero cáspita, aquí alguien usa la lógica contra Dios, y esto no va, puesto dios
está por encima de la lógica.
8. No dirás falso testimonio
contra mi próximo argumento
Un
ateo debe demostrar todo, aun cuando, un creyente no acepta las evidencias
contra lo que dice. Para un creyente, sin embargo es suficiente afirmar algo, y
es indebido pedir “pruebas”. Ya que un ateo no tiene evidencias, para aquello
que dice (en todo caso ninguna que un creyente acepta), automáticamente está
mal y también sólo cree. ¡Él no puede validar sus propias evidencias, si yo no
lo puedo hacer!
Un
ateo debería tener pruebas para aquello que dice, pero como yo digo, que no las
tiene. jaque mate.
9. No desearás, tener
la razón
Ni
siquiera pienses, decir algo fundamentado contra mis convicciones. Puesto que esto
no es más que ateísmo misionario.
10 No te has de
rebelar contra falsas acusaciones, comparaciones hitlerianas, imputaciones, y
otras cosas que se me pueden ocurrir
“Hitler
fue ateo” – “Los ateos creen en el azar” – “Los ateos no tienen moral” – Los ateos
no tienen in sentido para la vida” – “Los ateos también sólo creen” – “El ateísmo
también es sólo una religión” – Contra todas estas afirmaciones verdaderas no
se debería decir nada.
Pero
dejémos las de bromas de lado – no todos los cristianos son así. Sin
embargo, en discusiones con cristianos
uno se encontrará con algunas de estas “prohibiciones”. Así por ejemplo, es un “argumento”
cuando un creyente expresa su estado subjetivo diciendo “yo he experimentado a
Dios”. Si el ateo, por su lado, alude a su subjetividad, por ejemplo, “yo no veo
a ningún dios”, entonces está ciego, rechaza a Dios e incluso lo odia.
La
clásica lógica en las discusiones se originó, que se acatan ciertas reglas de
discusión, manos de las cuales un debate
resulta fructuoso, y termina en una escaramuza, si no se hace. La lógica es una
instrucción para cambiar su opinión, en base a nuevas informaciones y argumentos.
¡Que Dios impide que esto le suceda a un creyente!
La
lógica es una cuestión de lealtad en una discusión: Estas, reglas establecidas
con el correr de los siglos han de ser válidas para todos. Nadie jugaría un
partido de fútbol contra un equipo que
se reserva el derecho de cambiar las reglas según la ocasión. Pero esto es lo que
algunos creyentes esperan de nosotros ateos, que nosotros aceptemos esto donde
ellos. Naturalmente nunca se les ocurriría, aplicar esto en sentido contrario,
puesto que entonces el ateo simplemente es ilógico.
Disuadir
a otros que abandonen una convicción, es una actividad natural de la misión, para
los cristianos, pero si el ateísta intenta lo mismo, es un misionar
intolerante. De hecho no conozco ningún argumento contra este, por qué no han
de misionar también los ateos – si alguien tiene un argumento, me gustaría
conocerlo. Por lo demás se dice, que la paga ha de ser equiparada.
Traducido
del alemán, por A. Gundelach con la gentil autorización de Volker Dittmar
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