7 de abril de 2014

¿Cómo entró el mal al mundo?



¿Cómo entró el mal al mundo? 

Según la creencia cristiana Dios  no creó el mal, sino este entró al mundo por causa del pecado del hombre. Entonces el mal ya debió existir de antes, ¿entonces quién lo creó? Según la doctrina de los cristianos tampoco habría sido Satanás. El mal se debió haber formado entonces por sí mismo, fuera del mundo. En la religión cristiana no se explica cómo se originó el mal, sólo se dice que entró al mundo por el pecado del hombre, luego el hombre fue la llave  que abrió la puerta para que el mal entre. Para el  cristianismo el mal es similar al pecado. ¿Pero qué entiende el cristianismo por pecado? Desobediencias al dios o a las leyes del dios en el cual creen los cristianos. Y según el cristianismo los primeros que pecaron habrían sida Adán y Eva. 

En base a esto los cristianos armaron toda una teología llena de dogmas absurdos y contradictorios.

La desobediencia de estos dos personajes, según la teología cristiana fue tan grave, que Dios para perdonar esta ofensa habría sacrificado a su hijo. Y con este sacrificio de sangre estaría lavado o quitado todo pecado del mundo. 

Pero resulta que para que ese sacrificio del hijo de Dios realmente sea efectivo, el ser humano debe ser bautizado, ceremonia con la cual se quita el pecado original hereditario. Aquí cabe preguntarse, ¿acaso ese pecado ya no fue quitado del mundo por el sacrificio de Jesús? O el sacrificio de Jesús no dio el resultado esperado, entonces la muerte de Jesús habría sido en vano, o el bautismo está demás. 

Pero luego aparece un nuevo problema. La iglesia católica, adaptándose a los nuevos conocimientos científicos, reconoce como un hecho la evolución biológica, Adán y Eva ya no son más que un símbolo, y por lo tanto el pecado originario no se pudo haber efectuado – pero debe seguir existiendo ya que es un dogma de la iglesia – y un dogma, que es una enseñanza de Dios, no se puede borrar o eliminar o anular. Sigue existiendo el dogma del pecado original, pero como Adán y Eva ya no fueron personas reales, nos encontramos con una paradoja. ¿Y si no hubo un pecado original, entonces de que nos habría salvado la muerte de Jesús, y cuál es entonces el significado del bautismo? Y con esto aparece la pregunta original ¿Cómo entró el pecado al mundo?

Dios cómo omnisciente al crear a Adán y Eva y ponerlos en el jardín del Edén, y prohibirles que comen del fruto del conocimiento del bien y del mal, es evidente que debe haberlo sabido antes de que esto suceda. ¿A sabiendas lo que estos dos personajes iban a hacer, por qué puso ese árbol frente a ellos?  Claro no sin advertirles que si lo hacen van a morir. Y una vez que Adán u Eva se comieron la fruta, se culpa a una serpiente parlanchina y más encima la tilden de mentirosa por decir que no va a morir. Ambos recién murieron a los 900 años. ¿Quién mintió?

Ahora cabe preguntarse, si Dios puso ese árbol del conocimiento del bien y del mal ahí y no quería que nadie tuviera ese conocimiento, ¿por qué lo hiso? ¿Por qué no quería que ese conocimiento le llagara a los seres humanos? ¿Por qué Dios consideró esto como un crimen imperecedero? 

Luego ese mismo Dios, después de eliminar a todo lo creado a excepción de ocho personas y unos cuantos animales – las plantas no fueron consideradas, y deben haber desaparecidas todas, y sin embargo una paloma trae una rama de un olivo ¿de dónde salió ese árbol? 

Ese mismo dios, que causó todos estos desastres, se convierte en su propio hijo, se hace matar para redimir a los hombres del pecado original que él mismo creó, habiendo culpando a los hombres de aquello. Y ahora les da una oportunidad para salvarse del infierno, también creado por él. ¡La inmoralidad de todo esto es inconmensurable!
Y las iglesias cristianas, incluyendo la católico, ofrecen el salvavidas para esto, en forma del bautismo, a pesar de que según sus propias doctrinas “Jesús”, el propio dios que se transformó en él, con su supuesto sacrificio ya habría lavado a los hombres por sus pecados. Transformando esto en un suculento negocio.   

Osolini

5 comentarios:

Alexánder dijo...

Dios no creó robots, sino criaturas con libre albedrío, es decir, con la capacidad de tomar decisiones por su cuenta. Así pues, un ser inteligente y perfecto puede elegir entre hacer lo bueno o hacer lo malo. Y claro, las buenas acciones solo tienen mérito cuando quien las hace —sea un ser humano o un ser espiritual— tiene la libertad para decidir cómo actuar.

Dios no puede conceder libre albedrío a sus criaturas y al mismo tiempo impedirles hacer lo que está mal si lo desean. Por tanto, un ser perfecto puede elegir hacer lo malo, como ocurrió con Satanás, el Diablo, de quien Jesús dijo que “no permaneció firme en la verdad” (Juan 8:44). Estas palabras indican que el ser que se convirtió en el Diablo era al principio un espíritu perfecto, que en un tiempo “permaneció firme en la verdad”. Ahora bien, ¿por qué Jehová les dio a sus criaturas libertad de decisión? Porque las ama y confía en ellas

Albrecht Gundelach dijo...

Ver "¿Existe la maldad? bajo FILOSOFÍA, en este blog

Albrecht Gundelach dijo...

Alexander se equivoca al decir; “Dios” no creó robots, sino criaturas con libre albedrío, es decir, con la capacidad de tomar decisiones por su cuenta”, ¿Pero cómo iban a saber lo que era bueno o malo sin haber "comido el fruto de la ciencia del bien y del mal"? No tenían opción de elección, en otras palabras aún no disponían del famoso libre albedrío.

Alexánder dijo...

Es evidente que el árbol del conocimiento de lo bueno y lo malo simbolizó la prerrogativa divina que se reserva el Creador del hombre de designar lo que es “bueno” y lo que es “malo” para sus criaturas, y luego requerir que se practique lo que se ha declarado bueno y se evite lo que se ha pronunciado malo a fin de permanecer aprobado por Dios, el Gobernante Soberano.

Tanto la prohibición como la sentencia que se pronunció sobre la pareja desobediente ponen de relieve el hecho de que fue el acto de desobediencia de comer el fruto prohibido lo que constituyó el pecado original. (Gé 3:3.)

Albrecht Gundelach dijo...

Alexander, no me voy a referir mayormente a este comentario, que lo encuentro absurdo, ya que en varios artículos en este blog me he referido a este asunto.