30 de noviembre de 2014

Dios es la mejor explicación




Dios es la mejor explicación
Publicado: 15 diciembre, 2013 en Pensamiento
 
De común se niega la existencia de Dios alegándose que no puede corroborarse mediante los sentidos.
R: Esta apreciación es hasta ahí no más cierta. Existen muchas otras razones más por las cuales decimos que un dios no puede existir. Entre ellas, para explicarnos la naturaleza no necesitamos recurrir a seres sobrenaturales; hasta ahora nadie ha podido demostrar la existencia del dios en al cual ha creído alguna vez o cree.

Sin embargo, Dios no deja nunca de estar presente en la reflexión filosófica de mayor talla y rigurosidad. Sin la necesidad de apelar a la revelación, la argumentación filosófica trata de demostrar la existencia de Dios, como los argumentos cosmológicos, teleológicos, morales y ontológicos.
R: Todos estos argumentos ya han sido ampliamente refutados, en los más diversos foros, debates y escritos.

En cambio, el ateísmo abanderado por Dawkins, Harris, Dennett y el fallecidoHitchens no presenta nuevos argumentos, al menos no dotado de un cierto músculo intelectual.
R: Los naturalistas para explicarse la naturaleza y su origen no necesitan apelar a algún dios. Hace algunos siglos atrás  Dios era la mejor explicación que se tenía sobre la existencia, en cambio en la actualidad, con la enorme cantidad de conocimientos científicos que tenemos, hoy estas explicaciones quedaron en el pasado.

De partida, quien intenta conocerse a sí mismo con el fin de responder a las más fundamentales cuestiones descubre que Dios es la mejor explicación de por qué existe alguna cosa en absoluto (Heidegger, “¿Qué es metafísica?”) y no más bien nada.
R: La pregunta ¿Por qué existe algo en vez de nada? esta pregunta, que hasta ahora no tiene una respuesta, la formuló Gottfried  Leibnitz en 1740.
Para conocerse a sí mismo, existe una gran variedad de test que cada uno se puede aplicar, también existe la posibilidad de recurrir a un psicólogo, o auto analizarse.
Con la idea “Dios” no se explica nada porque algo existe o no, ni siquiera explica por qué debería existir un dios.

 Si nos tomamos en serio nuestra existencia no se afirmará, con académica seriedad, que existimos sin explicación.
R: El asunto es, que nuestra existencia no es necesaria para el universo, lo único, hasta donde sabemos hasta ahora es, que nadie sabría que el universo existe.

Así, es un requisito intelectual que se señale la existencia del ser necesario, del ipsum esse subsistens cuya no existencia es imposible, pues es evidente a la razón la total dependencia del ser creado respecto del Creador, en cuanto que la causalidad afecta esencialmente nuestra existencia – y esto lo explicamos al hablar de la creación de la materia como realidad concreada –.
R: Para los creyentes “la existencia del ser necesario, del ipsum esse subsistens (en si existente)” “Creador” es un requisito intelectual, ya que sin este recurso no son capaces de entender todo lo que existe. No se pueden imaginar cómo se pudo haber formado la materia a causa de las leyes naturales, sin la intervención de un ser sobrenatural. Esto se debe a la errónea idea, cada artefacto  que conocemos tiene un constructor y/o un diseñador, y esta idea también la aplican a la naturaleza, debe existir un ente inteligente que la haya concebido y creado. La clásica falacia de la analogía del reloj de Wiliam Paley.
¿Qué es una realidad concreada? 

Por consiguiente, es necesaria la afirmación de un orden, pues la existencia del cosmos depende del Ser absoluto como causa, pues de lo contrario deberíamos demostrar la existencia eterna del mismo cosmos.
R: De lo arriba escrito por Opusprima no se concluye la necesidad de un ser absoluto  creador. Los creyentes necesitan como explicación de la existencia de todo a un ser superior sobrenatural, ya que esto  es la base absoluta de su fe, y por esto usan todos los medios, recursos y triquiñuelas, tampoco trepidan en descalificar los conocimientos científicos, inventado cualquier cantidad de falsedades científicas, para demostrar la existencia del dios en el cual creen, lo que hasta ahora no han logrado.
 Sin embargo, es necesario afirmar que aquello que no existía y que empieza a existir tiene su causa en aquello que goza de una existencia total y simultánea sin sucesión: Dios.
R: Esta afirmación debería ser probada, y puesto que no lo puede probar no es más que una afirmación sin fundamentos.
Por tanto, es metafísicamente inexcusable que se señale que una entidad contingente como el cosmos procede de una causa necesariamente existente que es la causa ejemplar de todas las cosas (Aquino, “Suma teológica”, q, 44, a. 3). Así, Dios es la mejor explicación del origen del cosmos, pues tenemos evidencia que éste no existe eternamente, sino que tuvo un comienzo en el tiempo (Vilenkin).
R: La metafísica no es ciencia por lo tanto es irrelevante que algo sea inexcusable o no. El cosmos no necesariamente tiene que haber tenido una causa, ya que aún no conocemos que fue lo que lo causó. Por ejemplo, un hoyo negro se tragó una enorme cantidad de materia y la comprime en lo que se denomina una singularidad. Esta singularidad en un momento ya no puede comprimirse más y estalla, digamos colapsa y todo su contenido forma un nuevo universo fuera del universo en el cual se formó. Aparece en lo que podríamos llamar un hoyo blanco, que se expande de la misma forma o una forma similar cómo lo hiso el universo original en el cual se encontraba esa singularidad. Si seguimos con este pensamiento, perfectamente podemos pensar que existen innumerables universos paralelos al nuestro. Claro que esto nunca lo podríamos confirmar.
Por qué empezó a existir el cosmos y qué lo llevo a la existencia.
R: No lo sabemos. Poner a un dios cómo casusa tampoco resuelve el problema ya que no explica nada.
Si el cosmos, como sabemos, empezó a existir en un tiempo finito, debe afirmarse que tiene una causa trascendente.
R: ¿Y si fuese cierto lo arriba explicado?
 Esto es evidente, desde el punto de vista científico y metafísico, porque en todo ser por participación la relación a la causa es una consecuencia de su misma realidad, ya que no puede dejar de ser causada.
R: Esto no es tan evidente desde el punto de vista científico.  De acuerdo a nuestros actuales conocimientos todo indicaría que es así. Pero las ciencias nunca dan algo por sentado. Lo que las diferencia de las religiones, que si dan muchas cosas por , sin que sean posibles de ser verificados, cómo  los dogmas.
Así, debe hablarse de una creación ex nihilo, que ciñe la producción de la realidad desde la nada (Aquino, “Suma Teológica”, q. 45, a. 2), es decir, con un orden de sucesión en el que, decíamos, se muestra la dependencia de la criatura con el Creador.
 Como la creación es la producción total del ser de la realidad finita, en este sentido, Dios es la mejor explicación de la aplicabilidad de las ciencias matemáticas en la realidad física (Mary Leng), de lo contrario, cómo se explica la aplicabilidad de las matemáticas.
R: La aplicabilidad de las matemáticas se  explica por la lógica. Las matemáticas son lógica pura y no se explica mediante una ilógica creencia en un ilógico dios.
Dios no sólo existe, sino que su existencia es necesaria, pues ningún ser contingente es causa eficiente de sí mismo.
R: Nadie ha dicho que un ser contingente sea causa eficiente de si mismo. En otras palabras ninguna cosa existente se ha formado a causa s de sí misma, muchas aun las desconocemos, pero por esto no vamos a explicar nuestra ignorancia mediante un dios.
 De este modo, debe admitirse una causa eficiente primera, Dios.
R: El dios de las brechas que suplanta nuestra ignorancia.
 Además, si sólo existieran las cosas contingentes hubo un tiempo en que nada existió, pero si es verdad que sólo existen las cosas contingentes hoy tampoco existiría nada, puesto que lo que no existe sólo hubo un tiempo en que nada existió
De esto se deduce que es preciso la existencia de un ser necesario que es causa de la necesidad de los demás. Este ser necesario, Dios, es causa de sí porque su esencia implica la existencia (Spinoza, “Ética”), es decir, su naturaleza sólo puede concebirse como existente.
R: Aquí simplemente se afirma algo “hubo un tiempo en que nada existió”, que no tiene base alguna, y luego dice: “…hubo un tiempo en que nada existió.” ¿Y qué hay del dios en el cual creen los cristianos? Cómo Dios no puede ser creado, entonces  se declara que siempre existió. ¡Fácil!  Lo que para este dios es válido no lo es para la natuyraleza, más dogmática no puede ser una afirmación.
Epílogo
 Los creyentes  pueden esgrimir los argumentos que quieran, y las veces que lo desean, ñero por desgracia para ellos, que a pesar de todos estos esfuerzos, la demostración de la existencia Dios es en vano.
Fuente: http://opusprima.wordpress,com




No hay comentarios.: