No hay materia, sólo
ondas – el porqué el espacio determina al universo
Durante
siglos nuestras ciencias se han concentrado en la materia y las partículas.
Ahora descubre: el espacio es lo verdadero determinante. La materia no existe,
sino una estructura espacial uniforme de ondas cuánticas, que une a
todo en el universo.
La
estructura ondulatoria de la materia
¿Qué
es la estructura ondulatoria de
la materia (EOM)? Es bien simple: es una descripción, cómo las ondas en el espacio
cuántico forman toda la materia del universo. El espacio y sus propiedades en el
universo – materia – energía – vida. ¿Cómo es eso? Porque el espacio es la
única identidad que es fundamental para
todo el universo. Esto hace poco no fue reconocido, ya que este espacio es un
espacio cuántico. Hasta ahora los filósofos y científicos, equívocamente han
buscado identidades básicas en un zoológico de partículas. Esto no sólo fue
erróneo, tampoco fue sencillo. Si reemplazamos la concepción de partículas de
materia separadas por estructuras ondulatorias en el espacio, aparece la simplicidad.
En resumidas cuentas no existen partículas – sólo ondas.
¿Si, es tan
simple, por qué esto ya no fue reconocido con anterioridad? ¡Por qué todos
buscaron en el lugar equivocado! Todos se imaginaba la estructura de la materia,
cómo pequeñas ‘partículas´ cómo granos de arena. Desde hace miles de años, los
filósofos buscaban el sentido de la materia y de las leyes naturales en un
modelo de partículas, y recién hace poco se dieron cuenta [Clifford, Schrödinger,
Einstein y Wolf], que todo lo que es, es el resultado de la estructura del
espacio y que es determinado pro dos simples principios, que describen el
espacio.
La EOM
afecta toda la materia y con esto a todas las partículas, pero la partícula
más fácil de describir es el electrón. Esto es suerte, ya que los campos de los
electrones dominan al universo y son responsables para la unión de la mayoría
de los átomos, que forman la materia cristalina y las moléculas orgánicas de la
vida. Una descripción matemática se encuentra en el libro “Exploring the Physics of the
Unknown Universe” (1991).
¿Qué es un electrón?
Nunca
alguien con un modelo de partículas pudo imaginarse siquiera la estructura de
un electrón. Hasta no mucho el electrón se figuraba como un punto, formado de sustancias
llamadas desconocidas llamadas “cargas” y “masa”. Puesto que un punto no tiene dimensiones,
no existe una estructura, nada que ver y ninguna posibilidad de materia con
carga. El concepto era ilógico. En contraste a esto la carga y la masa del electrón
EOM, son propiedades directas de ondas.
El
electrón es una estructura ondulatoria. Esta estructura se compone de dos ondas
cuánticas esféricas. Una onda se mueve hacia adentro y una onda se mueve, cómo
lo muestra la figura 1, hacia afuera, juntos forman una onda estacionaria. Este par de ondas esféricas muestran
las conocidas propiedades de un electrón
con masa y carga, cómo todas las demás propiedades observadas.
Las ondas
cuánticas son muy pequeñas, en este diagrama están aumentadas cien millones,
millones (10 elevado a 14). Hay que imaginárselas mucho más pequeños.

Figura 1. Las
ondas esféricas de los electrones o positrones, Un electrón es un par de ondas,
una convergente y una divergente, que crean una estructura resonante en el
espacio. Las amplitudes del electrón son exactamente opuestas a los del positrón. La
rotación de una onda entrante es de 720° en el centro y transforma ondas
adentro y ondas afuera. El espín resultante = ± h / 4 \ pi. La superposición de un electrón y un positrón
lleva a la supresión de la onda, ya que todas las amplitudes son opuestas.
No existen órbitas ni
capas de electrones.
Durante
muchos (demasiados) años las personas se imaginaron a los átomos como electrones-puntos
que orbitan al núcleo atómico. Este mito, evidentemente una imitación de nuestro
sistema planetario, fue refutado por la teoría cuántica hace más de sesenta
años. En un átomo de hidrogeno, por ejemplo, la teoría cuántica pronostica la presencia
del electrón cómo una nube esférica alrededor del protón. Algunos físicos
concluyeron, que las partículas de la materia en alguna forma deberían estar dentro de ella, oculta, a pesar
de, que la teoría cuántica no contiene ninguna idea de alguna partícula-punto.
¡El viejo mito muere
regañadientes!
La partícula-punto tapa las leyes naturales.
Los filósofos naturalistas creían, que
existe una realidad de la naturaleza,
que, si la encontramos, nos revelará el origen de las leyes naturales y la
relación entra la micro-física y la cosmología. Richard Feymnman escribió sobre
esto en relación con la ley de la conservación de la energía: “La naturaleza tiene
oculta a una contadora, que concienzudamente lleva las cuentas de las entradas
y salidas de la energía, pero nosotros no sabemos cómo ella lo hace”. Desgraciadamente
Feynman pasó por alto la estructura ondulatoria de la materia, porque creía en
las partículas-punto.

Los
principios de la estructura ondulatoria de la materia
Sólo
tres principios básicos de la naturaleza describen el medio ondulatorio y permiten un cálculo
cuantitativo de la estructura ondulatoria. El medio de las ondas, y la base fundamental
más importante del nuevo modelo es el espacio, este supuesto vacío, sobre el
cual antes sabíamos tan poco. Pero todas las propiedades de las partículas
estructuradas por ondas, y las leyes ancladas en ellas, dependen del espacio.
La
evidencia para EOM es, que todas las leyes naturales se derivan matemáticamente
de los tres principios básicos de la descripción del medio espacio ondulatorio.
Las leyes naturales son avenenadas simplemente de la estructura ondulatoria de
la materia y concuerdan con las mediciones experimentales. En oposición a esto,
la física convencional necesita docenas de suposiciones y muchos más que constantes arbitrarias, para explicar las leyes
naturales. Y aun así hay algunas leyes, cómo el espín (porque todo gira), que siguen
siendo un enigma completo y cuyo origen es inexplicable.
La partícula-onda,
como la figura de abajo, se denomina espacio-resonancia (SR). El medio de las
ondas es el espacio. Las propiedades de las SRs y las leyes, que las producen, dependen de
las propiedades del espacio. Y así es este valor, el
espacio, descrito por tres principios, la base de todo.

La
partícula-onda es llamado espacio-resonancia (SR). El medio de las ondas es el propio
espacio
Los tres principios
(Las
evidencias matemáticas pueden ser vistas aquí, por razones de legibilidad no
son incorporadas aquí)
1.- Existen ondas de materia cuántica en el espacio y son el resultados de una ecuación de
ondas escalar.
2.- En cada punto en el espacio se unen las ondas de todas las partículas en el
universo para formar el medio ondulatorio del espacio.
3.- La amplitud total de todas las partículas-ondas en el espacio siempre busca un mínimo.
El origen de las
leyes naturales
Nuestros
actuales conocimientos de las ciencias se basan en las leyes naturales, que
describen el comportamiento de las partículas. Esta leyes son las reglas parta el
cálculo de la electricidad, la gravitación, le relatividad, la mecánica cuántica
y la conservación de la energía e
impulso. Los orígenes de estas leyes hasta ahora son desconocidos. Pero ahora se
ha reconocido la proveniencia de las leyes naturales como un suceso cuantitativo
de la estructura ondulatoria de la materia.
Desde
hace siglos se está buscando los orígenes de las leyes. Encontrarlas todas es
un sueño hecho realidad de los filósofos. Esto es de gran importancia para las
ciencias, ya que las leyes naturales dictan el espín cuántico del sistema periódico
l y la variedad de las formas de la materia: Metales, cristales,
semiconductores, y las moléculas de la vida. Su física básica, que ahora se
revela, abre una puerta a amplios campos de la tecnología aplicada, cómo los circuitos
integrados, la fotónica y la energía comercial. Y nos muestra un mundo de estructuras
de ondas cuánticas, en el cual vivimos, pero que raras veces lo vemos.
Encontrar
estas raíces fue muy fácil. La vieja idea de una partícula punto, simplemente
fue reemplazada por una estructura de ondas
esféricas, que ya fueron predichas hace un siglo, por Clifford, Einstein
y Schrödinger. No fue complicado ni difícil, pero fue diferente, porque
contradecía La experiencia emocional humana de las partículas punto, con la
cual la mayoría de las personas están satisfechas. Emociones juegan un fuerte y
oculto rol en la motivación para la investigación.
Fácilmente
pasamos por alto el medio del esp0acio, puesto que nuestra sobrevivencia como
especie animal de pende de nuestra capacidad, de combatir con otros animales
que también buscan alimentos y competimos con congéneres por una pareja, para
producir hijos, Lo que no se relaciona muy estrechamente con el
espacio cuántico. En nuestra visión humana auto-centrada, muy pocos de nosotros
estamos consientes del medio ondulatorio en el cual existimos. Para la
supervivencia no tiene importancia lo que es el espacio o si lo podemos ver –
pero sin embargo existe.
Esta
situación es similar a la vida de un pez que no puede comprender la existencia
del agua, porque está demasiado inmersa en ella. Al igual que el pez, la
ciencia tradicional tiende a comprender el universo en relación a nuestras propias
experiencias locales. Se suponía, que la partículas de materia serían
aproximadamente cómo diminutos granos de arena - cómo lo había propuesto el filósofo
griego Demócrito hace siglos. Cuando se perfeccionó la microscopía, se crearon
modelos, que subdividieron estos granos en granos más pequeños – hasta lo
infinito. Pero sólo un par de personas, cómo Einstein, vieron que los granos
eran imposibles, y se preguntaron cómo estos granos podrían comunicar fuerzas –
una pregunta no aclarada por la antiguas ciencia. Anteriormente, las fuerzas en
la naturaleza simplemente eran aceptadas por convicción.
El
universo de ondas cuánticas pareciera que no fuese tan útil para la sobrevivencia
de nuestros genes cómo el reconocimiento de manzanas que podemos comer y la
evitación de tigres que nos quisieran comer. Estos los debemos reconocer
rápidamente. Pero no fue necesario, que la naturaleza nos proveería con la
capacidad para observar las ondas cuánticas. Puesto que nos falta esta experiencia
personal de las simples ondas cuánticas, las personas se deciden imaginarse al
electrón como una “partícula” que se asemeja a una bola. Evidencias de
laboratorio no apoyan esta idea de los humanos. De acuerdo a esto la visión del
mundo debe cambiar de partículas discretas hacia la estructura ondulatoria.
Pero puede aparecer un rechazo emocional cuando nuevas verdades entran en
conflicto con creencias establecidas. Max Planck una vez dijo “Una nueva verdad científica no triunfa por
convencimiento de sus adversarios, sino porque los adversario fallecen y nace
una nueva generación que no tiene objeciones a la nueva idea”.

A pesar de que los centros de partículas están
separados entre si, todas las partículas juntas forman una estructura unitaria.
De esta manera la existencia de cada partícula depende de todas las demás.
Conclusión: Todo es
uno
La
estructura ondulatoria de la materia es la verdadera realidad del universo. La
prueba necesaria es, que las evidencias experimentales, que empíricamente comenzaron
las leyes naturales, deben coincidir categóricamente con las leyes, que son pronosticadas
por la EOM. Esto lo hacen. Y esto es suficiente.
Se
crea aún más confianza, que las pruebas empíricas concuerdan mejor con las
reglas simples de la EOM, que con aquellas de la física tradicional, y que la
EOM explica muchos fenómenos, que mediante la física convencional no son
explicables. La física convencional no tiene una explicación para el mecanismo
del intercambio de energía entre fuerzas o el principio de Pauli, o la inercia,
o la gravitación o el espín, carga, atracción y repulsión. Estos, empero son
consecuencias directas de la EOM.
Las
conclusiones filosóficas son fascinantes, ante todo sobre la vinculación del
universo en base al origen de las ondas-in y la inercia. Todo, lo que somos y
observamos aquí en la Tierra, materia - leyes naturales – vida, depende directamente
de la existencia de toda la materia del universo. Debemos
imaginarnos cada partícula como inseparable con toda la materia del universo. A
pesar de que los centros de las partículas están muy separados entre sí, todas
las partículas juntas forman una estructura homogénea. De esta manera la existencia de
cada partícula depende de todas las demás.
De
esto debemos concluir: Si cada estrella y galaxia no estuvieran en el cielo,
nosotros no podríamos existir. Nosotros somos parte del universo, y el universo
es una parte de nosotros.
Fuente
www.sein.de
Traducido
del alemán por A. Gundelach
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