1 de octubre de 2014

No hay materia, sólo ondas



No hay materia, sólo ondas – el porqué el espacio determina al universo

Durante siglos nuestras ciencias se han concentrado en la materia y las partículas. Ahora descubre: el espacio es lo verdadero determinante. La materia no existe, sino una estructura espacial uniforme de ondas cuánticas, que une a todo en el universo.


La estructura ondulatoria de la materia 

 ¿Qué es la estructura ondulatoria de la materia (EOM)? Es bien simple: es una descripción, cómo las ondas en el espacio cuántico forman toda la materia del universo. El espacio y sus propiedades en el universo – materia – energía – vida. ¿Cómo es eso? Porque el espacio es la única identidad  que es fundamental para todo el universo. Esto hace poco no fue reconocido, ya que este espacio es un espacio cuántico. Hasta ahora los filósofos y científicos, equívocamente han buscado identidades básicas en un zoológico de partículas. Esto no sólo fue erróneo, tampoco fue sencillo. Si reemplazamos la concepción de partículas de materia separadas por estructuras ondulatorias en el espacio, aparece la simplicidad. En resumidas cuentas no existen partículas – sólo ondas.


¿Si, es tan simple, por qué esto ya no fue reconocido con anterioridad? ¡Por qué todos buscaron en el lugar equivocado! Todos se imaginaba la estructura de la materia, cómo pequeñas ‘partículas´ cómo granos de arena. Desde hace miles de años, los filósofos buscaban el sentido de la materia y de las leyes naturales en un modelo de partículas, y recién hace poco se dieron cuenta [Clifford, Schrödinger, Einstein y Wolf], que todo lo que es, es el resultado de la estructura del espacio y que es determinado pro dos simples principios, que describen el espacio.


La EOM afecta toda la materia y con esto a todas las partículas, pero la partícula más fácil de describir es el electrón. Esto es suerte, ya que los campos de los electrones dominan al universo y son responsables para la unión de la mayoría de los átomos, que forman la materia cristalina y las moléculas orgánicas de la vida. Una descripción matemática se encuentra en el libro “Exploring the Physics of the Unknown Universe” (1991).


 ¿Qué es un electrón?


Nunca alguien con un modelo de partículas pudo imaginarse siquiera la estructura de un electrón. Hasta no mucho el electrón se figuraba como un punto, formado de sustancias llamadas desconocidas llamadas “cargas” y “masa”. Puesto que un punto no tiene dimensiones, no existe una estructura, nada que ver y ninguna posibilidad de materia con carga. El concepto era ilógico. En contraste a esto la carga y la masa del electrón EOM, son propiedades directas de ondas.


El electrón es una estructura ondulatoria. Esta estructura se compone de dos ondas cuánticas esféricas. Una onda se mueve hacia adentro y una onda se mueve, cómo lo muestra la figura 1, hacia afuera, juntos forman una onda  estacionaria. Este par de ondas esféricas muestran las conocidas propiedades de un  electrón con masa y carga, cómo todas las demás propiedades observadas.


Las ondas cuánticas son muy pequeñas, en este diagrama están aumentadas cien millones, millones (10 elevado a 14). Hay que imaginárselas mucho más pequeños.

  Figura 1. Las ondas esféricas de los electrones o positrones, Un electrón es un par de ondas, una convergente y una divergente, que crean una estructura resonante en el espacio. Las amplitudes del electrón son exactamente opuestas a los del positrón. La rotación de una onda entrante es de 720° en el centro y transforma ondas adentro y ondas afuera. El espín resultante  = ± h / 4 \ pi. La superposición de un electrón y un positrón lleva a la supresión de la onda, ya que todas las amplitudes son opuestas.


No existen órbitas ni capas de electrones.


Durante muchos (demasiados) años las personas se imaginaron a los átomos como electrones-puntos que orbitan al núcleo atómico. Este mito, evidentemente una imitación de nuestro sistema planetario, fue refutado por la teoría cuántica hace más de sesenta años. En un átomo de hidrogeno, por ejemplo, la teoría cuántica pronostica la presencia del electrón cómo una nube esférica alrededor del protón. Algunos físicos concluyeron, que las partículas de la materia en alguna forma  deberían estar dentro de ella, oculta, a pesar de, que la teoría cuántica no contiene ninguna idea de alguna partícula-punto. ¡El viejo mito muere regañadientes!


La partícula-punto tapa las leyes naturales.


Los filósofos naturalistas creían, que existe una realidad  de la naturaleza, que, si la encontramos, nos revelará el origen de las leyes naturales y la relación entra la micro-física y la cosmología. Richard Feymnman escribió sobre esto en relación con la ley de la conservación de la energía: “La naturaleza tiene oculta a una contadora, que concienzudamente lleva las cuentas de las entradas y salidas de la energía, pero nosotros no sabemos cómo ella lo hace”. Desgraciadamente Feynman pasó por alto la estructura ondulatoria de la materia, porque creía en las partículas-punto.





Los principios de la estructura ondulatoria de la materia
                      

Sólo tres principios básicos de la naturaleza describen el  medio ondulatorio y permiten un cálculo cuantitativo de la estructura ondulatoria. El medio de las ondas, y la base fundamental más importante del nuevo modelo es el espacio, este supuesto vacío, sobre el cual antes sabíamos tan poco. Pero todas las propiedades de las partículas estructuradas por ondas, y las leyes ancladas en ellas, dependen del espacio.   
 

La evidencia para EOM es, que todas las leyes naturales se derivan matemáticamente de los tres principios básicos de la descripción del medio espacio ondulatorio. Las leyes naturales son avenenadas simplemente de la estructura ondulatoria de la materia y concuerdan con las mediciones experimentales. En oposición a esto, la física convencional necesita docenas de suposiciones y muchos más que constantes arbitrarias, para explicar las leyes naturales. Y aun así hay algunas leyes, cómo el espín (porque todo gira), que siguen siendo un enigma completo y cuyo origen es inexplicable.


La partícula-onda, como la figura de abajo, se denomina espacio-resonancia (SR). El medio de las ondas es el espacio. Las propiedades de las  SRs y las leyes, que las producen, dependen de las propiedades del espacio. Y así es este valor, el espacio, descrito por tres principios, la base de todo.







 La partícula-onda es llamado espacio-resonancia (SR). El medio de las ondas es el propio espacio



Los tres principios
(Las evidencias matemáticas pueden ser vistas  aquí, por razones de legibilidad no son incorporadas aquí)



1.- Existen ondas de materia cuántica en el espacio y son el resultados de una ecuación de ondas  escalar.
2.- En cada punto en el espacio se unen las ondas de todas las partículas en el universo para formar el medio ondulatorio del espacio.
3.- La amplitud total de todas las partículas-ondas en el espacio  siempre busca un mínimo.



El origen de las leyes naturales


Nuestros actuales conocimientos de las ciencias se basan en las leyes naturales, que describen el comportamiento de las partículas. Esta leyes son las reglas parta el cálculo de la electricidad, la gravitación, le relatividad, la mecánica cuántica y la conservación de la energía  e impulso. Los orígenes de estas leyes hasta ahora son desconocidos. Pero ahora se ha reconocido la proveniencia de las leyes naturales como un suceso cuantitativo de la estructura ondulatoria de la materia.  


Desde hace siglos se está buscando los orígenes de las leyes. Encontrarlas todas es un sueño hecho realidad de los filósofos. Esto es de gran importancia para las ciencias, ya que las leyes naturales dictan el espín cuántico del sistema periódico l y la variedad de las formas de la materia: Metales, cristales, semiconductores, y las moléculas de la vida. Su física básica, que ahora se revela, abre una puerta a amplios campos de la tecnología aplicada, cómo los circuitos integrados, la fotónica y la energía comercial. Y nos muestra un mundo de estructuras de ondas cuánticas, en el cual vivimos, pero que raras veces lo vemos.  


Encontrar estas raíces fue muy fácil. La vieja idea de una partícula punto, simplemente fue reemplazada por una estructura de ondas  esféricas, que ya fueron predichas hace un siglo, por Clifford, Einstein y Schrödinger. No fue complicado ni difícil, pero fue diferente, porque contradecía La experiencia emocional humana de las partículas punto, con la cual la mayoría de las personas están satisfechas. Emociones juegan un fuerte y oculto rol en la motivación para la investigación.


Fácilmente pasamos por alto el medio del esp0acio, puesto que nuestra sobrevivencia como especie animal de pende de nuestra capacidad, de combatir con otros animales que también buscan alimentos y competimos con congéneres por una pareja, para producir hijos, Lo que no se relaciona muy estrechamente con el espacio cuántico. En nuestra visión humana auto-centrada, muy pocos de nosotros estamos consientes del medio ondulatorio en el cual existimos. Para la supervivencia no tiene importancia lo que es el espacio o si lo podemos ver – pero sin embargo existe.


Esta situación es similar a la vida de un pez que no puede comprender la existencia del agua, porque está demasiado inmersa en ella. Al igual que el pez, la ciencia tradicional tiende a comprender el universo en relación a nuestras propias experiencias locales. Se suponía, que la partículas de materia serían aproximadamente cómo diminutos granos de arena - cómo lo había propuesto el filósofo griego Demócrito hace siglos. Cuando se perfeccionó la microscopía, se crearon modelos, que subdividieron estos granos en granos más pequeños – hasta lo infinito. Pero sólo un par de personas, cómo Einstein, vieron que los granos eran imposibles, y se preguntaron cómo estos granos podrían comunicar fuerzas – una pregunta no aclarada por la antiguas ciencia. Anteriormente, las fuerzas en la naturaleza simplemente eran aceptadas por convicción.

El universo de ondas cuánticas pareciera que no fuese tan útil para la sobrevivencia de nuestros genes cómo el reconocimiento de manzanas que podemos comer y la evitación de tigres que nos quisieran comer. Estos los debemos reconocer rápidamente. Pero no fue necesario, que la naturaleza nos proveería con la capacidad para observar las ondas cuánticas. Puesto que nos falta esta experiencia personal de las simples ondas cuánticas, las personas se deciden imaginarse al electrón como una “partícula” que se asemeja a una bola. Evidencias de laboratorio no apoyan esta idea de los humanos. De acuerdo a esto la visión del mundo debe cambiar de partículas discretas hacia la estructura ondulatoria. Pero puede aparecer un rechazo emocional cuando nuevas verdades entran en conflicto con creencias establecidas. Max Planck una vez dijo “Una nueva verdad científica no triunfa por convencimiento de sus adversarios, sino porque los adversario fallecen y nace una nueva generación que no tiene objeciones a la nueva idea”.

 















A pesar de que los centros de partículas están separados entre si, todas las partículas juntas forman una estructura unitaria. De esta manera la existencia de cada partícula depende de todas las demás.



Conclusión: Todo es uno
 
La estructura ondulatoria de la materia es la verdadera realidad del universo. La prueba necesaria es, que las evidencias experimentales, que empíricamente comenzaron las leyes naturales, deben coincidir categóricamente con las leyes, que son pronosticadas por la EOM. Esto lo hacen. Y esto es suficiente.


Se crea aún más confianza, que las pruebas empíricas concuerdan mejor con las reglas simples de la EOM, que con aquellas de la física tradicional, y que la EOM explica muchos fenómenos, que mediante la física convencional no son explicables. La física convencional no tiene una explicación para el mecanismo del intercambio de energía entre fuerzas o el principio de Pauli, o la inercia, o la gravitación o el espín, carga, atracción y repulsión. Estos, empero son consecuencias directas de la EOM.


Las conclusiones filosóficas son fascinantes, ante todo sobre la vinculación del universo en base al origen de las ondas-in y la inercia. Todo, lo que somos y observamos aquí en la Tierra, materia - leyes naturales – vida, depende directamente de la existencia de toda la materia del universo. Debemos imaginarnos cada partícula como inseparable con toda la materia del universo. A pesar de que los centros de las partículas están muy separados entre sí, todas las partículas juntas forman una estructura  homogénea. De esta manera la existencia de cada partícula depende de todas las demás.



De esto debemos concluir: Si cada estrella y galaxia no estuvieran en el cielo, nosotros no podríamos existir. Nosotros somos parte del universo, y el universo es una parte de nosotros.

Fuente www.sein.de
Traducido del alemán por A. Gundelach


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