26 de agosto de 2008

Las maldiciones de Jesús

Las maldiciones de Jesús

De Jesús no solo encontramos proverbios reconciliadores y compasivos .Aquí un par d ejemplos que muestran a un Jesús que odia y no reconciliador.
(Mateo 10, 34 – 35): "No penséis que he venido para traer paz a la tierra; no he venido para traer paz, sino espada.
Porque he venido para poner en disensión al hombre contra su padre, a la hija contra su madre, y a la nuera contra su suegra"

(Mateo 5, 21 – 22): "Oísteis que fue dicho a los antiguos: No matarás; y cualquiera que matare será culpable de juicio. Pero yo os digo que cualquiera que se enoje contra su hermano (hermanote fe), será culpable de juicio; y cualquiera que diga: Necio, a su hermano, será culpable ante el concilio; y cualquiera que le diga: Fatuo, quedará expuesto al infierno de fuego”
El que considera a su correligionario de fe como un loco, o sea, pone en duda su enseñanza, se hace merecedor de la pena de muerte ¿Dónde habla aquí el compasivo pescador de hombres? Al igual que en el antiguo testamento, también en los evangelios la puesta en duda de la fe, es el peor de los crímenes.
No muy lejos de la prédica de la montaña, leemos entre otras cosas la maldición llena de odio de tres ciudades que no querían ovacionar sus enseñanza (Mateo 11, 23): "Y tú, Capernaum, que eres levantada hasta el cielo, hasta el Hades serás abatida;" ¿Es entonces el amor hacia el enemigo solo una complaciente frase vacía, para ganar ovejitas débiles y miedosas?

Jesús, el afable cordero de Dios, dijo a sus apóstoles (Mateo 13, 41 – 42): "Enviará el Hijo del Hombre a sus ángeles, y recogerán de su reino a todos los que sirven de tropiezo, y a los que hacen iniquidad (Antes en esta parte decía “y los que no obedecían la ley de Dios”), y los echarán en el horno de fuego: allí será el lloro y el crujir de dientes”

Cuando una mujer púdico ayuda a Jesús, la rechazó bruscamente (Mateo 15, 24): "No soy enviado sino a las ovejas perdidas de la casa de Israel.” Ayudara extraños n fue entonces su sentir. Solo cuando la mujer le volvió a pedir humillándose, accedió a su solicitud.

Al que estaba en contra de el, a ese le deseaba, (Mateo18, 6): "mejor le fuera que se le colgase al cuello una piedra de molino, y que se le hundiese en lo profundo del mar” ¿Dónde habla aquí Jesús del amor al prójimo?

Jesús insulta a los escriba como (Mateo 23, 33): "¡Serpientes, generación de víboras!” Aunque siempre advertía (Lucas 6, 37): "¡No juzguéis!” y (Mateo 7, 1) : "¡No juzguen!”

A los judíos Jesús les deseaba muerte y perdición (Mateo 23, 35): “…para que venga sobre vosotros toda la sangre justa.”

Con palabras duras los evangelistas comunican como Jesús quiere castigar , quemar, destruir, despedazar y tirarlos a los hornos de fuego, a los no creyentes (Mateos 25, 41): “Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo”

Jesús tampoco tiene consideración con los animales. En un caso hace que los demonios entren en un (marcos5, 11): “hato de cerdos” que luego se ahogaron.

Jesús también recomendó (Marcos 9, 43): “Si tu mano te fuere ocasión de caer (separarte de la fe), córtala; mejor te es entrar en la vida (muerte) manco, que teniendo dos manos ir al infierno,

(Marcos 16, 16): “El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado” ¿Por qué ese miedo a los no creyentes, estando, sin embargo, en la posición de la verdad redentora?

Jesús crea sensación por su matonaje verbal y sus palabras de odiosidad (Lucas 11, 23): “El que no es conmigo, contra mí es”

Si los apóstoles llegasen a una ciudad, que no los quiere recibir, los apóstoles no deberían convencer a los ciudadanos con argumentos y buenas obras. No ellos deberían amenazar a la ciudad con muerte un perdición e insultarla (Lucas 10, 11- 12): “Aun el polvo de vuestra ciudad, que se ha pegado a nuestros pies, lo sacudimos contra vosotros. Pero esto sabed, que el reino de Dios se ha acercado a vosotros. Y os digo que en aquel día será más tolerable el castigo para Sodoma, que para aquella ciudad.”

Jesús dijo bien claro, el porque estaba aquí (Lucas 12, 49): “Fuego vine a echar en la tierra; ¿y qué quiero, si ya se ha encendido?

¿Porque los hombres son obligados y no convencidos? (Lucas 12, 5): “Temed a aquel que después de haber quitado la vida, tiene poder de echar en el infierno; sí, os digo, a éste temed.”

(Lucas 19, 27): “Y también a aquellos mis enemigos que no querían que yo reinase sobre ellos, traedlos acá, y derivadlos delante de mí." Ud. ahora pensaría, esto no se oye tan terrible. Derribar seguramente significa botar. En la versión de Lutero de 1940 dice irreconciablemente: “…y decapitadlos delante de mí.”

¿Amor al prójimo? ¿Amor universal? ¿Amor al hombre? Parece que esto no fueron las exigencias de Jesús. Juan escribe (1 Juan 2, 15): “No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él.”

(Hebreos 10, 30 - 31): El Señor juzgará a su pueblo ¡Horrenda cosa es caer en manos del Dios vivo!

Jesús constantemente exige amar a los enemigos, pero en ninguna parte se informa, que el ha perdonado alguna vez a sus enemigos.

6 comentarios:

Unknown dijo...

Interesante el blog, esta entrada me ha llamado la atención y me ha puesto a pensar, nuevemente, en la facilidad con que lo creyentes aceptan lo que les dicen, sin pensar.

Saludos.

Anónimo dijo...

Que Dios te perdone por todas las MENIRAS que publicas!!! eres un ignorante claro que el Señor Jesus perdono a sus enemigos, o que ya se te olvido que cuando Jesus estaba en la cruz en donde lo humillaron, lo hirieron, y lo mataron por envidia, ya se te olvido que Jesus dijo:"Perdonalos padre porque no saben lo que hacen" Lucas 23:34. Jesus NO odia, al contrario AMA, porque no hay uno que sea santo como lo es Jesucristo que hubiera tomado TU lugar en la cruz porque ese es el pago por pecar, la muerte y haber pagado por TUS pecados y los del todo el mundo pasado presente y futuro ("Porque la paga del pecado es muerte, mas la dadiva de Dios es vida eterna en cristo Jesus" Romanos 6:23) NO BLASFEMES!!! Malagradecido!!

Albrecht Gundelach dijo...

Aquí anónimo, - que no se atreva a dar la cara –trata gratuitamente de mentira lo que publiqué, debería nombrar por lo menos unas dos o tres cosas que considera una mentira. Es fácil lanzar opiniones al voleo, sin respaldarlas.
Para un ateo positivo y duro como me considero, citas sobre “Jesús” son irrelevantes.
Publico artículos como este, para hacer ver a los creyentes cristianos las incongruencias de su fe, con citas de la misma Biblia, considerada por el cristianismo como infalible, a pesar de sus enormes contradicciones.

Ozkar M dijo...

Lastima Anonimo.. destilas pura amargura.. coincido con Albrecht, debemos analizar en el contexto y usar el lenguaje original para entender lo que realmente se estaba dando como mensaje.. Chispas, de quien estan saliendo blasfemias son de ti, que demuestras incongruencia al agreder verbalmente la propuesta de tu projimo...

Lastima que te consideres "cristiano" y lo peor, que no des la cara..

Ozkar M.

Alexánder dijo...

Por qué pelea el ‘Dios de paz’. La declaración que Jehová hizo en Edén de que pondría enemistad entre la descendencia de su adversario y la descendencia de la “mujer”, no significó que dejara de ser el ‘Dios de paz’. (Gé 3:15; Ro 16:20; 1Co 14:33.) Puede compararse con lo que sucedió en tiempo de Jesucristo, quien, después de referirse a su unión con su Padre celestial, dijo: “No piensen que vine a poner paz en la tierra; no vine a poner paz, sino espada”. (Mt 10:32-40.) El ministerio de Jesús provocó divisiones, incluso dentro de las familias (Lu 12:51-53), pero tales divisiones se debieron a su adherencia a las normas y verdades justas de Dios, así como a la proclamación de ellas. Las divisiones se produjeron porque muchas personas endurecieron sus corazones con respecto a estas verdades, mientras que otros las aceptaron. (Jn 8:40, 44-47; 15:22-25; 17:14.) No podía ser de otro modo si habían de seguirse y sostenerse los principios divinos; pero la culpa descansaría sobre aquellos que rechazaran estos principios rectos.
Del mismo modo, se predijo que habría esa enemistad porque las normas perfectas de Jehová no permitirían pasar por alto el proceder rebelde de la “descendencia” de Satanás. Dios desaprobaría a estos y bendeciría a aquellos que se adhiriesen a un proceder justo, con el consiguiente efecto divisivo (Jn 15:18-21; Snt 4:4), como en el caso de Caín y Abel. (Gé 4:2-8; Heb 11:4; 1Jn 3:12; Jud 10, 11)
El proceder rebelde que escogieron los hombres y ángeles inicuos constituyó un desafío a la soberanía legítima de Jehová y al orden universal. Para enfrentarse a este desafío, Jehová ha tenido que hacerse una “persona varonil de guerra” (Éx 15:3-7), y así defender su propio buen nombre y normas justas, luchar a favor de aquellos que le aman y le sirven, y ejecutar juicio sobre los que merecen destrucción. (1Sa 17:45; 2Cr 14:11; Isa 30:27-31; 42:13.) Él no duda en usar su fuerza omnipotente, a veces devastadora, como en el Diluvio, la destrucción de Sodoma y Gomorra y la liberación de Israel de Egipto. (Dt 7:9, 10.) Tampoco teme dar a conocer cualquier detalle de su guerra justa, y no necesita disculparse, pues no tiene nada de qué avergonzarse. (Job 34:10-15; 36:22-24; 37:23, 24; 40:1-8; Ro 3:4.) El respeto a su propio nombre y la justicia que este representa, así como su amor a los que le aman, impulsan su actuación. (Isa 48:11; 57:21; 59:15-19; Rev 16:5-7.)
Las Escrituras Griegas Cristianas enseñan lo mismo. El apóstol Pablo animó a sus compañeros cristianos con las palabras: “El Dios que da paz aplastará a Satanás bajo los pies de ustedes en breve”. (Ro 16:20; compárese con Gé 3:15.) También mostró que es justo que Dios pague con tribulación a los que causan tribulación a sus siervos y traiga destrucción eterna sobre tales opositores. (2Te 1:6-9.) Estas declaraciones están en armonía con la enseñanza del Hijo de Dios, que no dejó lugar a dudas en cuanto a la firme determinación de su Padre de acabar por la fuerza con toda la iniquidad y los que la practican. (Mt 13:30, 38-42; 21:42-44; 23:33; Lu 17:26-30; 19:27.) En el libro de Revelación se describen muchas acciones de guerra autorizadas por Dios; sin embargo, todo ello lleva, según la sabiduría de Jehová, a que llegue a haber paz universal duradera, fundada sólidamente en el derecho y la justicia. (Isa 9:6, 7; 2Pe 3:13.)

Albrecht Gundelach dijo...

Gracias Alexander, por seguir mi blog y veo que eres un fiel seguidor, independientemente de Tus desacuerdos con mis tesis.

En relación a Tu comentario te puedo decir:
Una persona o un dios o lo que fuese, que pone enemistad entre los que sea, no se puede considerar como una persona pacífica, sino lo llamaría un intrigante.
Tampoco se puede considerar como pacífica a una persona, que amenaza con una espada, y si un ministerio provoca divisiones, entonces algo no funcione bien ahí.
Escribes: “…porque muchas personas endurecieron sus corazones con respecto a estas verdades”, ¿A cuales verdades y de quién? No existen verdades absolutas, incluso una verdad puede ser subjetiva. Lo que para A es una verdad, no necesariamente lo era para B. Pero s alguien quiere imponer su verdad sobre otros, claro que esto puede provocar discordias, y la culpa de esto sería, en este caso, de aquel que quiere imponer su verdad