22 de noviembre de 2012

Sólo la ciencia lleva al verdadero conocimiento

Sólo la ciencia lleva al verdadero conocimiento

Si se compara las ciencias naturales con otros enfoques, que investigan al mundo, como por ejemplo, la filosofía o las religiones, entonces se llaga a un resultado evidente: ¡Sólo la ciencia puede llevar al verdadero conocimiento! El fundamento se encuentra en la metódica científica.

Pulcritud

Nuestro mundo, mediante los medios que tenemos, es investigado y medido con mucha exactitud. Y según esto se procura desarrollar teorías (explicaciones, tesis), que según el principio de la Navaja de Ockham , sean lo más simples posibles, pero que si pueden explicar las observaciones. De estas teorías se pueden deducir predicciones, que a su vez son chequeadas con nuevas observaciones. Mientras más se examina una teoría tanto más se la puede validar como segura. Ningún otro planteamiento es tan meticuloso como el de las ciencias, no en vano la exactitud científica es proverbial.

En la filosofía o en las religiones en primer término sólo se presentan tesis heurísticas, y luego se interpreta la realidad de acuerdo a estas tesis. Esto naturalmente, no puede conducir a teorías correctas, aún cuando las justificaciones y contorsiones intelectuales que se hacen, para mantener vivas a estas tesis, a veces son genialmente aventuradas. Es la secuencia que no es correcta. La tesis tiene que concordar con las observaciones y no al revés.

Crítica

En oposición a la religión donde la crítica no es deseada y opiniones disidentes son vilipendiados como herejías, la crítica es una parte importante e integral de la ciencia. Mediante esto es posible descubrir errores y corregirlos. Justamente a las religiones les falta este importante mecanismo. Por esto errores evidentes son minimizados o tergiversados, para así poder mantener en pie la tesis que en realidad ya fue refutada.

Libre de dogmatismos

La ciencia no conoce dogmas. Todas las cuestiones son encaradas objetivamente lo más posible que se puede. En esto se busca la explicación más simple posible. Si alguien ofrece una explicación más simple, entonces se acepta la explicación más sencilla. Una explicación más simple, es aquella, que implica condiciones pocas y simples al mismo tiempo. Naturalmente se intenta de comprobar las condiciones, al igual que las predicciones de las explicaciones, para así garantizar la consistencia y la estabilidad de un aserto. Un procedimiento así de objetivo no existe en las religiones. Al contrario, existen dogmas que deben ser creídos y que no se pueden cuestionar. Aquel que en la ciencia derriba un conocimiento considerado como seguro, recibe el premio Nobel. Aquel que en la religión desmiente un dogma, es ridiculizado o condenado como hereje y en el peor de los casos quemado en una hoguera.

Criterio para el reconocimiento de la verdad

Una religión o una filosofía no ofrecen un criterio objetivo, para diferenciar entre tesis verdaderas y falsas. En vista de los muchas religiones y filosofías existentes, frente a ellos sólo se puede adoptar un comportamiento agnóstico Podría ser, que se anuncia realmente la verdad, opero no existe ninguna posibilidad descubrir, cual es. De cierto los cristianos tienen el concepto, que su religión es la única verdadera y tienen un argumento para afirmar esto, pero estos juicios provienen directamente del cristianismo. Esta argumentación se transforma en una lógica circular. De esta manera los cristianos argumentan, que sólo en su religión Dios envió a su hijo donde los humanos, para morir por ellos. Incluso si esto fuese cierto, no es una explicación para esta religión, ya que un hijo de un dios que muere por la humanidad no es un criterio para el contenido veraz de una religión. Sólo porque el cristianismo conoce al hijo de Dios moribundo, los cristianos convierten esta situación en un argumento. Este criterio es un argumento circular, el valor de la evidencia es nulo.

En oposición a esto, en la ciencia existen criterios muy rigurosos, para distinguir entre tesis verdaderas y falsas. Teorías totalmente independientes pueden ser comparadas objetivamente. Para esto sirven los métodos arriba mencionados: Una teoría es válida, cuando explica las observaciones que no pueden ser refutadas, esto significa, lógicamente consistente y no contradictorio a las observaciones y que hace predicciones reales. Dos teorías son equivalentes, cuando pueden explicar las mismas observaciones. Si dos teorías no son equivalentes, entonces según la Navaja de Ockham , se acepta la teoría más simple, es decir, aquella que en su estructura interna es mas cenilla y cuando hay que tomar menos suposiciones.

Conclusión: Al contrario de la ciencia, en la religión (y en la filosofía) no existe un criterio objetivo, para poder diferencia entre una religión verdadera y una falsa. Por esto muchas veces, disputas religiosas se llevan a cabo mediante el poder de las armas y represión. Frente a esto nuca hubo una guerrea por causa de distintos puntos de vista científicos y tampoco habrá alguna vez una guerra por esta causa, ya que la ciencia, en oposición a la religión puede poner sus tesis a prueba y diferenciar entre falso y verdadero.

Saber, que se encontró la verdad

Conocer y saber la verdad, que se conoce la verdad, son dos cosas distintas. Un buen ejemplo para esto es el filosofo griego Demócrito. Por consideraciones filosóficas, llegó a la conclusión, que el mundo está compuesto de partículas mínimas, los llamados átomos, de hecho ha llegado muy cerca a la verdad – sólo que no lo pudo saber. Otros han afirmado otras cosas, pero sin metódica científica no fue posible probar la verdad de una tesis. Esto significa que alguien por casualidad, llegar a conocer la pura verdad, sin embargo esto no le sirve, ya que no sabe que esto es la verdad.

Ejemplo: Supongamos que el mundo realmente fue construido por marcianos. Ahora vengo yo y simplemente afirmo, por pura intuición, que el mundo fue construido por marcianos. De hecho habría dado de lleno a la verdad. Sin embargo esta condición no me sirve, ya que yo no puedo saber que di con la verdad, ya que llegué a esta tesis adivinando, por suposiciones o por intuición. Esto significa que la tesis es verdadera, pero no es posible determinarlo, ya que falta la metódica científica, el procedimiento cuidadoso y estructurado, el examen riguroso y la dura crítica.

Conclusión

En base de todos estos hechos existe sólo una consecuencia: única y exclusivamente, la ciencia está en la condición, para explicar al mundo. Sólo la ciencia nos puede acercar a la verdad y darnos al mismo tiempo la certeza, de que realmente es correcto lo que hemos reconocido. La experiencia nos enseña que esta conclusión es correcta: Todo lo que sabemos sobre nosotros, el mundo y el universo, lo sabemos por la ciencia. La religión no aportó nada. Al contrario, siempre cuando hubo una controversia entre ciencia y religión, fue la ciencia que salió victoriosa. Ahora por lo arriba expuesto sabemos que esto siempre será así.

Pero aún existe otra importante conclusión: Si algún día descubramos, que la ciencia no estaría en la posición de dar asertos verdaderos sobre la realidad, entonces no existiría otra posibilidad, lograr jamás ni una pizca de verdadero conocimiento. Y si realmente existieran realmente campos que no son posibles de investigar por la ciencia, entonces nunca seríamos capaces de hacer ni la más mínima declaración verdadera. Sin ciencia lo único que queda es el agnosticismo.


Traducido del alemán por A. Gundelach, Enero 2011
Fuente: www.atheismus.ch

8 comentarios:

Alexánder dijo...

“¿CONOCES las leyes del universo?” (Job 38:33, Nueva Traducción Viviente.) Con esta pregunta, el Creador ayudó a su angustiado siervo Job a entender que los seres humanos saben muy poco en comparación con él, cuya sabiduría es ilimitada. ¿Qué piensa usted?

El ser humano ha aprendido mucho sobre las leyes que rigen el cosmos, pero la mayoría de los científicos admiten sin reparos que aún les falta mucho por descubrir. Vez tras vez, nuevos hallazgos los obligan a reformular sus teorías sobre el funcionamiento del universo. ¿Qué demuestran estos avances? ¿Que el hombre ya sabe tanto como Dios? ¿O en realidad prueban que el Autor de las leyes celestes es Jehová?

Alexánder dijo...

La fuente del conocimiento. Jehová es en realidad la fuente principal del conocimiento. De Él proviene la vida, y la vida es esencial para poder adquirir cualquier tipo de conocimiento. (Sl 36:9; Hch 17:25, 28.) Además, Dios creó todas las cosas, de manera que el conocimiento humano se basa en el estudio de Sus obras. (Rev 4:11; Sl 19:1, 2.) Dios también inspiró su Palabra escrita, de la que el hombre puede aprender Su voluntad y propósitos. (2Ti 3:16, 17.) Por consiguiente, el punto de partida de todo conocimiento verdadero es Jehová, y aquel que busque tal conocimiento debe tenerle un temor reverente que le ayude a ejercer el cuidado necesario para no incurrir en su disfavor. Tal temor es el principio del conocimiento. (Pr 1:7.) Este temor piadoso coloca a la persona en vías de conseguir el conocimiento exacto, en tanto que los que no toman en cuenta a Dios, fácilmente pueden sacar conclusiones erróneas de lo que observan.

Albrecht Gundelach dijo...

El cuento de Job es justamente uno de los relatos más inmorales que pueden existir. Dos personajes ficticios, el dios de la Biblia y su antagonista, el diablo, realizan una apuesta y el objeto de la apuesta es un personaje, también ficticio, llamado Job. Y ese dios a puesta a Satanás que Job, a pesar de las desgracias y sufrimiento que ese “buen” dios la infiera Job, que éste le seguirá siendo fiel. Claro que finalmente “Dios” gana la apuesta.

Nosotros aún estamos muy lejos de saberlo todo, pero casi a diario obtenemos nuevos conocimientos gracias a las ciencias y no a las religiones, que han tratado y lo siguen haciendo, oponerse a todo lo que huele a ciencia, Ya que a medida las ciencias naturales dan un paso hacia adelante, los dioses dan diez pasos hacia atrás.

Las tal llamadas leyes naturales, son regularidades, que bajo determinadas condiciones siempre se repiten de la misma forma, en la naturaleza, por ejemplo un fluido que se encuentra a una determinada presión siempre va a moverse en dirección de la menor presión, nunca en sentido contrario.
Una ley dada por una religión o por los hombres dice. “Tú no debes”, mientras que las leyes naturales dicen: “Tú no puedes”
(Ver aquí: Ley de la naturaleza)

No existe un temor piadoso. El temor jamás va a ser una fuente de conocimiento ni una ayuda para su aumento. El temor siempre va a ser un impedimento para todo.

Imponiendo temor sólo se ogra inhibición de las personas, y esto va contra toda moralidad y ética.

Alexánder dijo...

Job era un fiel patriarca de la antigüedad a quien Jehová amaba mucho. Sin que él lo supiera, Satanás lo acusó de servir a Dios solo por interés. Ahora bien, Dios confiaba en que Job le sería fiel y sabía que podría remediarle cualquier daño que sufriera. Por eso permitió que el Diablo lo probara: lo cubrió de dolorosos forúnculos “desde la planta del pie hasta la coronilla de la cabeza” (Job 2:7). El cuerpo se le llenó de gusanos y costras, y su piel empezó a ennegrecer y a desprenderse a trozos (Job 7:5; 30:17, 30). Debió de sufrir lo indecible, pero en ningún momento fue desleal a Dios. Él mismo afirmó: “¡Hasta la muerte mantendré mi integridad!” (Job 27:5, Reina-Valera, 1995).

Alexánder dijo...

El relato de Job no se presenta al Diablo como un aliado de Dios, sino todo lo contrario, como su principal enemigo. ¿Cómo lo sabemos? Porque en este relato se le da el nombre de Satanás, que significa “Resistidor” (Job 1:6).

Alexánder dijo...

Con sus mentiras, Satanás consiguió que Adán y Eva se apartaran de su Creador. Y así puso en duda que Dios tuviera derecho a exigirles obediencia a los seres humanos. Además, al inducir a nuestros primeros padres a rebelarse contra Jehová, cuestionó la lealtad de todas las criaturas inteligentes. Como se vio más tarde en el caso de Job —quien sí se mantuvo fiel a la soberanía divina—, el Diablo estaba afirmando que era capaz de apartar de Dios a toda persona (Job 2:1-5).

Al no zanjar de inmediato la cuestión de la soberanía, Jehová le dio tiempo a Satanás para que intentara probar sus acusaciones. Y, además, nos concedió a los seres humanos la oportunidad de demostrarle lealtad. ¿Qué ha sucedido en el transcurso de los siglos? Satanás ha formado una poderosa red criminal. Pero Dios terminará destruyéndolo a él y a su organización, y de este modo dejará establecido que es el legítimo Soberano. Jehová siempre ha estado seguro de su victoria. Tanto es así que la anunció tan pronto como se produjo la rebelión del hombre (Gén. 3:15).

Muchos seres humanos han demostrado fe y lealtad poniéndose del lado de Jehová en la cuestión de la soberanía y la santificación de su nombre. Entre ellos figuran Abel, Enoc, Noé, Abrahán, Sara, Moisés, Rut, David, Jesús, los primeros cristianos y millones de hombres y mujeres íntegros de nuestros días. Estos defensores de la soberanía divina han contribuido a probar que Satanás es un mentiroso. Con su fidelidad, también han ayudado a limpiar el nombre divino de todo el lodo que le ha lanzado el Diablo al asegurar que podía apartar de Jehová a cualquier persona (Pro. 27:11).

Alexánder dijo...

(Proverbios 2:1-7) Hijo mío, si recibes mis dichos y atesoras contigo mis propios mandamientos, 2 de modo que con tu oído prestes atención a la sabiduría, para que inclines tu corazón al discernimiento; 3 si, además, clamas por el entendimiento mismo y das tu voz por el discernimiento mismo, 4 si sigues buscando esto como a la plata, y como a tesoros escondidos sigues en busca de ello, 5 en tal caso entenderás el temor de Jehová, y hallarás el mismísimo conocimiento de Dios. 6 Porque Jehová mismo da la sabiduría; procedentes de su boca hay conocimiento y discernimiento. 7 Y para los rectos atesorará sabiduría práctica; para los que andan en integridad él es un escudo,

Albrecht Gundelach dijo...

Hola Alexander,
Job al igual que Adán y Eva son personajes mitológicos ficticios, nunca existieron. Estos cuentos fueron escritos para fundamentar una moralidad teológica, que no tiene nada que vder con una moralidad que los hombres nos hemos dado en forma libre.
Al respecto te recomiendo leer los siguientes artículos de este blog
1. Los problemas de la moral monoteísta
2. La quimera de los valores cristianos
3. Los diez mandamientos son buenos
4. Adán y Eva eran inocentes

Te invito a que lo leas todo.