19 de febrero de 2013
La Herencia de los Primates
La Herencia de los Primates
Los primeros primates, percusores de los
actuales simios pisaron por primera vez el escenario mundial, hace aprox. unos
70 millones de años. Nuevos análisis genéticos indicarían, que los primates más
antiguos ya existieron hace 90 millones de años. Así los predecesores de los primates vivían junto con los dinosaurios.
Donde los primates, seguramente se trata de un grupo monofilético, todos los
actuales primates, según esto, provendrían de un antepasado común, Los más
antiguos fósiles que sin dudo se pueden considerar como primates, provienen del
Eoceno temprano (de hace unos 55 millones de años) Ya que los descubrimientos
del Eoceno permiten reconocer una separación
en los dos subgrupos “strepsirrhines” (simios de nariz húmeda) y “Haplorrhines”
(simios de nariz seca), se presume que los primates más antiguos vieron hace
unos redondos 80 hasta 90 millones de años en el Cretáceo. Estos fueron unos
pequeños animales que vivían en los árboles, que probablemente se parecían a
los, aun hoy vivientes Tupaia, en lo cual el grupo de los Tupaia no son
considerados como primates por los zoólogos, sino a un género propio (Scandentia).
.http://www.evolution-mensch.de/thema/primaten/images/Daubentonia-madagascariensis350.jpg
En
la época de hace unos 50 hasta 45 millones de años, apareció un grupo de primates,
al cual aún hoy pertenecen aproximadamente 80 especies en Madagascar, África y
sudeste. asiático, que anteriormente se le llamaba prosimios: Makis, lémures, indri, gálagos y loris. Antes
se hacían distinciones entre prosimios y simios, exceptuando la familia de los
traseros fantasmas todos los simios de
nariz húmeda corresponden a los prosimios y todos los de nariz seca a los
simios verdadero.
Hace unos 40 millones de años los primates se
separaron en el grupo de los simios del mundo viejo (Catatthini) en África y el grupo de los simios del nuevo mundo (Platyrrihni) en América del Sur. En esto
se supone que el ancestro vivía en África, de donde estos animales se dispersaron
hacia el oeste en islas flotantes de árboles, y debido a la separación del desplazamiento
continental que separó a la Pangea an África y América. Las más antiguas evidencias
fósiles para la existencia de simios del mundo nuevo se pueden datar en 35
millones de años (Branisella boliviana), y las evidencias para simios del mundo
viejo en 25 a 35 millones de años (Aegyptuspithecus en Egipto). Entre los
fósiles descubiertos y los hoy aún vivientes simios del mundo viejo y nuevo existen
tantos concordancias características anatómicas, bioquímicas y genéticas, que
ya no se puede dudar de un origen común.
De la rama africana hace aproximadamente 30
millones de años se separó in grupo conocido bajo el nombre Cercopitecos: Sus representantes pertenecen
a dos ramas del árbol genealógico entre ellos los macacos, babuinos, y en el
otro lado los Presbytini y Colobus.
Los homínidos
Existe un gran número de fósiles de primates
más avanzados (antropoides), que proviene de la época entre 35 y 6 millones de
años y que representan las variantes evolucionados de entre simios pequeños
(Cercopitecoídeos) , los pequeños simios
hominoídeos asiáticos (hilobátidos), los
grandes simios hominoídeos y los humanos (homínidos). Los tres últimos grupos
juntos, forman el grupo de los hominoídeos. Sin embargo de las características de
los fósiles, prácticamente no se puede establecer en último término un árbol
genealógico. Más bien una entramado de las relaciones de parentesco, sería más
acertado. En esta genealogía existen dos puntos de cristalización: El Egiptopitecos, que oficia como antecesor
de los hominoídeos y el procónsul, que
es considerado como el antecesor de los grandes simios homínidos y del ser humano.
Pero ya el procónsul forma un grupo altamente divergente que se entrecruzan con
los driopitecinos. Un punto claro hacia el camino en dirección al hombre lo
forma recién el Australopitecos, el pre-humano.
Los hominoídeos – este grupo encierra a los
humanos, al igual que los a los simios homínidos existentes y extinguidos – se formaron
durante el Oligoceno entre 34 y 24 millones de años.
Pero recién en el temprano mioceno se dividieron
los hominoídeos arcaicos y se formó un gran número de simios homínidos, que habitaban
en una gran parte del mundo tropical y subtropical. Durante esta época las
variaciones climáticas parecieran haber sido menos pronunciadas, como durante
el siguiente Plioceno y Pleistoceno.
Bosques tropicales y sub-tropicales cubrieron grandes zonas del viejo mundo. El
valle del Riff de África oriental como las montañas del sur asiático, incluyendo
al Himalaya, recién comenzaron a formarse. Así los patrones climáticos, dominados
por épocas secas y lluviosas (Monzón) aún no se habían formado.
Los primeros simios homínidos se adaptaron a
las enormes zonas boscosas, que se formaron durante el oligoceno en África,
sudeste asiático y en grandes partes en Europa. A pesar de que se encontraron
muchos fósiles – ellos pertenecen en sui gran mayoría a los simios homínidos
que vivieron en el mioceno – los paleontólogos no tiene una idea clara con la relación
de las especies hoy existentes.
El ancestro de los orangutanes, chimpancés,
gorilas, se sospecha existió en el mioceno tardío, o sea entre 15 y 5 millones
de años. Por lo tanto los primeros hominoídeos, cuya edad se estima en 25
millones de años, vivían mucho antes de la divergencia de los grandes simios
homínido, hoy conocida. Algunos de estos primeros parientes del mioceno de hace
25 millones de años entran en consideración para ser nuestro antepasado directo.
La gran variedad de los hominoídeos del mioceno temprano pero extinguidos en última
instancia.
Nuestro propio linaje, el de los homínidos
(correctamente: Homininis), se formó a los finales del mioceno en África. En
cierto sentido, la evolución de los simios arcaicos representan es cómo un
espejo hacia la historia de nuestro propio desarrollo. La paleontología, sin
embargo no tiene evidencias, que podrían demostrar de cuáles de estos simios
homínidos desaparecidos, de fines del mioceno, pidieron haber surgido los
homínidos. Pero la impresionante variedad de los simios homínidos de esa época
nos ha dado un entendimiento profundo del camino evolutivo tomado por nuestros
ancestros. Más importante parece ser,
que los fósiles del mioceno muestran el estado de partida de muchas características
de los esqueletos, que abrían experimentado grandes cambios en la posterior
evolución humana.
Fósiles de hominoídeos del oligoceno son más
bien raros. Uno de los representantes más notables es el Egiptopiteco, que podría representar aquella rama que dio lugar tanto al simio del
mundo viejo, como también al “similar al hombre”. Durante el mioceno temprano
se formaron una gran variedad de especies de simios homínidos, que muestran una
gran variada adaptabilidad en tamaño corporal y maneras alimenticias. Géneros fósiles cómo por ejemplo el Procónsul tenía rasgos simiescos del aparato locomotor, pero mandíbulas
y dientes parecidos a los homínidos. A la inversa otras especies, cómo por ejemplo
el Morotopithecus, cuya anatomía sugiere
el desarrollo del patrón locomotor de los simios posteriores sugiere y una
anatomía dental característica de los simios.
Fósiles de hace unos 13 millones de años, de
Europa y Asia, finalmente muestran claros indicios, que pertenecen a aquel
grupo, a los cuales pertenecen hoy los grandes simios homínidos y el hombre.
Algunas de estas especies hacen presumir una completa adaptación a una forma de
movilización, cómo hoy se pueden observar en los chimpancés y orangutanes.
Otros, en especial grandes simios arcaicos, podrían haber tenido una adaptación
suspensoria y cuadrúpeda mesclada. Todas estas especies parecen haber tenido
una madurez sexual tardía, (cómo los actuales simios homínidos) y podrían haber
tenido un cerebro parecido al de los chimpancés. Con esto sería probable, que
estos desaparecidos tipos fuesen el origen de los grandes simios africanos y el
orangután asiático.
Poco después que se formaron los simios homínidos,
se separaron en dos linajes: Una se distribuyó en el sur de Asia, cuyos descendientes
aun hoy están radicados en las zonas tropicales del sur de China, sur este asiático,
Indonesia. La otra línea se dispersó por Europa, y rápidamente se dividió en
diferentes especies del género Dryopithecus.
Estos simios europeos compartían muchas características, con los actuales chimpancés
y gorilas. Esto a su vez podría significar que el Ouranopithecus es el
pariente más cercano a los actuales simios africanos y del hombre.-
Durante el mioceno hasta el pleistoceno, esto
son aprox. 20 millones de años,. También Asia ha producido una considerable
cantidad de grandes simios. Pero no tenían una mayor relación con los homínidos.
Los últimos miembros de este grupo son los orangutanes de la familia de los
Pongo. Esta especie vive hoy como un residuo sólo en las islas de Sumatra y Borneo.
A pesar de que restos fósiles de estos simios se pueden encontrar hasta muy
lejos en el norte de China. La zona de distribución de los simios asiáticos,
una vez alcanzó desde la China oriental hasta Turquía, con esto eran un
grupo muy variado y numeroso.-
El ancestro común del hombre, chimpancé y
gorila, perteneció a uno de estos grupos que se separaron de la línea asiática
y europea, que vivía en África. Los primeros representantes de esta línea, probablemente
pertenecían a los Driopitecinos estos ejemplares, como los posteriores Ouranopithecus, muestran adaptaciones condicionadas
por el medio ambiente, que se hacen notorios por los diferentes tamaños de sus
cuerpos y maneras de movilización. Estas adaptaciones sólo se conocen de ejemplares europeos, ya que hasta ahora no se
han encontrado ningún fósil en África, de
este lapso de tiempo de entre diez hasta siete millones de años – período de
tiempo en el cual se sospecha la separación del humano del chimpancé.
A pesar de ello: Los fósiles de los Dryopithecus demuestran, que esta especie estaba
cercanamente emparentada con los posteriores homínidos, más cerca de la época del
comienzo de la evolución humana. Es probable, que si son salvados restos de
simios africanos de aquella época, tendrían muchas características comunes con
la línea europea.Con esto la anatomía de los Dryopithecus, en parte podrían representar
aquel punto de partida, de los cuales finalmente partió la evolución humana.
Fuente: www.evolution-mensch.de
Traducido del alemán por A. Gundelach, Febrero 2013
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