14 de junio de 2011

¿Existe Dios? Debate entre el teísta Dr. William Lane Craig y el ateísta Dr. Michaerl Schmidt-Salomon- Parte 4

¿Existe Dios? Debate entre el teísta Dr. William Lane Craig y el ateísta Dr. Michaerl Schmidt-Salomon- Parte 4


Dr. Michael Schmidt-Salomon en su segunda intervención con el creacionista Dr. William Lane Craig

Universidad Heinrich Heine Düsseldorf 26.4.2005

Voltaire una vez dijo, hay que repetirse tantas veces hasta que le entiendan a uno. En vista del limitado tiempo para la réplica de 12 minutos, no puedo seguir este consejo y debo limitarme a algunas notas adicionales.

La réplica del Dr. Craig es y sabiamente formulada, pero en ningún momento en la posición de rebatir los argumentos, que he presentado contra la suposición de la existencia del dios de los cristianos. Craig ha señalado acertadamente, que mis argumentos apuntan esencialmente a refutar las premisas de las cuales inició sus conclusiones. Pero esto no significa, que yo pienso, que las conclusiones de Craig sean correctas en el sentido de la lógica formal. Todo lo contrario.

Veamos, por ejemplo, la primera “demostración de Dios” de Craig. En su 1era tesis, parte de la base, que todo lo que existe es necesario por sí mismo o por una causa externa. Contra esto, en principio, no hay nada que objetar. Lo mismo vale, para su 2da tesis, que sólo dice que el universo existe. Las deducciones de Craig empero, que el universo, porque no es necesario, debería tener una causa externa, trascendental y personal 1*. No sólo empíricamente es problemático, sino lógicamente errado ¿Por qué? Porque en su tesis se habla sólo de una causa externa, de ningún modo de una transcendental o incluso una personal. Sin error lógico, sólo debió haber concluido, que el universo, si no estuviese fundamentado en si mismo tiene una o más causas externas. Sin embargo, esto no dice nada referente al tipo de causa. Pensable sería un neta causa natural, igualmente se puede atribuir al universo sobre la acción de una fuerza trascendental pero impersonal (por ejemplo el dios sin rasgos distintivos de los místicos).

La suposición de un origen personal que predispone Craig, de hecho es posible, pero lógicamente no obligatorio. Incluso si por diversión, partimos por un momento de un autor personal del universo, esto en ningún caso significa, que este necesariamente debería asociarse con el dios de los cristianos. Aquí se ofrecen, los 500 000 alternativas de figuraciones divinas poco apreciadas por Craig, como una posibilidad explicativa con o sin sentido.

Más aún. En base a esta hipótesis de la relación de casualidad personal, se podría especular, que no debemos nuestra existencia a un dios cualquiera, sino a una especie biológica tecnológicamente altamente desarrollada, pero de ninguna manera todopoderosa, que de pura ganas de experimentar ha programado un mundo virtual que nosotros, como parte de este programa virtual experimentamos como nuestro cosmos real 2*. Aún cuando no defiendo a esta teoría, digo yo, que por lo menos para los fans de la ciencia ficción puede reivindicar más plausibilidad, que la vieja variante teísta que ha propuesto el Dr. Craig.

Se puede ver: Incluso si se observa este asunto de forma netamente lógica, es decir, prescindiendo de todos los contra argumentos empíricamente fundados, la prueba cosmológica de Dios de ninguna manera es convincente.

A los defectos de la lógica formal de la argumentación de Craig se adiciona, que los conceptos, que usa no los separa pulcramente unos de otros construyendo polos opuestos, donde en realidad no existen. Esto se hace notorio, por ejemplo, en la confrontación de casualidad y necesidad. Para todos aquellos que se han ocupado de forma algo más intensiva con esta materia, esto es absurdo- ¿Por qué? Porque la mayoría de la variantes de “casualidad” no están en contradicción con la necesidad. 3*

Cuando hablamos de “casualidad”, entonces nos referimos casi siempre, que cadenas causales se encuentran en forma inesperada e impremeditada. Si a usted, por ejemplo, en su caminata matinal al panadero le cae un ladrillo sobre la cabeza, entonces esto es una lamentable casualidad. Sin embargo este doloroso encuentro de cabeza y ladrillo, de seguro no fue ninguna violación del principio universal de la casualidad. Que usted estuvo justamente en este momento debajo del techo defectuoso del panadero, tenía igualmente causas claras, como el hecho que el ladrillo se soltó del techo al mismo tiempo. Su conmoción cerebral era a la vez necesaria, porque fue causalmente determinada, como también casualmente, porque no fue un acto intencional y tampoco previsible.

La aplicación de este ejemplo a nuestra existencia en el cosmos es simple: Si basamos toda nuestra existencia en una “casualidad cósmica”, entonces esto no significa, que negamos, que nuestra existencia (o el cosmos) fue causalmente determinado y por lo tanto necesario, lo que negamos, que tiene sentido suponer que nuestra existencia fue intencional, planificado o solamente predecible. Justamente esta construcción debe anhelar el Dr. Craig, para poder fundamentar la suposición de un diseñador inteligente. Con esto se enreda no sólo en contradicciones lógicas, al declarar primeramente a la categoría del propósito como irrelevante, pero luego usándolo él mismo. ¡Incluso él llega al “argumente” de fundamentar la “inteligencia” de su “diseñador” alegando, que este [el diseñador] con la muerte de antiguos ecosistemas se preocupó de los hoy, duramente combatidos, combustibles fósiles! Pues bien, no habría esperado, que un omnisciente, todopoderoso e infinitamente bondadoso dios, haya destruido varios millones de seres vivientes, sólo para que en un momento dado tuviésemos la chance, de contaminar a gusto nuestra atmósfera…

Lleguemos a los argumentos la moralidad que Craig presenta. En su réplica de manera notoria no se refirió a mi diferenciación de objetivos, predeterminados externamente, e intersubjetivas, para muchos individuos valores morales válidos, bajo determinadas condiciones. La razón es clara: Su argumentación se derrumbaría, cuando la amplia aceptación, de ciertos estándares valóricos, si se podrían fundamentar de mejor manera con una intersubjetividad fundamentada en la evolución que con la hipótesis de Dios.

No es más que una finta retórica, cundo el Dr. Craig pregunta: “¿Realmente piensan que torturar a un niño sería un acto neutral?” Naturalmente ustedes con razón responderían: ¡No! Aquí nadie a afirmado algo así. El hecho de que todos reaccionamos con indignación frente a esta pregunta, tiene sus raíces en la herencia de la evolución. Normalmente estamos programados para sentir compasión, cuando vemos el sufrimiento de otros.

¿Pero esta empatía viene de Dios? No, más bien es el producto de estrategias egoístas poco finas. Como lo ha demostrado la investigación, el aumento del crecimiento del cerebro durante el desarrollo de los homínidos, se debe principalmente, que los portadores de cerebros complejos, debido a su mayor inteligencia social, estaban en ventaja frente a congéneres estructurados de forma más simple. Sólo aquel que pudo compenetrarse en las necesidades de sus semejantes, supo, cuando y con quién podía cooperar, a quién se le podía hacer trampa sin peligrar y a quién era mejor lisonjear, para acercarse más a sus metas. Esta capacidad de empatía crecida por la evolución, fue el requisito para mentir, timar, cooperar y crear intrigas exitosamente y creó – casi como un efecto secundario - la base de un comportamiento altruista, motivado por la compasión (compartición de la alegría).
Sin embargo la capacidad de empatía, fácilmente puede ser desconectada mediante ideologías. Así, por ejemplo, la propaganda nazi logró adoctrinar a grandes partes de Alemania, mostrando a los judíos como “humanoides” o “hongos venenosos”, de manera que perdieron todo tipo de compasión frente a este grupo étnico. Aún hoy es parte de los trucos de un dictador habilidoso, que este deshumaniza sistemáticamente a sus opositores. 4*

Recordamos: Valores humanos no están dados de forma objetiva, pero bajo condiciones culturales favorables pueden ser aceptados intersubjetivamente. Si los valores humanos realmente fueron dados por Dios, como opina Craig, se debería esperar, que aquellos, que llevan el nombre de Dios en la boca, se comportarían de forma especialmente más humana. Sin embargo, la historia muestra justamente lo contrario. Aquellos que más estrechamente se sentían de lado de su “Dios”, eran mayoritariamente aquellos que más lejos se encontraban frente a las necesidades de sus prójimos.

Esto no es de extrañar en el contexto cristiano, pues el dios de los cristianos no es en ningún caso un epítome de la “bondad”, como afirma Craig. Al, parecer tiende, no sólo leer selectivamente la literatura actual sobre estudios religiosos, sino, también a la Biblia. ¡Si la Biblia, damas y caballeros, fuese realmente la “palabra de Dios”, habría que denunciar repetidas veces por graves cargos de lesa humanidad al tirano divino, que en ella actúa! Ningún sujeto de nuestra especie, por muy depravado que fuese, ha cometido crímenes a tan largo alcance, como los son relatados del Dios de la Biblia. Sólo recordemos la total aniquilación de Sodoma y Gomorra, o el genocidio mundial en humanos y animales durante el llamado “diluvio”.

En el Nuevo Testamento, el reinado del terror de Dios no es aminorado en nada, sino, adicionalmente agravado mediante la amenaza de eternos sufrimientos infernales. El “reino de los cielos” como es sabido, solamente les es prometido a unos pocos “elegidos”. Al resto sobrante de la humanidad tienen como perspectiva un Auschwitz en el otro mundo con ángeles como seleccionadores en la rampa celestial. Al respecto lea los versos 13, 41-43 del evangelio según Mateo 6*. Si esto no es suficiente, deberían echarle un vistazo a la “Revelaciones de Juan”. De toda la literatura mundial, casi ningún texto está impregnado con un sadismo tan ilimitado. Los derrames literarios del marqués de Sade por lo menos frente a esto como ingenuos cuentos para niñitos a contar antes de quedarse dormidos

Llego al final: El Dr. Craig ha dicho, que yo no he podido demostrar la no existencia de Dios. Concuerdo plenamente con él. ¿Pero cómo iba a ser también de otro modo? ¡No-existencias per se no pueden ser evidenciados! Yo podría afirmar, que nuestro un universo es el tracto intestinal de un gigantesco gnomo invisible con rayas azules de nombre Gaga Gugelhurz. Nadie podría demostrar la no existencia de este ser imaginario. ¡Esto tampoco sería necesario! ¿Por qué? Porque no es aquel que niega la existencia de Gulgelhurz o del dios de los cristianos que debe presentar las pruebas, sino, aquel que defiende tales osadas tesis. Esto está acorde al principio de la parsimonia científica (también conocido como la Navaja de Ockham), que dice, que para la explicación de un fenómeno, no hay que presentar más suposiciones no demostradas, de lo estrictamente necesario 7*

En resumidas cuentas: Mi meta en este debate no pudo ser, demostrar la no existencia del dios cristiano. Más bien quise y pude mostrar:

1) Que la suposición de la existencia del dios de los cristianos no es absolutamente necesario, ya que existen muchas otras (incluso mejores) explicaciones,

2) que una suposición, como esta, en caso que fuere así, sólo puede ser mantenida mediante inaceptables contorsiones intelectuales,

3) Que la hipótesis Dios, necesariamente está ligada con serios problemas éticos.

En positivo: Si pudiésemos renunciar en la creencia de un imaginario macho alfa de nombre Dios, tendría esto enormes ventajas. No sólo seriamos capaces de desarrollar una intelectualmente honesta visión del mundo, que corresponde al estado de nuestro desarrollo técnico-científico, finalmente estaría libre el camino para la hace tiempo obsoleta conversión de la arrogancia religiosa hacia una humanidad sencilla. Ya no nos enfrentaríamos como cristianos, judíos, musulmanes, budistas, hinduistas o ateos, sino como integrantes libres de aquella especia similar a los simios, que a sí misma en un arrebato de arrogancia, se dio el nombre de homo sapiens sapiens (“el hombre sabio sabio).

Hasta ahora no le hemos honrado mayormente este noble nombre de especie. La despedida de la hipótesis “Dios”, con la cual nos quisimos dar mayor importancia, de lo que realmente somos, sería para esto un primer paso necesario si bien aún no suficiente

Comentarios (debido a lo limitado del tiempo en el manuscrito, pasajes abreviados)

1*.-. Si en su primera tesis hubiera hablado sobre causas personales, para muchos los fundamentos no hubieran sido razonables, puesto que “montañas, planetas y galaxias fueron causados por una persona, sólo sería aceptado por aquellos que de todos modos parten de la existencia de un dios personal. La argumentación de Craig no fue más que una maula.

2*.- Esta teoría de hecho, fue formulada por algunos expertos en el campo de la investigación de la inteligencia artificial.

3*.- Los físicos hoy aún discuten, si realmente existe una “auténtica casualidad”, es decir, sucesos que realmente son causalmente indeterminados. Einstein, por ejemplo, no creía en la teoría de la auténtica casualidad, por esto también su expresión, que “dios” no juega a los dados.

4*.- Aquel que llama a una “guerra santa” o a “cruzadas contra el mal”, hace bien describir a sus enemigos no como los hombres con propiedades demasiadas humanas, sino reducirlos a “incrédulos” o “terroristas”. Si los subordinados se tragan este mensaje, entonces en la confrontación con el “enemigo” pierden toda compasión. La manera sádica, con la cual los soldados americanos torturaban a sus prisioneros iraquíes, habla un lenguaje claro
.
5*.- A pesar de que el Dr. Craig en su aporte cita al teólogo crítico (mientras tanto mejor dicho: Científico de la religión) Gerd Lüdemann, se le olvida mencionar, que este experto de la investigación de la vida de Jesús, entiende a los informes de la resurrección como meras proyecciones deseosas de los apóstoles, lo que llevó, como es conocido, a serias tensiones entre el científico y “su” iglesia. (Bajo el capó, muchos colegas teólogos alemanes concuerdan con él, sólo que en base de la reglamentación forzada eclesial, bajo la cual sufre la “ciencia dependiente” teología (ver por ejemplo, el libro de Lüdemann “Im Würgegriff der Kirche” nunca lo publicarán con la claridad necesaria.

Las observaciones de Craig, que los cultos de resurrecciones paganas “eran una abominación al mundo judío”, sin duda alguna son correctas. Pero: Aquí encontramos justamente la razón, por qué el cristianismo, basado en cultos paganos, no se pudo imponer en el judaísmo, o sea, sólo pudo propagarse en base de misiones a los paganos, a pesar de que expresamente se contradecía a la voluntad del redentor bíblico, quién dijo, que no había que arrojar las perlas (sabidurías de la tora) a los cerdos (paganos) ver Mateo 7, 6, al respecto ver también el libro de Pinchas Lapide: “Ist die Bibel richtig übersetzt?”) No sólo el culto de la resurrección se basa en fuentes paganas, sino, también, para la Biblia, el inusualmente suave sermón de la montaña – como lo muestran las últimas investigaciones –que son casi literalmente los centrales mensajes de los filósofos cínicos itinerantes (los sucesores del estrambótico filósofo Diógenes de Sinope), quienes recorrieron el imperio romano durante el siglo 1(Ver, Earl Doherty. “The Jesus Puzzle” ). Quizás el más grande defecto científico-religioso de la argumentación de Craig, consiste en que no diferencia en el Jesús histórico (si es que realmente existió) y el Cristo sinóptico de la fe (ver al respecto la exposición resumida en mi libro “Erkenntnis aus Engamente” pág. 221).

6*.- Enviará el Hijo del Hombre a sus ángeles, y recogerán de su reino a todos los que sirven de tropiezo, y a los que hacen iniquidad, y los echarán en el horno de fuego: allí será el lloro y el crujir de dientes. (Mateo 13, 41).

7*.- Como ilustración un ejemplo: Se dan dos hechos: 1. Hubo un tornado. 2. Un árbol fue sacado de raíz. Científicamente razonable sería, relacionar la caída del árbol al tornado. También se podría pensar, que extraterrestres hayan inspeccionado a la Tierra, y que se produjo un defecto en uno de los OVNIs, la repentina falla en un sistema de tracción produjo un tornado y al caerse se dañó el árbol. A esto aparecieron unos agentes especiales de la CIA y eliminaron todas las huellas de los OVNIs, para ocultar frente a la opinión el secreto de la vida extra terrestre, para poder seguir experimentando con la tecnología E.T. Esta última explicación, si bien es pensable, ciertamente con concuerda con el principio científico de la parsimonia (por lo menos hasta que no con9oscamos nuevos hechos). Lo mismo también vale para la hipótesis “Dios”, que introduce demasiadas suposiciones no demostradas , para poder explicar fenómenos, que de otra manera pueden ser explicados mucho mejor y de forma más elegante mediante la ciencia.

Fuente: www.schmidt-salomon.de
Traducido del alemán por A. Gundelach, Diciembre 2010

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