22 de septiembre de 2013
Con Dios todo está permitido
Con Dios todo está permitido
Andreas Müller
Cuando
a los teólogos en una discusión con ateos se les acaban los argumentos, muchas
veces citan a Dostojewski “Sin Dios todo está permitido”, Los Hermanos Karamasow. Esta cita no es muy original, de esta
manera ya se había defendido a Zeus. En esto, desde el punto de vista filosófico,
hay que concordar: No existes una justificación ética final, puesto que no nos
podemos sacar de la ciénaga tirandonos de nuestro moño. De todos modos, también
todos los demás dioses y sus leyes no son una salida.
La moral es obra de humanos y está sometida a cambios.
Gracias al humano, hoy ya no apoyamos la lapidación de personas, que recogen
leña un día sábado, cómo lo ordena al Antiguo Testamento. Tampoco respaldamos la
esclavitud o la discriminación de homosexuales. Por suerte no existen verdades
eternas en el ámbito de la ética. Con la ayuda de nuestra razón y nuestra
intuición moralista podemos seguir desarrollandonos. Inclusive la Biblia comprende
esto, al avanzar del “ojo por ojo” al “amarás a tu prójimo” (pero, donde al mismo
tiempo, inventa al infierno). Por suerte también Dios cambia constantemente de
opinión.
Para que nosotros, nos podemos moralmente mejorar, cómo
individuo y sociedad, necesitamos libertad de acción. En una sociedad liberal se
es libre, actuar de acuerdo a su propia voluntad, mientras no se impida al prójimo
ejercer este mismo derecho. Y justamente en este momento la iglesia se sube al
escenario cómo un mimo envejecido, que aún sigue construyendo castillos en el aire
La religión por su concepción y estructuración, es
antiliberal. Sus partidarios, ya sean islámicos o cristianos fundamentalistas,
son de la opinión, que el creador del universo ha escrito uno de sus libros,
lamentablemente no es Hamlet de Shakespeare, al cual habría apuntado,
sino una obra especialmente retrógrada, de un grupo de personas atrasadas que pasaban su tiempo deambulando por
el desierto. Y que apedreaban a no creyentes, homosexuales, niños insolentes,
seguidores de otras religiones; y que dicen Jehová/Yahvé. Y esta “moral” debe aplicarse ahora para todos nosotros.
Pero cosas como estas, sólo lo creen un par de locos en el Medio
Oriente y los EEUU, nos dicen nuestros teólogos moderados. Incluso esto ya sería
bastante malo, pero también aquí hay un aumento
constante de fundamentalistas religiosos, piénsese sólo en el evangelicalismo; en los cristianos ortodoxos
rusos y en los islámicos. Adicionalmente los religiosos moderados debería refrexiuonar,
sobre cómo ellos argumentan. Empero, no dicen otra cosa, que su moral la obtienen
de su religión y con esto de su libro santo, aún cuando lo hacen de manera no
tan literal. Con esto ellos se limiten innecesariamente y usan una fuente bastante
dudosa, mientras que nosotros los naturalistas, disponemos de toda literatura histórica
y filosófica. Y no nos sirve, para confirmar nuestros prejuicios religiosos,
sino nos ayuda encontrar caminos, de cómo podemos mejor bel destino de la humanidad
en su existencia terrenal. En cambio, moderados religiosos apoyan a los
fundamentalistas, cuando afirman que es especialmente sabio y moral, derivar la
ética de un viejo libro.
¿Si sociedades religiosas se
parecen hoy a Arabia Saudita, Irán o Sudán, cómo se ven entonces los estados
ateos? Suecia y Japón son uno de los
países menos creyentes de la Tierra. ¿Los suecos y los japoneses son inmorales?
Todo lo contrario. Ante todo Suecia es considerado como un ejemplo de un estado con un sistema social y político
justo. En comparación con otros países, en casi todas las categorías pertenece
a los top10. ¿Y quién no ha admirado alguna vez a la eficiencia japonesa, que
ha estilizado el bienestar de su población y su democracia? ¿Un mundo ateo sería
víctima de la amoralidad generalizada? Habría
que preguntarse, donde llegan a para las leyes hechas por hombres, apenas alguien
pierde la fe en su dios. Si un cristiano roba, se le castigará de la misma
forma como a un ateo. A parte de esto compartimos una moral básica evolutivamente
formada, que también la tienen los simios en una versión más simple, sin mencionar
nuestra empatía, nuestra cultura civilizada y nuestra capacidad de razonar. Todas
las personas, por naturaleza están capacitadas,
para un comportamiento moral, cómo lo mencionó el premio Nobel Steven
Weinberg: “Con o sin religión
siempre habrá buena gente haciendo cosas buenas y mala gente haciendo cosas
malas. Pero para que la buena gente haga cosas malas hace falta la religión.”
Cristianos y musulmanes moderados muchas veces opinan, que
no se debe criticar a sus religiones y protegen su pereza mental con el parágrafo
§166 StBG (código penal, por sus siglas en alemán, el traductor), que castiga
la blasfemia, tan pronto cuando una cantidad suficiente de personas se alteran.
Esto lo encuentran fabuloso todos los fanáticos de todos los colores, ya que ellos también colocan a su dios bajo la
ley de protección de monumentos. No sólo con la ayuda del derecho penal, sino
también con la universalmente difundida postura, que es un desatino criticar
las religiones de alguna persona. Esta convención n o vale para las diferentes visiones
del mundo. ¿Dese cuando se retractan los teólogos, cuando se trata de críticas
al humanismo secular? La solución es muy fácil: Cada cual debe tener el derecho
de criticar la visión mundial o las religiones de sus congéneres de manera
procaz y si a alguien no le gusta esto, que vaya a arabia Saudita a observar cómo
funciona una teocracia en la práctica. ¡Pero cuidado, no vaya a perder la
cabeza!
¿Los
creyentes no le roban ni asesinan a nadie realmente, porque se imaginan a un
dictador omnisciente en el cielo, que les prohíbe esto? ¿Un Big Brother, que
los castiga por crímenes de pensamientos? Para una persona especialmente religiosa
esto puede ser cierto. Aquel que une religión y moral en forma inseparable en
su cabeza podría convertirse en un peligro público, a penas que pierda su fe.
Por otro lado: ¿Una persona así ya de hecho no es un peligro público?
¿De dónde
obtiene su moral? ¿Según su opinión, que deberíamos leer y cumplir, parea no
terminar como un bistec en la eterna fiesta de la parrillada? De libros increíblemente
yermos con una dudosa moralidad, por ejemplo la Biblia. ¿Qué interés podríamos
tener hoy en esos interminables árboles genealógicos; estas aburridas
descripciones de ritos de sacrifici9s; estas eternas caminatas por desiertos y
ante todo aquel grotesco sadismo de historias cómo el diluvio exterminador o el
cuasi sacrificio de Isaac por su padre? Acuérdese del pobre Job, que es
torturado sin motivo por su querido dios. Es una suerte, que esta historia,
como el resto de la Biblia, no son más que inventos.
Lo
que no fueron inventos eran las persecuciones de brujas y la caza de herejes
por parte de la iglesia católica de la Edad Media. Piénsese en el apoyo de los regímenes
fascistas, por ejemplo el de Franco y
Mussolini, por parte de la iglesia católica. Acuérdese de las 900 nuevas y reconstruidas iglesias patrocinadas generosamente
por los Nazis entre 1933 y 1945 a sus colaboradores cristianos. O en los
trabajadores forzados que fueron utilizados en instalaciones cristianas. No se
olvide de los niños abusados en los hogares cristianos en tiempos de posguerra.
Estos “errores” sucedieron a causa de la religión cristiana y no a pesar de
esta religión .Esto es lo que cada demócrata amante de la libertad, finalmente
debe comprender, si es que quiere combatir al fundamentalismo: ¡Sin una palabra
“santa” no hay fe literal!
También
entre los ateos está muy difundida la creencia. Que la violencia religiosa no
tiene nada que ver con religión. Por ejemplo, en la Biblia dice: “Matad, pues,
ahora a todos los varones de entre los niños; matad también a toda mujer que
haya conocido varón carnalmente. Pero a todas las niñas entre las mujeres, que
no hayan conocido varón, las dejaréis con vida.” (Números 31, 17-18). ¿Los cruzados cometieron todas estas
atrocidades en el nombre de Dios, pero esto no tendría nada que ver con la
visión mundial de la Biblia? Veamos un terma más actual: Los prejuicios de los
cristianios frente a los homosexuales: “Si alguno se ayuntare con varón como
con mujer, abominación hicieron; ambos han de ser muertos; sobre ellos será su
sangre.” (Levítico 20,13). ¿Qué bases
razonables existen para prescribir la conducta sexual a ciudadanos mayores de
edad? Algo asó sólo hacen las personas religiosas, porque piensan que su dios
les ordena esto. Naturalmente esta argumentación funciona muy bien, cuando no
se quiere reconocer sus propias tendencias sexuales y se condena a otras personas
en el sentido de un acto de desplazamiento, que no tiene ningún problema con
aquello.
El
Corán de ninguna manera es mejor, en el Sura 4, 15 dice: “Llamad a cuatro
testigos de vosotros contra aquéllas de vuestras mujeres que cometan
deshonestidad. Si atestiguan, recluidlas en casa hasta que mueran o hasta que
Alá les procure una salida.” Esto también se encuentra en el cuerpo de Derecho islámico
(Sharia), que mientras tanto es practicado en forma “voluntaria” (por lo menos para
los hombres) en Inglaterra. O tomemos el Sura 4 versículo 34: “Los hombres
tienen autoridad sobre las mujeres en virtud de la preferencia que Alá ha dado
a unos más que a otros y de los bienes que gastan. Las mujeres virtuosas son
devotas y cuidan, en ausencia de sus maridos, de lo que Alá manda que cuiden.
Amonestad a aquéllas de quienes temáis que se rebelen, dejadlas solas en el
lecho, pegadles! Si os obedecen, no os metáis más con ellas. Alá es excelso,
grande”. Aquí el Corán ordena inequívocamente la sumisión de la mujer y si no
es la base para la estructuración patriarcal de las sociedades islámicas, por
lo menos sirve como legitimación divina.
Naturalmente
también los ateos son capaces para cometer cualquier tipo de delito. Pero tiranos
no creyentes tienen por lo menos motivaciones mundanas, aún cuando estas sean
egoístas y desconsideradas para cometer estas fechorías. Pero así existen limites
poara ellos. Un ejemplo: Un tirano ateo puede torturar a sus contrarios políticos,
para obtener información, por ejemplo obtener la ubicación de otros enemigos políticos.
Pero con esto posiblemente no los va a matar y lastimarlos demasiado, ya que finalmente
él quiere obtener algo de ellos. Pero cuando la inquisición torturaba a alguien,
entonces no existían límites. Ella finalmente quería salvar las almas de sus
víctimas, estaban convencidos de hacer algo bueno, lo que les ordenaba el
creador del universo. Y no era posible demostrarles lo contrario… Los
torturadores de la inquisición fueron muy creativos con sus clientes. Hubo de
todo, aplasta pulgares, pinzas y tenazas ardientes, el potro. Y todo para el
bien de las almas. Un ateo no cree en almas, luego tampoco quiere “salvar” a
algunas de ellas. Gracias a ti humano. Además a un tirano ateo se le puede matar
visiblemente para todos y toda la magia de la supuesta inefabilidad e
invencibilidad queda desenmascarada. La matanza de un dios es bastante más difícil
y ya se está extendiendo mucho en el tiempo.
De
hecho las más tremendas crueldades aún hoy son motivadas por las religiones.
Piénsese solamente en la mutilación genital; en los atentados suicidas o en los
movimientos de los tiempos finales, que no sólo se alegran por el fin del
mundo, sino que también cooperan activamente con ello. Y los asesinos en serie
como Charles Manson, que creía ser Jesús, que normalmente no pertenecen a las
filas de los críticos racionalistas.
Las
religiones son obras de personas y con esto también la moral religiosa. Ella no
es absoluta, sino arbitraria, ya por el sólo hecho de la existencia de tantos
dioses. No es un mejor fundamento para
nuestra ética cómo la filosofía moral ilustrada, sino una, que se basa en cruentas
imaginaciones de los tiempos del bronce. U dios todo bondadoso no escribiría un
libro como la Biblia o el Corán. Se concluye entonces, que la base de la moral
religiosa es mucho más problemática, que la base de cualquier tipo de moral atea. Para nosotros sólo existen personas. Ningun dios nos llama
a hacer guerras santas u ofrecer recompensas por la cabeza de escritores cómo Salman
Rushdie. Ningún ser todo misericordioso nos exige colgar a homosexuales o
lapidar a mujeres violadas por adulterio, lo que se critica en el Irán. Para un
ateo siempre existen límites. Pero con Dios… Con Dios todo está permitido.
Fuente: http://www.miz-online.de
Traducido del alemán
por A. Gundelach, Septiembre 2013
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario