El problema de la justificación de la fe
La pregunta básica decisiva es: ¿Qué es lo que realmente sabemos de forma
segura? Cada filosofía y cada religión se confrontaban con esta cuestión. Y en
cada época surge nuevamente esta interrogante. Sin embargo existe la posición
“progresista”, según la cual una religión puede ser verdadera, sino solamente
debe ser útil en el sentido de la
moralidad, pero esto en ningún caso es la posición fundamentalista: Según esto
se da la solicitud moral como consecuencia de la pretensión de la verdad.
¿Entonces que es verdadero?
Las diversas religiones siempre tenían listo una respuesta a esto.
Esta respuesta es: ¡No hay que saberlo, sólo hay que tener fe ello! Y la fe
no necesita una justificación.
,
Si observamos las respuestas, entonces vemos el mismo patrón: Es cierto,
porque fue revelado; es cierto, porque las sagradas escrituras lo dicen; es
cierto, porque lo anunció una autoridad (como para incluso en forma infalible); porque corresponde a la
tradición.-Todas estas cosas nos llevan directamente a El Trilema de Münchhausen ,
esto significa que aterrizamos ya,
- en un circulo
viciosos, lo que está viciado lógicamente
- en una regresión interminable, lo que en la práctica es irrealizable
- o llegamos a una suspensión arbitraria del postulado del justificación, lo
que nos lleva directamente al dogmatismo.
Las religiones en la regla, llegan a parar en el dogmatismo (“Es cierto, porque el, papa
lo determinó ex cathedra” o “Es verdad,
porque lo dice la Biblia”) o en un círculo
lógico (“La Biblia fie revelada por Dios y por esto es verdad. Nosotros lo
sabemos, porque los escritores de la Biblia así lo dicen. La Biblia a la misma
vez, nos certifica, que sus escritores, fueron inspirados por Dios” – esta argumentación
también es usada por Hank (La Historia de Hank) y sus amigos, generalmente
no es tan burdo, cómo en este ejemplo, que sólo ha de mostrar un modelo generaizado. A esta manera de
pensar, yo la llamo arcaica o pre-científica. Si se busca reivindicaciones
dogmáticas, generalmente una se vuelve a encontrar con argumentos circulares.
Por
lo menos una de las tres posiciones es posible presentar contra cualquier
justificación, también contra experiencias subjetivas, es decir, cada defensa se
puede cuestionar. A excepción que prohibiciones de pensar evitan esto. Aquí no
se trata de un argumento contra el razonamiento arcaico, ya que el juicio moderno
está afectado de la misma manera. En la moderna actitud mentall sólo se saca
como conclusión, desafiar cada demanda a la verdad absoluta, sin reclamar esto
para una posición propia (escepticismo). Mientras que la visión religiosa trata
de inmunizarse contra esta crítica, o sea pretende imponer sus
reivindicaciones contra toda racionalidad.
Esta (muchas veces exitosa) inmunización es la verdadera amena a la razón, ya que sugiere que
se llegó al final de todo el conocimiento, siendo que recién estamos en el comienzo.
Podemos postular las siguientes tres etapas del
conocimiento, que se fundan uno sobre el otro:
· - Percepción,
esta es inconsciente y acrítica.
· - Conocimiento,
este es consciente y acrítico.
· - Ciencia,
esta es consciente y crítica.
De acuerdo a esto, la religi0pon se puede clasificar dentro
de la segunda etapa. De seguro la fe también es crítica, pero no contra sus propias
doctrinas, sino proferentemente contra otras visiones del mundo.

En realidad existen tres métodos, con los cuales las
personas justifican un comportamiento, que no se puede justificar razonablemente:
1.- Tradición – esto ya lo hemos hecho siempre así.
2.- Mayoría – los otros también lo hacen de esta manera.
3.- Religión – muchas veces mezclado con las dos “justificaciones” anteriores.
De otra manera, una persona racional no se le va a
ocurrir circuncidar los genitales de los niñitos. Pero si es tradición, o la
mayoría lo hace o se puede fundamentar
con una religión – entonces de repente está permitido, y aquel que se opone es
un enemigo de la tradición y de la religión.
Es entonces un
fin de la religión organizada, considerar como cierto y correcto el comportamiento,
que de otra manera ninguna persona lo tomaría en serio. Por esto las religiones
exigen tan insistentemente el respeto: debido que normalmente ninguna persona razonable llegaría ala idea de respetar
pensamientos tan aberrantes.
Lo que personas religiosas adultas hagan entre ellos en
forma voluntaria y sin coacción no sería un problema y se debe respetar, el
asunto se pone crítico, cuando de ello se derivan exigencias para la generalidad.
“La fe no es el
comienzo, sino el final de todo conocimiento” (Johann Wolfgang von Goethe)
Fuente: http://www.dittmar-online.net
Traducido del alemán por A. Gundelach, con la gentil autorización de Volker
Dittmar, Mayo 2013
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