Ateísmo
El ateísmo es una filosofía de la moral, que se
desarrolla de la superación superstición y de la liberación de Dios. La base es
un proceso de conocimiento, que parte del teísmo –creencia en Dios - y que lleva a través del agnosticismo hacia el
ateísmo. La creencia en un dios, no necesariamente es una contradicción, sino
más bien una pre etapa del ateísmo.
La mayoría de las personas tienen el ímpetu, creer en
Dios y amarlo, a pesar de que casi a todos los dioses, se es que existieran,
los deberían ver como caracteres dudosos y poco entrañables *. El amor a Dios de parte del hombre, no tiene fundamento
lógico, sino instintivo; cómo todo lo irracional se formaron en las tempranas
etapas de la formación humana.
La creación de Dios por el hombre
En la prehistoria, los dioses fueron inventados por los
hombres, para que estos les cumplieran sus deseos espirituales y profanos: Ayuda
en la cacería; vencer a los enemigos, la inmortalidad, el sentido de la vida; compensación
por el dolor y el sufrimiento y la unidad con un ser superior. Clanes que
sentían de su parte a un dios o a un demonio, poseían una notoria ventaja frente
a clanes “ateos”. El filósofo Daniel Dennet, describe en su libro Breaking the Spell, cómo los rituales religiosos les daban a sus
seguidores un sentimiento de comunidad y con esto una mejor chance de sobrevivencia
en un ambiente hostil. Por lo tanto, la
creencia en un dios se desarrolló por evolución – mejor dicho: Por selección natural.
Se encuentra prácticamente en todos los pueblos naturales. En la etnología se conocen
aproximadamente diez mil diferentes dioses por sus nombres; una gran cantidad
de dioses desaparecieron para siempre; sin embargo hoy aun se honran aproximadamente
a unos mil quinientos dioses en la Tierra.
En
compensación del cumplimiento de los deseos humanos, la fe exige de sus seguidores
determinadas obligaciones, cómo la subordinación a la autoridad divina; el reconocimiento
de las autoridades sustitutas o fetiches – objetos o un libro sagrado
sacrifici09s reales o simbólicos; la observancia de tabúes y obediencia a
mandamientos. Mediante el acatamiento de deberes cómo estos, se aseguraba el
apoyo del dios correspondiente.
Reflexionar sobre Dios, lleva primero al agnosticismo: A pesar de nuestro deseo
de experimentar a Dios, y pese a que todo intento de una evidencia de Dios, una
acción de Dios no es reconocible en la historia del mundo ni en los diarios
sucesos. Debido a que no existe una diferencia entre un dios invisible e
inactivo y un dios no existente no existe la posibilidad de un fallo objetivo,
Queda libre de creer o no creer en Dios.
¿Dios o
casualidad?
Una de las dos posibles decisiones lleva a
una religiosidad ilustrada (en oposición a la arriba descrita religiosidad
natural, que no es ilustrada y que no se basa en una libre decisión). La otra
lleva al ateísmo. El ateísmo de ninguna manera – para terminar con un amplio
divulgado prejuicio – la creencia en la inexistencia de Dios, sino más bien no creer
en la existencia de Dios. Ya que para un ateo la frase “Dios existe” no es una afirmación racional y por esto un sinsentido,
naturalmente también su negación “Dios no
existe” no tiene sentido. Un ateo no ‘cree’ en ninguna de estas frases.
El ateísmo se basa más bien en una filosofía
materialista. Llegamos a la vida por
mera casualidad. Ya que no podemos responsabilizar a nadie por nuestra existencia,
nosotros mismos llevamos toda la responsabilidad. Ya que la vida per se no
tiene sentido, nosotros mismos tenemos que darle uno. Ya que nos fue dada inmerecidamente,
debemos llevarla dignamente, para merecerla posteriormente. En especial nos compromete aplicar de la mejor forma nuestras
capacidades. Con esto las obligaciones del teísmo van en dirección totalmente opuestas a las obligaciones
del ateísmo:
Subordinación → Responsabilidad propia
Creencia (fe) → Libre de ilusiones
Tabúes → Aprovechamiento de todas las
capacidades
Mandamientos → Categóricamente imperativo **
Sacrificios → Búsqueda de la felicidad
Autodeterminación y sin ilusiones, por muchos es percibido
como más difícil que la subordinación y creencia. El ateísmo le quita todos los
apoyos a las personas y le veda todas las escusas. Si Dios no existe, entonces
el hombre es su propio legislador. Está condenado a la libertad. En cierto
sentido el ateísmo exige de hombre una fe más fuerte que el teísmo – una fe en sí mismo.
Por otro lado, el ateísmo está libre de los defectos morales, donde sufre la creencia en Dios:
El teísmo impide la auto-responsabilidad, predeterminando
nuestro destino (islam) o nos impone el pecado y la redención por otros
(cristianismo); corrompe el pensar al tratar de acomodar los conocimientos para que se adapten
a la confesión de fe (creacionismo); defiende la inmoralidad, ya qiue Dios
permite el sufrimiento de las personas o lo causa activamente; y procura nuevos
sufrimientos, ya que pone la obediencia sobre la moral humana.
Para un ateo los aspectos morales son más importantes para
una determinación que la incertidumbre de Dios. Sin embargo el creyentes está exculpado
por su creencia, pues el teísmo innato en el hombre y recién puede ser vencido mediante
un consiente procesos cognitivo. De hecho es obligación de toda persona pensante,
esforzarse para llegar a este proceso cognoscitivo; pero ciertamente aquel que
no lo sabe o no lo puede hacer, puede persistir en su creencia en Dios. Sin embargo la creencia (fe) no es una excusa
para los crímenes, que fueron y son cometidos en su nombre, cómo las guerras
religiosas, la inquisición, la opresión de minorías o el terrorismo. Estos “efectos
colaterales” de la creencia en Dios, son la razón de muchos ateos (por ejemplo Richard Dawkins) 0ara combatir al teísmo.
La ateodizea
Análogamente a la teodicea, también el ateísmo tiene su propia
concepción del sufrimiento, que igualmente llevan desde la pre-etapa del teísmo
y agnosticismo. Según el punto de vista de la mayoría de las religiones, el
sufrimiento no es una casualidad, sino es predeterminado o causado por Dios por diversos motivos. Pero esto se
contradice con la experiencia. Mientras el ser humano no interviene, entonces
no es posible determinar una relación entre culpabilidad y sufrimiento. No obstante
un dios comprometido y todopoderoso o no permitiría el sufrimiento o en el caso
de una imposición, actuaría de acuerdo a ciertos criterios, por ejemplo, diferenciaría
entre personas justas e injustas. El sufrimiento es, por lo tanto, un indicio
de la impotencia o indiferencia de Dios y con esto apoya el concepto del
agnosticismo de la indeterminación de Dios.
El ateísmo
en cambio ve al sufrimiento y la muerte cono consecuencia de la vida. Si
aceptamos la vida, entonces también debemos aceptar el sufrimiento. Sin embargo
la responsabilidad nos obliga para llevar una vida digna y también a un
compromiso frente al sufrimiento. Condición para la superación del sufrimiento
sería la ataraxia, la libertad de pasiones y necesidades. Ambas libertades se
pueden anhelar, pero nunca lograr. Por esto nunca se puede vencer, pero se le
puede combatir pasiva y activamente, por ejemplo mediante:
Autarquía:
En
lo posible hacerse dependiente lo menos posible de cosas materiales y otras.
Relativización: Ver el sufrimiento
en relación a la vida, que siempre es más grande que el sufrimiento que
experimentamos.
Esperanza: Esperar lo bueno, ya que
las posibilidades de l vida son ilimitadas y no hay nada predestinado.
Altruismo: Actuar de tal manera, que
el sufrimiento sea disminuido en la propia esfera de influencia ***
Progreso: Entender la naturaleza y
aprender a dominarla y desplazar de ella el sufrimiento.
*Una de las pocas excepciones es Jesucristo,
una encarnación del dios cristianos JHWH. JHWH mismo, tal como está descrito en
la Biblia hebrea, según los actuales estándares empero, pertenece a los más
repugnantes dioses.
**Postulado por Immanuel Kant: Obra de modo que la máxima de tu voluntad
pueda ser en todo tiempo principio de una ley general.
*** Acerca de las siguientes direcciones:
Fuente:
http://www.unendliches.net/
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