8 de febrero de 2014
Cómo se formó el nuevo testamento
Cómo se formó el
nuevo testamento
La
parte fundamental del cristianismo es el nuevo testamento, una colección de
textos, cartas y proverbios, que describen el sufrimiento de Jesús.
Los
primeros cristianos aún estaban sujetos al pensamiento judío y leían
principalmente el antiguo testamento. Cada vez más intercambiaban cartas,
refranes y evangelios entre si, que les
eran leído a las comunidades. Pero con el tiempo se hizo cada vez más fuerte el
llamado a un libro de enseñanza propio,
a una nueva palabra de Dios.
Marción
de Pontus, en el año 144 d.C., presento
a sus hermanos en fe, su propia versión de una Biblia. El ignoró totalmente el
antiguo testamento y la mayoría de los escritos que circulaban en ese entonces
entre los cristianos.
Lo
que quedó fue un evangelio de Lucas disminuido
y 10 cartas de Pablo igualmente revisadas. Pero los teólogos no se
alegraron mucho con esta versión bíblica y enojados excluyeron a Marción de la iglesia.
A
fines del siglo 2 se comenzó a hablar, guiados por el obispo de Antioquia
Teófilo, cada vez más de la santidad de los evangelios y de las cartas de
Pablo. La presión de tener un libro, para poder realmente constituir la
iglesia, siguió creciendo.
Recién
a fines del siglo 4, después de varios sínodos en Roma y Cartago fuero
determinado aquel canon del nuevo testamento que conocemos más o menos hoy.
El Obispo Papias
de Hierápolis (70 – 130) en Frigia, por el año 110 ni siquiera consideró los
evangelios conocidos hoy lo
suficientemente santo, mientras que el
padre de la iglesia Justiniano se preocupaba más por la virtuosidad el antiguo
testamento. El padre de la iglesia Irineo (130 – 200) y Clemente Alejandro
(†215) también formaron juntos una versión bíblica, la cual fue
constantemente descartada, completada y cambiado bajo fuertes discusiones.
Por
el año 170 el apologista sirio Taciano confeccionó
de los cuatro evangelios un solo y lo llamó la armonía evangélica
(“Diatessaron”).
Aún
existía la disposición, para la
complementación de tradiciones no
canónicas, más tarde, también el obispo Teófilo de Antioquia escribió una armonía evangélica, pero no
logró imponerse. A pesar de estos eternos vaivenes, la comisión bíblica papal
declara aún hoy día, que cada palabra de la Biblia es infalible.
En
el año 367, el padre de la iglesia Atanasio (295-3739, obispo de Alejandría
indicó, en una carta, que los 27 libros de canon estarían ahora definitivamente
establecidos. Los llamó “Fuentes de sanidad, para que el sediento pueda
apaciguarse con ellas, en forma más que suficiente”. El sínodo de Laodicea oficializó finalmente la
selección de los libros y el nuevo testamento había nacido, más o menos.
En
ninguna parte del mundo se ha conservado el original de un evangelio bíblico.
Solo existen copias de copias de copias. Las copias más antiguas del nuevo
testamento provienen del siglo 4. Una se encuentra en el Vaticano y la otra en
el Museo Británico de Londres. El último aún contiene textos apócrifos, las
cuales la iglesia hoy considera como falsificaciones o absurdas.
Traducido el alemán por A. Gundelach
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