¿Despidiendo
a Darwin? El nuevo aspecto de la evolución
El
modelo de la evolución de Darwin caso se transformó en una religión. Pero cada
vez hay más indicios, que hablan a favor, que posiblemente sea sólo parte de la verdad. Mutación,
competencia y casualidad - todos pilares de esta teoría se tambalean cada vez
más. ¿Es la evolución quizás más bien un proceso creativo con una meta bien
definida?
Cambio de paradigma

Cada
generación y época parece creer de nuevo de disponer definitivamente de una
conocimiento asegurado, El camino hacia la comprensión, nos lo imaginamos como
una calle, en cuyo final nos es dado una copa de oro – y a partir de este
momento ya no hay nada más que descubrir e investigar, todo el conocimiento se
obtuvo, y ahora se puede descansar.
A
pocas personas les ocurriría pensar, que probablemente sepamos muy poco sobre
lo que aquí está sucediendo, y que muchas cosas de nuestros actúales
conocimientos pueden tomar el mismo rumbo, cómo el conocimiento anteriormente asegurado. También habría que considerar, que
en gran parte actuamos sobre la base de conocimientos, que ya tienen sus
añitos. Desde la física newtoniana o la teoría de la evolución de Darwin.
¿Competencia?
Casi
ninguna teoría científica puede mostrar una marcha triunfal, cómo la teoría de
la evolución de Darwin. Y casi ninguna tiene consecuencias culturales de tanto
alcance, cómo los postulados de una constante combate por la sobrevivencia, en
la cual sólo sobreviven los mejor adaptados. Aunque inconscientemente, debería caracterizar
la imagen de la mayoría de las perdonas sobre cómo funciona nuestro mundo. La presión
selectiva y la competencia a todos nos perturban.
Tan
importante cómo es su conocimiento, que las especies siguen desarrollándose –
un entendimiento, que el ser humanos, en relación a sí mismo, prefiere ignorar –
tan falso posiblemente es el, énfasis en la teoría de Darwin. Ya que cada vez
hay más indicios hablan a favor, que principalmente tenemos que ver una evolución
de la cooperación. En realidad debería ser convincente para el hombre, quien
como es bien sabido, prefiere estar en grupos donde existe la mutua cooperación
laboral y que como individúo aislado no habría aprendido a cazar mamuts o a
aprender a volar.
Pero
no sólo en relación al comportamiento social y estrategias de sobrevivencia, se
pudo mostrar muchas veces, que la
cooperación es el principio ganador de por sí. Aún si miramos el desarrollo de
la vida en el planeta de manera totalmente distinta, nos deberí9a saltar a la
vi9sta, hacia dónde va el viaje.
¡Cooperación! De células
y comunidades
Los primeros seres
vivientes del caldo originario fueron unicelulares, simples bacterias llamadas procariontes,
apenas más que una membrana con un poco de plasma en su interior. Y en realidad
la historia debería haber acabado aquí, la bacteria mejor adaptada habría
sobrevivido y listo. Ya que la explosión de las culturas bacterianas de hecho
llevó a una presión de selección y a la evolución – pero esto no se realizó por
una mejora de las células individuales, sino ya debido por la primera forma de
cooperación: Las bacterias se juntaron en biocenosis, de la cual todos se beneficiaban.
Inicialmente estas unidades fueron uniones bastante sueltas, los tal llamado
biofilms, en los cuales distintas especies de bacterias conviven en simbiosis. Pero
pronto llegó la siguiente etapa.
La
cooperación se reforzó tanto, que la estrategia de sobrevivir cómo célula
individual fue abandonada totalmente por algunas. Estas células se unieron para formar un sistema
de cooperación de una categoría totalmente nueva: Se desarrollaron en mitocondrias y cloroplastos y poblando en adelante
al núcleo de la células de las tal llamadas eucariotas, igualmente unicelulares,
que de acuerdo al actual estado de conocimientos se desarrollaron junto con las
bacteria.
La
unión de individuos en una simbiosis útil para todos, la organización a una
forma de coooperaci’ó0n mas elevada, puede ser conceptuado como la real fuerza
del empuje de la evolución y la estrategia fundamental de la vida en la Tierra –
y esto suena diferente a la visión de Darwin de las cosas.
La
bióloga Lynn Margulis en su libro "Symbiosis
in Cell Evolution" rechaza totalmente la idea de Darwin, que la competencia
es el motor de la evolución: “La vida no
conquistó al globo por pugna, sino9 por entrelazamiento”. Una lección que aprenderla,
también sería provechosa para el ser humano. El desarrollo de las eucariontes, no
sólo fue una de las más grandes revoluciones de la historia de la evolución, ella
también nos muestra cuán erróneo es nuestra comprensión darwinista de la vida y de la sociedad.
Evolución de las comunidades
de las células
En
este punto la evolución se ramificó, en aquello que hoy conocemos como animales
y plantas. También aquí la hace bien a la perspectiva, cuando nos damos cuenta
que ambos so9n sólo diferentes formas de asociaciones de células. Dos
formas de cooperación, mediante la cual
las pequeñas colonias viscosas de bacterias han logrado, mediante la ayuda de
la simbiosis, llegar a totalmente
inesperadas posibilidades. No importa de qué modo una célula individual se
hubiese adaptado, no hubiera alcanzado las capacidades de un leopardo. Y sin embargo el leopardo no es más
que un enrejado, una comunidad de células.
Estas
nuevas, aún más complejas comunidades se formaron, cuando también se fusionaron
las eucariotas. Con esto se repitió el mismo patrón, cómo donde lo procariotas:
Inicialmente nuevamente se encontraron en comunidades vivientes sueltas, fundiéndose finalmente para formar un
organismo de un orden superior. Las eucariotas sufrieron transformaciones originado
un nivel de reparto de tareas totalmente nuevo – las ahora diferenciadas células
adoptaron determinados trabajos en el nuevo organismo. De este modo se formaron
los nervios, músculos y huesos – y aquel organismo altamente complejo, con
sorprendentes capacidades de percepción y posibilidades de concientización, que
conocemos como humanos.
El ser humano
Si
comprendemos a la evolución como un proceso de cooperación en constante expansión
y reconocemos el patrón que se nos revela aquí por miles de millones de años,
entonces hay que suponer que a la humanidad, se enfrentará en breve un nuevo nivel de cooperación, que
ampliará sus posibilidades, posiblemente igual de drástico, cómo el de las
células, que han alcanzado el suyo mediante la invención de ser humano.
Tanto la mayoría
de los animales, como también el ser humano han continuado el molde de la evolución:
Los diferentes individuos se juntaron en cooperaciones libres, tribus
y naciones, resumidamente en fusiones sociales. Para los humanos podría ser
ahora el tiempo para pasar al siguiente nivel – y quizás este paso es eminente.
Saltos cuánticos de la evolución
Una larga controversia en
la investigación evolutiva es la
cuestión, si se trata de un proceso uniforme y paulatino, como lo supone
Darwin, o si no más bien, transcurre con saltos. Si no pensamos en especies individuales,
sino a gran escala, parece imponerse la comprensión, que de hecho estamos en presencia
de saltos. Miles de millones de años se han producido
sólo cambios leves, hasta que relativamente,
de repente, se establece un orden superior. Así ocurrió el salto de los procariotas
a los eucariontes, y desde ahí también hacia
los poli celulares. Este modo de ver, los paleontólogos norteamericanos Niles
Eldredge y Stephen Jay Gould lo llamaron
“equilibrio puntuado”. Sin embargo también ellos conceptúan
a la evolución como un proceso gradual, pero suponen, que este en determinados
puntos aumenta considerablemente su velocidad.
Este parece que este, claramente el caso ahora para el ser humano.Ya
que en la actualidad nuestro genoma cambia 100 veces más rápido que en el promedio
del desarrollo del ser humano. (Ver aquí)
El asunto con los
genes
La
investigación genética, que ha venido corriendo detrás de la tesis de Darwin,
que incluso promulgó al “gen egoísta”, actualmente también trae detrás de si
algunos saltos cuánticos,. Mientras tanto no sólo quedó claro, que los genes
son todo menos que rígidos y determinantes del destino, y que nosotros, mediante
nuestro estilo de vida y espíritu, podemos desconectar algunos genes, nosotros
incluso podemos legar este tal llamado epigenoma a nuestros descendientes. (Ver aquí, sólo disponible en idioma alemán).
Ahí
se asomo un viejo conocido por la esquina, a quien hace tiempo ya lo creíamos
desaparecido en un cajón del ático. Jean Baptiste Lamarck, un antecesor de
Darwin, quién vio a la evolución como una especie de adaptación de las especies
a las respectivas necesidades. Muchas veces esta manera de ver las cosas, fueron
descritas muy simplificadas, que según su punto de vista las jirafas tienen un
cuello largo, debido a que estiraban sus cuellos para alcanzar las hojas que están
más arriba en los árboles. Aquí el darwinista se ríe. Pero quizás ya no durante
tanto tiempo.
¡La evolución no es
una casualidad!
La
cuestion no es tanto la: ¿Es la suposición, que todas las mutaciones son
casuales y que por la selección sólo sobreviven aquellos, que casualmente
poseen una mutación favorable, o hay más que esto detrás de todo?
Algunos
en sayos con bacterias muestran, que es al más complicado: ya en 1988, el
genetista John Cairns comprobó, que bacterias intolerantes a la lactosa, que no
recibieron como alimento otra cosa que lactosa, después de algunas particiones,
mutaron de tal manera, que los descendientes pueden digerir lactosa. Mutaciones
que reaccionan frente a un estrés exterior, fueron llamadas mutación puntual, mutación
adaptiva o dirigida. Mientras tanto Susan M. Rosenberg y muchos otros
investigadores, han realizado ensayos parecidos.
Una
posible explicación se encontró en, que un organismo bajo estrés pone en marcha
un proceso que es llamado hipermutación somática. Esto significa, el organismo
produce casi intencionalmente mutaciones
– y durante tanto tiempo, hasta que encuentra una, que puede anular el estrés.
Entonces termina la hipermutación – un claro indicio, que esta persigue una
meta.
Cómo
acertadamente escri9ben Bruce Lipon y Steve Bhaerman en su libro “La evolución
espontánea”, la pregunta, si nuestra evolución dirigida hacia una meta o es
casual, puede, por esto, ser respondido evidentemente con un sí. La verdad generalmente
se encuentra en la mitad. La evolución es un proceso casual, pero este proceso tiene
una meta. No quedando claro cómo se llega a esta meta y la creatividad del
universo es dejado al azar. También cuando los investigadores investigaban la
pregunta, si los cultivos bacterianos se desarrollarían de la misma manera bajo
iguales condiciones sin una presión
selectiva sobre un largo período, pudieron constatar, que la naturaleza puede
llegar a los mismos resultado mediante distintos caminos.
Que
esto no sólo sea el caso en un tubo de ensayo, sino que también sucede en el
mundo real, lo podría demostrar el misterio de las Polo-especies. Cómo se ha
demostrado en ambos
polos se pueden encontrar 235 especies totalmente idénticas (Ver aquí).No
existe una explicación para esto, pero no se quiere creer en una evolución
paralela. Hasta ahora se está buscando una explicación, cómo seres microscópicos
pudieron recorrer todos los mares del mundo.
Evolución espontánea
Pero
existen otros ejemplos, que aún provocan más dolores de cabeza: Por ejemplo estudios
sobre lagartijas italianas de muros, las cuales, después que los investigadores
las pusieron en un ambiente con mucha alimentación vegetal, en el tiempo muy breve
sufrieron una evolución dramática, Ver aquí.
En sólo 36 años cambió su cabeza de forma, los animales se convirtieron en
vegetarianos, y desarrollaron un sistema de digestión y dentad7ura vegetariana
acorde. Pero no sólo su cuerpo, también sus estructuritas sociales cambiaron drásticamente,
cómo informa Duncan Irschick, profesor para biología de la Universidad de Massachusetts.
Por
lo visto, la evolución puede desarrollarse mucho más rápido, de los que se suponía
hasta ahora y también parece casi dirigida hacia una meta, si las circunstancias
externas cambian drásticamente. Exactamente cómo ocurre esto y porqué, recién
comenzamos a comprenderlo.
Junk-DNA (ADN basura)
Un bloque de construcción para el entendimiento parece residir en
el, o que los investigadores han llamado Junk-DNA (ADN
basura) – a saber, aquel 98 por ciento de nuestro ADN sobre
el cual la ciencia aún no puede formarse una idea clara. Ya el mero hecho de
atribuirle a la naturaleza, que ella iba a incluir 98 % de chatarra (Junk) en
nuestro material hereditario, ya sugiere que aquí estábamos en el camino equivocado.
Ahora
sabemos: Los restantes 98%, que no se alojan en nuestros genes, no se componen
de ADN chatarra, sino son sólo por una
mitad genes, que mantienen en funcionamiento la regulación celular. Sin embargo la otra
mitad son transposones, genes, que se auto separan del ADN, moviéndose libremente
en la herencia genética y que se incorporan independientemente en otros lugares.
Mediante estos nuevos bloques de código, naturalmente cambia el sentido del
entorno de la herencia genética y se originan mutaciones. Estos genes saltarines
son digamos cómo los comodines, que pueden re combinar y re escribir nuestro
genoma. Cómo y por qué, aun no se sabe, pero recién fueron descifrados todos
estos transposones.
Lo
que se sabe es, que todos los transposones normalmente son inactivos – son
desencadenados recién cuando apremian los estímulos ambientales. Ellos podrían ofrecer
una explicación tanto para la evolución espontánea dirigida como también para
los saltos de la evolución. En todo caso el tiempo del pensar materialista, de
una dimensión, podría estar nuevamente obsoleto.-
“El hecho, que la materia
hereditaria se puede auto modificar y que, por decirlo así, reacciona frente a
estímulos exteriores, fue un fuerte quebrantamiento del dogma de una concepción
mecánicamente acuñada de nuestro material hereditario” Explica el molecular
y neurobiólogo Joachim Bauer ( Ver aquí).
Si
Darwin hubiera escuchado esto.
Fuente:
http://www.sein.de
Traducido
del alemán por A, Gundelach
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