Los
secretos de Fátima II – el milagro solar
Redactado
por Bernd Harder el 10 de mayo de 2010
El
13 de mayo de 1917 comenzaron las “apariciones
marianas” de Fátima. Durante el sexto y último día de las apariciones, o
sea el 13 de octubre, sucedió el famoso “milagro solar”, que hasta hoy es
considerado como pureaba irrefutable para la autenticidad de los sucesos.
¿Realmente?
Veamos el asunto más de cerca.
Ya
durante el tercer día de la aparición, el 13 de julio la “veedora” Lucía
anunció un gran milagrooarael13 de octubre – y con esto creó una
correspondiente expectativa entre los espectadores.
Estimativamente entre50 000 y70 000 personas se juntaron para este último día
de aparición en Cova da Iria, donde nuevamente Lucía Santos dio la “señal” un
poco pasado las 14 horas, con fuerte voz anunció “¡Mirad al Sol!” Diarios
portugueses durante los siguientes días
citaron a algunos testigos, que quieren haber visto cómo el Sol giraba como una
rueda, “bailaba” en el cielo, rotaba y se precipitó contra el suelo. Algunos percibieron
la cara de María en el disco solar y una radiación solar especialmente intensa
y en todos los colores.
Visto
sobriamente en este supuesto “milagro solar”, no había nada de maravilloso. De
ninguna manera todos los presentes vieron algo, sólo unos pocos hicieron historia.
En un pasquín religioso de Fátima se dice, que 16 testigos oculares se habrían
manifestado sobre el “milagro del Sol”, bajo juramente, frente a un sacerdote.
Demás está mencionar, que ningún astrónomo
ni observatorio astronómico hayan podido confirmare este fenómeno.-
Sinn
embargo la mayoría de las declaraciones muestran fuertes coincidencias. Se
refieren en primera línea a los aparentes inexplicables efectos de color del
entorno cómo al salvaje baile del Sol en el cielo. Todo esto lleva a la conclusión,
que en el caso del “milagro solar” se trataba de un fenómeno meramente subjetivo.
Mejor dicho: Que existe una relación entre mirar directamente al Sol y las
coincidentes percepciones.
¿Qué
sucedió realmente? Muy posible esto: Poco antes del “milagro del Sol” había llovido.
Debido a la bruma la intensidad de la luz del Sol temporalmente había disminuido
algo, de manera que algunos espectadores se atrevieron mirar directamente al disco
solar. Debido a la aun fuerte luminosidad del cuerpo celestial, el ojo, por
auto protección trata de desviarse. Entonces el baile solar no es más que un
efecto auto cinético, una ilusión óptica, donde las fuentes de luz, debido a
movimientos involuntarios del ojo son percibidos como en movimiento.-
Este
relatado cambio de color del entorno se
debe al efecto de inversión de color en la post imagen, tal cómo lo
conocemos: El entorno se tiñe de amarilleo, porque en la imagen posterior adopte
el color del Sol.
Que
creyentes, que se encontraban a una cierta distancia de Fátima dicen haber
visto el fenómeno (e incluso El papa Pío XII, en el año 1950, vio su propio
milagro solar en el Vaticano) no tiene nada de misterioso: Cualquiera bajo
condiciones similares puede experimentar condiciones de Fátima, aunque serpia
mejor no realizar estos experimentos, puesto que puede causar daños
irreparables a la retina.
En
la generalizada euforia por el “milagro solar” desaparecen dos puntos importantes:
Por
un lado la madre de Dios, tampoco en esta última aparición manifiesta algo que
se podría considerar como una “petición especial” – tal cómo lo había anunciado
el primer día, en todos los seis días de encuentro con la “hermosa dama”, con
Lucía, Francisco y Jacinta, no se trataba más que simple llamado apara rezar el
rosario por la paz, visto realísticamente, alimentado por los miedos y la
esperanza de niños, cuyos parientes poco antes fueron llamados al servicio militar.
Por
otro lado, la veedora Lucía en este 12 de octubre comete un grosero error. En una
entrevista en la tarde después del “milagro del sol”, ella declara. Que la
madre de Dios le habría dicho, “que debemos corregirnos, que no deberíamos
ofender a nuestro señor, quien se siente muy ofendido, que debemos rezar el rosario y pedirle perdón por
nuestros pecados, que la guerra iba a terminar hoy y que hemos de esperar muy
pronto el de nuestros soldados.”
La
primera guerra mundial no terminó este 13 de octubre de 1917. En una posterior pregunta,
la veedora declara el 19 de octubre: “Yo he dicho, lo que nuestra querida
señora nos dijo”. En los escritos de Fátima se puede leer ahora que Lucía sólo habría
dicho, que la guerra iba a terminar “pronto”. Para empezar esto es falso. En
segundo lugar una presunción muy vaga. Y tercero, la guerra aun duró diez y seis
meses. Para los contrarios a la autenticidad de esta presunción, demasiado tiempo.
Fuente http://blog.gwup.net/
Traducido del alemán por A. Gundelach
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