8 de marzo de 2014

Pregunta: "¿Puede el hombre vivir sin Dios?"



Pregunta: "¿Puede el hombre vivir sin Dios?"

Respuesta:
Contrario a lo que han afirmado los ateos, estetas, y epicúreos a través de los siglos, el hombre no puede vivir sin Dios. El hombre puede tener una existencia mortal sin reconocer a Dios, pero no sin Dios.
R: ¿Por qué un ser humano no podría vivir sin el dios de la Biblia? Esto no tiene ningún sentido. Los cristianos, sin tener una base o un fundamento real, afirman que el único verdadero dios es el de la Biblia. Esto sólo lo cree aproximadamente el 33% de la humanidad. El resto, el 67% cree en otras divinidades o no son creyentes.
Antes de que apareciera el judaísmo, hace unos 6000 a 8000 años, la humanidad vivía sin la necesidad del dios semítico, por la simple razón, que aún no había sido, supuestamente revelado por Moisés.
Los cristianos toman demasiado en serio sus creencias, y esto fue sigue siendo una de las grandes tragedias de la humanidad.
 La naturaleza existe sin la necesidad de un dios, y nosotros los humanos somos parte integral de la naturaleza y n estamos por encima de ella.

Como el Creador, Dios originó la vida humana. Decir que el hombre existe independientemente de Dios, es como decir que un reloj puede existir sin un relojero que lo fabricara, o que un escrito pueda existir sin un escritor. Debemos nuestra existencia al Dios a cuya imagen fuimos hechos. (
Génesis 1:27). Nuestra existencia depende de Dios, ya sea que reconozcamos Su existencia o no.
R: Aquí se hace referencia a la analogía de Paley, quien encuentra un reloj y por su complejidad lo compara con el universo y como el reloj tuvo que haber sido fabricado por alguien más aún debe existir un diseñador del universo, que es mucho más complejo que un reloj. Un reloj en un artefacto, un objeto artificialmente confeccionado por un ser humano, y no es necesario que un artefacto sea complejo para saber que es una cosa hecho por un hombre, del mismo modo podemos reconocer una punta de flecha, los restos de un muro o fragmentos de  un jarrón de greda, como un artefacto y por experiencia sabemos que fue hecho por un hombre. Pero con un objeto natural, cómo una planta, esto no sucede, aquí no tenemos ninguna experiencia si hubo o no un autor. Los cristianos tampoco, porque si realmente lo supieran la fe ya no sería necesaria


Como el Sustentador, Dios continuamente confiere vida (
Salmo 104:10-32). Él es la Vida (Juan 14:6), y toda la creación subsiste por el poder de Cristo (Colosenses 1:17). Aún aquellos que rechazan a Dios, reciben su sustento de Él: “… que hace salir Su sol sobre malos y buenos, y que hace llover sobre justos e injustos.” (Mateo 5:45) Pensar que el hombre pueda vivir sin Dios es suponer que un girasol pueda vivir sin luz o una rosa sin agua.
R: Clásica falacia non sequitur

Como el Salvador, Dios da vida eterna a aquellos que creen. En Cristo hay vida, quien es la luz de los hombres (
Juan 1:4). Jesús vino para que pudiéramos tener vida “en abundancia” (Juan 10:10). A todos los que ponen su confianza en Él, se les ha prometido vivir una eternidad con Él (Juan 3:15-16). Para que el hombre viva – realmente viva – debe conocer a Cristo (Juan 17:3).
R: Irrelevante, son sólo citas bíblicas

Sin Dios, el hombre sólo tiene una vida física. Dios les advirtió a Adán y Eva, que el día que ellos lo rechazaran, “ciertamente” morirían (
Génesis 2:17). Como sabemos, ellos sí desobedecieron, pero no murieron físicamente ese día; sino que murieron espiritualmente. Algo dentro de ellos murió -la vida espiritual que habían conocido, la comunión con Dios, la libertad de gozar de Su presencia, la inocencia y pureza de sus almas—todo se acabó.
R: “Como sabemos, ellos sí desobedecieron…”. ¡Ojo! Aquí se confunde el término de saber con creer. Los cristianos en realidad no lo saben sólo lo creen. El resto no es más que una suposición infundada

Adán, quien había sido creado para vivir en compañerismo con Dios, fue maldito con una existencia completamente carnal. Lo que Dios había planeado que fuera del polvo a la gloria, ahora debía ir del polvo al polvo. Al igual que Adán, en la actualidad, el hombre sin Dios, aún funciona en una existencia terrenal. Como tal, aún puede parecer feliz; después de todo, hay goce y placer en esta vida.
R: Es lo único que tenemos una vida en esta Tierra. Los ateos no nos hacemos falsas e infundadas esperanzas. No nos agrada la idea de la muerte, por lo menos a mí no. Tampoco me agradan los temblores, cómo ayer en la madrugada u me despertó un movimiento telúrico grado 5 con fuertes ruidos subterráneos.

Hay algunos que rechazan a Dios cuyas vidas están llenas de alegría y diversión. Su búsqueda carnal parece haber producido una existencia gratificante. La Biblia dice que hay cierta medida de deleite que se obtiene del pecado (Hebreos 11:26).
R: Se puede tener una vida de goce, felicidad y alegría sin lo que los cristianos llaman pecado. En mi diccionario ateo, no existe la palabra pecado, yo no los cometo, cometo errores, puedo cometer un delito o un crimen, pero pecados no.

El problema es, que éste es temporal; la vida en este mundo es corta (Salmo 90:3-12). Tarde o temprano, el hedonista, como en la parábola del hijo pródigo, encuentra que el placer mundano es insostenible (Lucas 15:13-15).
R: Es posible. Tildar a los ateos cómo hedonista es una tremenda exageración. También los hay cristianos

Sin embargo, no todo el que rechaza a Dios es un libertino.
R: Parece que al final, no fuéramos tan malos y perversos

Hay mucha gente no salva, que aún así viven vidas sobrias y disciplinadas—vidas plenas y felices.
R: Podemos ser buenas personas, pero como no somos creyentes cristianos igual nos vamos a freír en el infierno.

La Biblia presenta ciertos principios morales, que benefician a todos en este mundo –fidelidad, honestidad, autocontrol, etc. Proverbios 22:3 es un ejemplo de tal verdad general. Pero, de nuevo, el problema es que, sin Dios, el hombre sólo tiene este mundo. Pasar por esta vida tranquilamente no es garantía de que estemos listos para la vida después de ésta. Ver la parábola del agricultor rico en Lucas 12:16-21, y el encuentro de Jesús con el joven rico en Mateo 19:16-23.
R: En realidad la Biblia no es precisamente un libro en el cual uno puede basar su moral.
Aquí tácitamente se afirma que existe una vida después de la muerte, pero esto, cómo todo lo de las religiones en general, no son más que creencias. Si lo dice la Biblia, dicen ellos, entonces es cierto. (Ver:
El Trilema de Münchhausen)


Sin Dios, el hombre está incompleto, aún en su vida mortal. Thomas Merton remarcó que el hombre no está en paz con sus semejantes, porque no está en paz consigo mismo, y que él está inquieto consigo mismo, porque no tiene paz con Dios.
R: Según esta premisa, tampoco estaríamos incompletos sin Brahma. Vishnu, Shiva, Alá, etc.,
La paz interior que puede tener una persona no se relaciona con la creencia en una divinidad. Los ateos podemos vivir perfectamente e en paz con nuestros semejantes. Fueron los religiosos que no permitieron y permiten vivir en paz a los que piensan de manera diferente. Un ejemplo claro lo tenemos en Afganistán, donde el cristianismo occidental quiere imponer su manera de vivir a un pueblo islámico que piensa en forma totalmente diferente a los cristianos. Les mandaron como un “gran regalo” ciento de miles de biblias.  ¿Qué dirían di los islámicos vendrían a Europa o a América con una donación de cientos de miles de ejemplos del Corán? Lo tomarían cómo un intento de  proselitismo religiosos indebido.

La búsqueda del placer por el placer mismo, es señal de confusión interior; sin embargo, ésta es la fachada epicúrea de felicidad. Los buscadores de placeres a través de la historia, han encontrado una y otra vez que las diversiones temporales de la vida dan paso a una desesperación más profunda. Es difícil sacudirse la fastidiosa sensación de que “algo está mal.” El rey Salomón se entregó a la búsqueda de todo lo que este mundo tiene que ofrecer, y escribió sus resultados en el libro de Eclesiastés.
R: Al cristianismo no le conviene personas felices y que sienten el placer de la vida. Las personas felices no necesitan a un dios. Porque la vida sin ataduras religiosas es una vida más libre.

Salomón descubrió que el conocimiento, por sí mismo, es vano (Eclesiastés 1:12-18). Encontró que el placer y la riqueza son vanas (2:1-11), el materialismo es vanidad (2:12-23), y las riquezas son efímeras (capítulo 6).
R: El conocimiento liberta a las personas, mientras más conocimientos tengamos, más libre seremos. Esto va contra los principios de las religiones, que quieren que el ser humano permanezca en la ignorancia y así los auto denominados representantes de los correspondientes dioses, adquieren más poder sobre el ignorante, y mejor lo pueden explotar. Por algo, las iglesias siempre se opusieron a las ciencias naturales.

Salomón concluyó que la vida es regalo de Dios (3:12-13) y que la única manera sabia de vivir es temiendo a Dios: “El fin de todo el discurso oído es este: Teme a Dios, y guarda Sus mandamientos; porque esto es el todo del hombre. Porque Dios traerá toda obra a juicio, juntamente con toda cosa encubierta, sea buena o sea mala.” (12:13-14)
R: Lo que haya concluido Salomón es irrelevante. No se puede vivir bajo temor. El miedo es limitante, restringe las acciones de ser humano, no le permite desempeñarse libremente.

En otras palabras, hay más por qué vivir que la dimensión física. Jesús enfatizó este punto cuando dijo: “No solo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.” (Mateo 4:4). No es el pan (material) sino la Palabra (el espiritual) lo que nos mantiene vivos. Blaise Pascal lo puso de esta manera: “Es en vano, oh hombres, que busquen dentro de ustedes mismos la cura para todas sus miserias.” El hombre sólo puede encontrar vida y plenitud cuando reconoce a Dios.
R: Lo único y real que tenemos es el ahora y el aquí. No tenemos ninguna evidencia de que haya algo después de la muerte, todo lo contrario. Todos los que nos sometimos alguna vez a una intervención quirúrgica y nos anestesiaron, es una pequeña muerte, lo único que sigue funcionando son los sistemas automáticos. Lo bueno es que después de esta muerte si resucitamos realmente.
Lo que “Jesús” haya dicho o no es irrelevante, ya que más que probablemente este personaje nunca existió.
Para curar sus miserias, siempre es bueno recurrir a un experto, por ejemplo un psicólogo, psiquiatra, etc.

Sin Dios, el destino del hombre es la muerte.
R: Con o sin la creencia en un dios la vida termina con la muerte

El hombre sin Dios está espiritualmente muerto; cuando su vida física se acabe, él enfrentará una muerte continua—la eterna separación de Dios.
R: Estoy seguro que a muchos no les encantaría para nada estar en la eterna presencia de ese monstruo descrito en el Antiguo Testamento, llamado Jehová o Yahvé

En la narración de Jesús sobre el hombre rico y Lázaro (Lucas 16:19-31), el hombre rico vive una vida suntuosa de comodidades sin pensar en Dios, mientras que Lázaro sufre a través de toda su vida, pero conoce a Dios. Es después de la muerte, que ambos hombres comprenden la gravedad de las decisiones que tomaron en vida. El hombre rico “alzó sus ojos, estando en tormentos” (16:23) en el infierno. Él se dio cuenta, demasiado tarde, de que hay más en la vida que la satisfacción de los ojos. Mientras tanto, Lázaro era confortado en el paraíso. Para ambos hombres, la corta duración de su existencia terrenal palideció en comparación con el estado eterno de sus almas.
R: Claro ser rico es un pecado, aunque haya adquirido su riqueza por su propio esfuerzo e inteligencia, cómo Bill Gates por ejemplo, y se va al infierno. Y el otro, que a lo mejor debe su pobreza a su flojera e ineptitud, es considerado como un virtuoso y se merece el mejor de los premios

El hombre es una creación única. Dios ha puesto el sentido de la eternidad en nuestros corazones (
Eclesiastés 3:11), y ese sentido del destino eterno sólo puede encontrar su realización en Dios Mismo.
R: Falso, no somos una creación, somos el actual estado más avanzado de la evolución biológica. Mañana seremos los neandertales del futuro.

Fuente:  http://www.gotquestions.org/ español

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