23 de marzo de 2012

¿Dios está utilizando los recientes desastres naturales para castigar a la humanidad?


Esta es una pregunta difícil. No puede ser respondida sencillamente al citar un pasaje bíblico. Requiere un cuidadoso estudio de la naturaleza de Dios, cómo se relaciona él con el mundo natural y los vínculos entre los seres humanos, el pecado y la naturaleza. Estos son grandes temas teológicos que siempre han llevado a diferencias de opinión entre los eruditos. A continuación aparecen algunos aspectos del tema que parecieran estar claramente presentado en la Biblia.
R: Los cristianos hablan de un dios todopoderoso omnisciente, de un dios cuyos designios son inescrutables, en otras palabras, un dios misterioso que no es posible ser alcanzado por el ser humano ni ser estudiado por él. Luego hacer un estudio cuidadoso de la naturaleza de “Dios” es imposible.

1. El vínculo entre Dios y la naturaleza: Cuando Dios hizo a los seres humanos a su imagen y les dio dominio sobre el mundo natural, los separó del resto de la creación como únicos (Gén. 1:26, 27).
R: El autor de esta respuesta se basa en una premisa sin fundamento.

En aquel momento, se estableció una estrecha conexión entre la humanidad y la naturaleza. La creación fue colocada bajo el domino de los humanos; el destino de la creación iba a estar determinado por las elecciones y las decisiones de la humanidad.
R: Afirmación que no guarda ninguna relación con la realidad. No tenemos ningún dominio sobre la naturaleza, no tenemos dominio sobre los terremotos, sobre las tormentas eléctricas, sobre los huracanes, y menos aún sobre lo que sucede fuera de nuestro planeta. Por nuestros actos influenciamos indirectamente sobre nuestro medio ambiente, pero esto es todo.

}Los humanos, como representantes de Dios, habían de reinar sobre la naturaleza tal como él lo había proyectado. El vínculo entre la naturaleza y la humanidad era tan estrecho, que trastocar el orden moral de los seres humanos trastocaría la forma en que el mundo funcionaba.
R: Los humanos no somos representantes de ningún dios. Pero si existen algunas personas que se hacen pasar por tales. El ser humano es parte de la naturaleza, salió de ella. Nosotros los humanos no tenemos ninguna influencia sobre el funcionamiento del mundo, este funcionó, funciona y funcionará con o sin nosotros.


Una vez que el pecado y el mal entraron en el mundo, todo cambió (Rom. 5:12). A causa de la rebelión de Adán y Eva, el resto de la creación natural “fue sujetada a vanidad” (Rom. 8:20).
R: Los cristianos, para liberar al dios en el cual creen, de ser el creador del mal, culpan de ello a dos personajes ficticios o a la serpiente parlanchina. Entonces se nos presentan varias interrogantes: ¿Si el dios de los cristianos no fue el creador del mal, este se creó sólo? ¿Fueron Adán y Eva y la serpiente o sólo ella? En este caso no hubo un solo creador. O el mal se creó a si mismo o fue Satanás que lo creó.

Los humanos y la naturaleza ahora ambos gimen bajo la carga del pecado y del mal (vers. 22). Pero la conexión entre los humanos y la naturaleza también tiene consecuencias positivas. La redención de la humanidad incluye la redención del mundo natural. La naturaleza “será libertada de la esclavitud de corrupción” (Rom. 8:21; ver Isa. 65:25)
R: No existe una relación entre la humanidad y la naturaleza, nosotros los humanos somos parte integral de ella. La naturaleza “será libertada de la esclavitud de corrupción”, esto se producirá cuando desparezca el ultimo ser humano del planeta.

2. Dios como Creador, Sustentador y Preservador del mundo natural: Lo primero que nos dice la Biblia acerca de Dios es que él creó “los cielos y la tierra” (Gén. 1:1).
Aparte de Dios, todo lo demás en el universo ha sido calificado como “creado”. Esto establece una amplia distancia y distinción entre Dios y su creación, que es salvada solo por medio de su amor y la mediación de su Hijo.
R: Esto es irrelevante, ya que la Biblia no dice como lo habría hecho ese dios. ¿Con un chasquido de los dedos? ¿Agitando una varita mágica? Esto, lo único que hace es trasladar la cuestión un lugar más atrás. Para muchos creyentes esta explicación será suficiente. Dios lo hiso y basta, pero esto no explica nada.


La creación es finita por naturaleza; solo Dios es infinito.
R: La “creación” no es finita, en el universo constantemente se están formando nuevas estrellas y planetas.
“Infinito” es un concepto abstracto, y algo abstracto no tiene consistencia propia. Lo infinito no existe.

Por lo tanto, Dios es el que sustenta el mundo natural. Librado a su propia suerte, el mundo caería en el caos y dejaría de existir. La naturaleza no posee vida en sí misma.
R: El mundo se sustenta por la existencia de las cuatro fuerzas fundamentales, en especial por la gravitación.

Dios, por medio de Cristo, es el que lo mantiene en funcionamiento y lo protege (Neh. 9:6; Col. 1:17). Dios no solo sustenta la naturaleza; también la preserva. La existencia del mundo natural es maltratada por la presencia de los poderes malignos que están en la creación de Dios. Así, Dios lucha contra las fuerzas del caos, limitando sus incursiones en el mundo natural, y promete liberarlo de su esclavitud a la decadencia (Job 38:8-11; Sal. 107:29; Rom. 8:21).
R: Un dios omnipotente y todopoderoso no tiene la necesidad de luchar contra las fuerzas del mal, simplemente lo elimina. Esto sueno como a las historietas de la televisión, donde el lema de los héroes es “por la justicia y la verdad”. Heman, Súpermann, Spidermann, también luchan contra el mal.
Un dios todopoderoso no sólo limitaría las incursiones del caos lo eliminaría, y no se quedaría en promesas que las va a cumplir quizás cuando, por lo menos diría: “terminaré tal fecha con el caos”

3. Dios, los desastres naturales y el pecado: Los desastres naturales han de ser esperables en un mundo de pecado y de mal. no son la excepción a la regla, sino la regla misma. Inusual es que no haya más de ellos. La presencia “discontinua” de los desastres naturales nos dice que Dios aún está al control, sustentando y preservando la naturaleza.
R: Esta afirmación ya limita con lo ridículo. Sabemos como se originan los desastres naturales como terremotos, tsunamis, huracanes, etc.

Habiendo dicho eso, el hecho de que Dios se oponga a las fuerzas del man en el mundo natural no significa que el vínculo entre la rebelión humana y el mundo natural haya sido totalmente destruido.
R: Ya lo expuse arriba, un dios omnipotente debería ser capaz de eliminar las fuerzas del mal. También ya mencioné que el ser humano es parte de la naturaleza, no es distinta a ella.

La Biblia enseña que el pecado humano influye grandemente en el mundo natural, permitiendo un aumento en la invasión del mal sobre él (por ejemplo, Gén. 3:17, 18; Lev. 18:25; Isa. 24:3-6; Jer. 12:4).
R: Las “enseñanzas” bíblicas son irrelevantes.
Los humanos, por medio de la rebelión y la indiferencia hacia Dios, puede expulsarlo de su vida y romper el orden que él creó en el mundo natural. Cuando estu sucede, el poder sustentador y preservador de Dios en el mundo natural se ve reducido significativamente.
R: Queda claro que la persona que escribió esto no cree en un dios poderoso y omnipotente.

Al distanciarnos de Dios, los humanos también hemos fortalecido apoderamiento del pecado sobre el mundo natural. El resultado es el caos y el desorden (por ejemplo: Sal. 104:29, 30). El aumento de la rebelión, la apostasía y el pecado en los últimos días traerá como resultado un incremento en los desastres naturales.
R: Afirmación absurda

Pero existe otra dimensión en la interacción entre Dios y los desastres naturales: Algunas veces, Dios utiliza los desastres naturales para limitar el pecado y abrir nuevas posibilidades para sus criaturas (por ejemplo: Gén. 6:5-8; Amós 4:6-11). Identificar correctamente estos casos particulares es muy difícil.
R : Los desastres naturales, son eso naturales, cuyas causas son conocidas pero en algunos caso no previsibles. Aquí no interviene ninguna divinidad.

Fuente: www.adventistas.cl

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