11 de abril de 2013

Crítica a la imagen cristiana de Dios



Crítica a la imagen cristiana de Dios

Un dios como está descrito en la Biblia, no puede existir. La Biblia describa a Dios, en varias partes, como omnipotente (Génesis 17.1), como bueno (Salmo 36,6) y muchas veces hace referencia a la existencia de la maldad (Deuteronomio 13, 6), por ejemplo en la forma de un demonio o de un Satanás. Por la mera sobrevivencia, los animales, los humanos y las plantas deben lesionarse mutuamente, matar y comer. Las fieras no pueden sobrevivir, sin tener que matar  otros animales, inclusive el hombre. Las mismas plantas matan medite venenos para su alimentación y bienestar. Los humanos matan a animales y plantas para su  nutrición y confort. En situaciones extremas, que los hombres matan a otros, para asegurar su propia sobrevivencia o entregar su vida para otros. Según la Biblia. Dios es también el inventor del mal (Isaías 45,7), así como la muerte. Un dios bueno, que por su omnipotencia, tiene la capacidad de evitar el sufrimiento, debe hacer esto. Tiene que hacer el bien en cualquier momento y no dar esperanzas a un venidero reino de Dios.


¿Puede el prometido reino de los cielos mejor, que el paraíso del pasado? ¿Difícil, por qué entonces Dios destruyó el paraíso? El omnisapiente Dios, no tenía el derecho, para castigar al ignorante humano por sus inexperiencias y votarlos del jardín del Edén, a la perdición. ¿Un ser todo poderoso, que desea lo mejor para el hombre puede permitir la existencia del mal? ‘Como prueba quizás? ¿Dejarías sufrir a alguien, a pesar de que le podrías ayudar, sólo porque quieres ver, cómo reacción frente al dolor? ¿Le negarías a alguien la cura de una enfermedad grave, para que le permitiera aprender del sufrimiento físico y mental? También el libre arbitrio, del humano, para hacer el mal, no es una disculpa para la existencia del sufrimiento. ¿El libre arbitrio de quién sería, si un niño pequeño es mortalmente atropellado en una calle?


El dolor no debería existir. Una enfermedad o una herida no tendrían por qué doler. La evolución ha producido el dolo, porque de esta manera partes enfermas del cuerpo son tratados con mayor cuidado. Un dios podría hacer que una persona se percata de una enfermedad o herida sin que tenga que sentir dolor y proteger la parte afectada, y que también heridas graves sanen en segundos sin dejar secuelas. Una madre que sabe, que su niño fallecido la espera en el más allá, no tendría por qué llorar, ella debería de estar feliz sabiendo de la suerte de su niño, al estar   en la presencia de Dios. En vez de esto también una cristiana llena de fe siente una angustia indecible por la pérdida de su hijito ¿por qué? Todo esto demuestra, que Dios, si es que existe, o es un imbécil  o un sádico. En vista de estos actos incomprensibles de un dios se aclaran por si solos, si se niega la existencia de Dios y se basa en la evolución.
 
Fuente: www.atheismus.ch

2 comentarios:

Alexánder dijo...

Aquí se menciona que Dios es también el inventor del mal (Isaías 45,7).
Pero Jehová Dios, no es el inventor del mal, pero si tiene el derecho de dar calamidad al rebelde contra Él. “El Dios que da paz aplastará a Satanás bajo los pies de ustedes en breve”. (Ro 16:20; compárese con Gé 3:15.) También mostró que es justo que Dios pague con tribulación a los que causan tribulación a sus siervos y traiga destrucción eterna sobre tales opositores. (2Te 1:6-9.) Estas declaraciones están en armonía con la enseñanza del Hijo de Dios, que no dejó lugar a dudas en cuanto a la firme determinación de su Padre de acabar por la fuerza con toda la iniquidad y los que la practican. (Mt 13:30, 38-42; 21:42-44; 23:33; Lu 17:26-30; 19:27.)
Y la muerte proviene del pecado no de parte de Jehová Dios, Ro 5:12 Por eso, así como por medio de un solo hombre el pecado entró en el mundo, y la muerte mediante el pecado, y así la muerte se extendió a todos los hombres porque todos habían pecado.

Alexánder dijo...

Lo que significa el que Jehová traiga el mal. Debido a la desobediencia de Adán, Jehová merecidamente trajo el mal o la calamidad sobre él. En consecuencia, en las Escrituras se hace referencia a Jehová como el Creador del mal o la calamidad. (Isa 45:7; compárese con Alba; BM; MK; Scío; Val, 1909.) El que Él haya puesto en vigor la pena por el pecado —la muerte— ha resultado ser un mal o una calamidad para la humanidad. Así pues, el mal no siempre es sinónimo de maldad. El Diluvio del día de Noé y las diez plagas derramadas sobre Egipto son ejemplos de males o calamidades que trajo Jehová. Pero estos males no fueron acciones injustas; al contrario, en ambos casos se hizo justicia a los malhechores. No obstante, en algunas ocasiones Jehová se retuvo de castigar a los malhechores con el mal que en un principio había previsto como ejecución de su juicio justo, debido a su misericordia y a que ellos se arrepintieron. (Jon 3:10.) Además, al advertirles, Jehová les dio la oportunidad inmerecida de cambiar de proceder y de ese modo seguir viviendo. (Eze 33:11.)