Un alegato en favor del ateísmo
Hasta
ahora ninguna religión y ninguna visión mundial ha logrado formar a una mejor
persona. Tampoco una visión atea lo logrará
La
fuerza de una ética se mide en el comportamiento de los “santos” y no en la
conducta de los “necios cuyo dios se encuentra en el estómago”.
Umberto
Eco en “¿Que creen los que no creen?”
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Sin embargo creo, que un mundo ateo sería un mundo más pacífico. Esta esperanza
está se basa en los planes de vida de los ateos. Los ateos no cree en una vida
después de la muerte. Con la apuesta de su vida, el ateo se juega todo su
potencial de acción. Los ateos tampoco están muy dispuestos a arriesgar su vida
en una guerra. A lo sumo combaten para salvar su propia vida.
Tanto el
cristiano, como el ateo están confrontados, a que muchas de sus obras son
pasajeras. Sin embargo el cristiano espera, si cree en la justicia de las obras
recibirá un premio en el más allá por sus buenas acciones. El ateo sólo puede
tener la esperanza, que su posterioridad se basa en sus obras y continúan así
con la evolución cultural. Un ateo sólo puede tener la esperanza, que su
posterioridad construya sobre sus bases y así llevar adelante la
evolución cultural. De este modo puede esperar sobre vivir históricamente, cómo
lo dijo una vez el ex ministro-presidente de Austria, Bruno Kreisky.
Todo lo
que creamos en valores, es un aporte positiva para la sociedad. El daño que
creamos, frena el crecimiento de los grupos individuales de la sociedad, y mediante
esto, fortalece otros grupos sociales.
Aquel que
considera su planificación existencial bajo este aspecto, reconoce, que
con un menoscabo que ha causado, a la largo no puede ganar nada.
Además
como seres dotados de razonamiento, tenemos la capac9dad de manejar nuestro
propio sistema, nuestro cuerpo, en un grado mucho mayor delo que es considerado
por muchos como posible. A muchos les puede causar cierto desagrado, ver a su
cuerpo como un sistema de materia. Pero esto también se debe a la imagen que
nos damos de la materia. Materia = acero frío, muerta. Pero la materia no está
muerta. Ella contiene energía. Sus propiedades son lo que nos transforman en
seres con sentimientos, a seres humanos, a seres que nos gusta comer y
beber, a seres que necesitamos medicamentos cundo nos enfermamos. Con
esto tenemos la posibilidad de alargar nuestras vidas.
Los
ritos son la forma más primitiva de la comunicación (discurso y respuesta son
fijos, ver el ritual del saludo, el rito del apareamiento animal). Para
iniciar una comunicación de persona a persona, los rituales son inevitables,
pero es incomprensible, por qué esta forma de comunicación es elegido para un
ser, que supuestamente no se puede medir por sus capacidades mentales humanas
o lo sobrepasa por mucho (Isaías 55, 8-9; 1ª de Corintios 1, 25)
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Si se observa el comportamiento resolución de problemas, muchas personas religiosas
esperan que al rezar (rezar es sólo otra palabra para invocación de espíritus)
u otras prácticas / rituales religiosos, les llegue la idea salvadora. El ateo
en cambio trata de adquirir conocimiento, para acercarse así a la
solución del problema. Aquí el ateo también se basa en la ayuda de sus
congéneres.
Algunos
podrían afirmar, que los ateos son egoístas, y de seguro que hay ateos cuyos
rasgos esenciales egoístas son desagradables. Pero donde muchos ateos se
imponen el concepto, que vivimos en unión con otras personas y que no nos
podemos desacoplar. Acciones contra el propio entorno finalmente actúan en
forma contra productiva.
Un ateo
no se ve como señor o sirviente del estado, sino como parte de él. Los ateos
ven al estado como un sistema estructurado y manejable, donde todo los que se
hace, influye sobre la vida de los demás y actúa en forma retroactiva sobre la
vida propia.
Muchos
cristianos aún hoy creen que el orden estatal y determinados valores
fundamentales son dados por Dios. Ver al mundo jerárquicamente ordenado, es una
consecuencia de visión del mundo cristiano. Los cristianos, sin embargo
proclaman al amor al prójimo y al enemigo, pero el mundo de acuerdo a su
convicción de fe está ordenado jerárquicamente. Dios como gobernante del mundo,
los ángeles como subordinados obedientes, diablos y demonios como rebeldes y
los hombres cómo herramientas. De hecho esto está en craso contraste a la
imagen que nos da el naturalismo del mundo. No existe un átomo jefe que
gobierna sobre otros átomos. También el gen de una célula solo desenvuelve su
acción en el concierto con otros genes y el cuerpo celular. En la naturaleza
sólo existe la interacción. Pero también en la sociedad, cada presión causa una
contra presión. Un presidente o un rey no gobiernan sin restricciones. Si
pierde el apoyo de sus subordinados es sólo una cuestión de tiempo hasta que
es depuesto. Naturalmente una jerarquía se hace necesaria allí, donde en un
nivel subordinado, es decir, donde no se consigue un acuerdo en una instancia
democrática, y donde deben distribuirse y coordinarse determinadas tareas. Pero
escalafones tragan dinero para símbolos de estatus. Por esto habría que pensar,
si comunidades de trabajo autónomamente responsables puedan realizar el
trabajo de igual manera.
Los
ateístas buscan el acuerdo con otras personas sobre bases reales. La fe
cristiana, en cambio, exige fe ciega en la autoridad (Juan 20, 29; 2ª Corintios
5, 7). Ciertamente en un mundo de alta tecnología muchas veces nos tenemos que
confiar en los expertos. ¡Pero también estos se pueden equivocar! Argumentos
probatorios, independiente de quien, deben valer más que un dogma presentado
por un experto.
Sin Dios
nada tiene sentido, nos advierten muchas veces a los ateos. ¿Pero realmente la
religión, en especial la cristiana, le da un mayor sentido a la vida? Jesús
exigió a sus apóstoles, que como predicadores ambulantes vayan
donde las ovejas perdidas de la casa de Israel (Mateo 10, 5-6). La orden
misionaria: “Id por todo el mundo…” aparece sólo como una posible interpolación
no atentica, en el evangelio de Marcos (16; 15). Lo que debían ensañar los
apóstoles, ha sido fijado por escrito recién 30 años después de su muerte.
Hoy cada persona que se interesa por esto puede leerlo.
¿Qué hace
el cristiano promedio para que su vida tenga sentido? La mayoría de las veces
hace lo mismo, que también hace un ateo, sigue una profesión que ha elegido de
acuerdo a su vocación y capacidades.
Jesús
exige la observancia de las leyes judías, no en el sentido de las letras, sino
conforme al sentido (según la interpretación de la iglesia, pero en realidad él
muchas veces hiso caso omiso de las leyes). En Los Hechos de los Apóstoles,
algunas leyes son abolidas (Hechos 10, 10-16). Una visión del hambriento
Pedro lo hace posible. En la actualidad muchas leyes judías ya son anacrónicas.
La esclavitud fue abolida; la mutilación del cuerpo la consideramos como un
castigo bárbaro. El derecho hereditario es diferente en cada país.
Lo que
quedó son los diez mandamientos, que también existen en otras religiones.
Característico, el mandamiento del amor al prójimo, para lo cual a la mayoría
de los cristianos les falta el tiempo, y con el amor a los enemigos, Jesús no
lo tomó tan en serio. Característico también es la devoción para un Mesías, que
nunca quiso que lo adoraran.
Por lo
menos tres de los mandamientos se pueden explicar desde la evolución del ser
humano. Si se parte de la base, que nuestros antepasados animalescos,
pertenecían a manadas, entonces, desde la contención de matar frente a
congéneres, se puede deducir del la noción moralista “No matarás”; y de la territorialidad,
el concepto moral de la propiedad, ya sea personal, familiar o social (“No
robarás”, “No codiciarás … de tu prójimo”) Todos los demás
conceptos morales se son vividas en forma diferenciada por distintos
grupos sociales, pero naturalmente condicionados, sino son el resultado de
convenciones culturales.
El ateo y
humanista Michael Schmidt-Salomon, opuso a los diez mandamientos las tal
llamadas 10 propuestas, como una síntesis de una ética humanista. Estas
propuestas no fueron decretadas por ningún dios y tampoco fueron grabados en
piedra. De este modo cada uno tiene la posibilidad de examinarlas, aceptarlas,
modificarlas o desecharlas por completo.
1.- No le sirvas a
»dioses« extraños ni caseros (que al examinarlos más de cerca no son más
construcciones ingenuas de mentes de primates), sino al gran ideal de la ética
de aminorar el sufrimiento en la .ñ Aquellos que afirman estar especialmente
cerca de su “Dios”, generalmente fueron aquellos, que más alejados estaban de
la alegría y de la pena de las personas reales. ¡No participes en profano
drama! ¡Aquel que sabe de ciencia, filosofía y arte, no necesita a ninguna
religión!
2.- ¡Se justo frente a tus cercanos y también con
aquellos que no lo son! No podrás querer a todos, pero deberías respetar, que
todas las personas, incluso aquellos que note agradan – tiene el derecho de
lograr, de acuerdo al concepto de cada cual, una “buena vida en este mundo” (y
un buen morir), mientras no contravenga los intereses equitativos de
otros.
3.- No temas a las autoridades, sino ten el valor para
usar tu entendimiento. No olvides que la fuerza de un argumento es
independiente del que lo exterioriza. Decisivo para el valor de la
veracidad de una declaración es sólo, si es lógica, no se contradice y que
corresponda a nuestras experiencias en el mundo. Di aún hoy alguien argumenta
“tener a Dios de su lado”, esto no debería causar respeto, sino una carcajada.
4.- No mentirás, engañarás, robarás, matarás – a menos
que en una caso dado no existan otras posibilidades de imponer los ideales de
la humanidad. Quien durante el régimen nazi no mintió, sino que cándidamente
delataba a la Gestapo donde se escondían familias judías donde , se comportaba
anti-éticamente en grado máximo – en contradicción a aquellos que mediante
atentados trataban de eliminar a Hitler, para salvarle la vida a millones de
personas. Un comportamiento ético no equivale a obedeceré ciegamente
mandamientos morales o prohibiciones, sino ponderar cada situación si está
relacionada con consecuencias positivas o negativas.
5.- ¿Libérate de la mala costumbre de moralizar! En
el mundo no existe “lo bueno” o “lo malo”, sino sólo personas con distintos
intereses, necesidades y experiencias. Trata de aportar para que sean abolidas
las condiciones catastróficas bajo las cuales languidecen hoy seres humanos,
estarás sorprendido, de lo amable, creativa y
entrañable, se puede mostrar la supuesta "bestia" Homo sapiens.
6.- ¡No te inmunices contra la crítica! Una crítica
honrada es un regalo, que no deberías rechazar. Mediante una crítica así, lo
único que puedes perder son tus errores, de los cuales te despides mejor hoy
que mañana. Ten piedad de aquellos críticamente incapaces, quienes
por temor se declaran “infalibles” y que deben presentar sus dogmas como
“santos” (intocables. Estos, en una sociedad moderna ya no deberían ser tomados
en serio.
7.- ¡No estés tan seguro de lo tuyo! ¡Lo que hoy
consideramos como correcto,. Mañana ya puede estar obsoleto! ¡Duda también de
la duda! Incluso cuando nuestros conocimientos siempre es limitado y
provisional, defiende con determinación aquello de lo cual estas convencido.
Pero siempre estés abierto para argumentos mejores, pues sólo así lograrás
dominar la estrecha separación entre dogmatismo y arbitrariedad.
8.- Supera la tendencia de la tradición ciega,
informándote a fondo en todas las direcciones, antes de tomar una decisión. Tú.
Cómo humano dispones de un cerebro altamente capacitado para el aprendizaje, no
permitas que se atrofie. Cerciórate, que en cuestiones de ética y la visión del
mundo apliques los mismos principios racionales, que debes dominar para
manipular un teléfono celular o un computador. Una humanidad que es capaz
partir un átomo y que se comunica mediante satélites, debe tener la madurez
suficiente.
9.- Goza tu vida, ya que con alta probabilidad sólo
tienes esta. Estés consciente de tu finitud y la de los demás, no la reprimes,
sino »aprovecha« el día (Carpe diem). Justamente lo limitado que es la vida la
hace tan enormemente valiosa. No permitas que te digan que es un estigma ser
feliz. Todo lo contrario. Al gozar de tu libertad, que hoy posees, honras a
aquellos, que en el pasado han dejado su vida en el combate por la libertad.
10.- Pon tu vida al servicio de un “asunto mayor”, se
parte de la tradición de aquellos, que tratan (trataron) convertir a este mundo
en un lugar mejor. Una posición así no sólo es éticamente razonable, sino
también la mejor receta para una existencia con sentido. Pareciera que los
altruistas son los egoístas más inteligentes, ya que el mayor cumplimiento de
nuestros intereses se encuentra en la aplicación a los demás. Si te puedes
ubicar como fuerza en el »flujo de calor
de la historia humana«, te hará más feliz, que cualquier posesión lo pudiera
hacer. Intuitivamente te darás cuenta que no vives en vano y que tampoco
viviste vanamente.
(Extracto de
»Manifest des Evolutionären Humanismus«, (Manifiesto del humanismo
revolucionario) Editorial Alibri 2005)
Cuál es el sentido que tiene este mundo, que
según la fe cristiana, de todos modos, es sólo un estado de transición, no nos
dice la religión cristiana. Se puede entender como una prueba, pero esto
predispondría, que todos crecemos para formarnos en personas maduras. La
religión cristiana sólo afirma, que alguien tenía algo en mente, cuando creó al
mundo. Pero qué sentido tiene este mundo, queda abierto. En este escenario,
nosotros sólo somos cómo pelotas de los poderes divinos (Ver la leyenda de Job,
de la cual cita Pablo en Romanos 11:35; 1 Corintios 3:19; ver las revelaciones,
ver Marcos 12:36).
Como ateos nos entendemos como hijos de la evolución, Como seres pensantes y
planificadores, tenemos la libertad dar a nuestra vida un sentido. Por ejemplo
sentido tiene crear algo sobre lo cual otros pueden edificar, crear algo, que
por lo menos tenga perduración después de nuestra muerte. Quien cree, que esto
sólo se logra mediante una, debería considerar, que los productos, que hoy
provienen de oficinas, laboratorios y fábricas han cambia más al mundo que
alguna guerra.
Fuente: www.kreudenstein-online.de
Traducido del alemán por A. Gundelach, Setiembre
2013
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