27 de diciembre de 2014

La Maldición del Cristianismo

La Maldición del Cristianismo



Los siete defectos de nacimiento de una religión mundial que envejeció.
Un balance después de dos mil años.



De Herbert  Schnädelbach


Con su “me culpa” el papa Wojtyla hiso un balance a su manera; él pidió perdón por aquello, que hicieron los cristianos en el nombre del cristianismo, pero se cuidó de que la culpa no recayera sobre la iglesia. Desde la perspectiva de la razón eclesial, esto es comprensible, pero no le sirva a la verdad, puesto que la verdad es: Los “siete pecados capitales” que nombre al papa, no sucedieron a pesar del cristianismo, sino por causa del cristianismo; los perpetradores, no actuaron contra  los principios cristianos, sino sólo intentaron imponerlos. No solo las fechorías de algunos cristianos individuales, sino el conceptuado cristianismo mismo como ideología, tradición e institución pesa como maldición sobre nuestra civilización, que alcanza hasta las catástrofes del siglo 20, mientras la “bendición” cristiana siempre provenía de individuos, que aquello bueno que hacían, muy a menudo tuvieron que imponer contra la resistencia de las autoridades de la iglesia institucionalizada. Mi sospecha es, que los cristianos siempre obtuvieron sus fuerzas  del stock de la biblia, que no tienen nada de cristiano, sino que es herencia del judaísmo: Por ejemplo, el mandamiento del amor. En lo que sigue, no se trata de la horrible historia criminal del cristianismo; no quiero caer en la trampa “principio versus realidad” y “todos somos pecadores”. Por esto, en vez de aquello, en una contra jugada a los “siete pecados capitales” del papa, me voy a referir a los “siete defectos de nacimiento” del cristianismo, que el cristianismo no pueden solventar sin auto abolirse. Quizás esta auto revocación sería el último servicio beneficioso que el cristianismo podría efectuar a nuestra cultura después de 2000 años; lo podríamos  dejar irse en paz.


1.   El pecado hereditario


Al igual que el cristianismo como teología, también el pecado original hereditario es una invención de Pablo: Por tanto, tal como el pecado entró en el mundo por un hombre, y la muerte por el pecado, así también la muerte se extendió a todos los hombres, porque todos pecaron;” (Romanos 5, 12). “Porque la paga del pecado es muerte” (Romanos 6, 23). De hecho también en Génesis 2, 17: “mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás.”  El Antiguo Testamento conoce la muerte de todas las personas sólo como herencia del pecado de Adán. La “muerte hereditaria” Pablo osadamente la convierte en el pecado hereditario: Si el pecado conlleva la muerte, entonces donde se muere, también debió haber existido el pecado, para el cual el castigo es la muerte; luego todos los descendientes de Adán, por el solo hecho de haber nacido mortales, nacen siendo pecadores – independientemente de sus actos. De esto resulta el mansaje paulino de la justificación por la fe, sobre lo cual, en nuestros días, los católicos y los protestantes nuevamente se han puesto de acuerdo en una gigantesca formula  de componenda. Una noticia cómo esta no es un consuelo, sino una provocación para todos, que se niegan a reconocer la relacion paulina entra la muerte y el pecado:¿por qué he de sentirme culpable por el sólo hecho de ser mortal? Aquel que sólo se considera justificado por la fe, está listo. Dejarse culpar sin base por causa de Adán y luego seguir viviendo sólo como un indultado. Y por encima de esto, el indultado nunca puede ser seguro de su perdón, cómo nos enseña la doctrina de la predestinación. Cuya función, por supuesto, no es presentar la justificación  por la fe cómo un derecho. ¿Pero qué clase de justica es aquella, que predestina a quienes, sobre los cuales aun pesa  el pecado hereditario a la salvación y a otros a la eterna perdición? En esta parte el cristianismo nos prohíbe opinar: “oh hombre, ¿quién eres tú, para que alterques con Dios?” (Romanos, 9, 20).


El significado antropológico del pecado original es obvio: Esa desprecio al humano. El ser humano  tal cómo es está enceguecido, si se no se considera “corrompido” e incapaz para el bien. . Que las ideas de la dignidad humana y de los derechos del hombre tendrían raíces cristianas, es un cuento de hadas gustosamente creído. La idea humanista proviene de los estoicos, y la figura del caminar erecto del humano delante de Dios es una herencia judía, lo que corrompió y despilfarró el cristianismo paulino. El judío devoto, naturalmente se confiere la especial capacidad, “justo”, esto significa vivir de acuerdo a las leyes de Dios; él no conoce un pecado original, sólo el pecado, que él mismo ha cometido, y para esto también existe el perdón. Esta convicción judía recibe todo el odio y desprecio del Nuevo Testamento; según Pablo, frente a Dios no existen los justos, y aquellos que se consideran serlo. Son fariseos un insulto hasta hoy. A esto la agrega la frase propagandística  del sufrimiento de los judíos bajo la ley, lo que hasta hoy 3justificaría  misionar a los judíos; para él es una “maldición” y como “ayo … a Cristo”   (Gálatas 3: 13, 24). En verdad para los devotos  judíos la ley misma es clemencia divina; ¿de qué otra manera podrían celebrar la fiesta de la alegría de la ley?


La doctrina del pecado hereditario y su contraparte, la tesis de la justicia por la fe, han llevado, que el motivo e la dignidad de cada persona,  como imagen semejante a Dios y la idea estoica de los derechos humanos se ha sostenido en el cristianismo en una imagen mutilada, y por esto, pervertida. El resultado es la enseñanza cristiana del derecho natural relativo: La dignidad humana y los derechos del hombre, en el cristianismo sólo existen para el creyente como por Dios. Aquel que forma parte de esto, lo decide la iglesia: "Extra ecclesiam nulla salus."  Por lo tanto no es una casualidad y menos aún un accidente histórico, cómo lo quisiera hacer creer el papa, que para los cristianos desde siempre que ningún pagano hasta su bautismo no fueron humanos y que por esto tampoco era necesario tratarlos como humanos.



En los estados cristianos requerimientos sobre el derecho natural, siempre se pudieron rechazar refiriéndose al “estado pecaminoso” de los afectados. Por lo tanto la ilustración tuvo que imponer la idea del derecho natural no relativo contra la resistencia feroz de las iglesias institucionalizadas  de ambas confesiones, ya que sólo se pudo prevalecer como secular. En esto se trataba de neutralizar la doctrina del pecado hereditario junto con todas sus implicaciones fatales. . Que incluso hoy en día, se refieren las ideas de la dignidad humana y los derechos del hombre como un mérito del cristianismo, como si algo hubiese existido, que había que secularizar, es en realidad una amarga ironía. La herencia judía y estoica hubo que arrebatarse nuevamente a la tradición cristiana. No existe ninguna razón para los cristianos de ser orgullosos de ello.


2. La justificación como un sangriento negocio de justicia 


El mensaje original de los primeros cristianos decía: “Él ha resucitado”. ¿Qué sentido tenía entonces su crucifixión? La aclaración de Pablo dice: “Así que, como por la transgresión de uno vino la condenación a todos los hombres, de la misma manera por la justicia de uno vino a todos los hombres la justificación de vida.” (Romanos 5: 18). La justicia de éste, para el Nuevo Testamento no es ninguna otra, que la del siervo sufriente según Isaías 53, 7 que cómo un “cordero” se deja llevar al “matadero” entregándose como ofrenda. El cristianismo interprete la redención del pecado hereditario en el sentido del antiguo ritual de expiación judío, donde una oveja es  convertida en el “chivo expiatorio”, como el sacrificio expiatorio de un inocente crucificado  que “Él llevó sobre la cruz nuestros pecados, cargándolos en su cuerpo” (1ª Pedro 2, 24).


Si todo esto fuese toda la verdad del “cordero de Dios”, entonces bastaría el agradecimiento para motivar a uno ser cristiano, pero se nos dice: Esta víctima inocente no fie cualquiera, sino el hijo de Dios: el cordero de Dios, fue Dios mismo, Con esto preparó este sacrificio expiatorio consigo mismo, puesto que “que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo” (2ª Corintios 5, 19). Esta auto reconciliación de Dios también aparece como negocio de derecho, donde Dios es al mismo tiempo es acreedor y representante de los  prestamistas; la moneda es la sangre: “habéis sido comprados por precio” (1ª Corintios 6, 20) “…con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha” (1ª Pedro 1, 19)… En vista de este escenario incomprensible, se quisiera preguntar, por qué el dios de los cristianos no puede perdonar bajo las mismas condiciones que el dios de los judíos en la fiesta de Yom-kippur, y esto quizás  sin un cordero de sacrificio.


“la sangre de Jesucristo … nos limpia de todo pecado” (1 Juan 2, 7) – en el pietismo y sus canciones esto se transformó en verdaderas orgías de sangre. Desde el Medioevo tardío hasta el siglo 19 la iconografía cristiana es un mundo de “sangre y heridas”. Los pintores y escultores no pueden la reden hacer lo suficiente con las representaciones  de los horripilantes sufrimientos de Cristo e innumerables mártires. ¿Por qué en todas las iglesias y escuelas cuelga en Baviera  un moribundo crucificado – y no un resucitado? ¿Por qué no basta una cruz como la señal paradoja de unidad y derrota y victoria, de humillación y exaltación? ¿Por qué niños, desde el primer día de clases, deben ver  lo que significa físicamente la crucifixión?


La razón es: El cristianismo no se puede imaginar fe/amor/esperanza sin sangre; Mientras más sangriento tanto más auténtico. ¿Qué sería un victoriosos frente a un Jesús flagelado en la Wieskirche? [en Steingaden/Alemania, es una de las más famosos iglesias del rococó del mundo y es patrimonio mundial declarado por la UNESCU (el traductor)]. Seguramente sería exagerado comparar este arte religioso con los violentos videos de la actualidad; La suposición, que todo esto también habría servido para la preparación mental para las atrocidades en nombre de Cristo, es difícil de negarlo. La antigua práctica jurídica de la tortura, de hecho  fue nuevamente impuesta por el papa Inocencio III en el siglo 11, y experimento mediante la santa inquisición su consumación pérfida. ¿Qué fueron los sufrimientos de los torturados frente a los representados en las iglesias? Siempre donde crucifijos realistas eran parte óptica del diario vivir óptico, podían morir torturados, sin irritar mayormente. No es sabido que el cristianismo tenía un liderazgo en la humanización de la justicia penal; la última ejecución pública la dispuso el papa León XII en 1825.


¿A caso la historia de la pasión y las leyendas de los mártires no fueron además el mejor ejercicio de entrenamiento para el tratamiento cristiano de los paganos y  herejes? Aún debemos creer, que el aporte de cristianismo a nuestra cultura radicó en la humanización de las personas paganas. Esta fábula también determinó por siglos la concepción de la educación cristiana como un amansamiento  de los pequeños salvajes nacidos como pecadores, y por encima de esto asumir la culpa  por la justificación del colonialismo. En verdad no es conocido que los celtas, germanos o eslavos hayan cometido atrocidades de la magnitud  del asesinato en masa de Carlos Magno con los sajones; el baño de sangre en la conquista de Jerusalén durante las cruzadas; el exterminio de los cátaros;  o de la barbarie cometida por los conquistadores de América latina; si todo esto ha de evidenciar la domesticación de la “bestia rubia”, entonces su fracaso  demuestra. Realmente la caballerosidad de los caballeros proviene del mundo islámico, también la cortesía de los cortesanos, es decir de la nobleza y de la burguesía en ascenso, de la reunificación de la antigüedad en el renacimiento. Aquí yacen las raíces del humanismo, del cual hasta el comienzo del siglo, todos los jerarcas católicos debían abjurar mediante el juramento anti modernismo. No sólo los derechos del hombre sin las cautelas del pecado hereditario, sino también al humanitarismo como principio, el cristianismo a menudo  opuso resistencias mortales; la historia de los mártires del humanismo aun habría que escribirlo.
 

3. La orden de misionar 


Lo que desde el principio estaba contra el respeto humanista al humano natural en el cristianismo, fue la orden de misionar. En el evangelio de mateo dice: “Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra.  Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo;  enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado” (Mateo 28, 18-20). Aquí no se les pregunta a las “naciones” si quieren ser bautizados y ser convertidos en discípulos, sino los bautistas, están autorizados para considerarse como ejecutores de todo  “poder en el cielo y en la tierra”; los bautismos forzados lo certifican.


La orden de misionar es una prohibición a la tolerancia, puesto que todo que es diferente a lo cristiano, sólo existe para ser bautizado. La tolerancia frente a otros no necesitaba ser tema de ser considerado, cómo los cristianos mismos fueron una minoría perseguida y tolerada en una entorno pagano, en las perspectiva de una cultura sin embargo, que ya hace mucho se estableció como cristiana, la orden de misionar significa una orden de  exterminación del paganismo al nivel mundial, Esto significa, la autorización hacia el imperialismo cultural cristiano. Podemos afirmar, que al principio los misioneros preferían métodos pacíficos, pero tampoco tenían nada en contra cuando llegaron los comerciantes y los lanchas cañoneras. Y cómo lo muestran ejemplos del Brasil, hoy primero llegan los misioneros de las sectas fundamentalistas cargados con dólares y luego las petroleras multinacionales.


El judaísmo es tolerante en cuanto a que no misiona, y el islam, a pesar de su afán misionario siempre ha respetado las dos religiones de libro el judaísmo y el cristianismo; así floreció la cultura judía bajo el dominio del islam y los pueblos ortodoxos en el imperio otomano, pudieron mantener su identidad cultural el entorno eclesial La tolerancia religiosa no es una virtud cristiana, ya que contraviene la orden de misionar. La desconfianza de la iglesia contra Nathan el Sabio de Lessing está bien fundamentada, porque la posibilidad de reconocer, que los judíos o los islámicos puedan tener el anillo verdadero y no los cristianos, significa la irrupción del escepticismo en la certeza de la fe oficial de la iglesia de la púnica verdad. Donde el cristianismo se hace tolerante, en verdad ya se rindió, aun cuando siga viviendo como un asunto particular o como una posición básica de moral para cuya  justificación la Biblia es prescindible.


4. El anti judaísmo cristiano 


El antisemitismo cristiano tiene sus raíces en los evangelios, mientras en el entorno de Pablo casi no se habla de ello. Originalmente es un asunto interno del judaísmo, opuesto que los evangelistas coleccionan a más tardar diez décadas después de la muerte de Jesús, crónicas judeocristianas sobre su vida y muerte, y concuerdan responsabilizar a los sumos sacerdotes y escribas, como también el “pueblo” incitado por ellos de la crucifixión. En primer momento son los judíos bautizados que desconocieron al verdadero Mesías.


Mientras que Marcos y Lucas en laña acusación se quedan con el judaísmo ortodoxo, mateo 0pasa al antisemitismo cristiano. Lo que hoy debería dejar pasmado a todos los cristianos al escuchar la Pasión de Mateo de Bach, es lo que “todo el pueblo” le responde a Pilatos, cuando este lava sus manos y dice: “Inocente soy yo de la sangre de este justo” – “Su sangre sea sobre nosotros, y sobre nuestros hijos.”. Esto fue escrito después de la conquista y destrucción de Jerusalén por los romanos en el año 70, y este evento, para el pio  evangelista, le vale cómo el cumplimiento de aqueo deseo impío; anteriormente había hecho profetizar a Jesús la catástrofe de judaísmo palestino con  todo detalle (Mateo 23 y 24). Aquí se trata de una de las tantas variantes del esquema predicción-cumplimiento, con el cual el evangelio de Mateo quería acercar el cristianismo a sus correligionarios judíos. Lo que le sucedió a los judíos por los romanos en Jerusalén, aparece como una consecuencia justa de la auto-imprecación de todo un pueblo, con la cual, según Mateo, se habría cargado expresamente de con la culpa por la muerte de Jesús y seguiría actuando por toda la eternidad. Entonces no sólo el relato de todos los evangelios, que los judíos habían cometido la crucifixión – Juan en esta parte sólo habla de “los” judíos -, ya es un motivo suficiente ‘para el antisemitismo cristiano; recién la afirmación, “los” judíos mismos abrían evocado la sangre de Jesús, les proporcionó  a las persecuciones de los judíos de parte de los cristianos una buena conciencia. De esta manera   se extiende de esta sangrienta parte de mateo una huella de sangre por todos los innumerables pogromos en la Europa cristiana, hasta el antisemitismo racista como en la herencia secular del anti judaísmo religioso. El holocausto sin el cristianismo no habría sido posible, muchos cristianos participaron en esto sin tener una mala conciencia, y la iglesia católica mantuvo silencio, Y el papa calla hasta hoy.


Entonces no sólo el relato de todos los evangelios, que los judíos habían cometido la crucifixión – Juan en esta parte sólo habla de “los” judíos -, ya es un motivo suficiente ‘para el antisemitismo cristiano; recién la afirmación, “los” judíos mismos abrían evocado la sangre de Jesús, les proporcionó  a las persecuciones de los judíos de parte de los cristianos una buena conciencia. De esta manera   se extiende de esta sangrienta parte de mateo una huella de sangre por todos los innumerables pogromos en la Europa cristiana, hasta el antisemitismo racista como en la herencia secular del anti judaísmo religioso. El holocausto sin el cristianismo no habría sido posible, muchos cristianos participaron en esto sin tener una mala conciencia, y la iglesia católica mantuvo silencio, Y el papa calla hasta hoy.


5. La escatología cristiana


La quizás más terrorífica herencia del Nievo Testamento es la tal llamada  revelación de Juan, que reúne y dramatiza todos los enfoques de la escatología cristiana en el Nuevo Testamento. Nada desde dos milenios ha atemorizado y asustado a las personas del occidente en forma tan continua cómo este libro. En casi todos los partes de las catedrales y cuadros evidencian esto, pero ante todo al antiquísimo  Dies Irae de la misa fúnebre en el cual la detallada descripción de los horrores del apocalipsis, sólo es interrumpido por el gimoteo de la súplica por misericordia. Durante siglos, las personas han vivido a la sombre de estas visiones de pánico. La información científica, que las Apocalipsis hayan sido, al comienzo de la era cristiana, un popular género de literatura y que al fin y al cabo también existió una escatología judía, no  puede hacer nada contra el catastrófico efecto histórico del último libro de la Biblia.


Entre la escatología judía  y la cristiana existen notarias diferencias. La esperanza mesiánica de los profetas en su núcleo es política y se refiere donde Isaías a la restauración del reino de David. A pesar del transporte de este motivo a la historia mundial, también donde Daniel sigue siendo un etnocentrismo: “… el reino, y el dominio y la majestad de los reinos debajo de todo el cielo, sea dado al pueblo de los santos del Altísimo, cuyo reino es reino eterno, y todos los dominios le servirán y obedecerán.” (Daniel 7, 27). Al mismo tiempo se incorpora el motivo del juicio de los muertos del antiguo Egipto y de Platón en la base de “libros”, pero que se refiere a pueblos completos (Daniel 7, 10 y 24). Y justamente esto coge el apocalipsis cristiano (Revelaciones 20, 11), para individualizarlo de inmediato, lo que significa, que toda la carga del “juicio final” gravita ahora  sobre cada persona en forma individual que con esto se expone a un futuro “lago de fuego” (20, 15). Con esto al apocalipsis cristiano produce una enorme presión escatológica. De esta manera el cristianismo se ha creado una instrumental de una constante incertidumbre y disciplinamiento de su “’propia gente”,   a través del cual promete constantemente la salida de los temores por él mismo producidos; cada celebración del réquiem sigue este mecanismo, Sólo así es posible explicarse, por qué tantas personas durante tantos siglos se dejaron aterrorizar por la revelaciones de Juan.
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La escatología cristiana también actuó políticamente – en la forma de  de la política escatológica de cristianos  y no cristianos. Líderes de sectas trataron forzar por si mismos el apocalipsis y ejecutarlo, y miles les han seguido a la muerte; la línea ascendente alcanza desde los sectarios medievales sobre Savonarola y los bautistas hasta los suicidios colectivos religiosamente motivados de nuestros tiempos. El número de víctimas de la política  escatológica bajo las condiciones de la profanidad llega hasta los millones; en esto se trata de intentos, de quitarle de las manos de Dios  y obtener mediante medios humanos la definitiva victoria del bien sobre el  definitivo exterminio del mal. La  inevitable consecuencia es terror.

Naturalmente no tiene sentido hacer responsable al “vidente de Patmos” por los crímenes apocalípticos  de Lenin, Stalin, Pol Pot o Hitler, pero los cristianos deberían preguntarse, cómo quieren  relacionarse con la escatología. ¿A caso la promesa no dice: “Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron.” (Apocalipsis 21, 4) una constante tentación, reemplazar a Dios con un ídolo - de acuerdo a la sentencia de Bloch "Ubi Lenin ibi Jerusalem" – y luego ocultar los precios, que hay pagar? Según la Biblia son los impíos que fueron arrojados al “lago de fuego” que han de pagar la cuenta. Después de la despedida de la religión les tocó a aquellos, que bajo el signo de la “solución final”, tuvieron que sufrir el infierno en la Tierra. ¿No habría sido más cristiano, poner la escatología bajo la prohibición de imágenes bíblica?


6. La importación del platonismo


Un real exitoso defecto de nacimiento del cristianismo  es la importación del platonismo, que se produjo a través de los esfuerzos de los padres de la Iglesia, presentar su fe como una filosofía superior al mundo helenístico El resultado fue una disociación de la realidad en un aquende y un allende al igual que el dualismo cuerpo-alma. Ambos modelos de pensamiento, que presentan a Platón en una en una mediación  neoplatónica, determina el pensamiento cristiano hasta hoy, a pesar  de,  que en verdad  son incompatibles con el fundamento del antiguo y nuevo testamento.


En el pensamiento judío de pronto sólo existe el aquende, es decir, el presente y su prehistoria; originalmente tampoco conoce una vida después de la muerte, puesto que la promesa de Dios se refiere donde Job a la vida terrenal y sus descendientes. Mediante  la escatología profética se  adiciona el allende,  pero esto se relaciona  al aquende cómo el futuro al presente. Pero en consecuencia del cristianismo este futuro ya se hizo presente – como el paradojo mesías en la cruz – pero volverá en la parusía de Cristo como gobernante del mundo. La cuestión de donde Cristo se encuentra en el entretanto, se respondido con la referencia al “cielo”, lo que significa, un piso más alto de la realidad, al cual Jesús habría ascendido y de donde regresará; anteriormente Jesús habría al “descendido reino de los muertos”, o sea al subterráneo.  En el curso de la helenización del cristianismo de aquella diferencia de nivel del aquende y allende resulta una diferencia de categoría, es decir, ambas esferas han de relacionarse entre si, cómo el mundo real e ideal de Platón. De esta manera también en el platonismo cristiano se originó la ontología del “trasmundo” y la tendencia de la negación del aquende, lo que provocó la ira de Nietzsche.


Las maneras de diferenciación entre el acá y el más allá, la topológica y la ontológica, en el cristianismo siempre han estado en un conflicto que nuca realmente se concretó: Si el concilio de Nicea llama a Dios el “creador del cielo y de la Tierra, de todo lo visible e invisible”, bajo lo invisible  era posible entender tanto como, y por esto invisible para nuestros ojos, una esfera geográfica superior, de una realidad creada por dios o el platónico  kósmos noetós – el sólo mundo imaginable. El desarrollo de la cosmología en los nuevos tiempos ha desacreditado totalmente al modelo topológico , a pesar de que los cristianos en todo el mundo en la declamación del credo aun se aferra a esta idea; con esto sólo quedó la salida platónica, es decir la espiritualización del más allá, si se quisiera asirse a él. ¿A dónde ir con una utopía que ya “apareció”? El ningún lugar entonces debe estar en alguna parte, y si no está “arriba”, entonces sólo puede existir “en la mente”. Con esto el mundo espiritual fue falsificado en la aparente única verdadera (Nietzsche).
 

La calamidad de la cristiana-platónica diferenciación del aquende-allende consiste en, que el mundo real es rebajado a la sola apariencia y desvalorado normativamente. La moderna ilustración esta principalmente determinada por la idea de la rehabilitación de la verdadera realidad. Los abogados eclesiales del más allá, ya no deberían instrumentalizar lo que realmente existe, para sus fines de poder; debería darse fin a la doctrina de los dos reinos y el “porque vuestro galardón es grande en los cielo” como legitimación autoritaria. Al final de este proceso Nietzsche recalca “cómo el ‘verdadero mundo’ finalmente se transformó en una fabula”, y celebra: “.. junto con el verdadero mundo también eliminamos al aparente."

La importación del platonismo en el cristianismo llevó no sólo a la denuncia de la realidad, sino a un dualismo antropológico con consecuencias fatales dualidad. La “figura humana” del judaísmo y de los primeros cristianos es monista; Lo que Lutero traduce con “alma”  es la vitalidad de la criatura “humano”, creado por Dios “de polvo de la tierra” y llevado a la vida por la insuflación del “aliento de la vida” en su nariz (Génesis 2, 7). Es en este sentido que los apóstoles enseñan la “resurrección de la carne”, o sea, de humano entero; incluso en el Credo (al igual donde Daniel) sólo se habla de la resurrección de los muertos, pero no de la inmortalidad del alma, que asume el dualismo cuerpo-alma platónico. No obstante esta figura mental no bíblica llegó a ser en el cristianismo una sobre entendimiento cultural: El platonismo cristiano no sólo significa en el cosmos, sino también en el ser humano la reducción normativa de la realidad, es decir su corporalidad. El resultado es la sistemática enemistad de la tradición cristiana hacia el cuerpo, que se ha seguido heredando especialmente en la represiva moral sexual de las iglesias.


Naturalmente ya  Pablo predicaba ideales ascéticos, pero donde é estos, están totalmente en el contexto del pronto regreso de Cristo (1era de Corintios 7), sino al judío Pablo le habrían sido totalmente ajenos. Los judíos no conocen ningún antagonismo al cuerpo; una buena vida y una sexualidad satisfecha son un don de Dios, para lo cual también Dios ha emitido una buena ordenanza. Recién la importación del platonismo en el cristianismo ha envenenado la corporalidad humana. Esta forma de vida sigue existiendo en el celibato, en  cuya historia de la inhibición política eclesial de la formación jerárquica  sacerdotal, fue transformado con el tiempo en un bien especial espiritual. Constantemente se afirma, que las mujeres fueron revaluadas por el cristianismo, y esto probablemente es cierto, en lo que se refiere a Jesús en un mundo, donde la religión era asunto de los hombres. Pero que desprecio de la femineidad yace en el mito del nacimiento virginal y en la expresión “inmaculada concepción”, como9 si la concepción, el nacimiento y en general la sexualidad femenina fuese algo sucio y algo indigno del “puro” hijo de Dios. En este sentido, el cristianismo aprendió a valorar lo femenino como lo virginal y por esto  “lo puro”. Junto a la moral sexual del catolicismo, que en el caso de la regulación de natalidad, hace tiempo pasó  al mero cinismo, no deberíamos olvidar la pietista, que penetró en el ser humano, sin un apoyo exterior cómo la confesión y absolución, pero de manera mucho más efectiva transformando a muchos en lisiados psíquicos. La esquizofrenia cuerpo-alma platónica pasó a una enfermedad manifiesta.


7. El tratamiento con la verdad histórica


Arriba  se habló de la especial significancia del evangelio de mateo para el anti judaísmo cristianismo; además de esto es un ejemplo notorio para el tratamiento del cristianismo Primitivo con el verdad histórica, puesto que el informa de la auto imprecación de los judíos no es el único invento estratégico, que aparece en el un. Entre los evangelios el que más se destaca en el nuevo testamento, está el evangelio según Mateo, para él cada medio está justificado, presentar ante la vista al correligionario  judío Jesús, como el verdadero mesías. Para este fin es saqueado al antiguo testamento, y cualquier cosa que se puede interpretar como una profecía mesiánica, es afirmado luego en la biografía de Jesús como cumplido, según el esquema: “para que se cumpliera la escritura…”. De esta manera Jesús debido a Miqueas 5, 2 fue nacido en Belén; debido a Números 24, 17, debió aparecer una estrella; debido al Salmo  72, 10 y 15 e Isaías 60, 6, debieron llegar los reyes magos del oriente y debido a Oseas 11, 1, la sagrada familia tuvo que huir a Egipto. Jeremías 31, 15 es la razón de los asesinatos de los niños de Belén – un evento increíble del cual aún se habrían acordado los contemporáneos de las dos generaciones siguientes, si no fuese una audaz ficción. Que el moribundo Jesús habría pronunciado citas del antiguo testamento, podría ser cierto, pero que en su hora de muerte se haya rasgado el velo del templo, que haya temblado la Tierra y que les aparecieron los muertos a los vivos (Mateo 27, 51-53), para esto de seguro habrían testigos independientes, si esto no fuese una leyenda. Pero todo esto pierde su inocencia: “… pero uno de los soldados le traspasó el costado con una lanza, y al momento salió sangre y agua. Y el que lo ha visto ha dado testimonio, y su testimonio es verdadero; y él sabe que dice la verdad, para que vosotros también creáis.” (Juan 19, 34-35). Esto aquí es una mentira deliberada y racional: Se informa algo como otro cumplimiento más de las profecías del antiguo testamento con la expresa aseveración de la verdad, que en el caso de una simple verdad habría estado demás.


Determinados neo testamentarios en esta parte nos acusan de  ingenuidad y de tener pensamientos no históricos; entonces nosotros no deberíamos ser ingenuos creyendo que los evangelistas tan sólo tenían una relación cándida  hacia la realidad histórica. Esto no habría sido su objetivo, sin o ellos recogieron palabras de Jesús   transmitidas y a estas le adicionaron historias de milagros – y los milagros a la sazón no habrían sido nada extraordinario, ¿Qué otra cosa iban a predicar que palabras del antiguo testamento? Actualmente el evangelio de Lucas se esfuerza por una localización de los hechos de Jesús en la historia profana, y contradice la doctrina de la encarnación de Dios, disolver lo encarnado en una mera ficción. Por esto Jesús  debió haber sido una figura histórica y aquellos que escribieron sobre él, tenían claro la diferencia entra la verdad y la mentira. ¿Cómo ellos entonces podían creer, que falsedades históricas podrían servir especialmente para la difusión de la verdad cristiana?


El enfoque estratégico con la verdad histórica a favor de una verdad mayor es un mal hereditario del cristianismo formalizado. Con ello los evangelistas inventaron hechos, y hasta nuestros días a los cristianos les es estrictamente prohibido siquiera dudar de esto. La historia de la crítica racional a la Biblia desde los comienzos de la edad moderna, muestra como la rígida fijación a las verdades de los hechos bíblicos, han dañado al mensaje del cristianismo. Aún hoy las iglesias institucionalizadas tratan de evitar el esclarecimiento teológico de sus seguidores. Esto es comprensible, ¿puesto qué quedaría del “núcleo” del cristianismo si se eliminan todos los envoltorios ficticios? ¿Qué queda de la resurrección, si se deja la tumba vacía tal cómo está? Pablo dice “Y si Cristo no resucitó, vana es entonces nuestra predicación, vana es también vuestra fe.  Y somos hallados falsos testigos de Dios; porque hemos testificado de Dios que él resucitó a Cristo, al cual no resucitó…” 1ª de Corintios15, 14-15). La prédica y la fe no deben haber sido en vano y la certificación no debe haber sido falsa, luego la tumba estaba vacía.


8. ¿Cristianismo hoy?


Cuando el cristianismo una vez haya dejado atrás sus siete defectos de nacimiento, prácticamente no va a quedar nada; ante todo apenas sería posible diferenciarlo del judaísmo ilustrado. Lo que en el cristianismo sirve, de todos modos es judío. Jesús fue un judío pío y radical; ¿Cómo sería si los cristianos nuevamente fuesen “jesuséanos”?  De todos modos las iglesias predican el pecado hereditario sólo en una disolución espiritual, con esto ya no existe una diferenciación al judaísmo, que conoce las  debilidades congénitas del ser humano. La justificación también se puede auto predicarse en base al antiguo testamento,  sin el convenio sangriento de Dios, puesto que pablo constantemente cita al profeta Habacuc: “Mas el justo por la fe vivirá. (Romanos 12, 17). El mandamiento de misionar lo podrían atenuar los cristianos a una exhortación para presentar  al mundo en el espíritu de la tolerancia la fe propia; justamente esto es lo que hicieron los sabios judíos desde siempre. Con esto también quedaría eliminado al anti semitismo. En lo respecto a la escatología tanto los judíos cómo los cristianos, podrían dejar en manos de Dios lo que va a suceder en el juicio final; la esperanza sin suda es una virtud judía y cristiana. además el cristianismo debería regresar de sus paseos platónicos y reemplazar su dualismo mediuantye una filosofía del único mundo y del ser humano entero, que nos presenta el judaísmo.


Es cuestionable, si el cristianismo pueda sobrevivir, ordenar realmente  su relación a la verdad histórica en el moderno sentido. Las interpretaciones meramente alegóricas o simbólicas del los reportes bíblicos, hace tiempo se evidenciaron como callejones sin salida. La post historia del programa de la desmitificación de Bultmann, muestra, el vacío que se produce si sólo  se interpretan de forma “existencial”  las afirmaciones fundamentales del cristianismo. ¿Qué es lo que se podría creer, sien la religión de libro del “cristianismo” ya no se puede interpretar nada en forma literal? Adorno una vez opinó, la petición del pan de cada día sólo da sentido en un mundo campesino, pero no en vista de las fábricas productoras de pan. ¿Si en nuestros cancioneros  y libros de rezos se evoca la lluvia, entonces convierten a Dios en un demonio  pagano del clima? Una canción dice: “Cuesta mucho ser cristiano”. Esto es cierto, si se consideran las incesantes exigencias y reglamentos, con los cuales las iglesias maltratan a sus miembros. ¿Pero cuál sería la ganancia, el valor agregado de estos costos? ¿Qué nos puede prometer el cristianismo? Despees que ya no nos dejamos atemorizar con el “lago de fuego”, tampoco queremos que nos consuelen con una eterna felicidad; nos basta una vida feliz en este mundo. ¿Qué decía Heine?: “… El cielo se lo dejamos a los ángeles y a los gorriones”.


Tengo la impresión, que el cristianismo formulado, ya hace tiempo ha tenido su final sin que se haya dado cuenta, en el mundo moderno. La iglesia como institución moralistas social – merece  respeto y apoyo. No por casualidad están vacías las Iglesias. ¿Quien realmente entiende las prédicas, los textos bíblicos y las canciones? En verdad las iglesias específicamente cristiano ya no tienen nada que decir. El cristianismo también a caracterizado a nuestra cultura, esto es cierto, aun cuando su  balance general es catastrófico, sus características positivas se agitaron o pasaron a las energías profanas del humanismo. El moderna proceso de la ilustración siguió uno de los mandamientos del cristianismo – el de la veracidad – y con esto una “disciplina de dos mil años hacia de la verdad, la cual al final se previene en la mentira en la fe en Dios” (Niestzsche) [Traducción libre mía]. Recién con su extinción lo maldición del cristianismo se podría cambiar en una bendición.




Fuente: http://www.humanistische-aktion.de/fluch.htm
Traducido del alemán A. Gundelach, conla gentil autorizaci´pn del Dr. Herbert  Schnädelbach


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