Los
secretos de Fátima IV – El comunismo
Redactado
por Bernd Harder 12 de mayo de 2010
Mientras
tanto el papa arribó en Fátima. Referente a las apariciones marianas, cómo se
sabe, se habría expresado salomónicamente: Para él visiones cómo estas “no se trata de una percepción sensorial normal externa”, pero tampoco es sólo una imaginación piadosa. El
alma de los veedores, según Ratzinger es “tocada por algo real, aun cuando se
encuentra más allá de los sentidos”.
De hecho, justamente de esta manera ya
habíamos explicado las “apariciones” en la primera parte.
Pero
sigamos von nuestras investigaciones escépticas: En la entrada del sur al
santuario en Fátima uno se encuentra con un trozo de hormigón del muro de Berlín,
detrás de un vidrio. ¿Cuál es el asunto de esto?
El
ascenso de Fátima al “lugar de las apariciones” eclesiásticamente reconocido y
al ser uno de los santuarios marianos más grades del mundo de la iglesia
católica, esta estrechamente ligado con su atribuida significancia de la política
mundial – Fátima vale para los creyentes como la “estación determinante del camino
a la salvación”, dígase: Con la superación ideológica y práctica del “marxista ateísta”.
El obispo Rudolf Graber de Ratisbona escribió: “Fátima es la respuesta del
cielo a Moscú”. Y en la página web http://www.corazones.org podemos leer:
El
13 de julio de 1917 la madre de Dios claramente habla sobre el ateísmo estatal,
aun cuando este por un período largo su poder se extienda sobre las naciones y continentes. Y lo deja en nuestras manos, participar en la
liberación del yugo del ateísmo dictatorial:
Si atienden mis deseos, Rusia se convertirá
y habrá paz; si no, esparcirá sus errores por el mundo, promoviendo guerras y
persecuciones de la Iglesia: los buenos serán martirizados; el Santo Padre
tendrá que sufrir mucho; varias naciones serán aniquiladas.
Si
se toman estas frases individualmente, entonces llama la atención, que la madre
de dios ata la victoria de la fe sobre el ateísmo (que hay que entenderlo como ‘Rusia’)
a la consagración de Rusia por la Iglesia.
Cómo ya se
mencionó en la parte I y III, la “aparición” en todos los seis días, desde mayo
hasta octubre 1917, no predijo suceso futuro ni reprochado al comunismo. En los
“mensajes” a los tres niños veedores, no se trataba más que la exhortación a
rezar el rosario para que termine la primera guerra mundial.
El rol de Fátima en el combate de la iglesia
contra el comunismo es una construcción posterior – y debe ser considerado relación
directa con la historia de Portugal como la historia personal de la “veedora”
principal Lucía Santos.
Desde
el término de la monarquía en el año 1910, Portugal se encontraba prácticamente
en un permanente en un estado de excepción. En sólo unos pocos años hubo una
seguidilla de 45 gobiernos inestables. Y casi siempre se trataba de
enfrentamientos entre fuerzas clericales y grupos anticlericales, o sea entre católicos y
socialistas.
Ya
en un momento bastante temprano se intento instrumentalizar políticamente a las
“apariciones marianas”. En forma concreta ya en diciembre del mismo año. Después
de un golpe de estado en Lisboa, una junta militar pro-católica se hiso del poder
– aunque fue sólo por un año. Un diario prontamente adjudicó este evento a la “maternal
ayuda de la Virgen para nuestra patria. También un teólogo alemán se expresó al
referente: “El pueblo portugués fue convulsionado tanto por estos hechos, que
ya unas semanas más tarde el líder conservador Sidónio Pais, pudo realizar su golpe”.
Mentes
más recatadas ven este asunto algo diferente: unos son de la opinión, que se
usó las reales apariciones de la Virgen María para justificar un golpe de
estado desde la derecha” había investigado la historiadora Monika Hauf. “Otros
consideran a las apariciones cómo una hábil maquinación de los clérigos”.
Sea
cómo fuese: Sin duda la “Veedora” Lucía Santos fue profundamente influenciada
por las continuas luchas políticas y el terror al comunismo de la iglesia de su
patria. Una relación directa a las “apariciones” de 1917, la realizó comprobadamente
recién en 1930. A la sazón, la hermana Lucía recibió, en el convento de Tuy,
una consulta de su ex padre confesor José Bernardo Gancalves: ¿En qué medida,
la supuesta “petición de la madre de Dios por la práctica del oficio de expiación a su inmaculado
corazón”, podría tener alguna relación con la persecución de la iglesia
en la Unión Soviética?
Cancalvez en
su carta se refirió a una declaración de Lucía de 1926, según la cual la madre
de Dios en las apariciones de 1917 la veneración al "inmaculado corazón de María”
en forma de un culto especial, que podría motivar la reconciliación de la humanidad
con Dios. Además Lucía inventó, en relación
a esto, un “comunión expiatoria” cada sábado de los siguientes cinco meses.
Cuando los críticos le hicieron ver, que esta “revelaciones” eran casi idénticas a la de una monja francesa llamada Margareta
Alacoque en el siglo 17, Lucía respondió: “Yo no le puedo ordenar a la
madre de Dios, cómo debe expresarse”.
Al
parecer Gancalves no se dejo engañar por estas extrañezas y pidió consejo en
relación a la situación en la Unión Soviética, Lucia respondió vacilante:
“Si no me equivoco, el buen Dios promete terminar
con la persecución en Rusia, si el santo
padre junto a todos los obispos del mundo católico realizara un acto solemne y público de reparación
y consagración de Rusia a
los santos corazones de Jesús y María”.
Con esto
Lucía definitivamente inventó su tema. Desde 1930 las sensibilidades personales
de Lucía (es decir: Su maduración espiritual- mixtico durante su maduración en
el convento) entraron en una unión con la nueva idea de las cruzadas de Roma
contra el “bolchevismo ateo”. Desde 1917 con
la tal llamada revolución de octubre. El conocimiento de la persecución
de los católicos era ampliamente conocido. Pio XI en un escrito, hablo del “terror
en Rusia” y de un "punto
de inflexión en la lucha de todas
las naciones civilizadas contra el
bolchevismo”. También la consagración del país al corazón de Jesús no contenía nada
de nuevo y siempre ha servido a la revitalización religiosa.
Puesto que
Lucía fundamentalmente posfechó el terma de un oficio de expiación al
inmaculado corazón a 1917, era obvio, adjudicar, la exigencia de la madre de Dios
por una consagb0graciuón de Rusia igualmente
a las apariciones de 1917. Y con esto Fátima 13 años después de las “apariciones”
repentinamente recibió una dimensión adicional: Ser un “baluarte contra el
comunismo”.-
En
1936 Portugal (y con ello también la hermana Lucía) nuevamente fueron confrontados con experiencias de la guerra. Los portugueses
combatieron de lado de los nacionalistas de Franco en el país vecino España
contra los comunistas. Los
obispos de Portugal prometieron realizar el 13 de mayo una gran peregrinación
nacional de agradecimiento en Fátima si Portugal quedaría salvaguardada del
domino comunista. Mientras tanto los consejeros de Lucía instaban al jerarca
eclesial nacional, para que transmitieran al papa la solicitud de Lucía en relación a la
consagración de Rusia. Aun sin éxito.-
Recién
en el año 1942 convulsionaron los hechos. Lucía redactó el segundo secreto de
Fátima, donde entre otras cosas dice:
“si
las personas no dejan de ofender a Dios, una peor estallará durante el papadode Pio XI.
Cuándo ustedes vean una noche iluminada por una luz desconocida*, sepan que
esto es el gran signo dado a ustedes por Dios que él está a punto de castigar
al mundo por sus crímenes, por medio de la guerra, el hambre, y las
persecuciones de la Iglesia y del santo Padre. Para prevenir esto, yo vendré a
pedir la consagración de Rusia al Corazón Inmaculado, y a la Comunión de reparación en
los Primeros sábados. Si se hacen caso de mis pedidos, Rusia se convertirá, y
habrá la paz; si no, ella esparcirá sus errores a través del mundo, causando
las guerras y las persecuciones de la Iglesia. El bueno será martirizado; el
santo Padre tendrá mucho que sufrir; varias naciones serán aniquiladas. Al fin,
el Corazón Inmaculado triunfará. El santo Padre consagrará Rusia a mí, y ella
será convertida, y un período de paz será otorgado al mundo.”
Evidentemente
Lucía veía – históricamente insostenible – una conexión causal entre la guerra civil
de España y la segunda guerra mundial, respectivamente el rol de Rusia en ambos
conflictos. Y manifiestamente se entremezclaron donde ella los miedos locales y
nacionales y experiencias referente al comunismo con las acciones globales de la
guerra.
Casi
nadie se molestó con las contradicciones del “segundo secreto” de Fátima: En primer
término el “secreto” no es un secreto, puesto que ya en 1930 Lucía ya anunció
los contenidos esenciales. En segundo lugar, es suficientemente irracional revelar retrospectivamente una promesa
celestial, de un medio (a ser, una consagración
de Rusia al inmaculado corazón) para evitar la según da guerra mundial, después de tras
años de haberse iniciado la guerra.
Da
igual, puesto que el culto de Fátima le otorga a sus seguidores una interpretación acondicionada del significado religioso de la segunda
guerra mundial c´0mo “azote de Dios” por la degeneración de la humanidad un ido
a una promesa, para poder rescindir futuros castigos, mediante un rito mancomunado
entre el pueblo y la iglesia del pueblo con la iglesia, legitimado por la
promesa de la Reina de los Cielos: “Al final va a triunfar mi inmaculado corazón”.
El papa Pío XII el 31 de octubre y el 8 de diciembres llevó a
cabo la “consagración oficial y solemne de la generación
humano al inmaculado corazón de María”. Rusia estaría incluida. La guerra continuó
invariablemente. Lucía declaró que el acto no era válido ya que la ceremonia “no
se realizó con todos los obispos en forma simultánea”. Posteriormente dijo,
María no había exigido la consagración del mundo, sino explícitamente la
consagración de Rusia.
El
papa Pablo VI, renovó la consagración al corazón inmaculado al término del
tercer período de sesión del segundo concilio vaticano. Lo mismo sucedió bajo
el papa Juan Pablo II en 1982 en Fátima, 1983 en Roma y nuevamente en Roma en
1984. Constantemente Lucía Santos al término declaraba, que la consagración no
se había realizadas debido a diferentes fallas en las formas.
Después
de la caída del bloque comunista en 1990, los seguidores de Fátima aclamaron
finalmente el éxito deseado de la consagración. En que se habría “convertido”
ahora la Unión Soviética, queda en total oscuridad.
Monika Hauf realistamente expresa “De la unión de las iglesias ortodoxas con la
católica, estamos tan lejos como en 1917”. La disolución del pacto de Varsovia no aumentó en nada la sensación
de paz y seguridad en el mundo. Y tampoco se puede apreciar una revitalización
de la religiosidad en Rusia.
El
entretanto fallecido teólogo y aclarador de supersticiones de Ratisbona Dr.
Josef Hanauer continuó con este pensamiento:
“Durante
más de setenta años oró y expió el mundo. No fue en vano. Rusia se convirtió y
en el mundo desde entonces tenemos paz. Por lo menos los simpatizantes de Fátima
creen esto. Quizás.”
Fuente http://blog.gwup.net/
Traducido del alemán por A. Gundelach
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