17 de febrero de 2015

Los secretos de Fátima IV – El comunismo



Los secretos de Fátima IV – El comunismo

Redactado por Bernd Harder 12 de mayo de 2010


Mientras tanto el papa arribó en Fátima. Referente a las apariciones marianas, cómo se sabe, se habría expresado salomónicamente: Para él visiones cómo estas “no se trata de una percepción sensorial normal externa”, pero tampoco es sólo una imaginación piadosa. El alma de los veedores, según Ratzinger es “tocada por algo real, aun cuando se encuentra más allá de los sentidos”.


De hecho, justamente de esta manera ya habíamos explicado las “apariciones” en la primera parte.


Pero sigamos von nuestras investigaciones escépticas: En la entrada del sur al santuario en Fátima uno se encuentra con un trozo de hormigón del muro de Berlín, detrás de un vidrio. ¿Cuál es el asunto de esto?


El ascenso de Fátima al “lugar de las apariciones” eclesiásticamente reconocido y al ser uno de los santuarios marianos más grades del mundo de la iglesia católica, esta estrechamente ligado con su atribuida significancia de la política mundial – Fátima vale para los creyentes como la “estación determinante del camino a la salvación”, dígase: Con la superación ideológica y práctica del “marxista ateísta”. El obispo Rudolf Graber de Ratisbona escribió: “Fátima es la respuesta del cielo a Moscú”. Y en la página web http://www.corazones.org podemos leer:

El 13 de julio de 1917 la madre de Dios claramente habla sobre el ateísmo estatal, aun cuando este por un período largo su poder se extienda sobre las naciones y continentes. Y lo deja en nuestras manos, participar en la liberación del yugo del ateísmo dictatorial:


Si atienden mis deseos, Rusia se convertirá y habrá paz; si no, esparcirá sus errores por el mundo, promoviendo guerras y persecuciones de la Iglesia: los buenos serán martirizados; el Santo Padre tendrá que sufrir mucho; varias naciones serán aniquiladas.


Si se toman estas frases individualmente, entonces llama la atención, que la madre de dios ata la victoria de la fe sobre el ateísmo (que hay que entenderlo como ‘Rusia’) a la consagración de Rusia por la Iglesia.


Cómo ya se mencionó en la parte I y III, la “aparición” en todos los seis días, desde mayo hasta octubre 1917, no predijo suceso futuro ni reprochado al comunismo. En los “mensajes” a los tres niños veedores, no se trataba más que la exhortación a rezar el rosario para que termine la primera guerra mundial.


 El rol de Fátima en el combate de la iglesia contra el comunismo es una construcción posterior – y debe ser considerado relación directa con la historia de Portugal como la historia personal de la “veedora” principal Lucía Santos.


Desde el término de la monarquía en el año 1910, Portugal se encontraba prácticamente en un permanente en un estado de excepción. En sólo unos pocos años hubo una seguidilla de 45 gobiernos inestables. Y casi siempre se trataba de enfrentamientos entre fuerzas clericales y  grupos anticlericales, o sea entre católicos y socialistas.


Ya en un momento bastante temprano se intento instrumentalizar políticamente a las “apariciones marianas”. En forma concreta ya en diciembre del mismo año. Después de un golpe de estado en Lisboa, una junta militar pro-católica se hiso del poder – aunque fue sólo por un año. Un diario prontamente adjudicó este evento a la “maternal ayuda de la Virgen para nuestra patria. También un teólogo alemán se expresó al referente: “El pueblo portugués fue convulsionado tanto por estos hechos, que ya unas semanas más tarde el líder conservador Sidónio Pais, pudo realizar su golpe”.





Mentes más recatadas ven este asunto algo diferente: unos son de la opinión, que se usó las reales apariciones de la Virgen María para justificar un golpe de estado desde la derecha” había investigado la historiadora Monika Hauf. “Otros consideran a las apariciones cómo una hábil maquinación de los clérigos”.



Sea cómo fuese: Sin duda la “Veedora” Lucía Santos fue profundamente influenciada por las continuas luchas políticas y el terror al comunismo de la iglesia de su patria. Una relación directa a las “apariciones” de 1917, la realizó  comprobadamente recién en 1930. A la sazón, la hermana Lucía recibió, en el convento de Tuy, una consulta de su ex padre confesor José Bernardo Gancalves: ¿En qué medida, la supuesta “petición de la madre de Dios por   la práctica del oficio de  expiación a su inmaculado corazón”, podría tener alguna relación con la persecución de la iglesia en la Unión Soviética? 


Cancalvez en su carta se refirió a una declaración de Lucía de 1926, según la cual la madre de Dios en las apariciones de 1917 la veneración al "inmaculado corazón de María” en forma de un culto especial, que podría motivar la reconciliación de la humanidad con Dios. Además  Lucía inventó, en relación a esto,  un “comunión expiatoria”  cada sábado de los siguientes cinco meses. Cuando los críticos le hicieron ver, que esta “revelaciones”  eran casi idénticas  a la de una monja francesa llamada Margareta Alacoque en el siglo 17, Lucía respondió: “Yo no le puedo ordenar a la madre de Dios, cómo debe expresarse”.


Al parecer Gancalves no se dejo engañar por estas extrañezas y pidió consejo en relación a la situación en la Unión Soviética, Lucia respondió vacilante:

 “Si no me equivoco, el buen Dios promete terminar con  la persecución en Rusia, si el santo padre junto a todos los obispos del mundo católico realizara un acto solemne y público de reparación y consagración de Rusia a los santos corazones de Jesús y María”.

Con esto Lucía definitivamente inventó su tema. Desde 1930 las sensibilidades personales de Lucía (es decir: Su maduración espiritual- mixtico durante su maduración en el convento) entraron en una unión con la nueva idea de las cruzadas de Roma contra el “bolchevismo ateo”. Desde 1917 con  la tal llamada revolución de octubre. El conocimiento de la persecución de los católicos era ampliamente conocido. Pio XI en un escrito, hablo del “terror en Rusia”  y de un "punto de inflexión en la lucha de todas las naciones civilizadas contra el bolchevismo”. También la consagración del país al corazón de Jesús no contenía nada de nuevo  y siempre ha servido a la revitalización religiosa.


Puesto que Lucía fundamentalmente posfechó el terma de un oficio de expiación al inmaculado corazón a 1917, era obvio, adjudicar, la exigencia de la madre de Dios por una consagb0graciuón de Rusia  igualmente a las apariciones de 1917. Y con esto Fátima 13 años después de las “apariciones” repentinamente recibió una dimensión adicional: Ser un “baluarte contra el comunismo”.- 


En 1936 Portugal (y con ello también la hermana Lucía) nuevamente fueron confrontados  con experiencias de la guerra. Los portugueses combatieron de lado de los nacionalistas de Franco en el país vecino España contra los comunistas. Los obispos de Portugal prometieron realizar el 13 de mayo una gran peregrinación nacional de agradecimiento en Fátima si Portugal quedaría salvaguardada del domino comunista. Mientras tanto los consejeros de Lucía instaban al jerarca eclesial nacional, para que transmitieran al  papa la solicitud de Lucía en relación a la consagración de Rusia. Aun sin éxito.-

Recién en el año 1942 convulsionaron los hechos. Lucía redactó el segundo secreto de Fátima, donde entre otras cosas dice:
si las personas no dejan de ofender a Dios, una peor estallará durante el papadode Pio XI. Cuándo ustedes vean una noche iluminada por una luz desconocida*, sepan que esto es el gran signo dado a ustedes por Dios que él está a punto de castigar al mundo por sus crímenes, por medio de la guerra, el hambre, y las persecuciones de la Iglesia y del santo Padre. Para prevenir esto, yo vendré a pedir la consagración de Rusia al Corazón Inmaculado, y a la Comunión de reparación en los Primeros sábados. Si se hacen caso de mis pedidos, Rusia se convertirá, y habrá la paz; si no, ella esparcirá sus errores a través del mundo, causando las guerras y las persecuciones de la Iglesia. El bueno será martirizado; el santo Padre tendrá mucho que sufrir; varias naciones serán aniquiladas. Al fin, el Corazón Inmaculado triunfará. El santo Padre consagrará Rusia a mí, y ella será convertida, y un período de paz será otorgado al mundo.”



Evidentemente Lucía veía – históricamente insostenible – una conexión causal entre la guerra civil de España y la segunda guerra mundial, respectivamente el rol de Rusia en ambos conflictos. Y manifiestamente se entremezclaron donde ella los miedos locales y nacionales y experiencias referente al comunismo con las acciones globales de la guerra.   


Casi nadie se molestó con las contradicciones del “segundo secreto” de Fátima: En primer término el “secreto” no es un secreto, puesto que ya en 1930 Lucía ya anunció los contenidos esenciales. En segundo lugar, es suficientemente irracional  revelar retrospectivamente una promesa celestial, de un medio (a ser, una consagración  de Rusia al inmaculado corazón) para evitar  la según da guerra mundial, después de tras años de haberse iniciado la guerra.


Da igual, puesto que el culto de Fátima le otorga a sus seguidores una interpretación acondicionada del significado religioso de la segunda guerra mundial c´0mo “azote de Dios” por la degeneración de la humanidad un ido a una promesa, para poder rescindir futuros castigos, mediante un rito mancomunado entre el pueblo y la iglesia del pueblo con la iglesia, legitimado por la promesa de la Reina de los Cielos: “Al final va a triunfar mi inmaculado corazón”.


El papa Pío XII  el 31 de octubre y el 8 de diciembres llevó a cabo  la “consagración oficial y solemne de la generación humano al inmaculado corazón de María”. Rusia estaría incluida. La guerra continuó invariablemente. Lucía declaró que el acto no era válido ya que la ceremonia “no se realizó con todos los obispos en forma simultánea”. Posteriormente dijo, María no había exigido la consagración del mundo, sino explícitamente la consagración de Rusia.


El papa Pablo VI, renovó la consagración al corazón inmaculado al término del tercer período de sesión del segundo concilio vaticano. Lo mismo sucedió bajo el papa Juan Pablo II en 1982 en Fátima, 1983 en Roma y nuevamente en Roma en 1984. Constantemente Lucía Santos al término declaraba, que la consagración no se había realizadas debido a diferentes fallas en las formas.


Después de la caída del bloque comunista en 1990, los seguidores de Fátima aclamaron finalmente el éxito deseado de la consagración. En que se habría “convertido” ahora la Unión Soviética, queda en total oscuridad.
Monika Hauf realistamente expresa “De la unión de las iglesias ortodoxas con la católica, estamos tan lejos como en 1917”. La disolución  del pacto de Varsovia no aumentó en nada la sensación de paz y seguridad en el mundo. Y tampoco se puede apreciar una revitalización de la religiosidad en Rusia.


El entretanto fallecido teólogo y aclarador de supersticiones de Ratisbona Dr. Josef Hanauer continuó con este pensamiento:


“Durante más de setenta años oró y expió el mundo. No fue en vano. Rusia se convirtió y en el mundo desde entonces tenemos paz. Por lo menos los simpatizantes de Fátima creen esto. Quizás.” 


Fuente http://blog.gwup.net/
Traducido del alemán por A. Gundelach





     








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