28 de septiembre de 2015

En defensa del creacionismo, la verdad amenazada



En defensa del creacionismo, la verdad amenazada
Por Milton Peverini



Una de las verdades más fundamentales que proclama la Sagrada Escritura, establece que Dios creó el mundo y todas sus criaturas en seis días. Esta enseñanza fue colocada en el corazón mismo de la eterna ley de Dios. El cuarto mandamiento indica que "en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, el mar, y todas las cosas que en ellos hay". Y agrega que reposó en el séptimo día y lo estableció como en monumento que recordaría su acto creador ante los seres humanos de todas las épocas.
R: Aquí simplemente se declara algo como una verdad fundamental porque aparece en un escrito. Que los teíst6as suponen que es un texto sagrado, pero esto no tiene ninguna base; es sólo una afirmación sin fundamento alguno.


Según la profecía, en los últimos días de la historia se haría necesario reclamar con fuerza esta verdad.
R: Yo tomaría con mucho recelo las profecías bíblicas, puesto que son muy endebles y vagas.

Algo iba a suceder que haría que muchos se olvidaran de honrar a Dios como Creador de todo lo que existe.
R: Dios alguna vez fue una explicación muy buena para todas las cosas, pero a medida que avanzaron los conocimientos científicos, Dios ha dejado de ser una explicación, ahora la idea “Dios” es más bien un estorbo para el avance en los conocimientos científicos.


Se le mostró en visión al profeta Juan que Dios enviaría sus mensajeros representados por tres ángeles poderosos, los cuales serían portadores del último mensaje de amonestación que recibiría el mundo antes que venga Cristo por segunda vez. El primero de esos ángeles simbólicos diría en alta voz lo siguiente: "Temed a Dios y dadle gloria, porque la hora de su juicio ha llegado; y adorad a aquel que hizo el cuelo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas" (Apocalipsis 14: 7).
R: ¿Por qué hemos de considerar como cierto una visión que supuestamente tuvo un tal Juan, del cual ni siquiera sabemos quien fue? Luego hay algo que no entiendo, aquí el señor Reverini escribió: “El primero de esos ángeles simbólicos diría…”, me llamó la atención la expresión “ángel simbólico”, luego usó el término “diría” (condicional), ¿por qué no usó la palabra “dirá”?
Y en seguida viene la terrible amenaza de un juicio divino, para aquellas personas, que por la única razón por la cual no pueden creer en un  dios porque simplemente nos faltan las suficientes evidencias. Lo terrible de esto es que existen personas, como sacerdotes, curas, pastores, rabinos etc. que predican esto desde sus púlpitos con una liviandad increíble, cómo quien anuncia una fuerte lluvia para el día siguiente. Un dios omnipotente quien por la simple razón de  que no puedes creer en él,. Te condena a una eterna horrenda tortura, sin embargo ese dios te ama.    

En nuestros días ha llegado el momento de proclamar este mensaje con toda claridad. Los seres humanos parecen haberse olvidado de Dios.
R: Un mensaje que lleva implícitamente en si una terrible amenaza.

No se acepta en forma unánime el concepto de que el universo y los seres vivientes son obra de la mano del Dios omnipotente, y lo más doloroso es que aun en círculos cristianos hay muchas voces que se levantan para criticar el relato del Génesis, y tildarlo de un mito, sin base real.
R: Lo doloroso es que aún existen personas, que toman literalmente relatos arcaicos y añejos que escribieron unos ignorantes hace miles de años atrás cuando de ciencias aun no había nada. 

¿Por qué se ha debilitado la fe de muchos en la validez de la revelación bíblica en lo que se refiere a la creación?
R: Porque son explicaciones que se dieron personas hace miles de años, cuando aun no existían ni atisbos de lo que es ciencia para explicarse cómo se formó la Tierra y cuál es el origen del ser humano.
Hoy, gracias a las ciencias naturales, sabemos cómo se desarrolló el universo, cómo se formó la Tierra y cómo evolucionó el ser humano. El relato bíblico perdió su validez , porque no es científico, sino solamente es una fábula y muy primitiva.


Señalemos dos razones principales. La primera es que los hombres tienen la tendencia a enamorarse de todo lo humano.
R: Falso, la razón ya la expliqué arriba.

 Adoran su propio intelecto, y se inclinan reverentes ante el altar de la ciencia y la tecnología.
R: Lo que escribe aquí el Dr. Milton Peverini es una tontería. Los científicos y tampoco los ateos adoramos nuestro intelecto, hacemos uso de él. Las ciencias y la tecnología no son altares

Se han atrevido a colocar los conceptos humanos por sobre la Palabra de Dios, y han llegado a considerarse tan sabios como para decidir por cuenta propia qué partes de la Sagrada Escritura son dignas de su atención y confianza, y cuáles hay que descartar.  Estos individuos olvidan que en la estructura del saber humano hay, además de hechos sólidos, teorías, inferencias y conclusiones que en muchas oportunidades no se ajustan a la realidad. A menudo, el proceso de investigación científica está contaminado con las ambiciones y los motivos personales de los que participan en él.
R: El ser humano está por encima de “dios” y de su palabra, puesto que es fue el hombre quien creó a “Dios” a su imagen, y fueron seres humanos que escribieron la biblia, sin la inspiración de un supuesto dios.

No es prudente endiosar la sabiduría humana, ni inclinarse ante la ciencia secular, que arbitrariamente han excluido a Dios de sus pensamientos.
R: No endiosamos nada y tampoco nos inclinamos frente a las ciencias naturales – no existe una ciencia secular. El concepto “dios” no tiene nada que ver en las ciencias naturales.

Dice el apóstol San Pablo: "Pues, está escrito: Destruiré la sabiduría de los sabios, y desecharé el entendimiento de los entendidos. ¿Dónde está el disputador de este siglo? ¿No ha enloquecido Dios la sabiduría del mundo?" (1 Corintios 1: 19, 20).
R: Aquí Pablo simple y llanamente se equivocó. Fue la sabiduría de los científicos que dejó fuera de lugar, las antiguas y banales fabulas de la Biblia.

Como cristianos no debemos conceder importancia exagerada a la ciencia humana y pensar que se la puede usar para medir la Palabra de Dios y determinar cuáles de sus enseñanzas podemos aceptar y cuáles rechazar.
R: Esta proposición es nefasta, puesto que es un intento de regresar a la humanidad al oscurantismo del Medioevo.

La segunda razón por la cual muchos cristianos han dejado de aceptar la validez del relato de la creación que presenta el Génesis, es la manera asombrosa como se han extendido las enseñanzas de la teoría de la evolución.
R: Esto no es tan asombroso, puesto que son verdades científicas, la evolución es un hecho real, y a los niños y a todos en general hay que transmitirles la conocimientos científicos, por que sólo estos nos muestra la mundo real tal cómo es, y no los mitos religiosos.

Esta doctrina rechaza a Dios como Creador, y mantiene que la formación del universo, del sistema solar y de nuestro mundo, se debe a la acción ciega de las fuerzas naturales sobre la materia inerte, a través de muchos millones de años.
R: Un dios no tienen nada que ver en las ciencias. Lo otro es cierto.

Sostiene además esta teoría, que todos los seres vivientes que se encuentran sobre este planeta, desde las bacterias y los virus hasta los peces, plantas, aves y mamíferos, descienden de una simple célula original que se formó accidentalmente en una época remota.
R: Más o menos es así.

En nuestros días es casi imposible sustraerse al poderoso impacto que produce esta doctrina sobre casi todas las actividades humanas.
R: Los mitos y las fábulas religiosas son del pasado, son historias que pertenecen al mundo de los cuentos de hadas y no tienen nada que ver con la realidad, esta sólo se alcanza mediante los conocimientos científicos.

 En programas de televisión y radio, en museos y conferencias eruditas, en libros y revistas, en producciones de cine y textos de estudio, se citan a cada paso las enseñanzas de la evolución, sin intentar siquiera evaluarlas con juicio crítico.
R: La evolución sintética biológica es un hecho real indesmentible, sin ella, en la tierra sólo existirían en la actualidad eucariotas y algas y nada más. La evolución es un proceso continuo extraordinariamente lento. Es un proceso sin meta ni dirección.

 Lo mismo hacen la mayoría de los educadores en todos los niveles. Pocos se atreven hoy a disputar las aseveraciones evolucionistas según las cuales los seres humanos descienden del mono y de otras formas de vida cada vez más primitivas.
R: Ni siquiera Darwin dijo que el ser humano desciende de los simios, pero tenemos un antepasado en común que existió hace unos 7 millones de años.
Por otro lado, el ser humano comparte el 98 % de los genes con los chimpancés y un 84% con los ratones


Desde sus años más tiernos, los niños escolares escuchan a sus maestros hablar de las especulaciones evolucionistas como si fueran hechos comprobados.
R: Las religiones, el creacionismo y la enseñanza del diseño inteligente  deben quedar fuera de los colegios. El creacionismo y el DI  son pseudociencias.

¿Es tan seria y digna de confianza la teoría de la evolución?
R: La teoría sintética de la evolución (TSE)  es en la actualidad la teoría científica más afianzada que existe, es el mejor modelo que existe sobre el origen de las especies. Después de más de  150 años esta teoría se ha mejorado y complementado, y hasta hoy no se ha presentado ninguna otra teoría que la refute.

 ¿Merece el lugar que ocupa hoy en el edificio científico que han construido los seres humanos para explicar el mundo y nuestro propio origen?
R: A ver, la teoría sintética de la evolución sólo es un modelo del origen de las diversas especies, no explica el origen de la vida ni del universo.

¿Es tan sólida, que le permitimos echar por tierra nuestra fe en Dios y en su divino acto creador por el cual en seis días de 24 horas pobló nuestro mundo de todo ser viviente, incluso el hombre? La respuesta es un "no" sin atenuantes.
 R: La TSE y la teoría del Big-bang, convirtieron al relato biblia en un mero cuento de hadas.

La teoría de la evolución no es digna de nuestra confianza. Ninguna de sus características básicas resiste en la práctica es escrutinio de la verificación experimental.
R: Es irrelevante si no es digna de confianza de uno que otro fundamentalista religiosos. Hay muchísimas cosas que existen en la naturaleza que no se puede reproducir experimentalmente en un laboratorio.

Solía decirse hace años que el evolucionismo tenía que aceptar su doctrina por fe, ya que no hay manera de comprobar por medio de experimentos si son verdad o no sus enseñanzas. Lord Kelvin, el ilustre físico inglés, decía: "Me maravilla la prisa con que muchos profesores universitarios y predicadores tratan de recalcar en sus aulas y púlpitos las doctrinas de la evolución cuando ésta no es más que una hipótesis que no ha sido comprobada" (El Centinela, septiembre de 1977).
R: En el siglo 19, Lord Kelvin no tenía los conocimientos que tenemos en la actualidad. Citarlo hoy es una falacia ad verecundiuam

Si para ser evolucionistas hace 80 ó 100 años era necesaria una gran dosis de credulidad, los que deseen aceptar esta doctrina en nuestros días necesitan esa dosis en cantidades mayores ya que hay numerosos descubrimientos de la ciencia que han demostrado cuán inverosímil es la idea de que la vida sea el producto de procesos naturales ciegos y sin propósito.
R: Aclaro de nuevo, la TSE no se refiere al origen de la vida, sino específicamente al origen de las diversas especies vivientes.

Por ejemplo, es evidente que los biólogos de fines del siglo pasado y principios del actual, no sabían lo que decían cuando enseñaban que las células de cualquier organismo son estructuras "simples". En esos días no existía el microscopio electrónico. Si los famosos proponentes de la evolución de entonces hubieran sabido lo que saben actualmente nunca se les habría ocurrido pensar que algo tan fantásticamente complejo como una célula viva, se pudiera haber formado por causas fortuitas o accidentalmente.
R: ¡Esto es totalmente irrelevante!

En esos tiempos se pensaba que la célula era un globito minúsculo de protoplasma, con una membrana que lo encerraba y con una media docena de otras sustancias y estructuras básicas como el núcleo y los cromosomas.
R. Y un poco antes ni se sabía que existían.


Hoy, en cambio, se sabe que la célula es una fábrica inmensamente compleja y completa. Tal como fábricas e industrias humanas, tiene diversos componentes y departamentos que trabajan en forma coordinada para el bien común.
R: Comparar el comportamiento natural de una célula con el funcionamiento de una fábrica, lo encuentro bastante tirado de las mechas.

A diferencia de nuestras industrias, sin embargo, la célula fabrica una infinidad de productos químicos con una eficiencia tal que ninguna empresa humana puede ni remotamente imitar. De hecho, para la fabricación de proteínas, la célula puede proveer más de 1.300 clases de aminoácidos, según las instrucciones que su sección de manufactura recibe de la "gerencia".
R: No soy biólogo, no sé si esta afirmación es cierta o no, sin embargo lo poco  y nada que se al respecto, se que son veinte los aminoácidos que se encuentran en los sistemas biológicos. Sin embargo aquí el señor Peverini se atreve hablar de 1300 aminoácidos – sin comentarios.

 Luego la sección despachos se encarga de empacar el producto y ponerlo en manos del sistema de transportación, el cual lo lleva al exterior para que se incorpore a la corriente sanguínea. Todo este proceso requiere energía, la cual proveen los "dínamos" de la fábrica, o mitocondrios, que en gran número (a veces hasta por miles) pueblan el interior de la célula.
Todo esto no es sino una descripción muy primitiva e incompleta de una pequeña parte del intrincadísimo funcionamiento de una célula viviente. Y recordemos que, con la poderosa ayuda del microscopio electrónico, los científicos confiesan que cada día descubren mayores misterios en la pasmosa operación y organización de estas maravillosas miniaturas que Dios creó para formar con ellas todos los seres vivientes.
R: ¿Qué quiere demostrar el señor Peverini con toda esta explicación de las mitocondrias? ¿Qué no se pudieron haber formado con el tiempo  por evolución? Según los creacionistas fue “dios” eo que lo creó todo, Pero asunto es, ¿ellos pueden explicar cómo Dios creó todas las cosas? ¡No! Claro que no, es muy fácil decir que fue un dios que lo hizo todo.

Suponer que una célula, con sus millares de intrincados componentes, pudiera haberse formado por casualidad, es algo tan absurdo como creer que un libro es el producto de una explosión en una fábrica de tinta.
R: Nadie dijo que las células se formaron por casualidad. Y siempre la mis estúpida comparación, cómo esta del libro, o de un tornado que pasa por encima de un montón de chatarra y forma un jumbo jet.


No perdamos de vista las realidades eternas.
R: Realidades eternas ¿Qué es esto?

El mundo y sus criaturas son el producto maravillosamente ordenado de una Mente capaz de planear, de estructurar y de ejecutar lo planeado. Hay un orden asombroso, una simetría admirable en todo lo creado.
R: ¿De qué orden me habla? El universo comenzó con una entropía mínima y esta aumenta constantemente.

El átomo con sus múltiples componentes y las moléculas, que en infinita profusión hacen posible la existencia de la materia y los procesos de la vida, testifican poderosamente acerca del Supremo Creador.
R: Irrelevante.

Estas realidades descartan las fábulas pueriles de los que creían posible que el caso y la no existencia produjeran orden, materia y vida por pura casualidad.
R: Las fábulas se encuentra en la Biblia. La casualidad en el origen de las cosas sólo juega un papel muy  limitado.                                        

Multitud de descubrimientos en todas las ramas de la ciencia y la exploración espacial han convertido al evolucionismo en una teoría añeja, anticuada y pueril, un verdadero fósil moderno.
R: No me haga reír por favor. La TSE es en la actualidad la teoría científica mas afianzada que existe. Lo que es añejo y pueril son justamente las fabulas bíblicas

 El intelecto contemporáneo exige una explicación racional de la vida y el cosmos.
R: ¡Claro! Lo más racional es decir fue un dios que lo creó todo.

Por eso aumenta cada día el número de hombres de ciencia, investigadores y educadores en todos los campos del saber, que reconocen públicamente a Dios como Creador de todo.
R: Señor Peverini, vivimos en el siglo 21 y no en el siglo 18


Fuente: http://ojoadventista-creacionismo.blogspot.cl

No hay comentarios.: