18 de julio de 2009

¿Son ciertas las tesis de los creacionistas?


¿Son ciertas las tesis de los creacionistas?

Los creacionistas aún combaten a la ilustración. Pero científicamente, la mayoría de los argumentos de los fundamentalistas religiosos, hace tiempo que están refutados.

Los creacionistas rechazan absolutamente la enseñanza de Darwin.
Fundamentalistas como estos se encuentran en todas las religiones, tanto en el cristianismo como en el islamismo. Son creacionistas, que interpretan literalmente a sus respectivos escritos sagrados, incluidos los mitos de la creación. En especial el creacionismo esta ampliamente difundido, entre los cristianos evangélicos en los EEUU. En este movimiento existen distintas tendencias de creencias. Pero fundamentalmente rechazan las teorías científicas sobre el origen del universo y de la vida, como también la teoría de la evolución de Darwin. La interpretación literal de la Biblia, a veces, produce resultados abstrusos. Así el obispo ingles James Ussher (1581 – 1656) a mano de historias familiares y árboles genealógicos de personajes bíblicos, calculó la fecha de la creación. Por la precisión aquí obtenida, cada cosmólogo lo debería envidiar. Según esto, el 23 de Octubre de 4004 A.C. Dios creó la Tierra. En consecuencia nuestro planeta tiene una edad de 6000 años.

¿Dios creó al mundo como algo viejo?

A esto se le enfrentan los conocimientos de los científicos, quienes a mano de isótopos radioactivos y muchos otro métodos (Conteo de los anillos de los árboles; perforaciones en el hielo; datación geológica, etc.), pueden demostrar una edad mucho más antigua del mundo. Pero los así llamados creacionistas del mundo joven, afirman, que los métodos de datación físicas y químicas no son confiables, y que catástrofes, como el diluvio, han determinado la geología de la actual superficie de la Tierra. Donde las deformaciones, producidas por estas causas, sólo estarían aparentado una edad mayor. A los Neandertales sólo los consideran como ejemplares del hombre moderno, que han alcanzado una edad muy avanzada. A veces también se puede leer el argumento, Dios habría creado la Tierra así a propósito, para que parezca antigua. Entonces nos estaría engañando, lo que no concuerda en nada con la imagen del dios de las religiones.
El blanco principal de los creacioncitas, es la teoría de la evolución de Charles Darwin. Ellos se defienden contra el concepto, que la vida se haya formado de moléculas prebióticas y que se han desarrollado hasta el homo sapiens. El argumento de ellos es, que algo tan complejo, no pudo haberse formado por casualidad y procesos de selección, si no sólo por la acción planificada de un creador.

Los creacionistas creen, que todas las especies se formaron en una semana

Parecer relativamente moderado el “creacionismo progresivo”. Él dice, que todas las especies de animales y plantas se han formado en un proceso, con un constante acompañamiento de Dios. Por cierto, sus representantes aceptan la metódica y la mayoría de los conocimientos de las ciencias naturales, pero la biología evolutiva ahí no tiene cabida. A esta la condenan sin miramientos y van en busca de “evidencias” contra el proceso evolutivo, para desmentir a Darwin.- A este grupo de creacionistas, pertenece el arzobispo de Viena, Christoph Kardinal Schönborn. En el año 2005, causó revuelo con un comentario en el “New York Times”. Ahí se enfrentó a la biología “neo darwinista”. La “Evolución en el sentido de un origen común de todos los seres vivos”, podría ser cierto, así Schönborn, pero no es un proceso arbitrario de cambios casuales y de una selección natural. Más bien se trata de descubrir “el plan en la naturaleza”.

Un grupo de creacionistas alemanes (entre ellos se encuentran también nada menos que biólogos), elaboró una contra posición a la enseñanza de Darwin, los “tipos básicos” de los seres vivientes que fueron creados por Dios. Él les dio a ellos, mejor dicho, a sus genomas una cierta capacidad de transformación, de manera que pudieron acentuar distintas características. Con esto, esta gente se basa en el relato de la creación de la Biblia, según la cual las plantas y los animales fuero creados según “su especie”-. Todas las especies biológicas, que están relacionadas directa o, indirectamente, pertenecerían a un tipo básico, todos habrían sido creados juntos en una semana de creación, o sea, simultáneamente.

El eslabón perdido

El argumento estrella de ellos es, que tanto para los fósiles y las especies vivientes, faltan tipos intermedios, que podrían documentar la transición a otra especie – el famoso “missing link” Ellos deberían demostrar, por ejemplo, como peces se transformaron en anfibios, ovíparos y mamíferos.
Frente a esto, los seguidores del “diseño inteligente” (DI) son algo más juiciosos. Ellos dicen, que la formación del universo y de la vida sólo se puede explicar mediante una inteligencia creadora superior. (Muchas veces evitan, a conciencia, la palabra “Dios”) y por un proceso libre como la mutación y la selección natural. La meta es, establecer al DI como una teoría en pie de igualdad, junto a las demás teorías. Líder en esta dirección es el “Discovery Institute” en Seattle en los EEUU.

Falta de imaginación

Uno de los cerebros (Mejor dicho, el predicador líder) es el teólogo William Demsk, dice: “Sistemas naturales no pueden ser explicados por procedimientos naturales no guiados”, y muestran características que en todos los casos la adjudicaríamos a una inteligencia. Si un arqueólogo, por ejemplo, encuentra una estatua, entonces se justifica la conclusión, que fue obre de una acto creativo y que se podría identificar al escultor. Pero no se podría hablar que se trata de una formación rocosa poco usual. Así ya argumentaba en el siglo 18, el filósofo británico William Paley con el ejemplo de un reloj, que alguien encuentra en una pradera. Para su confección se necesita forzosamente a un relojero. A estas declaraciones, respondió el profesor de genética británico Sreve Jones, se alimentan de “pereza mental y arrogancia: 'Yo soy un tipo inteligente, y no `puedo entender, como todo pudo formarse por la evolución. Luego no pudo originarse por la evolución'”.
Por su causa los apologistas del DI, combaten con slogans como “complejidad no reducible”, “mecanismos informativos” y “complejidad específica”. Estos significan más o menos, lo mismo y son considerados como características, que estructuras complejas en la naturaleza, como una célula, y que fueron diseñados según su utilidad. Si seres vivos presentan uno o más de estos, entonces se formaron por un acto creativo directo. “Complejidad específica” – este concepto proviene de Demski – caracterizan a las células u complejas moléculas biológicas, así como las secuencias de números primos.

Imposible que seamos un producto de la casualidad
 
Una complejidad no reducible existe cuando, para un sistema no hay una preetapa menos compleja, ya que entonces pierde su función. El propagandista del DI, Michael Behe, profesor de bioquímica en la universidad Lehigh en Pensilvania, presenta como un ejemplo una trampa para ratones: La trampa debe tener una base sólida a la cual poder fijar las otras cuatro piezas, un martillo que aplaste al ratón, un resorte que dé al martillo la energía necesaria, una barra de retención que sostenga al martillo energizado por el resorte, y una traba a la cual esté fijada la barra de retención que sostiene al martillo en tensión por el resorte. En cierto momento, el movimiento de un ratón, atraído a la trampa por un sabroso pedazo de mantequilla de maní, hace que la barra de retención se corra de la traba, liberando al martillo para que caiga sobre el desprevenido animal.


Algo similar, así Behe, es con los flagelos de determinadas bacterias. Estos funcionan como pequeñas hélices, que impulsan hacia adelante a los unicelulares en el agua. Estos flagelos se compone de aproximadamente de 40 proteínas distintas, todas dispuestas en forma precisa. Si sólo se eliminaría una, ya no tendría la capacidad de moverse.


Al fin y al cabo, la información es necesaria, por ejemplo en forma de un plano de construcción, si se quiere armar un computador, a partir de piezas individuales. Por si solo no sucede esto, aun cuando los componentes podrían formase por si mismos, pues recién su interacción y el ajuste fino hacen recién de esto una calculadora. Lo mismo vale para las células, según el DI.

Contrapruebas

Lo malo es, que biólogos recientemente hicieron reveladores descubrimientos, que refutan ampliamente las objeciones de los defensores del DI. Ellos encontraron proteínas, que son parte de los flagelos de las bacterias. Y que en muchos otros unicelulares cumplen funciones totalmente diferentes. Una de nombre T3SS, sirve de transporte, que acarrea otras proteínas por la célula. Poco a poco se aglomeraron juntos, hasta que finalmente se originó el flagelo. A propósito, la composición de los flagelos varía entre las distintas especies de bacterias, lo que hace concluir, que la naturaleza inventó muchas veces en principio de la “co evolución”.

Algo parecido sucede con el ojo, otro ejemplo de parada del DI. Ojos de los mas diversos tipos se han desarrollados en grupos de animales, 50 o más veces en forma independientes entre si, donde más de una docena de principios técnicos, sirven parta la detección de la luz. Todos los ojos de la naturaleza son justo tan complicados como sus necesidades. Si evolución comenzó con una mancha en la piel sensible a la luz, que posteriormente se transformó en una primitiva cámara oscura.

¿Por qué Dios iba a cometer errores?

Su diseño, sin embargo es defectuoso, lo que es otro argumento contra un creador: ¿Por qué iba a dejar a todas sus creaturas – en especial su imagen y semejanza – en un estado de desamparo imperfecto, si también los pudo haber creado perfectos? Donde el humano, primeramente la luz debe atravesar una capa de fibras de nervios, antes de llegar a la retina. Esto correspondería a una cámara fotográfica, donde la capa sensible a la luz, de la película, se encuentra en el lado equivocando. Un aparato con estas fallas nadie lo compraría.


Además ahora se descubrió, porque los humanos no ponen huevos. Biólogos suizos descubrieron al factor decisivo, a ser, la leche, con la cual todos los mamíferos alimentan a sus crías. Mamíferos más desarrollados, en el útero junto con la placenta, poseen una especie de pastel nutriente (Nährstoffkuchen, en alemán) Mamíferos más primitivos, como los ornitorrincos o los equidnas al contrario, ponen huevos. Donde estas especies – como los reptiles y los pájaros – la yema del huevo, provee importantes nutrientes para los embriones. La proteína responsable de la producción de la yema del huevo, se llama vitelogenina y es producido por el hígado
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El porqué los humanos no ponen huevos.

Los investigadores suizos, descubrieron ahora en el genoma de los mamíferos más avanzados, como perros y humanos, y también en canguros, compuestos inactivos de genes de Vitelogenina. Esto muestra que estamos emparentados con los ovíparos, cuando los genes correspondientes fueron inmovilizados hace ya unos 100 millones de años. Al mismo tiempo aparecieron tres genes para la lacto albúmina caseína. El traspaso de un tipo de nutrición de los embriones a la otra, es visible en los ornitorrincos, un lactante primitivo ovíparo. En su genoma, los científicos encontraron, dos secuenciaos de genes de Vitelogenina. Una todavía funciona, la otra fue desactivada hace unos 50 millones de años, por esto sus huevos son relativamente pobres en yema. Pero en cambio a esto, su genoma contiene tres genes para la caseína. Evidentemente estos se desarrollaron donde los antepasados de todos los mamíferos. Estos, entonces podían subsistir lentamente sin huevos. Como suponen los investigadores, la leche originalmente servía para humedecer los huevos. Posteriormente donde los mamíferos comenzó a desarrollase la placenta y glándulas mamarias, ahora el cambio hacia la leche estaba completo. Esto naturalmente no es compatible con la enseñanza sobre los tipos básicos.




Finalmente, nuevos descubrimientos desarmaron el argumento del “missing link”. Con esto constantemente aparecieron nuevos eslabones entre las diversas especies y grupos de animales. Estos conocimientos están compendiados en el nuevo libro aparecido en los EEUU, “Evolution: What the fossils say and why it matters” (Evolución: ¿Qué dicen los fósiles y por qué es importante). Los autores presentan sólo para el caso los peces, ocho especies de transición (Fischibien), que muestran, como peces se transformaron en anfibios, terrestres que respiran aire. Otro ejemplo son los aun hoy existentes ornicóforos, una especie de gusanos con extremidades. Son una forma transitoria, que salieron de los nemátodos, los artrópodos, formados en el cámbrico (Edad geológica que comenzó hace 542 millones de años), o sea insectos, arácnidos, escorpiones y crustáceos.

Oídos sordos

El suelo en el cual pisan los creacionistas, como lo muestran los ejemplos, se hace quebradizo, se podrían presentar otros innumerables contra evidencias. Pero igualmente, en especial en los EEUU, y también cada vez más en los países islámicos, dirigen el ataque contra la teoría de Darwin, como una campaña cultural, que aboga contra “el materialismo y su legado cultural” - o sea contra la izquierda o conceptos liberales. Frente al “Washington Post” habla Terry Fox, un predicador bautista de Wichita en el estado de Kansas. En texto claro: “Si se puede sembrar la cantidad suficiente de dudas sobre la teoría de la evolución, el liberalismo muere”.


Cuando hace algunos años comenzó el debate en los EEUU, muchos científicos hicieron notar una amenazante recaída al oscurantismo. “El concepto mezcla cosas sobrenaturales con enseñanzas científicas. Esto es un regreso a la época, cuando los investigadores naturales ejercían pseudociencia como la alquimia” se quejó hace poco, la revista científica “Nature”. Sin embargo los creacionistas trataron (pasajeramente con éxito) incluir en los textos escolares el DI como antitesis. De todos modos, el 38 % de los ciudadanos de los EEUU, creen que la evolución sigue a un plan divino. El 45 % incluso cree, que Dios creó al hombre en la forma que tiene actualmente. Sólo el 13 % consideran al homo sapiens como un producto de un proceso de desarrollo natural.




Algunos biólogos contrarrestaron este ataque sobre el aclaramiento, ellos inventaron la teoría del monstruo spaghetti volador. La enseñanza sobre este monstruo, que también debía incluirse en los textos escolares exigieron ellos, esto fracasó, pero la parodia sobre el diseño inteligente, desde ese entonces goza de muchas colaboraciones humorísticas en la Internet.

Fuente: Michael Odenwald, FOCUS Online del 28.03.08
Traducido del alemán por aagb Julio2009

1 comentario:

Paroaria dijo...

Albrech:

Muy buenas tus 3 entradas sobre el origen de la vida, de hecho es una de mis fuentes en mi último artículo. Son excelentes tus fuentes, las elegís bien.

Respecto de esta entrada en particular... existen dos universos paralelos, uno es bidimensional, el otro tetradimensional, el primero está regido por las leyes de la doctrina y la fe, el segundo por las leyes universales la ciencia, la experiencia, y la razón, es como la historia que formula Stephen Hawking de los entes que viven en un mundo bidimensional y que no pueden observar ni alcanzar a contemplar a los de las 3 dimensiones.
Un abrazo Oscar