22 de julio de 2013

La macro evolución en nuestros genes



La macro evolución en nuestros genes
 Peter Modregger


En la disputa entre las ciencias y la arbitrariedad religiosa, debemos tener claro, la idiotez del peor enemigo creacionista anti científicos, no es eterna. Ya que incluso éste va a tener que reconocer, mediante ejemplos, la variabilidad que existe dentro de las especies, por ejemplo, que la diferencia entre un perro chihuahua y un San Bernardino, es eficazmente documentado.
    

El creacionista, sin embargo no sería un creacionista babeante, si en esta parte no reaccionaría al condicionamiento pavloviano, pregonando a medio  mundo “la micro evolución no evidencia la macro evolución”. Esto ha de entenderse que la micra evolución  se refiere a los cambios dentro de una especia y la macro evolución los cambios de una especia a otra. La real diferencia entre las dos, sin embargo es cero. Empero aquí quiero presentar la mejor demostración individual para la macro evolución.


Dado que este artículo quedó bastante largo, trataré de reducir las ideas a tres frases. Distintas secuencias de ADN pueden codificar exactamente la misma proteína. Si se compara segmentos de ADN de distintas especies, que codifican la misma proteína, se descubre una concordancia no explicable con la casualidad. Esta similitud funcionalmente redundante en el ADN, no es posible explicarla simplemente con la descendencia común.


La redundancia en la codificación de los aminoácidos 


Para hacer todo esto entendible, comencemos con una breve repetición de los conocimientos escolares. Como se sabe el ADN es el portador de la información  hereditaria, que están escritos en el alfabeto de la basas del ADN. Este alfabeto se compone de cuatro letras: A(denina), C(itosina), G(uamina) y T(imina). 


Cada tres bases de ADN codifican un aminoácido  proteinogénico (generador de proteínas). Así por ejemplo, la tripleta CUA  codifica el aminoácido Leucina. Con esta información podemos indicar cuantos distintos aminoácidos proteinogénicos pueden ser codificados máximamente. Disponemos de tres espacios en la tripleta y en cada lugar, y en cada espacio podemos elegir entre cuatro basas del ADN, o sea  4 x 4 x 4 = 64 distintos aminoácidos potenciales.-
                           

Sin embargo, en los seres vivientes sólo encontramos 20 diferentes aminoácidos – los llamados canónicos. De hecho un aminoácido puede ser codificado por varias tripletas. La arriba mencionada Leucina, puede ser codificada por seis tripletas diferentes; a ser: CUU, CUC, CUA, UUA y UUG.


Distintas secuencias del ADN  pueden codificar los mismos aminoácidos. Si yo por ejemplo, en un gen, que codifica la hemoglobina, cambio el segmento del ADN  CUU, responsable para la leucina, con UUG, obtengo exactamente la misma proteína, que es tan funcional cómo la original.



La concordancia de los genes entre las especies

El citocromo c es una proteína, que en la obtención de energía desenpeña un rol determinante y que existe en todos (!) los seres vivientes. El citocromo c se compone de aproximadamente 200 aminoácidos y podría ser codificado con un total de 10ˆ46 (1 con 46 ceros) distintas secuencias del ADN. En un principio, sería posible, que el gen para el citocromo c, tenga un aspecto diferente en cada ser viviente individualmente y podría vivir sin el más mínimo perjuicio. Si las especies se hubieran formad en forma independiente entre  sí, entonces se esperaría, que las secuencias de ADN correspondientes de dos especies cualquiera concordarían en una o dos partes y el resto sería diferente.



Pero en la naturaleza se encuentra todo lo contrario. Así por ejemplo, el gen para la obtención del citocromo c del hombre, se diferencia de aquel del chimpancé en apenas cuatro puntos, a pesar de que existen 10ˆ46 distintas posibilidades con las mismas posibilidades de funcionamiento. En la comparación con otras especies, esto es parecido, donde los genes para el citocromo c son tanto más parecidos mientras más emparentadas son las especies. 


Por lo demás esta constatación no sólo vale para la proteína citocromo c, sino también para muchas otras proteínas (por ejemplo la hemoglobina).

Conclusión

Esta en principio totalmente inútil concordancia de los genes, se puede explicar fácilmente con la común descendencia de las distintas especies. Durante la transmisión hereditaria, la información hereditaria no es transmitida a los descendientes tripleta por tripleta, de manera que las bases del ADN podrían tener un aspecto totalmente distinto. Más bien se hereda el ADN base por base, de manera que la codificación de la información redundante es conservada para la progenie.
Con esto estaría documentada de la descendencia común de las especies. Si todas las especies tienen el mismo antecesor, entonces las especies deben haberse transformado. Lo que es l definición de la macro evolución.


Fuente http://glaube-ist-heilbar.blogspot.com
Traducido del alemán por A. Gundelach,

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