La teoría de la creación en la crítica científica
Bases científicas y epistemológicas
Todas
las teorías creacionistas tienen en
común la afirmación, que en la formación del universo y el origen de la vida
intervienen seres sobrenaturales. La tesis creacionista según los anti
evolucionistas no es “menos científica” que la hipótesis de descendencia de DARWIN,
al mismo tiempo se le niega la condición de científica la idea de la descendencia. Por esto es
necesario de ventilar, en el ejemplo de las teorías creacionistas, que
criterios deben satisfacer las teorías e hipótesis científicas.
Las teorías creacionistas no son científicas
La
razón por la cual una teoría de la creación no puede ser científica –
En la literatura se discuten numerosos criterios
sobre la limitación de ciencia y no-ciencia, sin embargo pareciera que es imposible
describir apropiadamente lo que es ciencia en base a principios individuales científico-filosóficos.
Por esto BUNGE propones un amplio canon valórico, para la caracterización de
ciencia, y a mano de esto, MAHNER muestra que creacionismo no es ciencia (BUNGE, 1984; MAHNER, 1986, pág. 26-38).
VOLLMER, en 1995 estableció
seis características esenciales de las teorías y las hipótesis científicas
empíricas, de las cuales las cuatro más importantes serán
nombradas aquí: La exigencia mínima es la tal llamada “no contradicción interna” (consistencia interna). Esto significa,
que las teorías no pueden contener expresiones lógicas que se contradicen o que
llevan a confusiones lógicas si se investigan más. Además es
importante el criterio de la verificabilidad: Declaraciones
científicas (-sistemas) deben ser comprobables o más limitado: por principio o lógicamente
refutables (falsables). la falsación esencial
es una necesaria condición para una siguiente característica, a ser el poder explicativo de hipótesis y teorías.
Deben estar en condición de poder explicar un
hecho. Y finalmente estas formas explicativas, también deben estar Libres
de contradicciones exteriores (“consistencia externa”). Esto significa, que se inserten
en la red de las teorías de las ciencias naturales ventajosamente, que sean
compatibles con la mayoría de nuestros conocimientos previos y que fertilicen
las teorías de las áreas vecinas heurísticamente. (VOLLMER, 19i95, pág. 101).
En
lo siguiente analizaremos de forma más profundo los últimos tres criterios mencionados.
Ha de demostrarse que las teorías creacionistas no son falsables, que no
tienen un poder explicativo y fallan en la característica de la consistencia
externa.
1.1 1.1
Principio de la falsabilidad y la explicación científica
El por qué las teorías creacionistas no explican nada
La
estrategia usual para otorgar a las teorías creacionistas un estatus científico,
se basa en la constatación, que observaciones, que se usan para la confirmación
de la teoría de la evolución, también pueden ser interpretados a la luz de la tesis creacionista. Con esto se remonta
al conocido hecho, que los científicos sólo pueden partir de suposiciones, que
en forma estrictamente lógica no pueden ser demostrados. Así por ejemplo, KUHN
enfatiza:
“Similitudes también pueden basarse en una plan y (…) morfólogos
cómo L:ouis Agassiz, uno de los más
grandes morfólogos de todos los tiempos, atribuye la similitud de formas de
organismos a un plan creativo y no a la descendencia”.
(O. Kuhn, citado según
LÖNNIG, 1998)
¿Qué
cosas entonces hablan contra el carácter científico de una teoría creacionista?
Para aclarar esta pregunta dilucidaremos el siguiente escenario (apoyándonos parcialmente en MAHNER, 20092 a):
Imagínese,
que no existe una similitud de formas
escalonada entre las especies – cada especie, hasta el ámbito molecular
fuese totalmente diferente a todas las demás. O los fósiles se encontrarían
azarosamente en los estratos geológicos; todos los grupos orgánicos se habrían
formado al mismo tiempo o que nosotros viviríamos en un a Tierra de no más de
unos pocos miles de años, cada constatación refutaría en forma lógica a la teoría de la evolución, de cierto en un
mundo cómo este presumiblemente no habría existido una evolución. Puesto que
aquí se trata de fenómenos, que refutarían las consecuencias
- (que están empotradas en una teoría de
la evolución mecánica) – de la hipótesis de la descendencia de DARWIN: Si se
heredan “similitudes estructurales”, si al mismo tiempo existen variaciones,
cómo también, un cambio gradual de las especies y si la hipótesis de la
descendencia es cierta, entonces debería ser posible constatar similitudes
graduales en las especies; las formas de los organismos del registro fósil
ordenados es forma sucesiva, etc.
El
método de la prueba de la teoría cómo la lógica de la explicación (la tal mamada nomología deductiva) resumidamente
consiste en, que de las declaraciones de
leyes de una teoría T (cómo también
de una serie de condiciones marginales)
se concluye un explicativo hecho A (HEMPEL y OPPOENHEIM, 1948). Si la conclusión no se confirma la
teoria por principio esta refutada (de T concluye A; No A, entonces no T)
y debe ser modificada o en el peor de los casos, abandonada.
Sin
embargo, este principio metodológico no
es aplicable a la hipótesis de la creación:
Naturalmente a se puede interpretar la similitud entre las especies
como el resultado del plan creativo. Empero el creador tiene absoluta libertad,
de manera que el escenario de especies totalmente diferentes también
puedieron haber surgido de su inescrutable juicio (MAHNER, 2002 a)
*)
Correspondientemente también podríamos poner en concordancia el cambio
sistemático, como también el no sistemático con la creación. Naturalmente la falta
de formas intermedias de fósiles también se puede acomodar, sin problema
alguno, en los modelas de la creación, cómo laña acreditación de
cualquier eslabón (Ya que todos los imaginables fósiles pueden ser
interpretados cómo creaciones discretas de especies. Naturalmente también so
puede poner en combinación con la hipótesis de la creación una Tierra
antigua como también con una Tierra muy joven, y también la generación
simultánea de todas las formas orgánicas no sería un problema para ella.
CHALMERS deja en
claro, que una teoría o una hipótesis, que permite llegar a conclusiones con la
misma facilidad, para todo tipo de casos de observación, no puede ser científica.
Él comenta al respecto:
“(…)
sólo con la exclusión de un conjunto de enunciados observacionales lógicamente posibles,
una ley o una teoría tiene poder declaratorio (… por otro lado) declaraciones (…)
no nos dicen nada referente a la realidad (…). Justamente porque la ley hace declaraciones definitivas (…)
posee un contenido informativo y es falsable”
(CHALMERS 2001 pág. 54)
Aquí
perfectamente se podría objetar, que existía una serie de teorías creacionistas
totalmente distintas, que contienen afirmaciones
definitivas sobre el “diseñador inteligente”, en otras palabras, sobre el modo
de la creación y que por esto, no están en concordancia con todo tipo de
observaciones. Así por ejemplo, mediante el modelo de la creación (en consecuencia
del cual el mundo y todos los “tipos básicos” fueron creados simultáneamente
hace 6000 años) no se podría compatibilizar con la determinación radiométrica
de la Tierra, cómo también con la formación
escalonada de formas orgánicas cada vez más complejas. Cómo hemos visto,
esto no tiene validez para la hipótesis
creacionista (la idea de la “creación
en sí”) ; ella en oposición a la hipótesis de dependencia de DARWIN (la
idea de la “evolución en sí”) – ni siquiera puede fracasar en el principio de
la observación.
LÖNNING,
1991
contradice esta afirmación y da cómo criterio para la falsabilidad la
constatación, “que la vida y la
información para estructuras complejas y órganos se forman sólo en base a leyes
fisicoquímicos (abiogénesis)”.
Incluso entonces si la “macro evolución” fuese comprobada experimentalmente, la
existencia de un creador no necesariamente estaría lógicamente refutada. Nadie podría falsar
esta hipótesis, que el creador no haya intervenido o interviene arbitrariamente
en la evolución. O que la evolución vista históricamente,realmente haya
sucedido así, cómo se ha mostrado en nuestro escenario (JUKER y SCHERER, 1998, pág 17).
La (científicamente inaceptable) orientación en el empirismo (ver
capitulo lb.2) siempre le abrirá una puerta trasera al creador, independiente
de cómo se ven los datos.
Con
todo MAHNER constata:
“Seres sobrenaturales,
cómo dioses, espíritus o demonios y sus actividades en principio (…) se
pueden usar para explicar todas las cosas a todos. ¿Por qué la caída de la
manzana del árbol o la iluminación del Sol no se puede explicar con la ayuda de
la intervención divina (…) ¡Una causa sobrenatural lo explicas todo!”
(MAHNER, 2002 b, pág. 689)
Una tesis sin embargo,
que – cómo la hipótesis de la creación – lo explica todo, al final no explica
nada, porque no aclara por qué el mundo (animado) es así y no de otra manera, tal cómo lo encontramos (SOBER, 1993). ¿Por qué, uno podría
preguntarse, el creador sólo creó especies parecidas? El “diseñador inteligente”
pudo haber resuelto problemas constructivos similares, también de manera totalmente distintas (cómo muchas
veces ha sucedido en la técnica). ¿O por
qué el inventario de fósiles muestra un cambio sistemático de las formas;
un genio universal pudo haber creado una secuencia totalmente irregular de “tipos
de organismos”? ¿Por qué el constructor además ha provisto a sus seres
vivientes con construcciones “engorrosas” (por ejemplo ballenas con pulmones
en vez de agallas)? ¿Se puede obtener de la tesis creacionista una cualquier concreta
conclusión? No. Sólo se puede argumentar
con “sistemas modulares”, que (¿quién
sabe porqué?) ha usado el creador.
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Ya J: HUXLEY ha
dejado en claro, que una estructura de teorías, que atribuye la dinámica de la formación de las
especies a mecanismos misteriosos y sobrenaturales, cómo por ejemplo un “élan
vital” o “élan intelligent”, tiene el mismo valor explicativo, cómo una teoría que atribuye los procesos dinámicos,
que se desarrollan en una locomotora, a un misterioso “élan locomotif. Donde LOVEJOY leemos:
"Before
the fairly recent development of a synthetic theory of organic evolution, it
was often held that organisms existed because of an élan vital Huxley once
commented that this explanation was about as effective as the invocation of an
élan locomotif to account for the motion of a train (...) Nothing that we know
of the evolutionary process or of the factors that led to the appearance of man
justify an élan intelligent or the existence of intellogenesis. If we wish to
make estimates of the probability of intelligent life on suitable planets, then
we must clearly identify the events and processes by which it appeared on this
planet. This is the only method available short of pure fantasy."
(LOVEJOY, 1981, pág. 318)
El reproche que la hipótesis
creacionista lo explica todo, los anti evolucionistas están más que dispuestos
de remitirlo a los biólogos evolucionistas. JUNKER objeta, que la enseñanza de
la evolución no puede proporcionar expectativas exacta a las “características
de los patrones” de las especies y que por encima de esto, muestra una plasticidad
tan grande, que con ella, al igual cómo con la teoría creacionista, se puede explicar
casi “todo o nada”. Él escribe:
“Por un
lado las características de los patrones de las especies contradicen muchas
veces las originales expectativas evolutivas. Por esto no pocas veces, las relaciones
entre los integrantes de determinados grupos de anímales y plantas, se pueden
representar mejor como un esquema de red que una forma de árbol. Se puede intentar,
de cambiar tanto la teoría de la evolución, que a estas constataciones se la
puede tomar en cuenta [por ejemplo, asumiendo convergencias] (…) pero con esto
uno se acerca a la situación, que también todos los patrones posibles son interpretables en principio por evolución”.
(JUNKER, 2003, pág. 3)
De
hecho, aquí JUNKER tocó un problema de la biología de la evolución. Donde ,
con lo cual se insinúan implícitamente también límites explicativos de la teoría
clásica (y en sentido estricto de todas las teorías científicas). Es correcto,
que con la teoría sintética de la evolución largamente no lo puede explicar
todo, la que hay que explicar – ella es (como también muchos biólogos evolucionistas
resaltan) es sólo un “fragmento” bien confirmado, pero no un marco científico
vinculante, que sólo hay que llenarlo con detalles (RIEDEL y KRALL, 1994, pág. 254).
Pero
justamente el hecho, que se contra dicen los
patrones de las características de la especies muchas veces a las expectativas de
la teoría de la evolución, deja en claro que las teorías evolucionistas no
son unas estructuras estadísticas, porque no pueden resistir a cualquier observación arbitraria. Si
no existiera ningún “patrón de similitud” escalonado, estaría refutada la
hipótesis descendista de DARWIN, de manera que también fracasarían las posibles
teorías evolucionistas que contemplan esto. Las teorías científicas se destacan
justamente, que siempre explican sólo determinadas escenarios (posibles de
pensar), en cada estadio de la historia de la ciencia, casi siempre existen más
o menos numerosas observaciones que están en contradicción con las teorías
existentes. Por esto, en la ciencia siempre uno se topará con límites y hay que
preguntarse, mediante que medidas adicionales se pueden complementar o revisar
las teorías.
Tales
modificaciones y revisiones de teorías “forzadas” por falsaciones, conducen
sobre toda al avance científico (LAKATOS, 1974), pero que en cambio
no se puede constatar dentro del paradigma creacionista. También JUNKER (en el lugar
especificado) no ha podido superar la objeción del omnipotente-poder
explicativo de las teorías creacionistas, ya que realmente con la hipótesis
creacionista tanto como “perfectamente congruentes” se puede explicar por convergencias
perturbadas cómo la total falta de “patrones
de similitud”. Esta irreversibilidad
está en abierta contradicción al estatus metodológico de
los programas de investigación científica y tiene como consecuencia, que se estanca
la base de conocimientos
de la doctrina de la creación.
Esta
objeción tiene tanto más peso, mientras
más ostensiblemente el creacionismo (en el sentido más estrecho) se atiene a
detalles refutables y refutados (!) de su concepción
creacionista, de lo cual claramente se desprende, que el conocimiento sólo se
compone de “verdades reveladas” las cuales
son dogmáticamente sostenidas.
Ciertamente,
dentro de ciertos límites ciertos hallazgos empíricos se pueden ingresar dentro
del “marco explicativo” del
creacionismo; la hermenéutica (o sea, la nueva interpretación de los textos bíblicos)
le proporciona a los postuladores intrínsecos (el tal llamado “núcleo duro”) del creacionismo un
margen interpretativo, de modo que en cierto sentido “(…) por la sistemática
puerta trasera entra indirectamente una cierta posibilidad de revisión” (KANITSCHEIDER,
1999, pág. 81).
JUNKER
logró mostrar esto en un tratado científico teórico a mano de ejemplos
concretos (ver JUNKER (no se indica el año) : 'Harter Kern und Hilfshypothesen von
Forschungsprogrammen in der Schöpfungsforschung.' (Núcleo duro y e hipótesis auxiliares
de programas investigativos en la investigación creacionista (Creation
Research)). URL:http://www.wort-und-wissen.de/fachgruppen/wt/wt006.html#tp322). Allí,
por ejemplo se discute, cómo se verifica el “modelo de los tipos básicos” del creacionismo (según el cual los
seres vivientes desde el comienzo de su existencia, han existido como unidades discretas
de la creación y que fueron creados simultáneamente hace aprox. 6-10000 años) y en caso de un fracaso empírico, podría ser modificado
mediante hipótesis de apoyo. De esta manera ha de ponerse en marcha un “programa
investigativo científico creacionista”, donde en apoyo a la metodología de LAKATOS,
en el lugar especificado, todas las falsificaciones se han de desviar a
las hipótesis de apoyo mejoradas en su contenido, pero el “núcleo duro” (el modelo del tipo básico en sí) no debe ser
afectado.
Sin
embargo, sigue siendo cuestionable,
si de esta manera ocurren modificaciones que mejoran el contenido, que hacen
que las ciencias avanzan, ya que como se destaca las modificaciones teóricas
nunca sobrepasan a la exégesis de la Biblia. esto significa, siempre entonces,
cuando los conocimientos científicos son compatibles con el creacionismo, son usados
para la confirmación del paradigma creacionista – si están en oposición a los
textos bíblicos, es la ciencia que se equivoca y no el creacionismo. Con esto una real investigación creacionista
“concluyentemente transparente” no es posible, los postulados básicos del creacionismo
ni son provisorios ni están disponibles.
Para
no minar dogmáticamente, desde un principio el momento revolucionario de avance
científico, se enfatiza muchas veces en la teoría científica, que la metodología
de LAKATOS (Ver capítulo Ib. 1. no disponible en español) que en
todo caso, sólo se puede usar con mucha “cautela”. CHALMERS DESTACA, que prácticamente
no existen ejemplos científicos históricos, que pudiesen mostrar, que existe
una consecuente adhesión en “núcleos duros” y lo aclara con el ejemplo de los revolucionarios
cambios en la física (CHALMERS, 2001). FEYERABEND frente a
la consecuente estrategia de inmunización, es más crítico aún y afirma:
“Ninguno
de los métodos, que Carnap, Hempel, Popper quisieran traer a la palestra para racionalizar
cambios científica, pueden ser aplicados, y el único método, que resta, la
refutación, es fuertemente debilitada.”
(FEYERABEND,
1983, pág. 369.
Por
esto HEMMINGER constata, que las posiciones básicas del creacionismo en todo
caso son “(…) requisitos de contenido,
que dentro de la ciencia tradicional” deben “estar sometidos a la crítica empírica” (HEMMINGER, 1988, Pág. 8). KANITSCHEIDER, en el lugar indicado,
continúa:
“De
hecho, oficialmente aun tiene validez el principio de la infalibilidad. La
escritura no puede errar (…) Y nadie tiene el derecho de poner en duda la relación
entre el poder sobrenatural y aquello,
que han escrito los textos sagrados – una situación que en las ciencias no
existe (…) Cada frase, cada conjunto de observaciones, en la ciencia, puede ser
reconocido como falsa. Esto no existe en las religiones. Aquí vale el
principio de las revelaciones”
1.2 Consistencia externa
Fuera
a los criterios metodológicos de la continuada falsabilidad lógica de las
hipótesis y teorías, existe otra exigencia que hay que exigirles a las retorías
científicas, la tal llamada consistencia
externa (BUNGE, 1983, VOLLMER, 1988;
MAHNER y BUNGE 2000). Las teorías y las hipótesis, en las ciencias,
tiene como único fin explicar fenómenos incomprensibles. Si quieren cumplir con
esta meta, deben tener una forma, que les permite, lo dicho en ellas, relacionar
razonablemente con las demás teorías científicas.
En otras palabras, lo determinante aquí es, que las teorías sean
compatibles entre ellas y que se apoyen entre si, complementarse y que se aclaren epistemológicamente.
De
esta manera, las declaraciones de la teoría de la evolución, por ejemplo, es apoyada
por los conocimientos de la geología, biogeografía, la biología del desarrollo,
la hipótesis del desplazamiento de las placas continentales, , cómo también a
la inversa, la biologia de la abolición apoya a la tectónica de las placas, a
los conocimientos de la biogeografía, la biología del desarrollo, etc. También
la química proporciona a los científicos en relación a la pregunta sobre el
origen de la vida, valiosa información. Las teorías de las ciencias, entre
ellas se encuentran en una relación de retroalimentación
mutua y una fertilización heurística, que gráficamente se puede expresar gráficamente mediante una red de líneas confusas
(ver
figura).
La integración
en la red de teorías científicas, está totalmente ausente en el caso de las teorías
creacionistas.Así por ejemplo, para las teorías creacionistas les
es totalmente imposible reconstruir la historia de la vida y luego fundamentar paleontológicamente
o biogeográficamente, cómo por ejemplo lo logran constantemente los biólogos de
la evolución, que trabajan en el campo de la sistemática (molecular). ¡Todos los esfuerzos, para mostrar un
acoplamiento heurístico entra las ciencias naturales y las “ciencias creacionistas”
han fracasado hasta ahora!
En
el caso del creacionismo (en el sentido más estrecho) se dificulta más aun,
que la mayoría de las hipótesis no sólo no se avienen con la teoría de la
evolución, sino que además colisionen con
muchas otras bien constituidas teorías científicas. MAHNER al respecto escribe:
“Si los creacionistas tuvieran la razón, entonces no sólo sería
falsa la teoría de la evolución, sino nosotros tendríamos que separarnos de una gran parte de nuestros
conocimientos y disciplinas científicas, y en especial de aquellas que apoyan
directa o indirectamente nuestras declaraciones. A la primera que le tocaría sería
la geología y junto a ella la paleontología. Debido a que la geología, en su
datación de rocas se basa en la desintegración radioactiva, entonces también tendrían
que ser falsas las teorías químicas y físicas que tienen esto como contenido (MAHNER,
1989, pág. 34)
El cuadro:
Detalle esquemático del entretejido consistente del sistema teórico de la ciencia.
Las flechas muestran, que teorías o campos científicos recurren a las declaraciones de otras teorías
y campos investigativos, esto quiere decir, que se encuentran en una relación
de reciprocidad de aclaración. En base a
un re-acople heurístico, la eliminación o sustitución de una teoría o disciplina
por la teoría creacionista, tendría como consecuencia la disolución de la mayor
parte del enrejado de las teorías. Teorías creacionistas no se encuentran con
ninguna otra teoría en una relación de un re-acoplamiento fructífero; son extremadamente
inconsistentes y no pueden aportar nada al avance de los conocimientos científicos.
De
hecho en el libro de JUNKER y SCHERER, no se encuentra ninguna referencia sobre
el significado de la consistencia externa para la ciencia, pero si referencias,
que indican, que la datación radiométrico de fósiles y de sedimentos son
defectuosos, porque naturalmente los datos no concuerdan con el concepto de una
historia creacionista de 6000 años. En consecuencia no sólo la teoría de la
evolución debería ser totalmente reescrita, sino también toda la historia de la
Tierra, lo que incluso ellos suponían pero en forma encubierta. (JUNKER y SCHERER, 1998, pág. 207).
MAHNER muestra
consecuentemente, que deberíamos despedirnos de otras teorías, así por ejemplo la
teoría de la tectónica continental,
de la biogeografía y en especial de
las teorías de la cosmología y de la astrofísica. Elucubraciones
correspondientes también se podrían hacer para la Teoría general de la relatividad y la teoría estándar de las partículas elementales, ya que mediante
el vínculo entre ellas, se puede derivar un modelo del Big-bang, que fundamenta
la expansión del universo en forma natural. Lógicamente también la mayoría de
las demisiones de las distancia en el espacio estarían erróneamente determinadas,
ya que según el concepto creacionista el cosmos no puede tener una edad de más de 6000 años. y todos los modelos físicos
que nos dan distancias de miles de millones de años, deberían ser falsos. Lo mismo
vale también para la físisca nuclear que nos da datos sobre la edad de las estrellas
(referidos a estrellas de la masa del Sol), de unos 10 mil millones de años, y
de hecho hay innumerables estrellas, que en la acrtualidad están por finalizar
su existencia.
Vemos
entonces, que con la teoría de la evolución, que es una parte de la red científica
entrelazada en forma consistente, la mayoría de las teorías y conocimientos científicos simplemente serían
erróneas, si los creacionistas tuvieran la razón. Los que con sus modelos creacionista que colisionan con las teorías
científicas, hace que los anti evolucionistas se quedan detrás de sus dogmáticos
preceptos de fe, nosotros recibiríamos – según el modelo creacionista – una ciencia
diluida hasta lo irreconocible.
NOTA
*) Esta constatación es negada
por algunos anti evolucionistas. JUMNKER por ejemplo, cree que el creador no
pudo haber creado especies totalmente diferentes, porque la funcionalidad y ciertas
limitaciones internas hachan necesario una similitud de las formas (JUNKER,
2002). Sin embargo, en la tecnología también existen construcciones totalmente
diferenciadas que cumplen las mimas funciones. Además JUNKER debería mostrar en
forma lógica, que un creador que no está sujeto a las leyes naturales (que
fueron creadas por él), tuvo que someterse a una exigencia de las leyes de la
naturaleza.
Copyright by
Martin Neukamm, 30.08.2000
Traducido del alemán por A.
Gundelach con la gentil autorizacipon del Dr. Martin Neukamm
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