31 de agosto de 2015

Argumentos teístas a favor de Dios

Argumentos teístas a favor de Dios

Existen argumentos, y existen pruebas parciales, a favor de la existencia de Dios. Yo, por ejemplo, sólo tomo en serio los argumentos que se basan en la lógica y en la razón natural, es decir, que representan un pensamiento ordenado.

Para A. Hillaire, existen siete pruebas principales de la existencia de Dios, cita de su libro La Religión Demostrada, que se fundan en: 1.- La existencia del universo, 2.- El movimiento, orden y vida de los seres creados, 3.- La existencia del hombre, dotado de inteligencia y libertad, 4.- La existencia de la ley moral, 5.- El consentimiento universal del género humano, 6.- Los hechos ciertos de la Historia, 7.- La necesidad de un ser humano.

Aquí un resumen de la argumentación de Hillaire:

La existencia del universo: La razón nos dice que no hay un efecto sin causa. Vemos un edificio, un cuadro, una estatua; al punto se nos ocurre la idea de un constructor, de un pintor, de un escultor, que hayan hecho esas obras. Del mismo modo, al contemplar el cielo, la Tierra y todo cuanto existe, pensamos que todo ello debe tener alguna causa; y a esta causa primera del mundo, le llamamos Dios. Luego por la existencia del universo, podemos demostrar la existencia de Dios.
R: Por experiencia sabemos que un edificio, un cuadro, una estatua, fue diseñado y construido por seres humanos. Y en la mayoría de los casos conocemos sus autores. Porque son artefactos, cosas artificialmente producidas. Si encontramos una punta de una flecha, un muro semi derruido o restos de cerámica, también sabemos, por experiencia, que  son obras de seres humanos.
Pero, para el universo no tenemos ninguna referencia o experiencia, de que fue una obra de un creador. La aparición del universo debió haber tenido una causa, pero esta causa aun se desconoce. Sabemos cómo se desarrolló en universo a partir de la era cuántica, o sea 10ˆ-43 segundos después del momento cero. Lo que sucedió en ese brevísimo lapso no lo sabemos y es posible que nunca lo sepamos. Sin embargo ustedes ya los saben, fue  “Dios” por intermedio de su palabra, una explicación muy satisfactoria.
Ustedes dicen: “pensamos que todo ello debe tener alguna causa; y a esta causa primera del mundo, le llamamos Dios.” Pensar, en este caso es equivalente a creer, sino dirían “sabemos”.
El movimiento, orden y vida de los seres creados: No hay movimiento sin motor, es decir, sin alguna causa que lo produzca. Ahora bien, cuanto existe en el mundo obedece a algún movimiento que tiene que ser producido por algún motor. Y como no es posible que exista realmente una serie infinita de motores, dependiente el uno del otro, preciso es que lleguemos a un primer motor, eterno y necesario, causa primera del movimiento de todos los demás. A ese primer motor le llamamos Dios.
R: El espacio, el tiempo y la energía, y con el también naturalmente el movimiento, parte de aquello,  se formaron junto con el universo, puesto que son parte íntegra de él. Si no hubiese habido energía en el momento de la aparición del universo, no habría podido producirse movimiento. “A ese primer motor le llamamos Dios” esto no explica nada, no dice cómo se inició el movimiento.
La existencia del hombre, dotado de inteligencia y libertad: Un ser que piensa, reflexiona, raciocina y quiere, no puede provenir sino de una causa inteligente y creadora; síguese que la existencia del hombre demuestra la existencia de Dios.
Podemos decir, por consiguiente: Yo pienso, luego existo, luego existe Dios.
R: Se conoce perfectamente el origen evolutivo del ser humano y cómo se desarrolló su inteligencia, y allí no intervino ninguna divinidad.
Decir: “Yo pienso, luego existo, luego existe Dios.” es un clásico argumentum ad consequentiam, una falacia. También se podría ironizar de la siguiente manera: “Yo pienso, luego existo, luego existen los gatos” ¿Cual es la diferencia entre este argumento y el de arriba?
La existencia de la ley moral: Existe, en efecto, una ley moral, absoluta, universal, inmutable que manda hacer el bien, prohibe hacer el mal y domina en la conciencia de todos los hombres. El que obedece esta ley, sienta la satisfacción del deber cumplido; el que la desobedece, es víctima del remordimiento.
Ahora bien, como no hay efecto sin causa, ni ley sin legislador, esa ley moral tiene un autor, el cual es Dios. Luego por la existencia de la ley moral llegamos a deducir la existencia de Dios.
R: No existe una ley moral universal absoluta.
Una ley que manda hacer el bien y prohíbe hacer el mal, esto es de una banalidad  extrema. ¿El mal y el bien según qué criterio?
Según el texto sagrado de los cristianos, la Biblia, el dios que allí se menciona, plantó en el centro del huerto del Edén el árbol que da el fruto más apetitoso de todos los frutos, el de la ciencia del conocimiento del bien y del mal (No voy a preguntar qué clase de fruta es esa) y le prohíbe a la primera pareja de humanos, a Adán y a Eva que coman de esa fruta, so pena de muerte. Adán y Eva antes de comer de ese extraño árbol, no podían saber si actuaban bien o mal, lo supieron cuando ya era demasiado tarde. El asunto de todo esto es, que ese dios, de antemano sabía lo que ellos iban a hacer, y para peor  planta ese árbol en el medio del Edén. ¿Por qué les prohíbe que coman de esa fruta? ¿Si no quería que lo hicieran porque les puso ese árbol delante de sus narices? Y esto no es todo, además los amenaza de muerte si lo hacen. Y esto sigue peor aún, por “Culpa” de estos dos personajes ese dios misericordioso, Cargo con este “pecado original hereditario” al resto de la humanidad por todos los tiempos. Pero esto aún no es el fin. Tiempo después manda matar a su hijo – por su inmenso amor hacia la humanidad -   para exonerar a los hombres y auto justificarse de aquello que él mis causó.  ¡Y ese es el dios que nos habría dado las leyes de la moral!
¡Todo esto es una verdadera antología de la inmoralidad!
Los humanistas rechazan la reivindicación sobre el monopolio de la moral de las religiones. Los humanistas defienden una ética secular basada en la razón. La suposición que “sin Dios todo está permitido”, es una falacia, al igual que el postulado “con Dios todo es moral”. Lo primero es refutado científicamente y por la práctica de la vida de millones de personas; y lo otro es desmentido por la historia de las religiones y el pasado reciente, de manera que no es necesario dar ejemplos. Es notorio: Mayoritariamente, sociedades no religiosas cómo por ejemplo Suecia, son notoriamente más humanitarios en sus sistemas sociales que sistemas sociales más bien religiosos, como por ejemplo los EEUU. (Ver aquí http://pachane.blogspot.com/2014/02/manifiesto-de-la-iniciativa-humanista.html)
Nosotros los ateos nos guiamos según los preceptos del humanismo secular (ver aquí
http://pachane.blogspot.com/2011/01/los-preceptos-del-humanismo.html) y

La creencia universal del género humano
: Todos los pueblos, cultos o bárbaros, en todas las zonas y en todos los tiempos, han admitido la existencia de un Ser Supremo. Ahora bien, es imposible que todos se hayan equivocado acerca de una verdad tan trascendental y tan contraria a las pasiones, debemos exclamar con la humanidad entera: ¡Creo en Dios!
R: Falso, no han admitido la existencia de un ser supremo, han admitido la creencia en seres sobrenaturales, pero no todos en todos los tiempos.
Hace no mucho tiempo atrás todos aceptaban como verdad que el Sol giraba alrededor de la Tierra y todos se equivocaron.
La humanidad ha creído y sigue creyendo en miles de dioses. Pero creer en dioses no demuestra nada. Cuando yo era chico creía en el viejito pascuero, en el conejo de pascua, en la cigüeña y también en fantasmas.

La creencia de todos los pueblos sólo puede tener su origen en Dios mismo, que se ha dado a conocer, desde el principio, a nuestros primeros padres, o en el espectáculo del universo, que demuestra la existencia de Dios, del mismo modo que un reloj demuestra la existencia de un relojero.
R:
Reductio ad absurdum. No creo que esto necesitas algún comentario.

Los hechos ciertos de la Historia: Hay dos maneras de conocer la verdad: descubrirla uno mismo, o recibirla de otro. El hombre SABE o CREE, sabe, cuando alcanza la verdad con las solas facultades de su alma, la inteligencia, la razón, la conciencia, el sentido íntimo, los órganos corporales, cree, cuando se adhiere al testimonio de otros.
R: Mientras menos se sabe tanto más hay que creer. El verdadero conocimiento sólo se alcanza por intermedio de las ciencias naturales, y mediante ellas se llegan a verdades. Se puede adherir a testimonios de terceros, siempre y cuando estos sean comprobables.

Dios se mostró de varios modos, habló a nuestros primeros padres, a los patriarcas, a los profetas... Pero es evidente que para mostrarse y hablar es necesario existir. Las milagrosas obras sensibles que ningún agente creado puede hacer por sí mismo, no son más que las obras de Dios.
R: ¿Entonces por qué la mayoría de la humanidad no cree en ese dios? Si fuese tal cómo o dice el autor de este artículo entonces todo el mundo sería cristiano,  y las confesiones de fe no serían necesarias.
Si desde la eternidad no hubiera existido nada, nada existiría tampoco ahora. Los seres no podrían darse a sí mismos la existencia, puesto que no existían. No podían recibirla de la nada, porque la nada es nada y no produce nada. Por consiguiente, era menester que existiera un ser primero, eterno, para dar la existencia a los otros.
R: La eternidad y la nada no existen, son conceptos abstractos.

Sólo he colocado pequeños extractos de Hillaire. Añado brevemente que me parecen pruebas parciales de que Dios existe, la gran cantidad de MILAGROS que existen dentro de la Fe. Muchas religiones proclaman milagros, pero la religión que más santuarios tiene, que más milagros proclama y comprueba, y que más santos venera, es la religión católica, siendo este uno de varios motivos por el que soy cristiano católico.
R: Que una religión determine algo como un milagro, no quiere decir que lo sean, son sólo hechos que hasta ahora no tienen aún una explicación científica. Y los “santos” que venera la iglesia católica, muchos de ellos han cometido horribles crímenes, cómo Bernardo de Clairvaux o “santo” Domingo, en gracia a él, la iglesia católica cambió el nombre del día del Sol   por domingo. En los países de habla alemana  e inglesa, se sigue llamado día del Sol “Sunday” en inglés y “Sonntag” en alemán.

Lo curioso es que la Iglesia Católica es sumamente rigurosa en admitir un milagro como verdadero, y se requiere una comprobación científica estricta de un llamado milagro, antes de que la Iglesia lo acepte como tal, ¡Y pese a ello, los milagros en el catolicismo se dan por montones!
R: Lo que realmente sucede es que cuando los científicos no pueden dar  una explicación a un hecho determinado, la iglesia lo declara milagro. Pero lo curiosos es, que los milagros sólo se dan para los católicos.
El primer milagro de Juan Pablo II el supuestamente obrado en la monja francesa y enfermera Marie Simon Pierre, de 51 años, quien según la comisión médica se curó de manera inexplicable de la enfermedad de Parkinson, la misma que sufrió Wojtyla en los últimos años de vida.
El segundo milagro: A la costarricense Floribeth Mora, de 50 años, se le diagnosticó un aneurisma cerebral el 14 de abril de 2011 con escasas esperanzas de vida.
La mujer relató que el 30 de abril de 2011 asistió a misa y a una procesión en su comunidad en la vigilia de la beatificación de Juan Pablo II y al día siguiente al levantarse oyó una voz que le decía: “levántate, no tengas miedo” y de repente se sintió de nuevo perfectamente. ¡Milagro, milagro!

Podría argumentarse que los milagros SON FALSOS. Pero resulta difícil admitirlo, tomando en cuenta la seriedad y rigorismo con los que la Iglesia trata todos los llamados milagros
R; Cómo ya lo dije, cuando la “rigurosidad” no puede dar una explicación, salta la iglesia  y grita “¡milagro, milagro!”

Aquí la ciencia presta su ayuda a la Fe, pues muchos milagros han sido científicamente comprobados.
R: Falso, a lo mucho las ciencias aún no tienen una respuesta para muchas cosas, y si no pueden dar una explicación, por ejemplo en el caso de una recuperación repentina de un enfermo, no quiere decir que estos sea una comprobación científica de un milagro.

Precisamente así se convirtió el científico ateo Alexis Carrel, Premio Nobel de Medicina de 1912, quien fue testigo de un milagro en el santuario de Lourdes, Francia. Luego los científicos ateos tienen un potente contrapeso en sus colegas creyentes.
R: Hoy las ciencias han avanzado enormemente, y a lo mejor si esto le hubiese pasado hoy a lo mejor ese “milagro” tendría una explicación. El caso de Alexis Carrel se refiere a la “milagrosa” sanación de María Bailly en Lourdes en 1902, sin buscar mayormente en la Internet ya encontré dos versiones distintas sobre este caso. Lo que me hace sospechar de la autenticidad de este relato. Y la iglesia católica nuevamente puede exhibir  a un ateo convertido al catolicismo, el otro caballo de batalla es Anthony Flew.
Lo curioso en Lourdes es, que ya prácticamente no suceden milagros.

Dios ha sido durante mucho tiempo la mejor explicación disponible, pero ahora las tenemos mucho mejores. Dios no explica nada en absoluto, al contrario, se ha convertido en algo que necesita una cantidad insalvable de explicaciones.
Douglas Adams, (1952-2001) Escritor y guionista radiofónico británico

 Corolario: Es curioso cómo los cristianos constantemente tratan de demostrar la existencia del dios en el cual creen, incluso con los argumentos más absurdos que uno se puede imaginar. Pero por mucho que lo intentan, hasta ahora nadie, desde que la humanidad a comenzado a creer en dioses, ha logrado demostrar que el dios en el cual ha creído o cree, existe, y tampoco lo lograrán hacerlo en los próximos siglos, por lo tanto, aunque no lo puedo demostrar, afirmo que Dios no existe, ninguno.

Fuente http://luxdomini.net/_ap/contenido1/ateismo.htm


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