¿Sanaciones milagrosas en Lourdes?
Por Erwin Peterseil
En el año 2004 escribí un artículo para “Jessassmaria”, que en relación a una viaje de peregrinación del gravemente enfermo Juan Pablo II hacia Francia a Lourdes. Formuló la siguiente pregunta: ¿Espera él, al igual que los demás peregrinos, una sanación de sus enfermedades, de un milagro divino? ¿Qué es realmente Lourdes? Y que luego se ocupó del santuario, su origen y sus “acciones de sanación”. Esto no se hizo con profundidad, sino, más bien en un sentido irónico.
El 21 de marzo de 2008 apareció un artículo de Peter Holenstein “Mirakel mit Makel” (Milagro con mácula) sobre los “milagros” de Lourdes, que hace aparecer a mí, arriba mencionado artículo, como una tremenda trivialización de la fábrica de mentiras de la iglesia católica. Incluso un tan rematado ateo cómo, yo no había esperado de parte de la iglesia católica una tan desvergonzada historia fraudulenta.-
En el año 1858, dice la leyenda, en una gruta en Lourdes se le habría aparecido a una cierta Bernadette Soubirous, diez y ocho veces una mujer vestida de blanco y que le habría mostrado a una niña de catorce años una fuente sanadora. Durante su visita de despedida, la misteriosa mujer dijo ser la “inmaculada concepción”. ¿Por qué se publicó al mundo esta historia?
Bernadette, seleccionada para ser la inventora de Lourdes – Pío IX, el inventor de la “inmaculada concepción”. Bien simple: El papa Pío IX en su bula 1 INEFFABILIS DEUS:
“Para honra de la Santísima Trinidad, para la alegría de la Iglesia católica, con la autoridad de nuestro Señor Jesucristo, con la de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo y con la nuestra: Definimos, afirmamos y pronunciamos que la doctrina que sostiene que la Santísima Virgen María fue preservada inmune de toda mancha de culpa original desde el primer instante de su concepción, por singular privilegio y gracia de Dios Omnipotente, en atención a los méritos de Cristo-Jesús, Salvador del género humano, ha sido revelada por Dios y por tanto debe ser firme y constantemente creída por todos los fieles. Por lo cual, si alguno tuviere la temeridad, lo cual Dios no permita, de dudar en su corazón lo que por Nos ha sido definido, sepa y entienda que su propio juicio lo condena, que su fe ha naufragado y que ha caído de la unidad de la Iglesia y que si además osaren manifestar de palabra o por escrito o de otra cualquiera manera externa lo que sintieren en su corazón, por lo mismo quedan sujetos a las penas establecidas por el derecho”.
El papa Pío IX estaba en el cargo desde 1846 (hasta 1878), cómo ya se mencionó, en 1854, erigió la doctrina del la inmaculada concepción de María como dogma católico universalmente vinculante. En 1864 emitió el Syllabus, una solemne declaración, en la cual el papa desechó como impío y anticatólico logros obtenidos en los años posteriores a 1848 cómo la libertad de expresión y religión, la libertad de prensa y la democracia (cosa, que naturalmente hoy ningún funcionario de la iglesia católica se puede acordar).
Un especial interés tenía el papa en la expansión de su posición de poder, ya desde 1848 estaba empeñado de otorgarle a su accionar la “infalibilidad”. A pesar de una fuerte oposición lo logró en el primer Concilio Vaticano de 1870. Los dos dogmas de la inmaculada concepción y de la infalibilidad del papa no tenían fundamento bíblico. Los opositores en la iglesia católica, fueron obligados a escindirse, lo que llevó hacia a la Iglesia Católica Antigua.
La fuente descubierta en Lourdes llegó a ser
un lugar de peregrinaje masivo. Poco después del descubrimiento de la gruta y
la fuente, el lugar llegó a tener la reputación que allí sanarían enfermos por
milagros de divinos. Hoy en día cada año llegan uso seis millones de
peregrinos. Desde 1230 años se lleva una “estadística de milagros”. ¿Entonces,
que fue más sencillo que inventar un milagro espectacular? En aquel entonces
era más fácil escenificar una prueba de la veracidad para la infalkibilidad de
la verdadera y única iglesia de Jesús.
Muchos de estor peregrinos realmente creerán,
que en la gruta flota la inmaculada
María y sana a los pobres enfermos, que solícitamente rezan el “Ave María”,
encienden una vela y se rocían con el agua de Lourdes.
Esto se puede completar con:
Cuando el padre de Barnadette Soibirous, un
alcohólico, fue detenido en 1857, una tía
se hizo cargo de la ingenua trece
añera niña analfabeta. En vez de
mandarla al colegio la entregó a un abad Ader quien la adoctrinó religiosamente y
que evidentemente fue un fanático adorador de María. Él quedó muy impresionado con una historia de una
“aparición mariana” del año 1846 en el sur de Francia. Según anotaciones de un
testigo ocular, el abad aleccionó a
Bernadette con fantasías de apariciones.
Empero,
esta historia tiene una pequeña falla: Es oda una mentira. La fallecida fue puesta
en un ataúd de plomo que estaba totalmente soldado. Al abrir el sarcófago en
1909, no se podía hablar de ninguna manera de una cuerpo intacto, el cadáver
estaba en un estado séptico cuya descomposición era evitado por el ataúd de
plomo sellado, en1919 el cadáver estaba momificado, la actual cara del cadáver (ver
arriba) fue fabricado de cera por la firma parisiense PIERRE IMANS, para poder
presentar a la muerta al público durante beatificación. Mientras tanto no se se hace público, pero si
se reconoce, que la cara está cubierta con una máscara de cera , pero se sigue
afirmando que el cadáver debajo esta incorrupto.
“Milagros” en Lourdes
La
iglesia católica nombra unas 7000 atestiguaciones de reportes de éxitos de
sanaciones en Lourdes. 66 de ellos fueron reconocidas cómo sanaciones milagrosas,
en los últimos 15 años ninguno, en los últimos 30 años sólo eran tres, en los últimos
60 años diez. Lo que se relaciona, que en los milagros “milagros” más antiguos
se trataba principalmente de enfermos de TBC. Cuando a partir de 1905 mediante las
investigaciones con rayos X, se descubrió que las personas investigadas nunca sufrieron
de tuberculosis.
El
profesor de la historia médica Karl-Heinz Leven en relación a las “sanaciones milagrosas”:
“Las extremadamente raras sanaciones también
se pueden interpretar como sanaciones espontáneas, que en la literatura mundial
de la medicina, ha sido observada en forma mucho frecuente que las sanaciones
en Lourdes”.
Por
qué el dios romano católico en todos estos años no ha realizado ni una sola vez
un milagro real, a ser, por ejemplo, reponer milagrosamente una pierna amputada,
esto incluso para supersticiosos,
debería ser sospechoso. Pero para realizar un milagro como este, el Señor seguramente
está a la espera que la terrenal terapia de las células madres pa4ra la
reproducción de partes del cuerpo está más desarrollado. Pero la superstición
religiosa y con esto el turismo de los milagros, descansa una base sólida. Y por esto el negocio con la desesperación,
la esperanza y (muy en especial) la
estupidez en Lourdes seguirán floreciendo aun por mucho tiempo en Lourdes. Para
la iglesia católica romana mentiras de este tipo son escánciales, puesto que
mentiras piadosos no son cuestionadas por el grueso del público, sino creídas,
y le dan a la religión un toque trascendental muy útil, elevan entre los
cristianos activos el fervor de la fe y le permiten a los involucrados en el
negocio del peregrinare fantásticos negocios.
De
esto he aprendido, que en las religiones en ninguna parte se debe esperar buena
fe y responsabilidad. Ellos saben exactamente
lo que hacen.
Traducido del alemán por A.
Gundelach
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