29 de octubre de 2015

Las ciencias y las religiones simplemente no se avienen



Las ciencias y las religiones simplemente no se avienen
Por Florian Freistetter

Las ciencias y las religiones no son compatibles. La razón de esto se encuentra en la naturaleza del asunto. El naturalismo y las religiones ven al mundo de una manera fundamentalmente diferente. En la religión se trata de fe. Se basa en convicciones internas, visiones personales, antiguas tradiciones, y para nada de ello es necesario que hayan evidencias. Muchas veces, justamente  el hecho, que se cree en algo sin  pruebas es una propiedad particularmente loable. Las ciencias, al contrario, es un método, que fue especialmente desarrollado para obtener conocimientos objetivos sobre nuestro mundo, que no son necesarios ser creídos. En las ciencias se trata, de evidenciar cosas, comprobarlas y desechar rigurosamente todo aquello que no resisten estas comprobaciones. Hay pocas cosas que pueden congeniar peormente, que la religión y la ciencia. No es de extrañar que se produzcan conflictos.

Y estos naturalmente siempre existieron. Cuando los científicos tenían la osadía y  comprobaban lo, que según las religiones simplemente se debía creer, entonces generalmente esto no tuvo un buen final. Cuando los geólogos determinan, que la Tierra no tiene 6000 años, sino unos cuantos miles de millones de años, cuando los biólogos establecen, que el ser humano  se desarrolló a partir de unos simples unicelulares en el correr de millones de años, en ve3z de haber sido creados por Dios, cómo dice la Biblia. En casos cómo estos, la iglesia ha ignorado gustosamente los conocimientos científicos, los rechazó o incluso – cuando aún lo podían hacer -perseguir activamente a los científicos. Por otro lado, las iglesias tampoco tienen ningún impedimento, reclamar para sí conocimientos científicos, cuando creen que les pueden ser útiles.





Hace poco nuevamente hubo un caso, cuando tres físicos recibieron el premio Nobel por su trabajo sobre la expansión del universo y la energía oscura, y con todo derecho, esto fue un descubrimiento sensacional y revolucionario. ¿Pero confirma esta “la física moderna confirma de manera impresiuonante las afirmaciones de la Biblia”?  kath.net. (No disponible en español)


"Esto confirma la física moderna de una manera impresionante lo que dice la Biblia cómo: ‘En el principio creó Dios los cielos y la tierra.’ (Génesis 1 : 1) o  por la palabra de Dios, de manera que lo que se ve resultase de lo que no aparece.” (Hebreos 11, 3).

La teoría del Big-bang – hoy universalmente reconocida teoría sobre la formación del universo – es sin duda una clara señal – aun cuando no es una evidencia – para la verdad de las afirmaciones de la biblia y la existencia de Dios. ¿Qué otra cosa, además de esto, debería realizar el Creador, que crear algo tan gigantesco cómo el universo de la nada?”


En estas frases  se demuestra muy bien el trato o acceso ambivalente hacia las ciencias. Las ciencias  en muchísimas oportunidades a demostrado claramente, que el relato de la creación del Génesis no es una descripción de la realidad. Por ejemplo, el ser humano y los animales no fueron creados en su forma actual por Dios, sino se formaron con el correr del tiempo por la evolución. Estos conocimientos – dependiendo del grado del conservacionismo del credo – es rechazado o ignorado en la medida que se declara la historia del génesis como una metáfora, una representación que hay que entender simbólicamente y no como una realidad. Pero si entonces se ve la chance de relacionar una cita bíblica con un resultado científico, entonces no se tiene ninguna objeción contra las ciencias , todo lo contrario, son bien venidas, para confirmar  en forma “portentosa”, que loa biblia tiene razón.


Visto en forma concreta la argumentación en la cita de arriba, naturalmente no es sostenible. “En el principio creó Dios los cielos y la tierra” no se podría describir la realidad de en forma más impropia. Al comienzo existió el Big-bang y luego pasaron 9,5 mil millones de  años hasta que se formó la Tierra. Todo sin Dios, cómo sabemos hoy en día – para la formación de los planetas un Creador no es necesario. Lo que ha de documentar la frase ¿Qué otra cosa, además de esto, debería realizar el Creador, que crear algo tan gigantesco cómo el universo de la nada?”, no queda claro, Traducido suena: “Puesto que el universo existe, debe haber sido creado por Dios” – y esto naturalmente es una conclusión lógica, para la cual no existe ningún fundamento.  





Cuadro Arpingstone, PD)


Tampoco el argumento, que siempre resuena en las discusiones sobre el creacionismo “La ciencia no sabe, que hubo antes del Big-bang, o que fue lo que lo causó, por esto debe haber un dios” no funciona. Es cierto: La ciencia aun no puede explicar cuál fue la causa del Big-bang, y si realmente hubo una y que es lo que había “antes” del Big-bang. Pero de esto no se concluye que deba existir un dios. La popular frase “La ciencia explica el “cómo” y la religión el “por qué” no nos lleva a ninguna parte, “Dios” no explica nada. Primero habría que definir claramente, que realmente significa “Dios”. Y segundo, porque con “Dios”, como causa potencial para el Big-bang tampoco ha mejorado nada. Puesto que ahora puede preguntarse, que hubo antes de dios y quién lo creó. “Dios” no tiene nada que hacer en la cosmología, ni como una explicación para algo, ni como elemento de una cadena de causal científica en orígenes.


El autor del artículo en  kath.net, no es un teólogo, sacerdote o representante de la iglesia. Albrecht Kellner es un doctor en ciencias naturales y consejero técnico de la compañía aeroespacial Astrium. Con lo cual hemos llegado al último punto sobre la extraña relación esquizofrénica de religión y ciencia. Cómo ya se dijo al comienzo. Las ciencias y las religiones son cosmos visiones totalmente incompatibles. Por un lado sólo hay que fiarse de la fe, y de pronto no hay que creer, cuestionarse, evidenciarlo y analizarlo todo. No habría cómo meter todo en un saco. Y a pesare de esto siempre hubo y habrá científicos que son más o menos creyentes. La mayoría de ellos logran separar religión  de ciencias, de manera que la cosmovisión y la fe no afectan la metódica científica. Cómo lo hacen no me queda claro. Esto no quiere decir que soy de la opinión, lo que hay en la vida, hay que ver todo en forma estricta y científicamente racional. Sin embargo, las bases de la metódica científica y los fundamentos de las creencias religiosas son esencialmente diferentes, por esto es menester siempre separa ambos  aspectos prolijamente. Si no se hace esto vemos a lo que lleva y esto lo ha demostrado el artículo en kath.net. Entonces se comienza a entremezclar citas bíblicas con argumentos científicos y esto siempre termina mal. Las ciencias y las religiones no compaginan.


  Fuente: http://scienceblogs.de
Traducido del alemán por A. Gundelach





  

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