12 de febrero de 2011

7 Razones por las cuales un científico cree en Dios.

7 Razones por las cuales un científico cree en Dios.

El Dr. A. Cressy Morrison expresidente de la Academia de ciencias de Nueva York y del Instituto Americano de la ciudad de Nueva York; es también miembro de la Junta Ejecutiva del Concilio Nacional de Investigación y un socio del Museo Americano de Historia Natural; es también miembro vitalicio del Instituto Real de Gran Bretaña. Este bien conocido científico es un creyente en Dios. El doctor Morrison ofrece siete razones que sustentan su fe en la existencia de una suprema inteligencia en el universo. A continuación enlistamos estas siete razones:
1) Nuestro mundo único en su especie.
2) Los recursos inagotables de la vida.
3) La sabiduría de los animales.
4) La mente humana.
5) La Maravilla de los Genes.
6) El equilibrio en la Naturaleza
7) La idea de Dios

Con razones como éstas, provenientes de un hombre como el doctor Morrison, no podemos hacer a un lado con un gesto de desprecio o con una sonrisa burlona tales razones. Todos debiéramos considerar con honestidad los puntos de vista del doctor Morrison.
Entre más sabemos acerca del universo y de nuestro entorno, más convencidos debemos estar de que en efecto esta tierra es un planeta único.
R: Esto es imposible de afirmarlo, para esto se debería recorrer todo el universo y visitar cada planeta, por lo tanto esta afirmación es absurda.

Parece haber sido preparado como un hogar para la vida y más aún, para la misma vida humana.
R: No. Nadie preparó al planeta Tierra para que albergue vida. Las condiciones para que exista vida en este planeta son bastante precarias. ¿Cuántos planetas existen en el universo que albergan vida? No lo sabemos

Fueron las condiciones reinantes en este planeta lo que motivó la aparición de la vida
Hace muchos años, en el siglo XVIII, durante el período conocido como la Edad de la Razón, William Paley le pidió a sus lectores que se imaginaran a un hombre que está en un lugar desolado, donde se encuentra un reloj. Lo levanta, lo mira y lo vuelve a mirar. Su mecanismo, dice Paley, convencería al más escéptico que alguien ha estado allí antes, que el reloj es un producto de una destreza mecánica y mental y no el resultado del azar. Continúa Paley diciendo, que las evidencias del designio en la naturaleza son más intrincadas y fehacientes pruebas de un diseñador y pensador, el cual es el Creador y Sustentador de todo.
R: Esta analogía no se puede aplicar aquí, ya que el relojero usó materiales y herramientas ya pre existentes, mientras que la materia de la cual está formado el universo se formó aproximadamente unos 380 mil años después del “Big-bang”.
Además se conoce quién fue el inventor del reloj de bolsillo, Peter Henlein 1479-1542 de Nürnberg Alemania

Tremendos descubrimientos científicos han tenido lugar en los últimos años y estamos en el mismo umbral de posibilidades todavía más increibles. Todo esto, por hoy, manifiesta más y mejor las evidencias de la obra del Creador.
R: Mientras más avanza la ciencia, la idea de un dios creador se hace cada vez más insostenible.

Hay demasiadas condiciones absolutamente esenciales para la vida de este planeta, que no podrían existir meramente al azar.
R: Que en un planeta existen las condiciones, para que se genere vida no demuestra la existencia de un creador. Un dios creador, hubiera podido crear vida en cualquier parte, en Mercurio, en Júpiter, en el Sol e incluso en el espacio.

El doctor Morrison presenta lo que podía ser llamada la ley de la probabilidad compuesta, la cual es cierta. Nos recuerda que si cogiéramos diez moneditas de 10 centavos y las numeráramos del uno al diez; las pusiéramos en la bolsa del abrigo o del traje; las revolviéramos bien y las comenzáramos a sacar una a una en secuencia del uno al diez; para volverlas a meter. Después de sacarlas y meterlas, llegaríamos a conclusiones muy sorprendentes. Matemáticamente la probabilidad de sacar el número uno la primera vez es una en diez; la probabilidad de sacar el uno y el dos en forma sucesiva es uno en cien; la probabilidad de sacar el uno, el dos y el tres en forma sucesiva, es de uno en un millar; la posiblidad de sacarlas todas en forma sucesiva del uno hasta el diez, sería de uno en diez billones.
R: Lo que se presenta aquí no es más que un ejemplo de cómo funciona la entropía

Pero en nuestra tierra, encontramos decenas y hasta centenas de condiciones existentes, todas necesarias para la vida, las cuales por su origen hacen del azar algo increíble.
R: Hasta ahora es el único lugar en todo el universo, que conocemos donde se dieron las condiciones para que se genere vida. No sabemos si existen otros lugares similares o no.

Por ejemplo, la tierra gira sobre su eje a razón de casi cien millas por hora, dando lugar así al día y a la noche. Si por el contrario, su velocidad de rotación fuera de cien millas por hora, los días y las noches serían diez veces más largas, en cuyo caso, el calor quemaría la vegetación durante el día y el frío congelaría todo durante las largas noches. Ahora, no olvidemos que la temperatura de la superficie del sol es de 12000 grados fahrenheit, pero está lo suficientemente alejado como para dar el suficiente calor, y no para quemar demasiado. Si el promedio de la temperatura de la tierra fuera aumentado, tan solo la cantidad de 50 grados en un solo año, toda la vegetación y también el hombre serían destruidos.

Si nuestro sol fuera tan grande como algunas estrellas, no sólo la tierra, sino toda su órbita estarían dentro del sol. Algunas de esas estrellas, que también son soles, emiten sólo la mitad de la radiación de lo que emite nuestro sol. Algunos sólo emiten el doble. Si nuestro sol tuviera sólo la mitad de su radiación presente, todo en la tierra estaría congelado por la refrigeración universal. Si fuera sólo el doble de caliente de lo que realmente es, todo en la tierra, incluyendo el mismo hombre, se habría convertido en cenizas mucho tiempo ha.
El Dr. Morrison continúa diciendo: "Piense acerca de los 23º de inclinación de la tierra sobre su eje, lo cual hace posible las cuatro estaciones del año: primavera, verano, otoño e invierno. Si no hubiera tal inclinación, ambas regiones polares estarían en un eterno crepúsculo lo cual haría que el hielo se acumulara formando enormes continentes y en el Ecuador, en medio de los polos, un desierto, sin duda".

"Piense en la influencia que ejerce la luna sobre la tierra. En la actualidad, dos veces al día las mareas azotan y rodean la tierra. En algunos lugares la marea levanta olas hasta de 60 pies de altura (y a propósito, existen mareas hasta en la misma superficie de la tierra, así como sucede en el agua, únicamente que la corteza terrestre se levanta sólo unas pocas pulgadas). La distancia entre la luna y la tierra es de 240,000 millas. Pero suponga que esta distancia sólo fuera de 50,000 millas; la influencia de la luna sobre la tierra sería tal, que dos veces al día toda la superficie plana de la tierra sería completamente cubierta por incontables diluvios, los cuales barrerían aún con las montañas. La tierra misma se partiría en forma de poderosísimos terremotos y el aire mismo sería levantado y movido a causar huracanes diariamente. La vida humana sería imposible. Y hablando de diluvios, recuerde que si la tierra fuera hecha completamente plana, y los continentes fueran nivelados, la profundidad promedio del inmenso océano sería de una milla y media sobre la superficie del globo.

El Dr. Morrison también nos recuerda que tenemos la cantidad exacta de oxígeno en el aire justo a nuestras necesidades. Si la corteza terrestre hubiera sido un poquito más gruesa o el océano un poco más profundo, ello hubiera absorbido prácticamente todo el oxígeno que hace posible la vida del hombre y de los animales. El también nos recuerda que la atmósfera es justo suficientemente gruesa para permitir la llegada a los rayos actínicos, que son necesarios para la vida, la vegetación y para matar las bacterias, además de producir vitaminas. Sin embargo, estos rayos no afectan al hombre. Si la capa de atmósfera fuera menos gruesa, la radiación y los meteoros del espacio exterior serían fatales para el hombre.
R: Con esto sólo se demuestra que en este planeta están dadas las condiciones para que se haya desarrollado la vida. (Ver también: La formación de los planetas y El Sistema Solar.

El gran equilibrio que existe entre las aguas del vasto océano, ha hecho posible mantener la atmósfera que rodea la tierra como un manto y hace posible la vida de la planta y del animal, incluyendo al hombre mismo. El Dr. Morrison dice: "que el que comprenda esto que se ponga en pie en temor reverente ante Su Majestad".
R: Es la gravedad que hecho posible que la atmósfera se mantenga como un manto alrededor de la Tierra, y no el “equilibrio” de los océanos.

El científico habla luego del maravilloso recurso de la vida desde su mismo comienzo de una sola célula, la cual se desarrolla hasta convertirse en una planta, un animal o un hombre. ¿Qué es la vida? Nadie lo sabe todavía.
La raíz que penetra y quebranta hasta la misma roca, sostendrá una sequoia por tres mil años o más. Debemos hacer frente, también, a la jamás transpuesta brecha entre lo vivo y lo no viviente. Además, nos confrontamos con el maravilloso equilibrio entre la vegetación y la vida animal, uno de los esenciales de la vida misma. Si toda la vida fuera animal, el oxígeno se hubiera terminado hace mucho. Si todo fuera vegetal, el bióxido de carbono ya se hubiera extinguido. En ambos casos, la vida ya se hubiera terminado. Todas estas maravillas, ¿provienen de una mera concurrencia fortuita de los átomos? Seguramente no, y esta es la segunda razón por la cual creo en Dios - dice el doctor Morrison.
R: Todo lo que describe este señor Morrison se deben a las condiciones existentes en este planeta. Un dios todo poderoso también hubiera podido crear vida en m Marte, en el Sol o incluso en el espacio.

Piense en la sabiduría animal. El tordo que hace su nido en el árbol junto a su casa y que en el otoño vuela hacia el sur. ¿Hacia dónde se dirige?, ¿Quién lo sabrá? Sin embargo, después de su viaje, al cabo del año, regresa al mismo nido, si nadie lo mata. El pichón de la paloma común, se le puede meter en una caja cerrada y trasladarlo lejos, a regiones desconocidas, como ya se ha hecho. Cuando se le pone en libertad, emprende el vuelo haciendo círculos hacia el cielo y luego regresa directo a casa sin perder el rumbo. La abeja que sale de la colmena haciendo miles de giros en su vuelo, vuela hacia arriba, luego hacia abajo, en todas direcciones. El viento sopla y arrasa la hierba y aun los árboles. Toda señal visible desaparece, sin embargo la abeja regresa a la colmena sin extraviarse.
R: Las migraciones de las aves es muy común, pero esto no tienen nada que ver con alguna sabiduría. Es instinto adquirido durante millones de años de evolución. Lo mismo sucede con las palomas mensajeras, pero estas son entrenadas para este acción.

En promedio una abeja no se aleja a más de unos 3 Km de su colmena. Una abeja vive en promedio sólo u os 45 días aproximadamente, y en tan corto tiempo el entorno ambiental de ella no cambia tan drásticamente
El diminuto insecto posee un ojo microscópico, pues lo necesita. El águila gigante, el buitre y el cóndor, tienen ojos telescópicos. La lechuza no podría ver en la oscuridad a un pequeño ratoncito moverse entre la maleza, si no fuera porque sus ojos son capaces de ver los rayos infrarrojos que emite el ratoncillo. El perro que cuida nuestra casa, puede oír sonidos tan sutiles que nuestros oídos jamás pueden percibir.
R: Cada animal desarrolló con el tiempo las necesidades de su especie, pero esto no se hiso de la noche a la mañana. La naturaleza se toma su tiempo.

El salmón joven, después de años de estar en el mar, regresa a su propio río, al mismo torrente, al mismo lugar donde fue incubado. Las anguilas de Europa y América se aparean en la medianía del océano Atlántico, en el mar de los Sargazos. Se aparean y mueren. Pero la anguila joven, la americana, después de un año y la europea después de dos, enfilan rumbo al mismo charco de donde sus ancestros procedieron. ¿Cómo explicar esto?
R: Yo no soy biólogo, pero creo que muchos de estas interrogantes ya tienen una explicación.

Pensemos en la mente humana. La gran brecha que existe entre la vida animal, la inteligencia y la razón humana es inmensa.
R: El cerebro humano también evolucionó a través de millones de años. Los primeros homínidos tenían un cerebro bastante más pequeño que aquel que tenemos ahora. Está totalmente comprobado cómo se desarrolló el cerebro humano.

Los animales realizan cosas maravillosas por instintos, los cuales por supuesto no entendemos. Le llamamos misterio, porque no hay otro nombre para ello. Por ejemplo, una avispa caza un chapulín, cava un hoyo en la tierra dentro del cual guarda su presa. La dosis de veneno administrada al chapulín es suficiente como para paralizarlo, mas no para matarlo. Luego, pone sus huevos en el lugar adecuado, donde al salir las larvas hallan al chapulín vivo, pero inconsciente. Las avispas recién nacidas se alimentan en esta forma de carne fresca, preservada ingeniosamente. La avispa debió haber hecho esto bien desde la primera vez y así sucesivamente, o no habrían más avispas de esa especie. El Dr. Morrison nos recuerda que jamás se ha explicado este misterio. Ciertamente, todo este proceso no debe atribuirse al azar. Sin embargo, todo este proceso no puede ser comparado con el proceso del razonamiento humano por el cual el hombre descubrió e hizo uso del fuego, la polea, la palanca y la rueda. Usando el poder inherente del ambiente, se desplaza sobre la tierra, asciende sobre las nubes y a gran velocidad viaja por los cielos y llega hasta la misma luna.
R: Este señor Morrison, sólo está exponiendo algunos casos muy individuales, como el del chapulín y la avispa, y habla del azar, nada se produjo por azar en la naturaleza, todo tuvo una causa, todo este comportamiento animal se debe a ciento de millones de adaptaciones al medio ambiente, es decir a la evolución biológica.

Veamos la maravillosa estructura de los genes, sus cromosomas, los cuales determinan todas las características de cada ser humano sobre la tierra hoy. Los genes determinan la raza, el color, la forma y la psicología individual, etc. Sin embargo, son tan infinitamente pequeños, que todos los genes de la raza humana entera cabrían en un dedal.
R: Con esto no se demuestra nada, sólo que los genes son pequeños, microscópicos
Con razón David exclamó: "¡Te alabaré porque de modo formidable y maravilloso fui hecho! (Sal. 139:14).
R: Lo que haya dicho algún personaje bíblico es totalmente irrelevante. ¿David se creía Tarzán?

Mencionaré a continuación y, brevemente, el equilibrio que existe en la naturaleza, balance que evita que cualquier ser vivo domine sobre la tierra, ya sea este animal, planta o insecto. Aquí también cabe mencionar lo maravilloso de las vitaminas y de las secreciones de las glándulas endocrinas las cuales mantienen el balance químico del cuerpo humano y regulan su actividad. Todo esto revela ciertamente una mente maestra que planeó todo con infinita sabiduría.
R: Si no fuese por los compuestos químicos que ha inventado el hombre, para combatir plagas, el mundo estaría absolutamente dominado por los insectos. Se calcula que en la actualidad existen 150 000 especies distintas de insectos, no olvidar la cantidad de especies de arañas que no son insectos. Este planeta es el planeta de los insectos.

Por último, reflexionemos un poco en la idea de Dios, que es propia no sólo de las más avanzadas civilizaciones, sino también de las culturas primitivas. Casi podríamos llamarla la fe universal en un ser o poder supremo. Esta idea no surgió por la mera concurrencia de moléculas; debió ser implantada en la mente del hombre por el mismo Ser Supremo.
R: Justamente, la idea de la existencia de los dioses proviene del hombre primitivo cómo una explicación para los fenómenos naturales. Pero que millones de personas creen en algo no demuestra que es real lo que ellos creen. Durante siglos se creyó que el Sol y las estrellas giraban alrededor de la Tierra.

Seguramente, aquellos que son observadores, notarán que hay huellas tangibles de Dios en el mundo. Y al leer con cuidado los dos libros de Dios: la naturaleza y la Biblia, mediante la fe, hallarán el camino de vuelta a su presencia.
R: Los observadores que usamos nuestra razón, no vemos por ningún lado una huella de algún dios. La Biblia nos habla de un dios vengador, asesino, guerrero, un dios terrible. Lo buen del asunto es que ese dios no existe.

Fuente:. www.pmministries.com

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