2 de julio de 2015

¿Por qué específicamente la creencia cristiana en Dios es problemática?

¿Por qué específicamente la creencia cristiana en Dios es problemática?
Por el Dr. Michael Schmidt-Salomon

Extracto de: Leben ohne Gott: eine Entscheidung für den Menschen (La vida sin Dios: Una decisión para el ser humano)

El psicólogo de Friburgo Franz BUGGLE, quien ha investigado en un estudio admirablemente claro y detallado, las partes fundamentales de la Biblia (el Pentateuco, los salmos, el libro de Isaías como también en especial todo el nuevo testamento) en relación a sus valores éticos, llegando  al resultado, que la Biblia y con esto toda la fuente básica del cristianismo es “profundamente inhumano” , porque propaga como modelo a un dios, que ordena explícitamente guerras de conquistas, inclusive expresa la masacre de niños, mujeres y ancianos, que demanda insistentemente una inhumana y cruel justicia sanguinaria y la extremamente brutal ejecución de su propio hijo como sacrificio expiatorio, quien discrimina en forma extrema a las mujeres y  a los esclavos, que ordena el exterminio de distinto pensantes, quien atribuye las enfermedades mentales posicionamientos por espíritus malignos espíritus malignos o que amenaza con torturas infernales (1).

Cómo ya se dijo, Buggle en su análisis no sólo se refiere al Antiguo Testamento, cuya autoritaria violenta tendencia subyacente mientras tanto ya debería ser conocida. . No, Buggle se refiere, en su juicio sobre las bases del cristianismo expresamente al Nuevo Testamento, que – en porfía a un empedernido prejuicio – no  es de ninguna manera un llamamiento a la paz y amor al enemigo.

Así proclama el cristo resucitado en las revelaciones de Juan:

Al vencedor, al que se mantenga fiel a mis obras hasta el fin, le daré poder sobre las naciones: las regirá con cetro de hierro, como se quebrantan las piezas de arcilla. Yo también lo he recibido de mi padre (Apocalipsis 2, 26-28).

También en los evangelios, el mítico Jesús se muestra como un ayudante cumplidor de su padre  tradicionalmente vengativo con poca misericordia frente a distinto pensantes y heterodoxos. Así dice inequívocamente en el evangelio según Marcos:

El que crea y sea bautizado será salvo; pero el que no crea será condenado. (Marcos 16, 16)

La brutalidad de esta amenaza a los disidentes y no creyentes, recién entonces es medible, si se sabe lo que significa ser condenado por el hijo del hombre. Perdonen me, pero yo no encuentro una mejor comparación: Al  maldito le espera una especie de Auschwitz celestial:

Enviará el hijo del hombre a susángeles, y recogerán de su reino a todos los que sirven de tropiezo, y  los que hacen iniquidad, y los echarán en el horno de fuego; allí será lloro ycrujirde dientes. (Mateo 13, 41-42).

¿Sólo un resbalón, una singular e infeliz metáfora? No: A penas unosdiez versículos más adelante, se encuentra la misma idea de limpieza  de lacuestión de los no-creyentes. En Mateo 13, 49-50, nuevamente los ángeles reciben el encargo de la selección, enla rampa celestial, donde deben  separar a losjustos de losmalos y lanzarlos al horno donde quema el fuego, donde habrá lloro y crujir de dientes.

Incluso enel sermón delmonte, el muy elogiado y cotado, del caul los teólogos humanistas obtienen susmás importantes argumentos, se encuentran estas amenazas de sanciones radicalmente inhumanas, que se basan en una fantasía depoder y violencia infantil. Cuyos siniestros y devastadores efectos psíquicos sobre innumerables personas, que enlahistoria del cristianismo no son posibles de exagerar. Así, en el marco del hu,ano y progresivo sermón del momte, por lo dempás inofensiva, disimulada, lujuriosa mirada a una mujer casada, que hace, que cada corazón fundamentalista se agita de deleite:


Por tanto, si tu ojo derecho te es  ocasión de caer, sácalo, y échalo de ti; pués mejor te es que se pierda unode tus mienbros, yno todo tu cuerpo seaechado al infierno. (Mateo 5, 29).

 En las partes paralelas al evangelio según Marcos los deseos de venganza del hijo de Dios se hacen más evidentes:

 Cualquiera que haga tropezar a uno de estos pequeñitos que creen en mí, mejor le fuera si se le atase una piedra de molino al cuello, y se le arrojase en el mar. Si tu mano te fuere ocasión de caer, córtala; mejor te es entrar en la vida manco, que teniendo dos manos ir al infierno, al fuego que no puede ser apagado.Y si tu pie te fuere ocasión de caer, córtalo; mejor te es entrar a la vida cojo, que teniendo dos pies ser echado en el infierno, al fuego que no puede ser apagado.  Y si tu ojo te fuere ocasión de caer, sácalo; mejor te es entrar en el reino de Dios con un ojo, que teniendo dos ojos ser echado al infierno,  donde el gusano de ellos no muere, y el fuego nunca se apaga. (Marcos 9, 42-48).

Buggle comenta correctamente:

“Inténtese hacerse claro, liberándose de todos los acostumbramientos religiosos, lo que significa psicológicamente una amenaza con tormentos extremos interminables; frente a esto empalidecen todas las torturas y castigos conocidos, porque estos, de todas maneras, siempre son temporales. Con todos los reconocimientos de los rasgos positivos de Jesús (y  teniendo todo tipo de consideraciones  con los sentimientos de los creyentes): ¿Puede un profesor ético y religioso, quien recurre a estas ordenanzas de castigo cómo algo natural y tratar con ellos, quien evidentemente acepta estas fantasías punitivas sin problemas y las des arrolla, puede un hombre así anunciado como la encarnación de lo absolutamente bueno, del amor absoluto, como Dios?”

Esta pregunta es netamente retórica. En vista de lo documentado, que pueden ser ampliados sin problemas, es evidente: El Jesús bíblico, quién inmunizó sus enseñanzas de manera narcisista-totalitaria megalómana contra toda crítica y contra todos que no compartían su opinión, les amenazaba con tormentos infernales, en su totalidad no puede ser un modelo para la actualidad. De hecho, debemos constatar, que el tan pregonado “espíritu Jesucristo”, no es compatible en muchos puntos con la idea de lo humano, con lo que se presenta la pregunta, cual es el punto central de referencia de los retinianos en caso de una controversia: La idea de lo humano o el espíritu Jesucristo.



Frente a este problema fundamental, que se puede enmarcar en la pregunta: ¿Cómo yo puedo ser humanista y al mismo tiempo seguir el ejemplo de Jesús? Se enfrentan todos los cristianos de pensamiento humanista – aunque lógicamente, la mayoría la mayoría no lo quieren tener como cierto. Para ellos – en le medida que quieren seguir siendo humanistas y cristianos – idealmente sólo les queda una salida para salir de este dilema, a ser, el camino de la deshonestidad intelectual.
Este camino es intelectualmente deshonesto, porque aquí ya no se investiga en formas crítica los orígenes, caminos y caminos erróneos, potencias y debilidades del cristianismo, sino estos orígenes son embellecidos, los caminos erróneos y las debilidades son enmascarado, e incluso lo evidentemente inhumano es cubierto por una cortina de humo, que casi ya no se puede reconocer su real sustancia antropofágica. Gracias a un prodigioso, racionalmente incomprensible salto mortal exegético de los acróbatas humanistas teológicos, encontrar humanismo cristiano  allí donde se contraviene cualquier nivel mínimo de humanismo de la manera más cruenta, para esto la Biblia debe ser escobillada – a toda lo que da - a contrapelo, de manera que cualquier observador imparcial sele enrizan los pelos. Allí de repente lo irracional adquiere sentido y el sufrimiento se transforma en alegría, el crimen se transfigura en heroísmo, y el yugo en un símbolo de victoria. En suma: Allí la fe no sólo mueve montañas, sino también al observador independiente en asombro estupefacto en vista  de una deshonestidad tan virtuosa de las interpretaciones, detrás de los cual se puede suponer una no reconocida auto secularización del cristianismo.

Traducido del alemán con la gentil autorización de su autor.




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