Errores que alguns ateos dicen
No es que los ateos no tengan
buenos argumentos – es que hay algunos argumentos que ya han sido derrotados y
algunos ateos persisten en utilizarlos. Aquí mencionamos algunos.
Nota
Importante
Hay varios tipos de ateos. Están
los que son excelentes conversadores, dispuestos a escuchar y son
intelectualmente honestos. Este artículo no habla de esos. Hay muchísimos ateos
que son muy racionales y estudiosos, con buenos argumentos. Sin embargo, hay
quienes sólo tienen enojo en contra de la iglesia, repitiendo argumentos
irracionales e indispuestos a escuchar los contra-argumentos. Estos tienden a
ser de mente cerrada y demandan evidencias experienciales ridículas (como que
su nombre aparezca en las nubes y Dios se aparezca en su cuarto). Es de éstos
últimos que hemos escuchado los siguientes errores. [Entendemos que también hay
Cristianos que caen en la descripción dada, ¡pero eso amerita otro artículo!]
R: Aquí se confunde el concepto “ateo” con el
concepto “persona”. Hay personas ateas que pueden ser excelentes conversadores
etc. También las hay racionales, que son
la mayoría. Aquellas personas que tienen rabia contra la religión e iglesias
son más bien cristianois frustrados y no ateos.
1. “Jesús
nunca existió.”
La realidad es que la evidencia
para la existencia de Jesús es muy convincente, para quién esté dispuesto a
estudiarla. Hemos escrito sobre este tema anteriormente, aunque entendemos que
bastaría con los pensamientos de los expertos en el tema – como Paul Maier,
profesor de Historia Antigua, que dice:
La totalidad de la evidencia es
tan abrumadora que sólo los intelectos más superficiales se atreverían a negar
la existencia de Jesús.
R: Si se revisa en la literatura correspondiente,
uno claramente se va a dar cuenta que aquellos que niegan la existencia de
Jesús no son precisamente personas de un intelecto superficial. Son las
personas con mayor intelecto, cómo grandes pensadores, filósofos, científicos,
historiadores etc. que afirman que Jesús nunca pudo haber existido.
Las afirmaciones del señor Paul Maier son pre juiciosas puesto que fue tercer
vicepresidente de la iglesia luterana.
De las críticas más fuertes viene
del erudito no-Cristiano Maurice Casey, uno de los más prominentes
historiadores Neotestamentarios hasta su reciente muerte. Dio con el clavo:
Esta postura [de que Jesús no
existió] es demostrablemente falsa. Es promovida por un lamentable prejuicio
ateo, que menosprecia todas las fuentes primarias conocidas y las personas
Cristianas. […] Muchos de sus proponentes son extraoridiariamente
incompetentes.
R: Maurice Casey no habría dicho que era un
no-cristiano, sino que no era religioso. Ahora la mayoría de los ateos decimos
que, el Jesús así cómo esta descrito en el Nuevo Testamento, no pudo haber
existido. Pero es posible que haya existido un predicador judío errante con ese
nombre. Al cual se le adjudicó una serie de propiedades absurdas, no se puede
descartar por completo.
Por último, el historiador ateo
Tim O’Neil dice:
Después de más de 30 años de
observación y de tomar parte en debates de historia con muchos compañeros ateos
puedo decir con seguridad que la mayoría de los ateos son históricamente
analfabetos. No es algo único de los ateos: son tan históricamente analfabetos
como la mayoría de las personas, porque el analfabetismo histórico es la norma.
Sin embargo, cuando muchos ateos (no todos) hacen comentarios sobre la historia
o, peor, intentan utilizar historia en debates de religión, usualmente lo hacen
con un entendimiento sobre el tema que se quedó en la escuela secundaria.
Continúa diciendo:
Muy a menudo muchos ateos pueden
ser polemistas cuando tratan con el pasado, sólo acreditando información o
análisis que encaja algún argumento en contra de la religión que intentan
hacer, mientras menosprecian, descartan o ignoran evidencias o análisis que no
va de acuerdo con su agenda.
R: En todas las sociedades ya sean religiosas,
políticas, sociales, culturales, etc. no faltan las personas, que porque han
leído dos tres artículos sobre un tema determinado en una revista ya se creen
expertos y con el derecho a opinar ese tema. Claro que entre los expertos y
doctos de esa materia también existen aquellos que creen ser los únicos
autorizados para hablar al respecto.
Lo que pudo haber dicho una determinada persona sobre el ateísmo es sólo su
opinión, cómo el caso del señor Tim O’Neil.
Lo dicho por esta persona no la considero realmente relevante.
2. “No me
toca probar que Dios no existe.”
No necesariamente.
Como regla general de retórica,
la responsabilidad de proveer pruebas de lo que se dice es de la persona
haciendo la afirmación. La razón de esto es sencilla: si yo digo que tengo un
conocimiento, entonces necesito demostrarlo. Por ejemplo, si yo digo que Dios
existe, estoy diciendo que tengo el conocimiento de la existencia de Dios – por
lo tanto, me toca demostrar la existencia de Dios.
R: Esto es una regla fundamental en una
argumentación
El problema es que muchos ateos
dicen tener el conocimiento de que Dios NO existe, pero no quieren demostrar
tal conocimiento.
R: Cualquier persona que afirma algo debe probarlo
que esta exponiendo.
Tal vez piensan que es suficiente
“derrotar” la postura teísta – pero no lo es. Una cosa es que un ateo entienda
que no hay buenos argumentos a favor de la existencia de Dios, pero es otra
cosa por completo decir que Dios no existe.
R: ¡Cierto! Pero aquí “Verdad y Fe” pusieron una
pequeña trampita. La mayoría de los ateos no decimos que Dios no existe, por la
simple razón de que no se puede demostrar la no existencia de algo que no
existe.
La persona que entiende que no hay buenos
argumentos a favor de la existencia de Dios, como mucho, llega a ser
escéptico – no ateo.
El ateo afirma el conocimiento de que Dios no existe, por lo cual es necesario
que el ateo que afirme que Dios no existe exponga argumentos que prueben su
postura
R: Aquí se
está jugando con los conceptos “argumentos” y “pruebas”, Un buen argumento a favor de algo no es equivalente a
una prueba de que ese algo sea verdadero. No sólo los argumentos de los teístas
son muy débiles, sino, que tampoco tienen
pruebas de la existencia del dios en el cual creen. Nosotros los ateos, en
cambio si tenemos buenos argumentos que respaldan nuestra posición, aunque
tampoco tenemos pruebas de la no existencia de ese dios, por la razón explicada
más arriba.
3. “No se
puede probar que algo no existe.”
En un debate con el doctor
John Shook, William Lane Craig le responde a un ateo que hace esta afirmación
“Eso es tonto. ¡Claro que se
puede probar que algo no existe! Podemos probar, por ejemplo, que no existen
Tiranosaurios Rex vivos en la faz de la Tierra; podemos probar que no hay
musulmanes en el Senado de los Estados Unidos; o, como dice el Dr. Shook, si se
puede demostrar que algo es auto-contradictorio, no existen los hombres
casado-solteros. Así que esto es una frase atea que se escucha mucho a nivel
popular, pero es una frase que los ateos sofisticados no usan porque es fácil
probar que algo no existe.”
R: Nadie ha dicho que no se puede probar que algo
no existe, sino que no se puede demostrar lo no existencia de algo que no
existe. Aquí nuevamente se denota la jugarreta de “Verdad y Fe” para distorsionar los
argumentos de sus opositores y tratar de obtener ventajas en las dicciones.
Pero señores de “Verdad y Fe” – deberían llamarse “Mentira y Fe” – los ateos no
somos tan tontos cómo ustedes creen.
4. “La
Biblia no es histórica.”
La Biblia sí es historia, ya que
es una biblioteca (66 libros) de textos históricos que nos provee con
información.
R: Si realmente la biblia fuese un texto histórico,
cómo se afirma aquí; entonces todos sus relatos deberían ser corroborados por otros escritos no bíblicos,
que demuestren los relatos descrito en ella.
La biblia es una colección de mitos, leyendas,
fabulas y relatos ficticios a los cuales se la ha querido dar una cierta línea
de continuidad arbitraria, que en realidad no existe.
Fue escrita a través de 1.500 años, por más de
40 autores en tres diferentes continentes y en tres idiomas distintos. Con
relación al Nuevo Testamento (que es parte de la Biblia), uno de los
historiadores escépticos más conocido, Bart Ehrman, dice lo siguiente:
Si los historiadores quieren
saber qué fue lo que Jesús dijo e hizo, están más o menos confinados a utilizar
los Evangelios del Nuevo Testamento como fuentes principales. Debo enfatizar
que no es por razones teológicas o religiosas que estos, y sólo estos, textos
deben ser confiados. Es por razones históricas, simple y sencillo.
Así que, de acuerdo con uno de
los más prominentes hitoriadores, la narrativa bíblica se puede utilizar para
“razones históricas, simple y sencillo.”
R: El señor Bart Ehrman no puede ser considerado
como un interventor neutral y objetivo por sus antecedentes, (ver en Wikipedia)
No hay que olvidar que no existe una
Biblia originaria y tampoco los textos originales de los evangelios ni sus
primeras copias, por lo tanto usar estos textos para considerar los como
relatos históricos no resiste ningún análisis.
Richard Burridge, un erudito de exégesis
bíblica, dice:
Los Evangelios deben ser juzgados
por medio de los criterios del Primer Siglo y yo entiendo que son documentos
confiables. Comparten, de forma esencial, la misma historia del ministerio
público de Jesús, sus enseñanzas, sus predicaciones, sus actividades, sus
sanaciones y los eventos de la semana antes de su muerte – y el hecho de que
algo muy extraño pasa después.
Además es comúnmente aceptado que
Los Evangelios son biográficos en su naturaleza, lo que significa que
constituyen historia a base de una figura histórica. Como menciona Graham
Stanton en su libro ‘Jesus and Gospel’:
Los Evangelios son ampliamente
considerados como un sub-conjunto del amplio y antiguo género literario de
biografías.
R: Tampoco se puede considerar como objetivo y
neutral al señor Richard Burridge. (Ver Wikipedia) Sus afirmaciones estan
contaminadas con sus ideologías.
David Aune, especialista en
géneros literarios antiguos también comenta:
Por lo tanto, aunque [los
escritores de los Evangelios] claramente tenían una agenda teológica
importante, el mero hecho de que decidieron adaptar las convenciones
biográficas de los Greco-Romanos para decir la historia de Jesús indica que
estaban primeramente preocupados por comunicar lo que ellos entendieron que
realmente sucedió.
R: Para las aseveraciones de los señores Graham
Stanton y David Aune vale lo mismo que
para Ehrman y Burridge.
En fin, los narrativos bíblicos
son recursos históricos.
R: Esto sólo es una opinión del “Verdad y Fe”
5. “El
ateísmo no es una creencia.”
Tal vez la idea detrás de decir
esto es establecer algún tipo de neutralidad. El problema es que muchos de los
ateos descritos aquí no se quedan callados ante los reclamos del Cristianismo –
es casi como si el hecho de que “el ateísmo no es una creencia” realmente
significa “No tengo ninguna creencia, excepto la creencia de que estás
equivocado en decir que Dios existe.”
R: ¿Por qué hemos de callar frente a las muchas
absurdas aseveraciones que hacen los creyentes y en espacial cuando distorsionan
todo lo que decimos y acomodan diversos conceptos para que caben dentro de sus
argumentos. Los ateos creemos en muchas cosas, pero también no creemos en muchas
otras cosas, por ejemplo en dioses, hadas, elfos, etc. Y no decimos “que estás equivocado en decir que Dios
existe”. Esto es una falsa imputación de parte de “’Mentira’ y Fe”.
El matemático John Lennox dice:
Los ateos dicen que no tienen fe.
Claro que sí la tienen: en su ciencia y en la inteligibilidad
racional del universo.
R: Si tenemos fe, por ejemplo en nuestras capacidades
de resolver nuestros problemas sin tener que recurrir a un dios. Los ateos no
hacemos ciencia, esto lo hacen los científicos independientemente si son o no
ateos. No se tiene fe en las pruebas y hallazgos científicos estos se conocen,
y algo que se conoce no hay que creerlo, pero los teísta deben creerlo todo,
sino no diría “yo creo” dirían “yo sé”. Y por esto mismo se hacen llamar “Verdad
y Fe” y no se dan cuenta que esto en realidad es una paradoja. No se hacen
llamar “Verdad y Conocimiento”
Cuando uno tiene fe, uno tiene
una creencia – y el ateo no es una excepción. El filósofo William Lane Craig
comenta:
Si el ateísmo es tomado como una
cosmovisión (de que Dios no existe) entonces el ateo tiene que sobrellevar la
responsabilidad de probar dicha cosmovisión. Pero mucho ateos libremente
admiten que no pueden sobrellevar esta responsabilidad de prueba. Es entonces
que intentan de evadir esta responsabilidad epistémica re-definiendo lo que es
el ateísmo, de tal forma que ya no es una cosmovisión, sino una opinión que no
hace ninguna afirmación. En realidad son agnósticos ocultos que quieren
proclamar el ateísmo sin presentar pruebas al respecto.
Bajo esta definición, las
plantas, los perros y los gatos son ateos – porque no tienen creencias. Es
importante ser lo suficientemente audaz como para apoyar con argumentos lo que
se cree, no redefinir el título de su cosmovisión.
R: El señor William Lane Craig es conocido por su
capacidad de confundir a sus oponentes con sus artimañas
En relación a la redefinición, considero al ateísmo como una cosmovisión en la
cual los dioses y el sobrenaturalismo no
tienen cabida, y esta, señor Craig, si es una afirmación. Los defensores empedernido
del teísmo, cómo es el señor Craig, exigen pruebas a los ateos, pero cuan se le
pide pruebas a ellos sobre sus ponencias entonces responden con elucubraciones filosóficas.
6. “La
ciencia refuta los milagros.”
En el artículo sobre
milagros que
tenemos explicamos algo clave:
Es importante notar que un
milagro NO es una violación ni un rompimiento de una ley
natural, como muchas personas piensan que es. Es sencillamente, algo que no se
puede explicar mediante leyes naturales y que se atribuye a una intervención divina.
R: Un milagro es justamente esto un rompimiento de
una ley natural en favor de uno o varios individuos o determinados sucesos
obrado por “Dios”.
La palabra “intervención” es
clave.
¿Por qué? Porque no es que Dios
suspende o rompe leyes físicas para obrar un milagro, sino que interviene.
R: Aquí tenemos nuevamente los trucos fraudulentos con los cuales los teístas tramposos de “Verdad y Fe” nos quieren engañar. “Dios”
interviene para alterar una ley natural que supuestamente él mismo creó.
El físico teórico John
Polkinghorne nota:
La ciencia simplemente nos dice
que esto eventos son en contra de las expectativas normales. Sabíamos esto
desde el principio. La ciencia no puede excluir la posibilidad que, en
ocasiones particulares, Dios hace cosas particulares y sin precedentes. Después
de todo, Dios es el que ordena las leyes de la naturaleza, no alquien que es
sujeto a ellas.
Sin duda alguna, si existe un
Dios que creó las leyes naturales, Él también sabe cómo operarlas a perfección
– incluso cómo hacer que hagan cosas inesperadas para el ser humano.
R: El señor John Polkinghorne es un sacerdote
anglicano No voy a comentar lo que dice aquí, cada quien puede sacar sus propias
conclusiones.
Craig Keener en su libro de dos
tomos sobre milagros escribe:
Como la ciencia funciona
inductivamente desde los detalles hasta los grandes patrones, busca los
patrones grandes y no puede hablar de anomalías únicas, como lo son los
milagros.
Cómo Dios es el autor de toda la
creación (incluyendo la ciencia y las leyes físicas), Él no puede estar sujeto
a su creación – lo creado siempre será inferior a su creador. Sin embargo, Su
creación se sujeta a Él.
R: Que otra cosa se espera de un defensor del
creacionismo bíblico.
El
filósofo Richard Swinburne explica:
Si Dios no existe, entonces las
leyes naturales son las determinantes absolutas de lo que sucede.
R: Y no pueden ser violadas. Por ejemplo podemos
superar en determinados casos la gravitación pero no la podemos anular.
Pero si Dios existe, entonces el
hecho de si operan, por cuánto tiempo operan y bajo qué circunstancias operan
las leyes naturales depende de Él.
R: ¿Para que un dios iba a crear leyes naturales
inviolables, para quebrantarlas en casos particulares a su arbitrio? Esto sólo
tiene lpógica si hablamos de un dios caprichoso.
7. “Ciencia
es la única forma para llegar a la verdad.”
Hay algunos ateos que entienden
que la ciencia es la única forma de saber si algo es cierto, como si la ciencia
fuese la única puerta para llegar a la realidad.
R: Las ciencias son el púnico medio, para llegar al
conocimiento de nuestro mudo y esto fuera de algunos ateos lo dicen prácticamente
todos los científicos.
Sólo la ciencia cuenta, ni la filosofía, ni la
teología, ni ninguna otra disciplina no-científica.
R: Nuevamente están jugando con las palabras. Esta
premisa está mal formulada, debe ser: Sólo la ciencia lleva al verdadero
conocimiento.
A ésto se le conoce como cientismo – la
propuesta que sólo la ciencia puede explicar todos los aspectos de la realidad.
El problema es que la misma ciencia se limita, porque la ciencia adopta el Naturalismo – la filosofía de que la
naturaleza es el primer principio de la realidad.
R: Sólo mediante las ciencias naturales se puede
llegar a conocer el funcionamiento y el origen de la naturaleza.
Esta cosmovisión establece que el
Universo es todo lo que existe y no hay nada fuera de él. El problema del naturalismo es que
automáticamente descarta todo lo sobrenatural, arbitariamente.
R: Falso, por algo se llama “naturalismo”. A lo
sobre natural se dedica el esoterismo; la metafísica, el trascendentalismo, la teología
y otras pseudociencias.
Esto va en contra de lo que se supone que sea
la ciencia: seguir las evidencias hacia donde sea que lleven.
R: Lo sobre natural, o sea, lo que está fuera de la
naturaleza no es científicamente abarcable
Dicho esto, hay cosas que sabemos
que son absolutamente ciertas que la misma ciencia no puede probar como ciertas, incluyendo cosas como las
matemáticas y la ciencia misma.
R: Las matemáticas son lógica pura, y algo lógico se explica por sí mismo. 2+2 siempre van a
ser 4, y esto no necesita una teoría explicativa. Y decir que no se puede probar la ciencia misma es una
estupidez del porte de un buque. Es como decir que el Sol no existe.
¡Señores
de “Verdad y Fe” aquí son ustedes los que han expuesto un montón
y medio de bobadas.!
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