A pesar de que ya estamos viviendo en el siglo XXI, aún la mayoría de las personas adultas, no han logrado independizarse de sus progenitores No importa la edad que tengan, la mayoría de la humanidad sigue llamando a su mamá o a su papá cuando sienten miedo, y si estos – lo que sucede en la mayoría de los casos - ya están fallecidos, claman a un padre superior, que en el caso de los cristianas es el dios de la Biblia, para que venga en su auxilio.
El adulto mayor, que relató este suceso, naturalmente atribuye la repentina calma del vuelo a una intervención divina después de invocar a “Dios”, argumentando que fueron “salvados” por el amor de ese dios hacia las personas. Esto también lo pudo haber relatado un sacerdote Vudú, quien salvó al avión con su magia negra. ¿Cuál es la diferencia?
La pretensión, que una divinidad va en socorro de un avión con “problemas” de turbulencias, entre decenas de miles de aviones, que vuelan a diario por todo el mundo, en esa mota de polvo que es “nuestro” planeta, sobrepasa todos los límites de las supersticiones.
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